¡Reduce el pensamiento circunscrito a tu propio silo!

Estoy trabajando con una organización, apoyándola en lograr hacer más eficiente y eficaz su trabajo, así como reducir su pensamiento en los propios silos. En todo caso, ese problema no es exclusivo de esta institución, ya que prolifera en muchas organizaciones. ¡Piensen que la manera de visualizar organigramas, ya sugiere un pensamiento en silos!

Si bien me ha tocado manejar e influir en muchos procesos similares en el pasado, no puedo decir que sea experto en el tema, ese de los silos… ¿Qué hago en este caso?

Tengo la facilidad de entrar en contacto con las personas y lograr que hablen acerca de sus problemas…., pero también de sus ideas acerca de soluciones. Entonces escucho…, activamente, pero también pregunto. Luego clasifico y resumo las informaciones recibidas. Esas informaciones las llevo con toda la crudeza que incluye a la más alta esfera de la organización. Pero lo más llamativo es que la plana ejecutiva no sólo se sorprende de las revelaciones, sino de que las respuestas y soluciones ya existen dentro de la propia organización. ¡El Directorio y las Gerencias superiores no tenían idea!  Su problema: no saben dónde, quienes y qué, pero tampoco como obtener esas infos. Sus hipótesis con olor a supuestas verdades, son síntomas de la deficiente comunicación entre altas esferas y las bases, ya sea porque los jefes no los escuchan o los colaboradores no poseen la confianza de comunicar. O ambos. Pero conmigo, el consultor externo, todo fluye…: los colaboradores hablan y los jefes escuchan. ¿Un poco loco, no creen?

La retroalimentación (“feedback”) debe ser mucho más temprana, no sólo a nivel formal, sino también informal, en un ambiente que genere confianza. Eso es responsabilidad y parte de la tarea del management. Si ello sucediera de manera eficaz, jamás me hubiesen tenido que contratar como consultor. Soy un convencido, de que las empresas u otro tipo de organizaciones, sólo deben traer consultores a su casa, cuando hayan agotado previamente las fuentes internas existentes. ¿No creen que es mejor intentar utilizar el conocimiento de los compañeros de trabajo en el día a día, en lugar de realizarlo una vez al año en reuniones de gestión del desempeño o de “feedback”?

Muchas veces, las organizaciones recién intentan reaccionar, cuando una crisis está desatada: luchas internas, pensamiento circunscrito a sus propios silos, egoísmos de las áreas, equipos de trabajo que no miran más allá del horizonte de su propio ámbito. ¿Les suena familiar?

Existen muchas caminos para mejorar la retroalimentación en procesos cotidianos. Uno de ellos pero no exclusivo, es que “las altas esferas” conversen de manera más abierta, empática y humilde con sus colaboradores, todos los días un poco, desarrollando confianzas sinceras y verdaderas.

Otro camino bastante eficaz y complementario, es utilizar las propuestas de mejora y/o crítica a los diversos procesos internos a través de un camino formal. Mejor por escrito, ya que da el tiempo a la reflexión y corrección. No lo he experimentado personalmente, pero conozco de cerca el caso, donde una exitosa empresa implementó “el día de la propuesta y de la crítica”.

Durante todo un día, las labores cotidianas se detuvieron. En lugar de ello:

Cada colaborador escribió al menos una propuesta o una crítica en el tema “trabajo en conjunto al interior de nuestra empresa”. El efecto que tuvo, es que los problemas no sólo fueron interpretados y descritos desde arriba, es decir desde la perspectiva de los altos mandos, sino también con la mirada de los involucrados en el día a día. ¡En el caso de esa empresa, fueron miles de retroalimentaciones!

Algunos ejemplos acerca de los silos funcionales, desde la perspectiva de los colaboradores:

  • “Estamos desconcertados acerca de las prioridades. Afirmaciones contradictorias no permiten visualizar una orientación verdadera”
  • “No hay suficiente intercambio de informaciones. No sabemos dónde están los problemas reales”
  • “Estamos tan lejos de las gerencias, que es difícil construir confianzas en base a las decisiones tomadas”
  • “Trabajamos realmente poco con las personas de otras áreas funcionales. No sabemos bien lo que realmente hacen en su trabajo”
  • “Necesitamos gerencias que sean un ejemplo y no demuestren su estatus de manera autoritaria”
  • “Diariamente y en promedio recibo y respondo 30 correos, 10 a 15 llamados telefónicos y al menos 1,5 horas en reuniones. La mitad de mi tiempo de trabajo no es de trabajo productivo, sino de organización de mi trabajo”

Una vez que las propuestas y críticas fueron clasificadas y resumidas por un equipo conformado por los propios colaboradores, cada cual podía seleccionar para sí mismo uno o más ámbitos temáticos de su interés, o donde pensaba poseer competencias. Posteriormente y más allá de ese día especial, esos equipos conformados voluntariamente comenzaron a trabajar en soluciones, en algunos temas, incluso pudo profundizarse. El efecto positivo fue tremendo y los resultados de la empresa mejoraron exponencialmente en el corto plazo, ya que el proceso de mejora continua fue gatillado escuchando las propuestas de quienes están “donde las papas queman”. Ni siquiera hace falta llegar a sistemas formales y estandarizados tipo Kaizen.

Los altos directivos que sólo ven costos en medidas como la descrita, desgraciadamente no comprenden mucho de lo que es costo-oportunidad.  Con este breve artículo, espero lograr algo de reflexión al respecto. Felicito a quienes ya posean procesos comunicacionales internos eficaces y confiables, que contribuyan eficientemente en el logro de mejores resultados.

Con esto no quiero decir que no sea bueno contratar consultores, muy por el contrario, pero para que las soluciones sean persistentes, ellas deben salir desde el interior de la organización, a veces, moderadas por un externo.

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

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Interesante libro: “El monje que vendió su Ferrari” (2da parte)

Las Técnicas en el libro:

Control Mental

El corazón de la rosa. Es una conocida y muy antigua técnica de meditación, la cual utiliza la observación atenta y concentrada de la flor de una rosa. Se mira desde el centro, extrayendo detalles de la forma, color, aroma, textura. Si se nos vienen pensamientos que nos saquen del foco, volvemos a la rosa, disciplinando la mente. Con práctica, se puede llegar a mantener la concentración y el foco por hasta 20 minutos y sus efectos los notarás no antes de 21 días, si ejercitas a diario.

El pensamiento opuesto. Los pensamientos son cosas vivas, núcleos de energía. La mayoría de nosotros no nos paramos a pensar en la naturaleza de nuestros pensamientos y, sin embargo, la calidad de lo que pensamos determina la calidad de nuestra vida.

