El arte del buen amor en las familias. Las Constelaciones Familiares (II Parte)

Bert Hellinger Filósofo, teólogo y terapeuta alemán nacido en 1925, Hellinger es el creador de las Constelaciones Familiares. En el año 1999 llegó a Barcelona, invitado por el Institut Gestalt, para enseñar su trabajo y prender desde aquí el intenso desarrollo que las Constelaciones Familiares habrían de tener en todo el mundo hispanoparlante. Hellinger fue religioso católico y misionero en Sudáfrica entre los zulúes, donde dirigía un colegio cuando, alrededor de sus 45 años, un terapeuta especialista en dinámica de grupos lo confrontó con una pregunta certera que le agrietó sus creencias y le llevó a transformar su vida: “¿Le interesan más las personas o las ideas? Si se diera el caso, ¿a quién sacrificaría en primer lugar?” Cuestión nada desdeñable, pues casi todos en algún momento, nos hemos visto obligados a elegir entre preservar nuestros puntos de vista personales, a menudo muy limitantes, o conservar buenos amigos y buenas relaciones. Algunos flexibilizan sus marcos de creencias y abren el corazón a lo diferente y dan prioridad a las personas, otros optan por rechazar y sacrificar a las personas que no encajan en sus códigos de vida. Algunos viven en el paradigma al uso de buenos y malos; otros, más comprometidos con su crecimiento, van más allá de este paradigma tan estrecho, y aprenden a amar lo real de la vida y de los demás.

Sea como sea, tal como explica el propio Bert Hellinger, este fue el germen de su salida como sacerdote y el inicio de su interés en la psicología. A partir de este momento, estudió Dinámica de grupos, Psicoanálisis, Análisis Transaccional, Terapia Gestalt, Grito Primal, Programación Neuro Lingüística, Hipnosis y Terapias familiares y sistémicas. Fruto de todo ello, más un fuerte componente de psicoespiritualidad entendida como asentimiento a la voluntad soberana de la vida (o amor fatti, en el sentido nietzscheano), resulta el enfoque de las Constelaciones Familiares y Sistémicas según Bert Hellinger. Es claro que Hellinger bebió de muchas fuentes, tanto filosóficas como teóricas, pero conviene al menos resaltar a dos de sus grandes precursores metodológicos. El primero, Jacob Moreno, creador del psicodrama, en el cual se buscan, con una praxis pseudoteatral, soluciones nuevas y creativas para viejas escenas limitantes que nos hicieron sufrir en el pasado y no hemos logrado soltar ni resolver. Y en segundo lugar, pero aún más determinante, Virginia Satir, una de las pioneras en el trabajo terapéutico familiar, la cual ideó la técnica de la escultura familiar, para comprender los roles incongruentes y las danzas de comunicación y relación disfuncionales en las familias, evidenciando la implicación compartida de todos sus miembros, que intentan desesperadamente preservar su dignidad.

Joan Garriga
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Extraido de www.joangarriga.com

 

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