MALA MADRE: 5 TIPS PARA DEJAR LA CULPA Y SER UNA MAMÁ FELIZ

Uno de los grandes desafíos que muchas mamás afrontamos es el de dejar de sentirnos culpables: culpables cuando la paciencia se acababa y gritamos, culpables si nos tomamos un ratito para nosotras y los dejamos llorando con el papa o la niñera, culpables cuando gastamos dinero en nosotras, culpables si estamos cansadas y no tenemos ganas de jugar, culpables de no dedicarle el mismo tiempo al marido que antes,  culpables si la libido está baja, culpables de no tener la energía o el tiempo para ir al gimnasio, culpables de comer lo que sea cuando sea, culpables por estar leyendo este artículo en lugar de lavar los platos. Culpables,  culpables,  culpables.

Mucha de esa culpa podria nacer de la continua necesidad de sentirnos “perfectas” o de creer que la sociedad pretende que seamos súper mamás. La realidad es que ninguna mamá es perfecta y nadie debería esperar que lo fuera.

Pareciera que al convertimos en madre debieramos abandonar nuestra condición humana para pasar a ser “superheroínas”, robots o diosas mitológicas cuando en realidad seguimos siendo seres humanos: nuestro cuerpo resiente el agotamiento, tenemos hambre, necesitamos socializar con amigas, necesitamos también que alguien nos consienta a nosotras para variar,  nos enfermamos, tenemos días malos y esta culpa absurda auto impuesta o muchas veces demandada por el entorno social o la pareja nos hace sentir frustradas e insatisfechas.

La culpa es un sentimiento generalmente improductivo que no suma ni cambia nada y que suele ser bastante negativo para tu autoestima. En lo personal semanalmente paso 6 horas sin hijos, mientras que las otras 168 horas estoy con ellos y aun así me siento culpable si salgo con mis amigas y llego 15 minutos más tarde de lo esperado a casa, eso definitivamente no es saludable.

La buena noticia es que con práctica y toma de consciencia puedes dejar atrás estos sentimientos negativos y así sentirte más plena y feliz. Practica estos 5 tips a diario para deshacerte de esa culpa materna innecesaria:

1) TOMAR CONCIENCIA Y ANALIZAR LAS ACCIONES QUE NOS GENERAN CULPA:

Cuando te sientas culpable por algo, respira profundo, siéntate un minuto y analiza la situación. Puedes hacerte preguntas como: ¿Cuáles son los motivos que me hacen sentir así?, ¿Por qué elijo sentirme culpable en lugar de otros sentimientos? Quizás es más fácil sentirte culpable qué sentirte enojada o asustada. O tal vez no queremos que nuestro entorno piense que no somos perfectas.

Es fundamental ser honesta con nuestros hijos (y con la pareja) y decirles lo que sentimos “voy a salir un rato porque al igual que tu yo también tengo ganas de estar con mis amigas y eso no significa que te ame menos”. Si no lo hacemos nuestros niños crecerán creyendo que nuestras necesidades no existen y por ende no cuentan, sus expectativas implicarán una postergación de nuestro yo mujer, yo amiga, yo esposa que durará décadas.

2) DEJA QUE LOS SENTIMIENTOS TÓXICOS SE VAYAN:

Ya sea por medio de un diario, charlando con tus amigas, en terapia o en algún grupo de mamás en WhatsApp o Facebook debes hablar de lo que te hace sentir culpable y los por qué. No reprimas esos sentimientos que te intoxican, sacalos y compártelo. Liberate. Puede que  alguien de afuera te pueda dar su punto de vista o simplemente un abrazo y consuelo. La Empatía entre mamás ayuda muchísimo a superar la culpa y no sentirnos que estamos perdiendo la razón.

