Como Encontrar tu Pasión con estas Simples 7 Preguntas

Por fin está teniendo tracción la idea de que para avanzar en tu carrera profesional, no hay nada mejor que descubrir tu propósito de vida. La gran respuesta a la pregunta mágica: como encontrar tu pasión. Aquí te propongo 7 preguntas para ayudarte a descubrir tu pasión, un concepto que suele ser bastante elusivo.

Tal vez recién comienzas tu trayectoria laboral y estás intentando descubrir tu pasión porque nunca antes lo hiciste. Quizá tengas 40 o 50 años y estés en busca de tu nueva pasión, de lo que te permita volver a sentirte comprometida con tu trabajo.

No importa cómo llegaste hasta aquí. Es obvio que estás buscando agregarle sentido a tu vida.

Como encontrar tu pasión en la vida

Las 7 preguntas que te ayudarán a encontrar tu pasión

1. ¿Qué te gustaba hacer cuando tenías entre 8 y 12 años?

Es muy probable que aún disfrutes del mismo tipo de actividades del que gozabas cuando eras niña1. A lo mejor te olvidaste de ellas o dejaste de practicarlas porque la vida te arrastró por otro lado.

Frase inspiradora de Albert Einstein | Como Encontrar tu Pasión con estas Simples 7 Preguntas

Hace poco conocí a una alta ejecutiva que es científica y malabarista profesional. Sí, así como lo lees. Me encantó ver un video de ella y su marido lanzando bolas al aire en un festival de malabaristas, disfrutando como si fueran niños. Pregúntate: ¿Qué estarías haciendo tú si hubieras mantenido los intereses que tenías durante tu infancia?

Yo creaba libros desde los 9 años. Recortaba las páginas, las cosía, les diseñaba una tapa… Y escribir sigue siendo una de mis grandes pasiones.

2. ¿Qué actividad estás haciendo cuando el tiempo se pasa volando?

Cuando escribo, el tiempo vuela. Dos horas pasan en lo que parecen ser diez minutos. ¿En qué estás metida tú cuando te pasa eso? Cuanto más específica seas al responder esta pregunta, (qué haces, con quién, a dónde, etc.) más fácil será descubrir tu pasión. Y ten presente, que quizá esto te ocurre cuando estás haciendo una actividad que iniciaste de adulta. No todas las pasiones se remiten a nuestra infancia.

Prefiero ser un fracaso en algo que amo que un éxito en algo que odio - George Burns | Como Encontrar tu Pasión con estas Simples 7 Preguntas

3. Si pudieras crear un premio que te reconociera a ti, ¿por qué te gustaría ser reconocida?

Esta pregunta te ayuda a visualizar qué es importante para ti. Cada vez que hago esta pregunta como parte de un evento del Red Shoe Movement, me alucina lo específicas que son las respuestas. ¡Podría publicar un libro súper motivador con ellas! Anota por qué querrías ser reconocida y fíjate lo que surge.

4. ¿Qué temas te atraen?

¿Qué tipos de libros te fascina leer? ¿Qué artículos te llaman la atención? ¿Sobre qué temas te avisan las alertas de Google? ¿Qué tipo de películas no te puedes perder?

A veces, la mejor manera de encontrar tu propósito de vida es revisar tu Pinterest y darte cuenta de que hace años que coleccionas fotos relacionadas con la moda. Apenas escarbas un poco se vuelve evidente que te atrae la moda desde que cosías la ropita para tus Barbies. Quizá tengas una exitosa carrera como profesional de la publicidad pero estás lista para dar un vuelco de 180 grados para honrar tu redescubierta pasión.

También puede interesarte este artículo sobre Las Top 10 Cualidades de Un Líder, 
entre las cuales se encuentra la pasión.

5. ¿Cuál es tu pelotita de tenis?

Esta pregunta viene de un blog buenísimo sobre el tema de innovación. Su autora hace referencia a un discurso que dio Drew Houston, fundador de Dropbox, que dijo: “La gente más exitosa está obsesionada en resolver un problema importante. Algo que les interesa a ellos. Me recuerdan a un perro persiguiendo una pelotita de tenis”. Y luego Houston sugirió que cada uno de nosotros debía encontrar su pelotita de tenis.

Tal vez estés obsesionada en enseñarle a terceros cómo reducir su impacto en el medioambiente. O en corregir la gramática de todo el mundo. O en organizar las perfectas vacaciones para tus amigos. Todas estas son obsesiones que vale la pena explorar para ver la posibilidad de que se vuelvan redituables.