Miles de pensamientos irrumpen nuestra mente día a día, para algunos incluso, noche a noche. Estos suelen ser recurrentes y en muchas personas, predominan los pensamientos negativos, pesimistas, desagradables, así como temores por acontecimientos o situaciones imaginarias que pudiesen llegar a ocurrir. Estos pensamientos bloquean nuestra mente, con lo cual reducimos su real potencial. Como en principio es imposible tener dos pensamientos simultáneos, la técnica apunta a substituir de inmediato uno malo por uno bueno. Toma tiempo dominar esta faceta de la mente o nuestro mundo interior, pero con práctica, voluntad y disciplina es posible lograrlo de manera sistémica.

El secreto del lago. En una tónica similar y que refuerza la técnica anterior, se trata de potenciar la capacidad de contrarrestar pensamientos negativos, ya que esas ideas preocupantes son un embrión que crece y luego tiene vida propia. Al igual que un lago en total calma forma nuestro reflejo como un genial espejo de agua, así nuestra mente refleja en el exterior nuestros pensamientos.

Esta técnica utiliza la visualización de imágenes positivas, para así tomar influencia sobre nuestra mente. La idea es visualizar lo que nos gustaría realizar, como nos gustaría ser, nuestros sueños y lo que nos hace felices. La mente trabaja con imágenes y éstas afectan a la imagen que tenemos de nosotros mismos. Ello en definitiva afecta nuestros sentimientos y la manera en que actuamos. Si nuestra auto-imagen nos dice que no seremos capaces de lograr ciertas cosas, lo más probable es que no lo logremos. Pero a la inversa, si nuestra vida está llena de objetivos interesantes, mejorará nuestra salud, seremos más felices y las probabilidades que se cumplan esas imágenes son infinitamente más altas. Einstein dijo que “la imaginación es más importante que el saber” y tenía razón.

 

Cumplir los objetivos

El poder de la autoevaluación. Tener un propósito en la vida (dharma en sánscrito) es una premisa para lograr la consecución de la felicidad. Ello implica poseer objetivos en distintos planos, sean emocionales, espirituales, físicos o materiales. Muchos quizás los posean, pero no de manera suficientemente consciente, por lo cual es aconsejable un honesto auto-análisis. El libro describe una metodología utilizando el medio escrito, el cual me parece muy práctico y eficaz.

Quizás también podrías apoyarte en las Fases 1-4 descritas en el siguiente artículo: Las 7 Fases del Desarrollo Estratégico

El método de cinco pasos para conseguir objetivos:

  • Formarse una imagen clara de los resultados.
  • Conseguir una fuente de presión positiva (por ejemplo, prometer en público que se desea alcanzar el objetivo determinado).
  • Establecer unos términos de realización.
  • Comprometerse por escrito: apuntar en una libreta los objetivos, deseos y sueños. Acompañarlo de imágenes sugestivas y representativas referentes a estos objetivos, y repasar la libreta diariamente.
  • “Regla del 21”: para que un comportamiento nuevo se convierta en hábito, debe ser seguido durante 21 días.

Además, a quienes posean un poco de esa inquietud emprendedora, los invito a leer el siguiente artículo, que también incluye un vídeo: “No encuentro el trabajo soñado o anhelado” ¿Emprender algo propio?

 

Practicar el “Kaizen” (= mejora continua)

Estas dos técnicas parten de la base de que es imprescindible lograr un buen dominio propio, tomando las riendas propias de la vida y no “culpar” a otros de perder esas riendas, aunque sea en parte. Con esos triunfos internos, será mucho más eficaz salir a ganar afuera.

Hacer lo que tememos hacer. Las personas “crecen” cuando entran en terreno desconocido, cuando salen de la zona de confort: es entonces cuando pueden descubrir aspectos de sí mismos que les resultaban desconocidos o que no habían sido suficientemente desarrollados. También sugiero leer el siguiente artículo: Consejos no solicitados para “Espíritus Críticos” y “Pensadores Transversales Constructivos”

Los 10 rituales de la vida radiante. Por si sola, esta técnica que incluye 10 “rituales” ya es bastante exigente para recién iniciados, pero sistémicamente podría ser un buen punto de partida. Lo que aconseja el libro, es llevar a cabo estas prácticas durante treinta días consecutivos.  Recién entonces se podrán constatar los resultados y comenzaría a transformarse en un hábito:

  • Ritual de la soledad: reservarse un espacio de tiempo de paz y silencio para uno mismo (de 15 a 50 minutos, preferiblemente siempre a la misma hora), para conseguir la expansión mental y espiritual. Se aconseja destinar un espacio determinado para esta práctica, de carácter meditativo (ver la técnica “El corazón de la rosa”). Alternativamente, yo sugiero considerar el entrenamiento autógeno. Entrenamiento autógeno: audio sesión guiada
  • Ritual de la energía, mediante la práctica del ejercicio físico: caminar por la naturaleza realizando “trekking”,  Además de lo anterior, se me ocurre que también serviría trotar en un entorno tranquilo, o realizar ejercicios de Pilates o gimnasia funcional, entre otros.
  • Ritual de la alimentación viva: seguir una dieta eminentemente vegetariana.
  • Ritual del saber abundante: leer con regularidad (30 minutos al día), ampliar nuestro campo de conocimiento, aprender continuamente.
  • Ritual de la reflexión personal: dedicar un espacio de tiempo a la contemplación interior, al autoconocimiento; reflexionar sobre lo que ha ocurrido a lo largo del día, lo positivo, lo negativo… Reflexionar sobre las acciones llevadas a cabo y tomar medidas para corregirlas (si se da el caso) y mejorar el autocontrol.
  • Ritual de levantarse temprano: para ello es necesario incidir en la calidad del sueño por encima de la cantidad. Se deben observar algunos hábitos que facilitan un buen sueño: no cenar excesivamente ni muy tarde, relajarse (o meditar) antes de ir a la cama…
  • Ritual de la música: escuchar cada día algún tipo de música que nos emocione, relaje o active, o que, en definitiva, nos guste.
  • Ritual de la palabra hablada: consiste en la repetición de mantras (ya sean orales, mentales o escritos), afirmaciones positivas, que pueden ser realizadas en cualquier momento y casi en cualquier situación.
  • Ritual del carácter congruente: llevar a cabo acciones diarias de acuerdo a los principios de laboriosidad, compasión, humildad, paciencia, honradez y coraje. Vivir de este modo conduce al bienestar espiritual.
  • Ritual de la sencillez: vivir una vida sencilla, centrada en aquello importante y reducir las necesidades, que en el fondo no son tantas como nos pensamos.

