Espacios de Trabajo – Una opción flexible

Siendo el Emprendimiento el motor de desarrollo y empleo para los países, mezclado con el avance de la tecnología, que nos permite trabajar desde cualquier lugar con una conexión a internet; los espacios de trabajo han cambiado.

Ya no necesitas arrendar una oficina con contratos por mínimo 12 meses, en la cual tienes espacios subutilizados (salas de reunión, cocina, etc) o tener que arrendar una opción “crecidorcita” pensando en el futuro. Tampoco invertir en habilitarla, destinando fondos que podrías dedicar a tu negocio.

¿Y qué pasa si el proyecto no logra desarrollarse? ¿Qué haces con el contrato de arriendo? ¿Con los muebles que compraste? ¿O si proyecto requiere de espacio adicional por un periodo de tiempo específico? ¿Dónde trabajan los colaboradores nuevos, si ya no tienes más espacio?

Hoy existen espacios de trabajo en modalidades absolutamente flexible, desde el café al cual puedes ir a utilizar internet o realizar una reunión, hasta los centros de negocios.

Los centros de negocios, están ubicados en polos de negocios con servicios disponibles en sus alrededores, como bancos, restaurantes, hoteles, malls, etc, con arriendo de espacios flexibles, tanto en plazo, como en cantidad y tipo de espacio.

Los espacios se encuentran amoblados y habilitados con internet y telefonía. Estos centros cuentan además con recepcionistas de visitas, llamadas y correspondencia, servicio de mensajeríacafeterías, salas de reunión y otros servicios que permiten no tener espacios subutilizados, requiriendo además mantención y administración, como sería el caso en que la empresa tenga sus propias oficinas.

En los centros de negocios un emprendedor puede encontrar desde una estación de trabajo, hasta oficinas privadas; completamente amobladas y habilitadas para trabajar. Sin tener que preocuparse si llegó la persona que ayuda con el aseo, o el o la recepcionista.  Como tampoco, si falló la impresora o el aire acondicionado. Hoy el centro de negocios se hace cargo de todas estas tareas que distraen al emprendedor y la empresa de su negocio.

En estos centros la empresa puede crecer en espacios, así como devolver espacios una vez que el proyecto para el que se requirió más lugares, finalizó; todo esto sin penalizaciones ni costos adicionales, dado que esto es parte de los beneficios de estos centros.

Por otra parte, si el tamaño de tu negocio aún no requiere de un espacio físico fijo, puedes arrendar la dirección tributaria y comercial, lo que llamamos una Oficina Virtual, teniendo acceso además, a oficinas por hora, salas de reunión y otros servicios en el centro de negocios. Obteniendo la infraestructura necesaria para dar una excelente imagen y simplificar tu operación.

Bien podrías trabajar desde tu casa, pero en la medida que tu emprendimiento crece, vas requiriendo más formalidad e imagen.

Adicionalmente, en los centros de negocios se facilita la generación de redes, encontrando posibles clientes o proveedores para tu emprendimiento.

Como puedes ver, los espacios de trabajo, ya no son espacios físicos son un Servicio y la tendencia mundial es a que sea un servicio absolutamente flexible.

La comunidad de emprendedores de la Universidad del Emprendedor de Simón de Cirene cuenta con precios preferenciales para acceder a Pronto Business Center. ¡Te invitamos a conocerlo!

Extraído del Blog de Universidad del Emprendedor – Simón de Cirene

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Chile necesita a más emprendedoras

En mis 6 años emprendiendo en Chile, he conocido a muchas mujeres en la senda del emprendimiento. Y si bien los motivadores que hay detrás de esta alternativa de vida son diversos, hay ciertos aspectos que podríamos considerar como argumentos transversales para mantenernos perseverante por este camino y orgullosas de avanzar en nuestro país.
Porque Chile es un país de oportunidades. Según el Global Enterpreneur Monitor, Mujer y Actividad Emprendedora Región de Valparaíso 2014-2015 el 67% de las mujeres emprende por oportunidad, eso quiere decir porque detectaron algún nicho interesante para desempeñarse o bien para complementar sus ingresos actuales. En otros casos, la oportunidad está dada por todo lo que hay que hacer o rehacer en el país, repensar Chile también es una oportunidad. Incluso desde industrias tan tradicionales, y en transformación como es la minería hoy. 