Cuando amas lo que haces el tiempo pasa volando. Frases sobre pasion de Oprah Winfrey. Como Encontrar tu Pasión con estas Simples 7 Preguntas

6. ¿Qué pasaría si ni el tiempo ni el dinero fueran un problema?

Cuando se trata de descubrir tu propósito de vida, el tiempo y el dinero suelen ser dos obstáculos que parecen insuperables. Córrelos por un momento y piensa, ¿qué haría si el tiempo y el dinero no fueran una preocupación? Esto puede ayudarte a descubrir algo que no estás ni siquiera considerando pues le estás poniendo una traba antes siquiera de empezar.

7. ¿Cuál dirían que es mi pasión las tres personas que mejor me conocen?

A veces nos es difícil ver en nosotros mismos lo que otros ven con claridad. ¿Por qué no preguntarles directamente? Tus hermanos, amigos de la infancia y almas gemelas que has ido cosechando a lo largo de tu vida, son buenos candidatos para darte retroalimentación. Haz la pregunta en forma abierta para que sientan que no existen respuestas erróneas. Para que se sientan cómodos de decirte lo más inesperado o loco que se les ocurra. En último caso, te ayudará a pensar.

La pregunta obvia que surge después de que hayas encontrado tu pasión es cómo transformarla en algo redituable. Ese será tema para un próximo blog. Por ahora, tienes bastante trabajo que hacer. Y si necesitas un empujoncito para descubrir tu pasión o para alinearla con tus objetivos profesionales, para eso justamente creamos el programa Step Up. Tú. Potenciada. ¡Échale una mirada!

 

Mariela Dabbah es escritora, conferencista y coach. Como Coach por más de 20 años ha apoyado el desarrollo de carrera de hombres y mujeres latinos en USA , Mariela como integrante de la Red de Profesionales de Mundo Mujer comparte en esta web un material muy interesante para ti, todo basado en su experiencia.

Autora del libro “Poder de Mujer”

Extraido de redshoemovement.es/como-encontrar-tu-pasion-con-estas-simples-7-preguntas/

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El adulto mayor y su aporte el trabajo

La película El Pasante de Moda protagonizada por Robert de Niro y  Anne Hattaway  muestra de manera  bastante amable  y  didáctica un fenómeno creciente en nuestra sociedad :  el  aporte que puede realizar una persona adulto mayor en el ambiente laboral de hoy. La película, que podemos ver en estos días en  el cable o Netflix, relata la historia de una joven mujer que tiene una empresa online de vestuario en pleno New York, a  la cual llega a emplearse un jubilado.  La relación al principio distante entre la joven dueña del negocio y el pasante, se va transformando de a poco en una relación de amistad, donde el aporte del jubilado es vital para la empresaria ya que éste en su interacción creciente con ella  le proporciona una visión de su trabajo y de ella misma que hasta ese momento la protagonista no tenía del todo clara.

En síntesis,  lo que la cinta muestra entre otras cosas,  es que las personas mayores pueden efectuar grandes contribuciones  en sus lugares de trabajo, tanto desde el punto de vista de la experiencia técnica y la mano de obra, hasta una  mejora de aspectos mucho más complejos  como son las relaciones laborales. Esto a través del cultivo de unas  relaciones humanas positivas.  Un adulto mayor es normalmente alguien que se ha vinculado con muchas personas y ha desempeñado muchos roles  en su vida; ha tenido relaciones tanto afectivas como instrumentales con distintas generaciones,  ha sido hijo, padre, hermano, trabajador, vecino y ciudadano y naturalmente ha aprendido bastante como resultado de esas experiencias. Estas vivencias generan  normalmente  un mayor desarrollo de lo que hoy se conoce como las competencias blandas,  es decir aquellas   habilidades que facilitan las relaciones laborales, como son la capacidad de armar equipos,  de trabajar colaborativamente,  de expresarse en un lenguaje adecuado,  de ser creativos y tolerantes. Esto unido a las competencias técnicas que aprendió y ejercitó durante muchos años en su lugar de trabajo pueden traducirse en beneficios concretos para la productividad y el ambiente laboral de la  empresa de hoy.

Por otra parte si consideramos que,   según el estudio Adultos mayores – un Activo para Chile realizado por el Centro de Políticas Públicas de la UC y la Asociación de AFP, en nuestro país de cada 10 adultos que está trabajando, 6 lo hace por necesidad. Tal vez ha llegado el momento  de cambiar la mirada y considerar seriamente el ingreso  de este recurso humano bien formado y experimentado para el mercado laboral actual.