 

Vivir disciplinadamente

En el libro se postula, que para llevar a cabo estas prácticas, es imprescindible poseer o desarrollar disciplina y la fuerza de voluntad.

Mantras y visualización creativa. Propone la repetición, un mínimo de 30 veces al día, de la frase: “Soy mucho más de lo que parece; dentro de mí está toda la fuerza y el poder del mundo”. Puede realizarse en un lugar tranquilo, sentado con la espalda recta, repitiendo el mantra en voz alta mientras nos imaginamos que somos una persona disciplinada, firme, que controla la mente, el cuerpo y el espíritu.

Voto de silencio. Pasar un tiempo prolongado en silencio (hasta un día entero), con la finalidad de reforzar la disciplina. Aquí no se trata de reflexionar o pensar de más, sino ser capaces de disciplinaros en el silencio.

 

Aprender a respetar nuestro tiempo

La antigua regla del veinte. Parte de la idea de que el 80 % de las cosas que conseguimos en la vida son el resultado de actividades a las que sólo dedicamos el 20 % de nuestro tiempo. Debemos, pues, organizar el tiempo y centrarnos en las actividades que comporten una elevada repercusión. Con ello seríamos mucho más eficaces (y tendríamos que trabajar menos horas).

Recuerda el bien conocido “Principio de Pareto” , pero sobre todo me hizo mucho sentido con principios que me han acompañado por más de 30 años: Principios Básicos ESC

El coraje de decir “no”. Para proteger nuestro propio tiempo (y salud mental), a veces es necesario expresar un claro no a los “ladrones de tiempo”, sean personas, situaciones y compromisos adquiridos innecesariamente, las cuales ocasionalmente requieren de nuestra atención para cosas que en realidad resultan de escasa importancia o no prioritarias.

La mentalidad del lecho de muerte. Saborear cada día como si fuera el último, vivir plenamente cada instante, no posponer.

 

Servir desinteresadamente

El libro hace hincapié, que cuando ayudamos a otra persona, realizamos el bien, nos sentimos bien con nosotros mismos. El hecho de cultivarlo contribuirá al crecimiento consciente y nos hará ser mejores personas.

La práctica diaria de actos de bondad. Realizar actos desinteresados, sin buscar beneficio, nos permitirá experimentar una vida más llena y con sentido. En realidad, los beneficios nos llegarán sin haberlos buscado.

Dar a aquellos que nos piden. Se trata de una práctica directamente relacionada con la anterior.

Cultivar relaciones enriquecedoras. Cultivar las amistades, y todas aquellas relaciones que nos proporcionen beneficios espirituales, las que nos hacen crecer.

 

Vivir el presente

El pasado ya no existe, y el futuro es una proyección que tampoco existe. Sólo existe el presente. Mientras nos distraemos en el pasado o nos preocupamos por lo que no ha ocurrido, nos estamos perdiendo lo único que tenemos, el presente.

Vivir la infancia de los hijos. Para aquellas personas que tengan hijos, evidentemente: los hijos crecen, se hacen mayores, y un día abandonan el nido sin que casi nos demos cuenta. Los años mágicos de la infancia no vuelven, y debemos evitar que llegue un momento en que miremos atrás lamentando no haberlos aprovechado. Vivamos, disfrutemos de cada instante con nuestros hijos: vivamos el presente.

Practicar la gratitud. Dar gracias por lo que tenemos, tanto si se trata de bienes materiales como espirituales. Buscar siempre el lado positivo de las cosas.

Cultivar el destino. Una vez tenemos el objetivo de vida definido, debemos seguir el camino de nuestros sueños, pues la recompensa llegará por sí sola.

Con ello concluyo un resumen de este libro, por supuesto, desde mi óptica. Espero lograr motivar a muchos otros a leerlo, pero más que ello, aplicar gradualmente la mayoría de las técnicas y tomar las consiguientes decisiones.

 

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

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Interesante libro: “El monje que vendió su Ferrari”

¡De muchas maneras este libro fue un regalo!

Sin duda alguna, muchos de sus contenidos los pude asociar a partes muy características de mi personalidad, así como a ciertos períodos de mi vida laboral y personal. Pero quizás el paralelo más semejante con mi vida, está en el primer tercio del libro, sí, la similitud con diversos acontecimientos y decisiones en mi vida, todos relativamente recientes, pero sin llegar al extremo de uno de los protagonistas del libro. Muchos de los lectores se reconocerán en uno o ambos personajes principales del libro, o al menos en parte de ellos. Humildemente debo reconocer mi desconocimiento, ya que este libro editado hace dos décadas y con millones de copias vendidas, hasta hace uno días atrás no era parte consciente de mi registro mental bibliográfico.

Debo concluir que con la correcta lectura y organización de los elementos que incluye, puede ser un gran aporte para muchas personas. Si logras concatenar, procesar y extraer lo realmente valioso de las distintas técnicas que se presentan paso a paso, las que sin darte respiro son relatadas en un frenético avance, tendrás una gran herramienta en tus manos.

Podría ser una novela o una fábula espiritual, pero en realidad es un libro de autoayuda. Su débil argumento narrativo no es lo relevante, ya que es el pretexto para hilvanar una serie de directrices que describiré al final de este comentario. Si bien varios pasajes del argumento me hicieron ruido debido a algunas incoherencias, así como la adjudicación al más sabio de los personajes de frases célebres o conceptos de Albert EinsteinPierre Teilhard de ChardinPeter Drucker e incluso Wolfgang Mewes, atribuyéndole asimismo un bello cuento que en realidad es de Oscar Wilde. Pero no perdí de vista lo esencial del libro: por las similitudes que ya mencioné en el primer párrafo, en lo personal había puesto en práctica varios de los consejos, técnicas y tipos de decisiones que sugiere el libro, pero antes de leerlo. Puedo afirmar, que me han resultado relativamente exitosas. Con la ayuda de las restantes que aún no exploro y que son varias, así como su eventual aplicación sistémica, espero dar pasos que aún espero poder realizar. ¿Tú también?

No tengo nada en contra de libros de autoayuda, mientras no vendan ilusiones imposibles con supuestas fórmulas mágicas. Tampoco he mirado despectivamente a las personas que leen libros de autoayuda, por el contrario, felicito que tengan la inquietud por la búsqueda de soluciones y descubrimiento. Lo que frecuentemente no ayuda, es que a diferencia de lo que espera el lector, las respuestas no están en los libros sino en el propio lector, donde los libros sólo hacen de medio para la introspección y en pocos casos, logran la posterior acción.

