Más allá del éxito

Creo que en nuestra sociedad actual la gente tiene una verdadera obsesión con el éxito. Es algo a perseguir a toda costa, es el objetivo primero y último, es la supuesta llave que abrirá todas las puertas de lo que deseamos. No puedo estar más en desacuerdo. Esta obcecación nos lleva a una tremenda competitividad, a frustraciones cuando no conseguimos todo lo que queremos cuando habíamos planeado y a la postre a darnos cuenta de que incluso cuando lo conseguimos la satisfacción es efímera y enseguida empezamos a elucubrar cuál es el siguiente éxito que lograr para poder sentir el subidón.

Por lo tanto es más importante trabajar en nuestra mejora personal, asegurarnos que estamos progresando internamente y disfrutar del recorrido que fijar nuestra atención en las cumbres mientras nos perdemos a nosotros y la vida misma en el camino.

Para ello me gustaría dejar unos puntos de reflexión que quizás os puedan resultar útiles.

  1. Toma las riendas de tu vida. No podemos elegir nuestras circunstancias, pero sí que hacemos con ellas. No sirve para nada buscar excusas ni echar la culpa a otros de lo que no va bien en nuestra vida. Lo esencial no es el punto de partida, ni las debilidades y fracasos pasados. Somos responsables de nuestra existencia, y aunque eso a veces pueda asustar también nos da mucho poder. Cada esfuerzo, cada semilla que plantemos, cada acción tendrá consecuencias futuras.
  2. Renunciar al perfeccionismo. Es una entelequia que nos hace sentir inseguros, insatisfechos permanentemente y asediados por la duda y la culpa. Los seres humanos somos imperfectos y nuestras obras también. Cuanto antes lo integremos, antes nos liberaremos de un lastre demasiado pesado para progresar. Nada será perfecto, no importa lo mucho que lo intentemos. Y no podemos esperar a las oportunidades perfectas para ponernos en marcha. Ahora es el momento.
  3. Abandona la multitarea.  Carecemos de los recursos cognitivos y la estructura cerebral para poder utilizarlos al mismo tiempo. Hemos de trabajar nuestro poder de concentración (el Mindfulness es una herramienta ideal para ello). Pretender hacernos malabaristas de nuestras tareas es una pobre manera de malgastar nuestro tiempo y energía. Elige tus prioridades, centra tu atención y persevera.
  4. Abandona tu necesidad de controlar todo.  Primero porque es completamente imposible. Y segundo porque sufrirás como consecuencia de esta actitud. Algunas cosas dependen de nosotros, y otras no. Saber diferenciarlas es fundamental. Preocuparte por aquello que no está en tu mano solucionar desgasta y frustra. Elige bien tus “batallas”, donde pones tu energía, tu mente y tu tiempo. No son recursos infinitos, así que cuida cómo los utilizas.
  5. Abandona tu necesidad de ser gustar. La única manera de evitar causar envidias es no hacer nada importante. Utiliza tu vida para llevar a cabo tu propósito, sea cual sea. Comprende que en el camino habrá mucha gente que no te aprecie, que te envidie, que intente ponerte zancadillas. No te desanimes ni abandones tu camino. No te justifiques tampoco. Renuncia a la necesidad de aprobación de los demás. Si llega, estupendo. Y si no, también. No dependas de ello para sentirte bien y proseguir. Permanece fiel a ti mismo y a tus principios. En la época de las redes sociales, el grupo de voceros críticos e insultantes se hace oír más. No les prestes atención, no se la merecen.

    Autora: Mónica Esgueva

Read more