Macarena Urenda Salamanca – Comunicadora Social

 

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Hay más de un buen camino…

Después de la despedida que le realizó el equipo ejecutivo en la oficina, Luis les comenta que había dejado su teléfono celular en la casa y que por lo tanto no tenía GPS, pero les pregunta, cuál sería el camino más rápido para llegar más rápidamente a esa hora a “Sanhattan”. Por supuesto recibió mínimo tres sugerencias distintas. Tras escuchar todas las recomendaciones que no lo convencieron mucho, concluyó que mejor seguía el camino de su intuición.

¿Y si hubiese existido un camino mejor?

A diario vemos ejemplos como este. Muchos de las generaciones más jóvenes saben o creen saber el camino que deben tomar en su vida, en lo personal y profesional. Pero también sabemos, incluso con mayor certeza, que existen muchos otros caminos. Muchos de esos otros caminos, también son buenos caminos. ¿En ese caso no sería plausible pensar, que existen caminos que podrían ser algo o mucho mejores?

Es un dilema frecuente: ¿no debiéramos ver unas dos o tres alternativas de diseño adicionales para el folleto? ¿Realmente debiéramos enviar esa propuesta de portada, sin aclarar ciertos puntos con el cliente, que parecen innecesarios? ¿O no sería mejor llevar la propuesta personalmente y explicarla, en lugar de enviarla sólo por correo electrónico? Si lo hago y para llegar a tiempo: ¿me voy las autopistas o vías alternativas? ¿Tomo el carril del medio o el de la izquierda…, o me voy zigzagueando…..y si choco el auto?

¡Alto!

Si elegiste un buen camino y le eres fiel, seguramente no serás menos exitoso si hubieses elegido otro buen camino y le hubieses sido fiel. Fidelidad, ese es el concepto. Muchos deben liberarse de la ilusión, que la mejor decisión es cambiar cada vez a la otra opción que parece ser algo mejor. Por lo general esos otros buenos caminos, al final de la travesía, realmente no harán la diferencia.

Ya sé…: probablemente muchos jóvenes treintones e incluso cuarentones me tratarán de mostrar muchos ejemplos, donde personas han hecho rápida carrera a través del “job-hopping”. Sí, es cierto que existen ejemplos, pero son estadísticamente irrelevantes. La gran mayoría elige otros buenos caminos y finalmente se dan cuenta, que no había para qué cambiar de camino: Muchos…, demasiados, incluso se equivocan y finalmente se dan cuenta que el camino era peor. Los que zigzagean mucho, aunque inicialmente avanzan, finalmente se accidentan en el camino, algunos gravemente.

¡Puedes salir del encubrimiento!

Salvo que sientas que existe una fuerte contradicción entre lo que haces y lo que te motiva, lo que te gusta realizar, con el tipo de personas que prefieres compartir y realizar tus tareas, no sigas rompiéndote la cabeza, no dilapides energía. ¡Mejor focalizas esa energía en desarrollar la opción que ya elegiste!

Da igual. realmente, si envías la propuesta o la vas a dejar. Da igual si solicitas dos o más alternativas de diseño adicionales…En lugar de ello, mejor trabajas más y mejor en el contenido de la propuesta, aclara telefónicamente las dudas con tu cliente, preocúpate que la propuesta sea la mejor de acuerdo a las necesidades reales de tu cliente. La lucha eterna con la quizás mejor opción, es nada más que una excusa disfrazada, para no al final no ser exitoso, feliz y contento. Sólo distrae de avanzar y lograr, de dejar huella. Los supuestamente “hiperperfeccionistas” jamás dejan huella y eso, porque nunca se arriesgan a salir a caminar en el barro. Ese exceso de perfeccionismo también resulta cómodo, para no salir del encubrimiento, de no exponerse.

La búsqueda de la perfección absoluta es inútil. Y la búsqueda de lo casi perfecto no tiene sentido. Mejor opta por un buen camino, hazlo tu camino y olvida – al menos por un buen tiempo – los otros buenos caminos que se te abren en el camino.

Una buena opción para que trabajes en ti mismo, en potenciar tus habilidades, competencias e intereses es trabajar por ejemplo, con Las 7 Fases del Desarrollo Estratégico

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

texto extraído de www.gevert.com

 

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Cómo hackear tu mente y conectarte con la abundancia

Hace un par de meses terminé de estudiar un diplomado de Kabbalah, que se trata de una ciencia milenaria que estudia las leyes del universo y que dentro de muchas cosas me ha servido para aumentar «mi vasija», que se refiere a la capacidad que tengo como persona de recibir. Y de fomentar, así también, mi impulso para dar, y así ha sido en la medida que más amor entrego, más recibo y eso lo he comprobado en todos los términos de mi vida, en donde he podido concientizar los procesos de cambio.