Concluida su lectura, recorrí varios foros y blogs. Las opiniones vertidas por su gran número de lectores, en su mayoría considera que su lectura ha resultado determinante para una mejora personal, mientras que otras personas lo consideran desde intrascendente a detestable.

Continuará…

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

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Trabajo: ¿por qué las mujeres debieran cambiar su manera de negociar?

La negociación salarial puede ser uno de los momentos más incómodos en la entrevista de trabajo. Especialmente a las mujeres les resulta más difícil hacer cumplir sus expectativas. Se sabe que las mujeres ganan menos que los hombres por el mismo puesto, en Europa, Asia y América por supuesto también. La pregunta que se hacen muchas mujeres: ¿Cómo negocio un salario adecuado?

Vivimos en una cultura dominada por hombres. Las mujeres que pueden y saben negociar, a menudo logran mejores resultados que los hombres. Sólo tienes que negociar de forma diferente que los hombres.

¿Cómo? Aquí van algunas ideas que se basan en historias de éxito negociador reales:

Partamos de la base, de que cumples de muy buena manera con las competencias y otros requisitos del cargo, pero a la vez, te motiva mucho realizar ese trabajo. Si eso no fuese así, no postules, porque en caso de quedar seleccionada, el estrés al que te someterás será enorme.

Una muy buena preparación es el ABC de cualquier negociación. La información sobre los interlocutores, el sector económico o social en que se desenvuelve el posible empleador, así como las características y cultura organizacional de la empresa son determinantes de éxito. Si no las conoces bien, dedícale tiempo y contactos para obtener esas informaciones. Además, para las entrevistas anota tus expectativas salariales y otros beneficios a los cuales aspiras, como son capacitación o estudios, seguros, permisos especiales, vacaciones por sobre lo legal, tardes libres, etc. A esa lista le das un orden de prioridad de 1 a 3 incluyendo también el salario, donde prioridad uno es imprescindible y prioridad tres es algo que te interesa, pero puedes prescindir de ello.  Ese es el punto de partida para la negociación. Pero el encanto no debe subestimarse.

Pero ¿una ofensiva con el encanto no es más bien sexista y causa reticencia?

El encanto no necesariamente significa ropa sexy. Puedes sonreír, vestirte con estilo y entrar a conversar con unos buenos y lindos zapatos. Con interlocutores masculinos, además, te apuntarás puntos a favor con el encanto, con hechos concretos objetivos y habilidades interpersonales blandas. El interlocutor hombre querrá verificar, si eres capaz de hacerte respetar con simpatía, pero también si como mujer posees la capacidad de hacer valer tus puntos de vista. Las mujeres, por otro lado, son más difíciles de impresionar, ya que por lo general primero te sacan una radiografía desde tu peinado hasta los zapatos y ello, indicará el punto de partida. Con una apariencia buena y cuidada acorde al cargo, estarás en el término medio deseable. Una vez hecha esa definición más bien subjetiva, la interlocutora mujer se va al otro extremo, ya que casi siempre sólo cuentan los hechos: calificaciones, referencias, resultados, etc. Las mujeres son muy selectivas; la ofensiva del encanto no va a funcionar mucho con ellas.

¿Entonces, la idea es tratar de negociar otros beneficios además del salario?

Por supuesto. Comienza con algún beneficio de importancia tres, por ejemplo, auto de la empresa. El empleador te explicará de que esto sólo es posible en una posición más alta. Luego expresas tu próxima demanda, esta vez una o dos de la prioridad uno, como remuneración y financiamiento de un posgrado. Si eso no es posible en el corto plazo, negocia que sea parte del contrato dentro de los primeros 12 meses.

¿Qué haces si el empleador sigue siendo duro y unilateral en todos los aspectos?

Dale las gracias por la entrevista, enfatiza tus coincidencias con el empleador con respecto al cargo, a las tareas y las expectativas laborales, pero que debes interrumpir la conversación en este momento, porque no pueden ponerse de acuerdo sobre los puntos de las compensaciones que son relevantes para ti. Deja en claro que el cargo te sigue interesando y que te gustaría volver a conversar, si hubiere alguna novedad en el tema compensaciones. Eso deja una buena impresión y duradera.

Dirás: ¿pero eso no es dejar una buena impresión?

No rechazaste de inmediato el trabajo, pero afirmaste que ciertos puntos eran esenciales para tu nuevo trabajo. Por supuesto, este paso requiere mucho coraje, pero a menudo vale la pena. Por lo general, el empleador busca que se cumpla su perfil de búsqueda y no se inclina por candidatos menos costosos. Si encuentra un candidato que cumple de manera excelente con sus expectativas, verá qué más puede ofrecerle para entusiasmarlo. La firmeza y claridad al expresar sus expectativas, transmitido a la vez con encanto por parte de una mujer, puede ser el factor clave de diferenciación de la gran masa de postulantes. Además de ello, sorprenderá al entrevistador.  Cuando expresas firmemente tus pretensiones sin caer mal de manera tosca, en forma orgullosa o grosera, pones en juego las monedas de cambio necesarias en cualquier negociación.

¿Pero por qué las mujeres todavía ganan mucho menos que los hombres?

Puede que esto esté cambiando tibiamente, pero las mujeres suelen ser más reacias a participar en situaciones de desavenencia o en dejar claras sus verdaderas expectativas en función de sus competencias. En otros ámbitos muchas veces les cuesta menos. El valor de interrumpir una conversación sin mutuo acuerdo suele ser un gran ausente y con ello, da pie y contribuye al estatus quo cultural de obtener menos por el mismo trabajo. Una muy buena preparación y firmeza en los puntos importantes, vale la pena. El proyectar seguridad en ti misma es posible de practicar.

¿Qué temas son tabú?

La experiencia ha mostrado, que verbalizar la necesidad de asignar cuotas de igualdad a mujeres no es muy redituable. Si bien es algo deseable y necesario, el ponerlo en el tapete en una entrevista de trabajo puede resultar contraproducente. Sin duda, hoy por hoy, las mujeres deben ser más convincentes que los hombres, pero la contundencia de su postura les ayudará a conseguir mejores puestos, salarios y beneficios. Es preferible que guardes para ti la mentalidad combativa “yo contra la sociedad” y luches por tus condiciones en base a competencias, así como con la firmeza en tus puntos de vista y expectativas.  La intrepidez es una habilidad blanda importante. Atrévete a entablar negociaciones abiertamente, a realizar tus demandas e incluso a decir que no. Con una buena preparación, un argumento convincente tiene éxito. Si apuestas a la suerte, juegas a la ruleta y rara vez lograrás tus demandas. En situaciones cotidianas puedes practicar la negociación y no la confundas con la discusión o exposición de exigencias de manera impetuosa o agresiva.

