Ningún Problema – Los problemas de una mujer matemática

La cruz

Las mujeres en general, llevamos la sobrecarga de pensar en todo. Planificando qué se va a hacer, comprar, ordenar, en paralelo al trabajo físico, y el remunerado. Incluso mientras miramos una película (cuando se puede), estamos pensando qué haremos con tal o cuál para la comida, la once, la cena. Porque se necesita tener respuesta para todo. Un trabajo invisible que esconde una gran sobrecarga. La mente permanente ocupada. Como cargando una cruz.

En cada hogar, en cada oficina, en cada barrio, hay una mujer dando respuesta a todo. Preguntas como: ¿dónde están las llaves? ¿Qué hago con el grano que me salió en la nariz? ¿qué vamos a comer? ¿dónde están las cucharas?

Bueno, las mujeres tenemos la sagrada obligación de tener respuesta para todo. Oremos por ti. Porque eres una mujer en un grupo de personas. Tal vez, en un papel que se ve secundario, pero te toca pensar en todo.

Los expertos indican que el concepto de carga mental surge en el ámbito del trabajo y la prevención de riesgos que se refiere a las demandas cognitivas o mentales que conlleva la realización de algunos trabajos y que afectan al bienestar físico y psicológico. Como se pueden extrapolar al trabajo doméstico y familiar, emerge el concepto de carga mental femenina o el “síndrome de la mujer agotada”.

En números, el 71% de las mujeres sufre carga mental, y sólo el 12% de los hombres lo experimenta. Fuerte brecha, pero no sorprendente.

Han aflorado en este tiempo pandémico dibujos de mujeres con muchos brazos.  Nos recuerdan a diosas de la religión hindú como Shiva y Durga. Resulta notable que la sabiduría de una religión tan antigua y politeísta muestra a las mujeres como seres todopoderosos. Pero si ellos nos quieren multitareas en plena pandemia deben saber que estamos exhaustas.

Pensemos en nuestras abuelas, que andaban preocupadas de mirar que alcanzara el gas, parafina, leña, comida, además de hacer el pan, cuidar los hijos, lavar la ropa a mano, entre tantas otras actividades. Y que aún seguimos en lo mismo, pero con lavadora y otras comodidades, y también trabajando, metiendo ingresos al hogar.

¿Qué está pasando con los varones? Algunos teletrabajan, telejuegan, telesedistraen, tele etcétera.

Si tiene un compañero que te trata como diosa, considera que la próxima vez que les pregunte: ¿dónde están las llaves? le respondas con la pregunta: ¿dónde las dejaste? Cuando te pregunten ¿qué hay de comer?, pregúntale, ¿qué organizaste para comer? Responder con preguntas es un buen juego comunicativo. Sin violencia, sin peleas.

 

 

Problema de esta semana:

Coloca los números del 1 al 9 en las casillas de la cruz de la figura, de modo que las cinco casillas que están en la columna sumen lo mismo que las cinco casillas de la fila.

 cruz

estrella

Claudia Vargas – Matemática

Conoce mas de Claudia aquí

Foto portada de Anastasia Shuraeva en Pexels

 

Read more

10 Signos de que sufres Agotamiento Emocional

El estrés se ha instalado en nuestra rutina diaria que ya no nos damos cuenta que lo estamos padeciendo. Sólo cuando «explotamos» vemos que estamos agotados mental y físicamente.

Cuando has pasado por un período largo de estrés, ya sea por temas laborales, de pareja, familiares, etc.. es muy probable que hayas padecido de agotamiento emocional. Es importante tener a ralla el estrés por las consecuencias ya muy conocidas que pueden tener en nuestra salud física y emocional.

Hay mucha sintomatología relacionada con el estrés emocional: A veces nos sentimos cansados, otros sin ganas de de hacer nada, quizás te sientas susceptible e incluso con ansiedad. Pero cuando sientes que has perdido el control, que al mínimo estímulo saltas y que estás en continua alerta, llena de adrenalina  y acabas el día completamente exhausta y sin energía, entonces es muy probable que estés padeciendo agotamiento emocional.

 

Aquí te presentamos los puntos que puedes ir analizando para comprobar si sufres de agotamiento emocional:

1-Te levantas cansada incluso después de haber dormido 8 horas.

Tu sueño no es de calidad, sientes que necesitas más descanso. Vas a la cama muy cansada, te cuesta dormir y cuando te levantas sigues igual de cansada.

2-Te enfadas con facilidad

Has perdido la paciencia y te enojas por cosas sin importancia.Tu tono de voz se eleva sin que puedas controlarlo.

3-Sonríes cada vez menos

No encuentras alegría en cosas que antes te la daban. En vez de sonreír haces cara de cansada o de enfado

4-No tienes motivación

No te sientes motivada por nada. Ya no encuentras placer en la lectura, o en tus actividades favoritas.

5-Lloras con más frecuencia

Te afectan más las noticias tristes, las películas o algún comentario o relato de algún conocido.

6- Tu vida social es nula

Ya no te seduce la idea de quedar con amigos o familiares y cuando estás con ellos sientes que no conectas, ni encajas.