Porque hay muchas mujeres haciendo cosas, y muchas no saben que lo que están haciendo solas puertas adentro, podría tener un impacto económico para ellas y su entorno familiar mucho más significativo si es que se asociaran con otras mujeres y más aún si se rodearan con mujeres que están emprendiendo también, porque de esta manera se genera una influencia positiva y así se mejora la actitud hacia el emprendimiento, aumentando su propensión a emprender.

Porque seguimos habitando un ecosistema masculino. Eso hace que la estructura de nuestro sistema socio-económico aún tenga muy poca presencia femenina, por lo tanto el liderazgo que impera es de hombres, y en varios contextos y ocasiones tanto en el mundo público como el privado se requiere no sólo la presencia femenina, sino el liderazgo de mujer.

Porque la necesidad de equilibrio entre la vida personal y profesional es real. Ya dejó de ser una tendencia o un paper discursivo, hoy queremos vivir nuestra vida de manera balanceada, desarrollarnos como profesionales, pero también disfrutar de nuestra vida privada, del tiempo en familia, en pareja, con amigos. Queremos tiempo para vivir la maternidad sin que sea un castigo en nuestras vidas, ni una laguna en nuestra carrera profesional.

Porque el emprendimiento constituye una herramienta para superar la situación de pobreza. Así también tenemos que superar las relaciones de género que nos sitúan en un lugar secundario y subordinado. Recuperar la autoconfianza y encantarnos con la motivación de que hay un mundo de cosas qué hacer.

Porque la fuerza de más mujeres emprendiendo ayudará a formalizar el autoempleo, que hoy por hoy está asociado a condiciones de trabajo precarias, e inestables. Chile necesita más mujeres dueñas de empresas, que puedan cruzar de la soledad, anonimato e informalidad, a trabajos asociativos, renombrados, escalables, rentables y formales.

Porque hoy tenemos todo a nuestro favor. Hay un entorno que nos apoya, hay una importante evolución en términos de uso de TICs y penetración de internet, que favorecen el acceso a información de los clientes, productos y servicios; acceso a herramientas para mejorar los negocios, a otros países, contactos y medios de pago; nuevos canales de venta y publicidad sin necesitar de una tienda física; y colaboración en línea e intercambio de ideas impulsando la internacionalización.

Nicolle Knüst

Periodista, Licenciada en Comunicaciones.

Facilitadora en Innovación Social de la Universidad de Chile

Fuente : Contenido inédito creado para m360.cl
Foto Portada extraida de  m360.cl
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¿Por qué las emprendedoras deberían trabajar en un coworking?

Quiero contarles mi historia. A principios del año 2010 yo llegaba a Chile después de haber estado dos años fuera del país con una Work and Holiday Visa en Nueva Zelandia. Cuando volví dimensioné lo difícil que era contar con las condiciones laborales y económicas que tenía en ese país. Guardando las proporciones culturales, sociales y políticas, entendí que no en corto plazo llegaría a igualar la oferta que allá recibía, fue entonces cuando decidí emprender. Tenía 24 años y ya fundaba mi primera empresa.

En ese momento nacía el ecosistema de emprendimiento e innovación en Chile, pero aún estaba «puertas adentro». Seguía siendo un grupo de elite que podía acceder a la información y a los beneficios, pero la buena noticia es que ya se estaban dando a conocer conceptos claves como el COWORKING.