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

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El Futuro es Femenino

No me referiré a los cambios legislativos que en uno u otro país estén en curso, los cuales evidentemente darán mayor protección y un marco jurídico para un trato más justo con las mujeres, contrarrestando en parte aquellos comportamientos machistas y micro-machistas muy evidentes y visibles. Estos ponen a la mujer en una posición inferior a la del hombre en lo jurídico, social, económico, familiar y entre amigos, incluso en peligro de muerte debido los malos tratos.

 

No soy tan amigo que hablar acerca de trato igualitario, ya que eso es utópico, incluso entre hombres. Por ello prefiero hablar de trato justo para la persona, libertad de elección, sea mujer u hombre, neutralizando crecientemente una discriminación peyorativa. Tampoco me referiré a ciertos iconos sexistas burdos recientemente vistos en Chile, los que debieran ser efímeros y al igual que en sociedades culturalmente más evolucionadas, prevalecerá el cambio gradual, sobre todo gracias a la inteligencia y fortalezas de la mayoría de las mujeres.

 

La vida me ha permitido cultivar siempre una buena, fluida y empática relación con las mujeres y dentro de ello no habré descubierto ni dicho nada nuevo, cuando afirmo que sin lugar a dudas lo más complejo de modificar es cultural, tanto en la mujer como en el hombre.  Lo que sí he descubierto es un montón de talentos, virtudes y capacidades en muchas mujeres, sin embargo, a la mayoría de ellas les cuesta desarrollar la confianza y la superación de temores, para lograr empoderarse con gran seguridad en ellas mismas en las más diversas actividades.

 

Si bien en todo el mundo las mujeres superan a los hombres en los resultados académicos, tanto escolares como de educación superior, todavía existe una gran desigualdad en las oportunidades profesionales y de trabajo. La emancipación de las mujeres, es decir, el aumento de oportunidades de elección y decisión, progresa en todos los países del mundo, pero se manifiesta de diferentes maneras en diferentes sociedades. La transformación económica, acompañada de la creciente necesidad que todos – mujeres y hombres – encuentren un buen medio de ingreso, ayudará a impulsar decisivamente la megatendencia del cambio femenino en los próximos años…,  no así las imposiciones gubernamentales o estatales, como piensan ilusoriamente algunas personas. A pesar de los problemas, nunca antes habíamos tenido una generación de mujeres tan ambiciosas como hoy: no sólo ambición de hacer carrera o dinero, sino de salud, de armonía, de libertad de elección y decisión, de bienestar general, de equilibrio emocional, entre muchos otros. La mayoría de ellas también están convencidas que tendrán una mayor independencia, libertad y oportunidades que sus madres. El aumento de opciones en la sociedad, las cuales irán “in crescendo”, también son y serán cada vez mejor abordadas con éxito por mujeres.

 

La creciente autoestima de la mujer, por supuesto, también afecta e influenciará en el futuro la elección de pareja, así como la forma en que se llevan a cabo las relaciones. El cambio en la familia y el ajuste de roles de género conducirán a intensificar movimientos en el campo de tensión de amor, sexo y pareja. No sólo los modelos a seguir, sino también las identidades de género se están difuminando en los bordes. La codificación de la intimidad y el romance cambia. La creciente aceptación de nuevas estructuras para la sexualidad y vida en pareja son empujados desde los nichos hacia la corriente principal. “Vivir separados estando juntos”: según varios estudios recientes en diversos países en Europa, cada octava a novena pareja joven vive separada (sobre un 40% de entre 16 a 29 años de edad). En América Latina ello aún no debiera sonar tan excepcional, ya que muchos hijos siguen viviendo hasta al menos los 24-25 años de edad con alguno de sus padres. Eso también cambiará. Casarse es cada vez menos frecuente, al menos por alguna iglesia. Separarse y/o divorciarse, es cada vez más frecuente, mientas el matrimonio expansivamente deja de ser una condición para tener hijos, propios o adoptados. También crece la normalidad y visibilidad de mujeres que educan solas a sus hijos.

 

No debieran estar lejanos los tiempos en que del mismo modo que en Europa,un alto porcentaje de las mujeres latinas – también – encuentren su autorrealización en el trabajo. Para los hombres, esto no sólo significa aceptar que el trabajo de su pareja es más importante de lo esperado, sino también darse cuenta de que ellas necesitan hacer y lograr más en el trabajo para mejorar el bienestar para la familia (bienestar es un tema tan complejo de definir como éxito, es muy personal). En algunos países, ya es clara la tendencia que los hombres comienzan a trabajar tiempo parcial y dedicar más tiempo a temas de familia. Aquí en Chile, también existen aún débiles señales que ello pudiese evolucionar. De este modo, es muy factible que se produzca una enorme brecha entre el deseo y la realidad, ya que en la práctica sigue existiendo la discrepancia, de que en aquellos casos donde la mujer trabaja a tiempo completo y el hombre a tiempo parcial, mucho más de la mitad de las tareas familiares siguen siendo resueltas por la mujer. Esas son las cuatro, cinco o seis agendas de esas mujeres, que a la larga no podrán sustentar de esa forma, al menos sin enfermar de algo severo. ¡El hombre deberá cambiar!

 

El rol de madre sigue siendo la primera prioridad en la mayoría de las mujeres, no sólo la latina, también la europea o la asiática, pero la minoría de ellas quieren realizar el antiguo rol de “dueña de casa”. Sociedades como las escandinavas, han reflejado un aumento del número de hijos desde que ambos trabajan generando ingresos. Ello en parte se explica por el mejoramiento económico de esas familias, pero también por las facilidades que otorgan los empleadores a madres con niños pequeños.

Cada vez más mujeres llegan a ocupar lugares de liderazgo en las empresas, en la política u otras organizaciones. Me atrevo a vaticinar que ello seguirá en rápido ascenso. Países como Australia, Alemania, Holanda, Suecia y Noruega lideran ese proceso. Sin embargo, incluso en dichos países el nivel salarial aún no es equivalente, al menos para responsabilidades, tareas, objetivos a cumplir, incluso ante rendimientos similares. Es un proceso que pienso que puede acelerarse y la sociedad requerirá de ambos estilos de liderazgo, el más masculino y el más femenino (no entraré en el análisis de diferencias, sería muy extenso…).