7-Tus niveles de ansiedad son elevados

La música alta, el tráfico, sitios cerrados, incluso hacer la compra se convierte en una actividad que te genera un alto nivel de estrés.

8- Te sobresaltas con más frecuencia

Estás en estado de alerta constante y el sonido del teléfono, el timbre de la puerta, etc., te hacen saltar.

9-Falta de concentración

Te cuesta concentrarte y recordar las cosas. Sientes que vas lenta en tus pensamientos y respuestas debido al cansancio extremo que sufres.

10-Te sientes fracasada

Sientes que por más que te esfuerces no estás a la altura de las situaciones. Sientes que no haces nada bien.

 

Sobretodo si sientes que estás estancada, sin esperanzas ni motivación debes intentar cambiar tu situación para que no llegues a caer en una depresión.

Buscar el origen de tu agotamiento emocional te ayudará a ponerle fin. Puede estar en tu entorno familiar o laboral. Analiza lo que puedes cambiar para que no te siga afectando más. En alguna situación podrías tomar decisiones drásticas cómo cambiar de trabajo, si éste es el foco de tu problema, o quizás con unos simples cambios  como pedir ayuda a un familiar o amigo, contratar personal que te ayude en casa, etc. puede ser la clave para que tu estado cambie  No dudes en buscar ayuda profesional si ves que el estrés te está afectando demasiado físicamente o emocionalmente.

 

Redacción Instituto Draco

www.institutodraco.com

fuente: www.bustle.com

www.facebook.com/InstitutoDraco

 Extraido de www.institutodraco.com

 

Read more

Carta a las Mamás Primerizas, de una mamá de dos

Cuando sos mamá primeriza muchas veces crees que la dinámica del día a día va a ser siempre igual, simplemente porque al ser tu primera experiencia con la maternidad no sabes si las cosas van a cambiar o en qué momento y esto puede ser desconcertante y hasta agobiante.

En medio del agotamiento cotidiano todas más de una vez nos hemos preguntado: ¿Hasta cuando voy a dormir tan poco?, ¿Hasta cuando voy a tener que cargarlo todo el día?, ¿Cuándo voy a recuperar mi brazo derecho?, ¿Cuándo se acabarán los berrinches?, ¿Hasta cuándo cambiaré pañales?, ¿Cuándo dejará de ser tan complicado que coma?, ¿En qué momento dejará de querer teta todo el tiempo?

Cuando tenés más de un hijo estas preguntas ya no regresan, porque una de las lecciones más importantes que nos regala la maternidad es la de concientizarnos que TODO PASA, y pasa mucho más rápido de lo que pensamos…

De golpe y porrazo tu hijo no querrá que lo cargues todo el tiempo porque preferirá investigar mientras camina, dormirá de corrido, armará frases complejas, dejará los berrinches, irá al baño solo, le correrá la cara a la teta, se irá a la cama solito, preferirá los brazos de papá, dejara de decir palabras en su propio idioma,  jugará un rato largo mientras vos haces tus cosas, ya no creerá en los reyes magos, se lavara su plato solito.

Si lo ponemos en perspectiva la niñez es tan corta que aunque hoy te sientas agotada, quieras tirar la toalla con la teta, estés de mal humor por dormir tan poco, te mate el dolor de espalda por el colecho y el porteo o te encuentres sola llorando por otro berrinches incontrolable te digo: AGUANTA, DISFRUTA, APROVECHA CADA MOMENTO y es que en la maternidad los días son ETERNOS pero los años muy cortos…

Por Ana Acosta Rodríguez, Mamá Minimalista

Facebook: @mamaminimalista

Fuente: nutrimama.com

Ana_AcostaAna Acosta Rodriguez

Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness,  Inteligencia Emocional y Crianza con apego.

www.nutrimama.com

mamaminimalista.net/

Instagram: Nutri_mama

Read more

El Cansancio y la Fatiga Crónica en la BioEmoción

El Síndrome de fatiga crónica (SFC) es una enfermedad que causa mucho agotamiento o cansancio a todas horas a la persona que la padece.

Suele aparecer tras una enfermedad o infección dejando a la persona en un estado de debilidad constante.

Sus síntomas principales son: Fatiga, dolor de cabeza, sueño excesivo, pérdida de memoria, dolor en las articulaciones, mareos, mucho cansancio al despertar, pies hinchados, trastornos alimenticios, apatía, cambios de humor, sensación de no poder hacer nada ya que todo implica un gran esfuerzo, tanto mental como físico, etc..

La suelen padecer personas de 40 a 50 años, pero también hay casos de menor y mayor edad.

Muchas veces esta enfermedad se relaciona o se puede confundir con la Fibromialgia, Depresión o con problemas de Tiroides, pues los síntomas  son muy parecidos. Las causas que la desencadenan tampoco están muy claras pero se cree que el sistema inmunitario débil es más propenso a este tipo de enfermedad.

Según la BioEmoción:

Hay una anclaje a sentimientos negativos y de angustia sobre el pasado o el presente. También una falta de seguridad y una facilidad por dejarse llevar por los miedos y preocupaciones.