3) NO TE COMPARES:

Lo que Facebook te muestra muchas veces está lejos de la realidad. Compararse con otras mamás es improductivo porque no somos ellas y porque sus hijos y los nuestros no son iguales tampoco. Quizás la otra mamá tiene ayuda en casa, quizás sus hijos van a la guardería 8 horas por día y por eso tiene tiempo de hacerse las uñas, tal vez su bebé duerme de corrido toda la noche y por eso su piel se ve tan tensa, o puede que aunque la foto de Instagram de la ensalada le quedó hermosa nadie se la comió. En lugar de compararte agradece lo mucho que tienes, agradece por todas tus bendiciones, cuentalas, dilas en voz alta, piensa en ellas, reza o medita antes de ir a la cama (salud, techo,  pareja,  familia cerca,  trabajo,  estabilidad económica, agua, comida, etc.)

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4)  CREA TUS MANTRAS ANTI- CULPA Y REPITELOS VARIAS VECES AL DIA:

Las afirmaciones positivas nos ayudan a dejar sentimientos negativos atrás y son un disparo para nuestra autoestima. Repetirlas continuamente reprograma nuestro cerebro ya que, como dicen, somos lo que pensamos. Les comparto mis mantras anti culpa, pero cada una puede crear los  propios.

Soy un ser humano con necesidades afectivas,  biológicas y psicosociales. Soy mamá pero también soy mujer. Invierto la mayor parte de mi día en el bienestar de mi familia y necesito un tiempo a solas. Merezco ser amada. No soy perfecta y tampoco lo son mis hijos ni mi marido. Mi estabilidad emocional no es negociable. Los platos y la ropa pueden esperar. Hoy no pude comer saludable pero mañana será otro día. Mi cuerpo ha pasado por dos embarazos y necesita tiempo y mimos. Soy una buena mamá. Soy una buena persona. Mis imperfecciones me hacen única.

5) PRIORIZA EL TIEMPO A SOLAS:

Necesitamos imperiosamente salirnos por un rato del “modo mamá”, qué en mi caso me persigue hasta en mis sueños. Por eso es muy importante tomarnos un tiempo a solas, aunque sea un par de horas a la semana. No hay mejor dinero invertido que el gastado en sentirte relajada y en paz. Puedes contratar una niñera o quizás organizarte con el papá.

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¿En que te gastarás ese dinero?, ¿Más ropa o más juguetes? Tus hijos necesitan una mamá pacífica y para eso es indispensable estar un tiempo sola, sin llantos y sin “quiero, quiero”, aunque más no sea dando vueltas a la manzana o yendo al súper. Si no puedes pagar una niñera o el papá trabaja o no está presente puedes organizarte con algunas amigas y hacer un “círculo de mamas” en el que puedan rotarse (mientras unas salen las otras cuidan a los niños).

Recuerda que hacer lo mejor no es sinónimo de hacerlo “perfecto”, no seas tan dura contigo misma.

Finalizo esta entrada preguntándote: ¿Qué situaciones te hacen sentir culpable? Puedes descargarte en los comentarios…

Todos estos consejos y tips que comparto los implementamos en mi casa y mientras algunos han surgido de mi propia  lectura y análisis muchísimos han sido sugeridos por mi mejor amigo que es a la vez mi marido. Él ha cambiado radicalmente mi idea de crianza. Es una inspiración, lo admiro no solo como padre sino como ser humano y le dedico este Blog. 

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Fuente: mamaminimalista.net

Ana_AcostaAna Acosta Rodriguez

Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness,  Inteligencia Emocional y Crianza con apego.

www.nutrimama.com

mamaminimalista.net/

One Comment

  1. Silvia julio 31, 2019 10:25 am

    Me siento muy culpable por haberme comprado dos zapatos en una situación económica no muy cómoda. Trabajo muchísimo y la mayoría de mis ingresos van a la familia, escolarización de los niños sobre todo. En mi ambiente laboral debo estar presentable, bien vestida y arreglada, nunca voy a la peluquería, me arreglo el cabello sola para ahorrar, lo mismo con las manos y uñas, compro ropa usada a veces y casi todos mis accesorios son regalados. Me justifico con todo eso pero no dejo de sentirme mal.

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