¿Por qué este cambio ha sido lento? Probablemente porque muchas mujeres han imitado demasiado los estilos de liderazgo de los hombres, es más, han estudiado modelos de liderazgo ideados por hombres para hombres. En la medida que las virtudes inherentes al género femenino se potencien con las competencias de la persona mujer, estaremos frente a la evolución acelerada del cambio, donde el futuro de nuestras sociedades sea dirigido por mujeres. El cambio de estrategias personales de las mujeres en sus trabajos actuales y futuros, serán determinantes para avivar este proceso, no sólo para mujeres que quieran acceder a puestos directivos altos, sino también las que busquen armar su propio negocio y aquellas, cuya ambición está más en su autorrealización personal a través de las tareas o la vocación que despliegan en su trabajo. ¡Está en manos de las mujeres, si se deciden realmente, estratégicamente, aunque les suene masculino!

 

Este tren ya partió hace unas pocas décadas en algunas sociedades, por lo cual estoy convencido que antes de mediados de este siglo, llegará el turno claro y persistente a las mujeres y ello, también nos cambiará el mundo a los hombres. Ello generará nuevos mercados curativos y de apoyo para lograr cambiar al macho proveedor estresado e irascible, en un «nuevo» hombre, gracias a las mujeres, por el bien de la sociedad y las familias.

 

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

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¿Amarras de Oro o Imanes?

Hubo un tiempo, en que yo también caí en esa trampa, esa de la fidelización de los colaboradores. ¡Es que las empresas con baja fluctuación son un ejemplo!

Pero, en realidad llegué al convencimiento, de que no tiene sentido invertir millones y millones en generar amarras de oro, para que esas almas libres en las cuales se ha invertido tanto y “se les han acomodado las cosas”, se queden – en el fondo – contra su natural voluntad.

Observando a terceros y menos a partir de mi propia experiencia, concluí que es más eficaz invertir en imanes en lugar de amarras de oro. Yo mismo me incluyo en aquellos que se han puesto nuevos desafíos o han tenido otros intereses en la vida, lo que algunas veces me llevó a cambios de trabajo, otras, fueron circunstancias forzadas. En mi caso, no siempre tomé las decisiones correctas, pero tampoco tuve la guía o no lo quise ver. A ello se suma que las empresas más dinámicas de hoy, requieren de “sangre fresca” y no se enorgullecen de bajos índices de fluctuación. Cada vez más, las personas buscan libertades  (no libertinajes).

En realidad, la inversión en imanes significa realizarla en el desarrollo de la propia atractividad, no sólo para clientes, sino también para colaboradores. Sí, es sano desarrollar algunos pocos talentos claves al interior de la organización, pero sobre todo, captar grandes talentos, en consciencia que serán aves de paso. La historia nos ha enseñado el bajo aporte de construir muros, ya que finalmente son derribados.

Directivos visionarios y experimentados saben que no se acabará el mundo, si algunos buenos colaboradores abandonan la organización. Claro, ello es un problema, pero será mucho más fácil de resolver si existe la atractividad para captar rápida y eficientemente nuevos talentos. Debe generarse una buena reputación y ello, es muy individual según la empresa y el sector económico-social en que se desenvuelva. Piensen en las empresas que son imanes para cierto tipo de talento: obviamente el talento que debe captar Google no es el mismo que requiere la Clínica Alemana, así como tampoco el tipo de reputación que posee Google es análoga a la Clínica Alemana.

En la dinámica de hoy, es mejor contar con grandes talentos por períodos más cortos que colaboradores que  marquen el paso y no posean la disposición o competencias para movilizar cambios. El ritmo de renovación, evidentemente depende del rubro. Estoy seguro que hoy, esta dinámica de atraer talento sistémicamente, contribuye al logro de mejores resultados.  Obviamente hay excepciones en las cuales vale la pena invertir en amarras de oro, pero son las que justifican la nueva regla. Las empresas de “headhunting” van a alegrase con este comentario.

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

articulo extraído de www.gevert.com

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La Caída en Picada de la Cultura del Error

Basta escuchar o leer a muchos consultores y asesores empresariales, psicólogos, coaches, pedagogos, filósofos, biólogos, físicos…, entre tantos otros, que debiéramos estar agradecidos de los errores. ¡Sí, agradecidos! “Quien no comete errores, no puede aprender”…, “echando a perder se aprende”…son algunas de tantas frases que nos rodean respecto del tema. Aquí me referiré esencialmente a los errores en el trabajo en empresas de cualquier índole, universidades, colegios, hospitales…,  sin embargo, varios de los conceptos son perfectamente aplicable al ámbito privado de adultos.

Pero…, manos en el corazón: ¿errores no son nada muy maravilloso, o sí? ¿Qué jefe se alegra de los errores que conllevan mayores costos, crean retrocesos en los planes o proyectos, producen pérdidas de imagen, etc. ? ¿Quién disfruta cometiendo errores y anda alardeando de “sus logros”?

¿No sería mucho más sensato intentar evitar los errores, en lugar de buscarles una connotación positiva de aprendizaje?

Suena más fácil de lo que realmente es en la práctica. Nadie quiere realizar errores a propósito, salvo la mala intención, pero ese no es el tema en este caso. Piensen que pilotos de aviones, cirujanos o pianistas concertistas son mejores, mientras menos errores cometan. ¿Por qué debiera ser distinto en otros ámbitos laborales?  Pero también es cierto, que hoy ya no existen las recetas infalibles y los procesos estándar en la mayoría de las áreas de la economía y sociedad. Todo cambia, no sólo rápidamente sino de manera cada vez más imprevisible.

Significa, que muchas veces no podemos prever lo que es correcto y lo que es errado. Sin embargo, algo debemos hacer. El chichón en la cabeza o incluso la sangre de narices, el fracaso que muchos hemos tenido que absorber y procesar, en realidad no es un error propiamente tal, sino podría interpretarse como un experimento malogrado, un intento fallido, un ensayo fracasado…, o cualquier otro eufemismo. Después de ello, es donde se pone realmente emocionante: cada experimento malogrado contiene un sinnúmero de informaciones acerca de lo que no funciona y acerca de lo que podría funcionar en lugar de ello. Es decir, cada error es “la oportunidad” para aprender (si no es demasiado grande, para hacer irreversible la situación o lleve a la desaparición). En realidad, la organización posee más conocimiento después del error.

Ese aprendizaje sólo se producirá, si realmente se aprende y en un breve plazo, se supera la condición en que se encontraba la empresa o el proyecto, antes del fracaso. Para ello, no sólo se debe dialogar al respecto, entender qué pasó, tomar decisiones. ¡Recién entonces ya no hablamos de cultura del error, sino de cultura de aprendizaje!

