La (mi) Consciencia

Pienso que ya basta de seguir pensando que Dios, Buda, Alá o el nombre que se le asigne en las distintas religiones, nos va a arreglar las cosas, y mejor darle el enfoque que si en el caso hipotético que Dios construyó con algunos defectos este universo, nosotros incluidos, aquí estamos para corregirlo, mejorarlo. Si hay un Dios, aunque muchos sólo lo entendamos como una energía superior única, divina, estamos para ayudarlo. Es a mi entender una de las maneras que podemos desde la individualidad, influenciar a otros en el mundo, apoderándonos en primer lugar de nosotros mismos, actuando con plena responsabilidad y consciencia. También podríamos llegar a ponernos de acuerdo, que si trabajamos y logramos ese nivel de consciencia divina, estaremos en un camino correcto.
Consciencia significa literalmente «con conocimiento» (cum scientia). A pesar que todos la tenemos, muchas veces solo está ahí de manera latente, esperando que le demos bola, así como asomándose sorpresivamente sin querer. Hay otros tantos que buscan despertarla a través de caminos enigmáticos, esotéricos, religiosos, alucinantes e incluso con drogas. Antes del desafío de ver más allá y descubrir la consciencia de otros y del entorno que nos rodea, debiéramos primero descubrir y conocer nuestra propia consciencia. Podríamos incluso llegar a darnos cuenta, que existe un nivel de consciencia con un lenguaje universal e integrador, unificador, que nos conecte con todo, sistémicamente, donde cada uno de nosotros es sólo una parte de una consciencia superior.
¿Pero qué hace la diferencia entre una persona consciente y una que no lo es? Hay una definición que leí a Jodorowsky hace un tiempo atrás y me parece acertada: «Si no soy consciente considero que mis límites son fronteras inexpugnables, acumulo límites… En cambio, un ser consciente conoce sus límites y sin embargo aspira a la totalidad, quiere ir más allá de los mismos».
¿Qué si me fumé un porro?
No, ni cerca. Estoy más consciente que nunca acerca de lo que estoy escribiendo. Quizás los acontecimientos personales más límites sean un detonante, cuando se logra no caer en depresión. Esto no es mero esoterismo y tampoco psicología barata. En la investigación científica de avanzada, el cuerpo físico humano es creado en el marco del programa de onda holográfica. El holograma de moléculas simples se ensamblan para formar otras más complejas como el ADN, ARN y más en un organismo integral. En diferentes niveles jerárquicos de organización (a partir del nivel molecular ) se producen algunas alteraciones rítmicas de los distintos parámetros o sus vibraciones con frecuencias diferentes. La existencia del propio organismo humano, como un sistema integral de todo, se proporciona por medio de la sincronización de estos procesos vibratorios.
Yo buscaré la sincronización por distintos medios: entrenamiento autógeno, concentración en códigos numéricos, campos magnéticos…, por una parte. Sin embargo, también la toma de consciencia mucho más consciente, valga la redundancia, en la concentración y mejor percepción de las maravillas naturales disponibles. Los Campos de Hielo Sur, hace pocos meses atrás, me gatillaron esa parte de mi consciencia, despertándola de su letargo.
Por ello estoy entrando en una nueva etapa o nivel, para descubrir mi consciencia y la de los demás. Es aquí donde pretendo desarrollar una mucho mejor comunicación entre cuerpo físico, alma y espíritu. Con esta mejor conexión, pretendo restaurar la percepción de la realidad como eterna, e informar – entre otras a mis células debilitadas o dañadas, de esta estructura unificada con la consciencia. Es encontrar los medios, los códigos de contacto con ese Dios que permite recibir información del mundo eterno, aplicándolas a resolver enfermedades, encontrar explicación a tantas dudas, así como facilitar que fluyan sin contratiempos las cosas simples de la vida.
Alguien me dijo hace poco, que tenía un nuevo plan. Pues bien, yo también tengo uno y parte por aquí, trabajando con mi consciencia.
¿Y tú, tienes un plan?

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

texto extraído de www.gevert.com

 

Read more