Las personas con agotamiento intentan luchar contra el sistema y contra algo que es mucho más grande que ellas. Sienten que no han sido reconocidos por sus padres y se sienten impotentes. Siendo niños deseaban impresionar a sus padres (del mismo género), deseaban complacerles en todo y que se sintiesen orgullosos de ellos pero no se sintieron reconocidos y se convirtieron en personas que solo desean hacer cosas para demostrar lo que son o lo que valen.

Se sienten atrapados en sus propias obras o acciones ya que nadie les reconoce y terminan desanimándose y abandonado todo lo que hacen. . Se sienten decepcionados y piensan que da igual lo que hagan pues al final no logran lo que desean: “ser reconocidos y valorados”

Si deseas eliminar tus malestares deberás empezar a reconocerte primero a ti mismo para que luego otros puedan hacerlo.

Acepta que tomaste la decisión de impresionar a tu padre o madre y de la misma manera puedes decidir que ya no es necesario tener su aprobación ni sentir que te exigían mucho. Desde el principio fuiste tú el que tuvo esa percepción incorrecta. Ellos te sirvieron de espejo para mostrarte tu propia exigencia.

Deberás empezar por amarte a ti mismo, aceptando tus virtudes, tus defectos y tus limitaciones. No temas decir que no sabes hacer algo o incluso fallar pues tienes todo el derecho a ello.

Si eres capaz de  respetar tus límites serás capaz de recuperar tu energía vital y tu capacidad de amar, que no es más que la causa de tu agotamiento o fatiga.

Fatiga crónica:

Las personas con fatiga les falta energía y fuerza muscular. Les falta una meta concreta en su vida y en vez de actuar para realizar sus objetivos la persona se encuentra atrapada en pensamientos negativos y miedos que le bloquean y le consumen la energía.

Creen que no merecen lo que tienen y su actividad mental ocupa mucho más tiempo que la actividad física.

Deberás apreciar y mostrar gratitud por  lo que tienes. También puedes hacer una lista de todo lo que te gustaría hacer en el período de un año y empezar a realizar pequeñas acciones para que se vayan cumpliendo cada una de las cosas que quieras. Si un año te parece mucho tiempo puedes reducir el tiempo en un mes, tres meses o seis, lo importante es que se despierte en ti el deseo de hacer cosas y recuperar la ilusión y las ganas de vivir.

Nota: Es importante destacar que es normal sentir una gran fatiga después de la resolución de un conflicto importante. También puede ser el principio de un estado de agotamiento.

 

Redacción Instituto Draco

www.institutodraco.com

www.facebook.com/InstitutoDraco

Extraido de Instituto Draco

Read more

El embudo del Agotamiento

El embudo del agotamiento es algo que nos pueda ocurrir a cualquiera de nosotros.

Imagina un embudo, el círculo superior representa como son las cosas cuando vivimos una vida plena y equilibrada. A medida que las cosas se van complicando, muchos de nosotros tendemos a dejar de lado algunas cosas para centrarnos en aquellas que nos parecen importantes. El círculo se estrecha, igual que nuestras vidas. Si el estrés continúa, renunciamos a más y más cosas. El círculo se estrechan cada vez más.

A menudo, lo primero que dejamos es aquello que nos satisface más, pero lo consideramos opcional. El resultado es que al final nos quedamos sólo con trabajo o con otros estresadores que nos dejan sin recursos, sin la capacidad de reponernos y sin nada que no satisfaga. El resultado es el agotamiento. El embudo se crea a medida que se va estrechando el círculo de tu vida para centrarte en resolver tus problemas inmediatos. En la caída por el embudo, vas dejando más y más cosas que te producen satisfacción, con la idea de dejar espacio a las cosas más importantes, como el trabajo. Continuas dejando más actividades que te llenaban, y que sientes cada vez más agotado, indeciso e infeliz. Cuando por fin te das cuenta, resulta que eres una sombra de tu antiguo yo.

El embudo de la agotamiento puede pasarnos a cualquiera de nosotros. Si tienes mucho trabajo o te sientes desbordado por algún otro motivo, es totalmente natural dejar espacio para simplificar temporalmente tu vida. En general, eso significa renunciar a una afición o a parte de tu vida social para poder concentrarte en el trabajo. Para evitar caer irremediablemente en el embudo del agotamiento, debemos estar atentos a la siguiente lista de los síntomas más comunes de estrés, depresión y agotamiento mental:

  • Tener cada vez peor humor o estar más irritable.
  • Limitar tu vida social o simplemente no querer ver a nadie.
  • No querer enfrentarte actividades normales como abrir el correo, pagar las facturas o devolver las llamadas.
  • Sentirte cada vez más agotado.
  • Dejar de hacer ejercicio.
  • Posponer por superar los plazos de entrega de tus trabajos.
  • Cambio en los patrones de sueño: dormir mucho o dormir muy poco.
  • Cambio en los hábitos alimentarios.

¿Alguno de estos puntos te resulta familiar? ¡Debes empezar a alimentar tu alma!

 

Irene Morales

Coach Espiritual 

www.IrenePsicoBio.com

Extraido de www.institutodraco.com

Read more