Un ejemplo interesante es el de Apple. Después de muchos errores de los cuales los ejecutivos y colaboradores de Apple no habían aprendido nada, en el año 1997 y tras 10 años alejado de la empresa, Steve Jobs regresa a Apple. El panorama era desolador. Más de 1.000 millones de dólares en pérdidas en el último año, la demanda de los Mac no paraba de caer a favor de los PC con Windows, especialmente frente a los equipos de IBM. Steve Jobs sí había aprendido. Decide convocar un nuevo Directorio o Consejo de Administración, que lo integraba Larry Ellison, el CEO de Oracle, Bill Campbell que aun sigue vigente, el ex-CEO de IBM Jerry York y el mismo Steve Jobs, que seguía siendo el CEO de Pixar. Pero el gran anuncio de la historia tecnológica mundial, fue cuando Steve Jobs anunció un nuevo aliado en Apple era ni más ni menos que Microsoft.

Lo que empezó como una disputa sobre patentes, acabó convirtiéndose en una de las mejores relaciones que pudo tener Apple en aquél momento. Microsoft aceptó invertir 150 millones de dólares en Apple, a cambio de que Apple aceptase usar Internet Explorer como el navegador web exclusivo en su sistema operativo y que Microsoft Office fuese recomendado por la empresa.

La era de la World Wide Web empezaba a expandirse con fuerza y Microsoft logró posicionar Internet Explorer como el navegador de facto al integrarlo en Windows. Además, Office era la suite de aplicaciones ofimática más usada del mundo. Este trato lograría que hasta los usuarios de Mac acabasen usando productos de Microsoft. Bill Gates también reforzó la decisión, el aprendizaje de que “las relaciones destructivas no ayudan a nadie en esta industria”. Fue, quizá, uno de los momentos profesionales más difíciles de Steve Jobs. Pero funcionó y cuatro años después Apple anunció el primer iPod. En el año 2003 Microsoft vendió sus acciones en Apple. Hoy esos 150 millones de dólares en acciones, valdrían más de 3.000 millones de dólares. En lo que se convirtió Apple desde entonces, no es ningún misterio.

¿Qué puede aprenderse de este aprendizaje?

Esto no lo transformaré en un tratado de cultura del aprendizaje, pero déjenme resaltar sólo algunos puntos que me parecen importantes: en primer lugar, que no siempre los competidores son los enemigos, donde no tiene ningún sentido entrar en guerras de precio que pueden llevar a la bancarrota. También, que sumando fortalezas de dos organizaciones, el beneficio común y beneficio personal se producen sin fases destructivas, sino constructivas. Por último, de todo ello salió beneficiado el usuario, tanto el de Windows, Office y Cia., así como el de Mac y sus nuevas soluciones, distintas a las de Microsoft.

A veces puede resultar interesante, que en las reuniones de equipo de las organizaciones no sólo se hablen los puntos agendados, sino también de las experiencias exitosas personales de los participantes, sobre todo de aquellas, cuando enfrentaron con éxito un problema personal complejo. Esa mirada desde otro ángulo, abre flujos de pensamiento colectivo distinto. Ese Directorio que conformó Steve Jobs en 1997, sumando el efecto sinérgico con la mirada de Bill Gates, fue mucho más allá de un liderazgo en una cultura del error, sino modeló una nueva cultura del aprendizaje.

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Consejos no solicitados para “Espíritus Críticos” y “Pensadores Transversales Constructivos”

“Un volantín o cometa vuela más alto, cuando sabe utilizar eficiente y eficazmente el viento en contra”

Antes que todo y con el objetivo de familiarizarse con lo que entiendo bajo “Pensadores Transversales”, sugiero leer el siguiente resumen de titulares en este artículo del blog:

Mis 20 Reglas de “Pensamiento Transversal de Negocios (PTN©)”

En muchos de mis comentarios he aludido la importancia de abandonar los caminos trillados, porque las innovaciones reales nunca emergen en la corriente principal o de moda, sino siempre al borde de la acción cotidiana. En charlas y conferencias me han preguntado frecuentemente: :”¿Cómo puedo obtener eso, una idea que desafía el status quo y la posicione de tal manera, para que resuene?” Obviamente, esas personas que me han preguntado eso mismo o en un sentido similar, a menudo también han experimentado con sus buenas ideas, como se puede correr contra la pared y pegarse fuertemente en la cabeza, con jefes que tampoco respaldan o apoyan.

Cuando era muy joven, impacientemente quería que las cosas sucedieran rápidamente, pero sobre todo, si creía que mi idea era buena, trataba de imponerla con toda mi fuerza argumentativa. Al principio fracasé muchas veces, con los años, cada vez menos.

Como siempre fui ocurrente, inquieto, investigador, explorador, comencé a aplicar los criterios del “Pensamiento Transversal”. A partir de ello, aquí van mis consejos no solicitados:

1. ¡Los “Pensadores Transversales” desarrollan un concepto!

Una buena idea desde el fondo de tu mente o un destello de inspiración, son muy pocos. Si abres la boca, debes dedicarle un poco de tiempo a la discusión y la preparación de tu idea. ¿Cómo se puede describir la idea de manera coherente, convincente, reflexiva y creíble? ¿Cómo puedes dejar en claro que todo es más que sólo un voladero de luces?

Las buenas razones no son suficientes, porque las personas no son sólo racionales. Entonces: ¿La idea marca una diferencia emocional? ¿Hace que los clientes o empleados sean más exitosos o más felices? Y por último pero no menos importante: ¿Proporciona algún beneficio tangible, por ejemplo, al ahorrar tiempo o dinero o al ganar clientes?

2. “Pensadores Transversales” buscan aliados al interior de la organización

Los luchadores solitarios pierden visibilidad o los hacen a un lado. Un grupo – en ciertos casos también uno informal – es mucho más fuerte y más visible. También es bueno saber que tienes aliados por la misma causa y que no tienes que luchar solo. Los inevitables reveses también son más fáciles de procesar. Por lo tanto, vincúlate por las redes sociales con colegas de la organización,  lee blogs que posean empleados de ésta, sale a comer o súmate a las comidas en el casino de la organización, sobre todo con personas interesantes… Y así sucesivamente: gana para tus círculos a personas de ideas afines a tu alrededor. Otra idea: tal vez estos aliados no necesariamente tienen que ser colegas. ¿Qué tal crear una innovación con un cliente o un proveedor inteligente?

