Migrantes

Dentro de todos nuestros países, en Latino América, no sólo cada vez es más frecuente el tener que aprender a convivir con nuestra propia diversidad dentro de cada territorio, sino que además hoy tenemos el maravilloso desafío de aprender de hermanos de otros países que llegan a los nuestros, con el sueño de tener mejor calidad de vida o de poder mandar a sus países originarios dinero suficiente para que los que se quedan en sus tierras tengan mejores oportunidades.

En Chile por ejemplo tenemos el regalo de recibir colombianos, venezolanos, dominicanos, ecuatorianos, argentinos etc quienes en su propia naturaleza nos aportan en la entrega de sonrisa fácil, amabilidad y cordialidad constante que hoy los hacen líderes en casi todas las empresas de servicios. Es probable que todo call- center se encuentre llenos de ellos porque no necesitan, tal vez como nosotros, capacitación para ser amables y gentiles. Lo llevan en la sangre y en cultura desde siempre.

Sin embargo, este tema de las migraciones es relativamente nuevo en Chile. Nosotros no teníamos mucha experiencia con la diversidad tan notoria de acentos, color de piel, costumbres, religión, entre otros. Todavía sigue siendo “novedad”, ver tanta gente de color en las calles y por lo tanto es un desafío a toda nuestra ignorancia y prejuicios que existen y que hablan tan mal de nosotros y que reflejan nuestra poca exposición a la diversidad de distintos tipos en Chile.

En el norte de Chile esto es mucho más notorio porque es ahí donde mas colombianos de color han llegado y han tenido que padecer un sinfín de prejuicios en muchos casos, mal trato y discriminación en todas las áreas.

Es lamentable que nos cueste tanto vivir en la diferencia y poder aprovechar todas las experiencias que ellos y ellas nos tienen que enseñar desde sus propias realidades.

Seguramente, en poco tiempo mas tendremos la maravilla de tener niños negros chilenos que vendrán a enriquecer y aportar al desarrollo del país.

Ya no somos un país que queda al final del planeta, al cual poca gente venía. Nos hemos vuelto interesantes para vivir, para conocer y para explorar, lo cual sin duda nos exige mejorar en la capacidad de aceptar y aprender de la diversidad que llega a nuestro país; a enriquecernos y a desafiarnos todos los días a ser mejores personas, a mejorar nuestros servicios y nuestra capacidad de relacionarnos desde una sonrisa y una calidez que ellos tienen de sobra y nosotros les enseñaremos nuestras fortalezas que seguramente los hará autoexigirse  mas y ordenar mejor sus vidas.

Ojalá todos y todas se sientas bienvenidos a nuestro país y nos abramos a la posibilidad de aprender cada uno de lo que tenemos que aprender y formemos países más diversos y enriquecidos desde toda esa diversidad.

Se habla tanto de la migración en Europa y de las tragedias que ocurren en ella, creo que también debemos mirar las nuestras que están aquí para quedarse y para transformar nuestro país para siempre.

Es una manera hermosa de aprender a ser menos racistas, clasistas y tantas otras discriminaciones que arrastramos por años.

Bienvenidos a Chile todos y todas y ojalá vean “como quieren en Chile al forastero”.

Pilar Sordo, Psicóloga

Extraído de www.pilarsordo.cl

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