Fue ese mismo año que, tocando puertas, llegué a conocer el TOF (Telefónica Open Future), que hasta la fecha, es la hermosa casa de Start Up Chile administrada por Urban Station. Cuando por primera vez pisé ese espacio fue como volver a Nueva Zelandia. Vi un montón de extranjeros, estilo backpackers (mochileros) pero profesionales tech, con sus laptops y un ambiente muy motivador, pero en CHILE.

En ese momento entendí que se podían combinar las dos cosas que más amo en la vida: viajar y hacer mis proyectos realidad. Fue ese año que conocí los maravillosos beneficios de ser parte de una comunidad, porque trabajar en un coworking no es sólo compartir el espacio de trabajo, sino que aumentar las redes de contactos, colaborar con profesionales de otras áreas muy diferentes a las tuyas, lo cual te ayuda a aumentar tu perspectiva de la vida, generar conocimiento permanente de múltiples temas, y por supuesto y casi lo más importante generar nuevos negocios.

Estar inserto dentro de una comunidad de un coworking es como estar haciendo un estudio de mercado permanente, porque todo el tiempo se están poniendo a prueba nuevos servicios y productos. Además, se puede vivenciar «in situ» las demandas de los emprendedores, que van desde requerimientos de backoffice, a guardería de niños, y es porque la diversidad de personas que están iniciando nuevos negocios es cada vez más amplio. Ya no son sólo los emprendedores tech que están liderando Start Up, sino que hay múltiples perfiles, como seniors de 50 que están reinventándose, mujeres profesionales que han sido madres y quieren compatibilizar trabajo y familia, matrimonios que quieren comenzar con una Pyme, expertos en áreas específicas que han sido empleados toda su vida y quieren externalizar sus servicios a la compañía que trabajan y ahora escalar su negocio y conocimientos, y así suma y sigue.

Emprender en un coworking es, según mi experiencia, la mejor opción, porque te ayuda a dividir el espacio personal (tu casa) del laboral (tu trabajo), te permite tener ese segundo espacio, que es tu oficina, pero en un formato mucho más cool y agradable que las estructuras tradicionales que conocemos de trabajo, pero sí con todas las facilidades que puede tener una empresa, como centro de impresión, cafetería, recepcionista, baños, salas de reuniones privadas.

Haber conocido Urban Station, la red de coworking más grande de latinoamérica me permitió llegar a lugares inimaginables, gracias a generar una rutina de trabajo todos los días en este lugar logré nuevas amistades, que además resultaron siendo asociados a mi emprendimiento Wunder Group, Consultora de Comunicación, PR & Marketing, sino que además logré generar mi cartera de clientes.

Mis primeros ocho clientes fijos surgieron del coworking, y los 10 siguientes vinieron de referidos de mi red generada en Urban Station. Gracias a estas redes, logré participar de eventos destacados como 7 Reinas o la Feria Taconeras, y gracias a las personas que conocí en estos eventos terminé representando a Chile en giras internacionales en Silicon Valley e Israel, que son dos de los polos de emprendimiento e innovación más importantes del mundo.

Hoy soy parte del equipo de uno de los proyectos más innovadores en coworking de la Región, se trata de Urban Mujer, el primer coworking de mujeres que aterriza en Chile y que comienza en marzo su versión piloto para recoger desde la experiencia todas las necesidades reales de las mujeres, quienes según el diario El Mercurio, en su tabla de supervivencia por género publicada el 20 de febrero 2017, somos más perseverantes en nuestros emprendimientos que el género masculino. Para ser exacta 56,7 vesus 49,9%.

Cada vez somos más emprendedoras y cada día necesitamos espacios adecuados a nuestras necesidades, porque ser emprendedora en Chile sigue siendo un desafío, iniciativas como Urban Mujer las aplaudimos y nos queremos sumar.

 

Nicolle Knüst

Periodista, Licenciada en Comunicaciones.

Facilitadora en Innovación Social de la Universidad de Chile

Fuente : Contenido inédito creado para m360.cl
Foto Portada extraida de  m360.cl

 

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