3. “Pensadores Transversales” crean prototipos

Esto significa mostrar lo más rápido posible que la idea no es una fantasía, sino que tiene potencial. Entonces ganas defensores y difundes la idea en la organización. Al trabajar con prototipos, aprendes más rápido y de manera realista. Eso es crucial, porque las grandes victorias a menudo vienen en pequeñas porciones. Y a veces las pequeñas victorias llegan incluso en forma de derrotas rápidas.

4. ¡“Pensadores Transversales” cosechan frutos que cuelgan cerca del suelo!

Los conceptos se pueden criticar y desmembrar o incluso desintegrar, pero no los logros. Es por eso, que las pequeñas victorias de corto plazo son tan importantes. Prueba lo nuevo y ve lo que funciona. ¡Eso ayuda! No importa cuán grandioso sea tu concepto, algunos primeros pequeños logros son inmensamente convincentes. Esto trae consigo mayor credibilidad y sorprende a los escépticos.

5. “Pensadores Transversales” se orientan claramente en el cliente (este puede ser interno o externo)

¿Por qué, con esta innovación o cambio, los clientes internos o externos debieran acudir a ti? ¿Qué te diferencia claramente de otras soluciones para dichos problemas o necesidades? ¿Cómo atraes y retienes a esos clientes? Dale un vistazo a este artículo:

Clienting Exitoso

Espíritu productivo: no es un alborotador

Estas cinco estrategias te llevarán a un camino donde casi no puedes ser marginado. Es mucho mejor ser considerado una mente con espíritu productivo, que ser rechazado como un alborotador o “una bala perdida”.

Quizás también encuentres un sexto o séptimo consejo en otras opiniones o lecturas. Pero una cosa es sin duda ninguna alternativa: ¡callarse, jugarse por el lado seguro y no hacer nada! Eso es así, porque se necesitan “Pensadores Transversales Constructivos”, en las empresas, en las ONGs, en las universidades y colegios, en la política… ¡Urgente!

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Ricardo Gevert – Adm. Industrial

articulo extraído de www.gevert.com

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Desaprender o co-aprender

Voy a partir de la base, que alguna vez aprendiste a andar en bicicleta. Un cambio específico en el volante de la bici, impedirá que puedas andar siquiera un par de metros, aunque aparentemente toda parezca que está igual. ¡El volver a aprender, te podría tomar hasta ocho meses ejercitando a diario!

¿Por qué? Sucede en muchos ámbitos, donde nos cuesta mucho olvidar lo anteriormente aprendido. Es decir, “desaprender”. Usaré este término para facilitar el entendimiento, aún cuando es más bien “co-aprender”, ya que a la velocidad de los cambios del día de hoy, esto es determinante para el éxito.

En tal sentido, también recomiendo leer el siguiente artículo:

El Management de Hoy = Dudas

Aquí va el video (en inglés) de la bicicleta, que lo disfruten:

https://www.youtube.com/watch?time_continue=99&v=MFzDaBzBlL0 

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Hijos que desaparecen voluntariamente de la vida de sus padres…

Siempre se lee y habla del sufrimiento y de las consecuencias que podría traer consigo en los hijos,  la ruptura de relaciones o de comunicación con sus padres, o bien la indiferencia como un alejamiento silencioso. Sin embargo, prácticamente nadie habla de las consecuencias para los padres, cuando los hijos desaparecen voluntariamente de las vidas de sus progenitores. El silencio es el enemigo principal en este tipo de situaciones.

El silencio es el castigo que dedica una hija o un hijo, desapareciendo de la vida de sus padres, a veces incluso de hermanas y hermanos, sin dar ninguna explicación. Más allá de las razones u otras relaciones sentimentales que pueda tener esa hija o hijo, la reacción más común al decidir realizar ese abandono es la soledad, la culpa, la rabia, el dolor generalizado. En la mayoría de los casos el abandono es progresivo y no brusco.

Cuando esta situación se extiende voluntaria y prematuramente por parte de la hija o hijo, donde en un inicio muchas veces los padres intentan comunicación con cierto grado de sensatez, en los padres comienza a producirse un duelo duro y puro, que no es del mismo tipo que el de la muerte de un hijo, pero duelo de pérdida a fin de cuentas. Esa es la mayor consecuencia para los padres, un duelo en vida.

La realidad en todas partes es, que los padres comienzan a enfrentarse a mayores problemas de salud, al envejecimiento, mientras los hijos comienzan a darse cuenta que los padres ya no pueden ayudarlos como antes y quizás, en algún momento, estos necesitarán apoyo de sus hijos en una u otra tarea, según como venga la mano…. Pero en simultáneo, en la mayoría de los casos se produce la situación, donde los hijos adultos se deben dedicar más intensamente a sus trabajos, así como a la crianza y educación de sus propios hijos. El tiempo se torna más escaso, por lo cual la calidad del tiempo que dediquen hijos a padres y viceversa, se tornan cada vez más importante.

¿Pero qué es calidad en este caso? Muchos artículos hablarán de la comunicación respetuosa y fluida, de la comprensión al ponerse en la situación del otro, la demostración de afecto, la ayuda en momentos complejos… Todo lo anterior es cierto, pero no sirve de mucho, cuando no hay honestidad en la relación, cuando hay mentiras por omisión o concretas. Es cierto, cada cual posee la libertad de tener sus espacios y no necesariamente debe compartirlos todos con el otro, pero distinta es la mentira. Busqué y encontré, que es más frecuente que haya hijos adultos que faltan a la verdad con sus padres que al revés.. Eso finalmente deteriora la comunicación, el afecto, la comprensión y la confianza. Las consecuencias son múltiples, según sea la profundidad del problema de distanciamiento.

¿Es nuevamente tarea de los padres restablecer la comunicación, romper el silencio, es decir deshacer el duelo que estén viviendo o ya concluyeron?

Lo habitual sería escuchar que si, que debido a su sabiduría, a su experiencia y al amor incondicional de padre/madre, debieran ser ellos quienes debieran dar ese paso. Yo pienso lo contrario. Los hijos, aunque sean adultos, también deben saber enfrentar este tipo de situaciones con sus padres y no esconderse en el silencio y/o desaparecer. Si “mami y papi” vuelven a dar ese paso por la hija o hijo, será difícil que se produzca el aprendizaje y superación del frágil equilibrio emotivo que lo llevó a la ruptura, más allá de las razones que pudiesen estar detrás de ello. Más complejo es aún, cundo la hija o hijo, además de lo anterior, debe intentar volver a ganarse la confianza de sus padres.

¿Qué opinan Ustedes?

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

articulo extraído de www.gevert.com

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