En esta senda de autoconocimiento y conexión con otros planos de mi vida, he estado mucho más consciente de uno de los temas que probablemente a muchas nos quita el sueño y más de alguna vez nos ha perturbado. Cuántas veces nos hemos encontrado con preguntas como; ¿Será posible revertir mi situación actual y conectarme con la vibración de la abundancia?. Cuando hablamos de abundancia, no es necesariamente tener mucho más de lo que tenemos hoy, sino que tener la capacidad de recepcionar todo lo que necesitamos en nuestra vida para que nos sintamos más plenas y felices, que va desde relaciones prósperas hasta el generar más dinero.

Hablar del dinero muchas veces ha sido considerado como mala educación, como algo sucio, asociado con la culpabilidad, incluso es probable que alguien en nuestra vida directa o indirectamente nos hiciera creer que el dinero es sucio con frases como; «lávate las manos que el dinero tiene microbios», así también culturalmente hemos asociado en múltiples oportunidades a personas exitosas con vínculos deshonestos como, por ejemplo, cuando se especula: «a quién habrá estafado que se compró ese auto», «qué hará realmente para viajar tanto», queramos o no un porcentaje importante de la sociedad ha sido educada bajo paradigmas de «mentalidades pobres», de hecho en múltiples ocasiones se ha vinculado el estado de pobreza con valores asociados a la honestidad, por ejemplo con frases como «más vale pobre pero honrado», lo que nos deriva a preguntarnos, ¿todos los que no son pobres son deshonrados?…

Ahora después de haber terminado mi diplomado de Kabbalah y haber participado en el Seminario de Abundancia y Sustento de la Fundación Kabbalife que dirige Esteban Acuña, me lleva a elevar el estado de conciencia y decidir desde qué vereda quiero estar.

Un ejercicio práctico es darnos el tiempo para reflexionar e imaginarnos qué es para cada una de nosotras sustento y abundancia, porque no para todos significa lo mismo. El sustento y la abundancia puede estar asociado con las relaciones, el dinero, el trabajo, la salud e incluso la libertad, pero por sobre todo lo más importante para lograr la plenitud en todos estos ámbitos es conectarse con la vibración de recibir, de hecho justamente Kabbalah significa recibir.

Es muy común que todas queramos más, o en general hay un estado de insatisfacción en la sociedad, de hecho si estás leyendo esta columna es probablemente que algo de esto te resuene. Es muy importante entender que la abundancia no siempre es tener o gastar más, sino que estar conectado con oportunidades en la vida en donde nuestro dinero o esfuerzo valen más de lo valorado usualmente, por ejemplo, estar en una conexión con la abundancia también puede ser que cada vez que vamos a comprar nos encontremos con una oferta.

Hay un par de máximas que no debes olvidar para conseguir un verdadero estado de abundancia y sustento; olvídate de ganar dinero haciendo algo que no te gusta, la alegría atrae dinero y si aportas valor a la humanidad sólo conseguirás sustento. Es importante tener en consideración que no es necesario cambiar de trabajo, sino que una de las claves es cambiar la forma tradicional que tenemos de pensar, resetear las programaciones que incorporamos alguna vez en donde nos hicieron creer que el uso del dinero va de la mano de la culpa o que el pensar en tener o generar más es malo o que hay que acostumbrarse con la necesario. En la medida que los deseos de abundancia, vayan acompañados con acciones que provoquen un impacto positivo en la humanidad, la consecuencia en cuanto a nuestra aspiración de abundancia y sustento, será próspero. Otra de las claves para estar en esta sintonía es sanar el corazón.

Por último, cuando me refiero a hackear nuestra mente también tiene que ver con trabajar el mundo de las ideas, ya que éstas construyen realidades, lo que crees, lo creas. Si cambiamos la idea, podemos cambiar la conciencia, y si cambiamos la conciencia podemos derribar paradigmas y así decretar la vida que queremos vivir.

Nicolle Knüst

Periodista, Licenciada en Comunicaciones.

Facilitadora en Innovación Social de la Universidad de Chile

Fuente : Contenido inédito creado para m360.cl
Foto Portada extraida de  m360.cl
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Adiós a los pequeños reinos

De un tiempo a esta parte he conocido a muchas mujeres emprendedoras que, con bastante esfuerzo y pasión, han construido sus marcas que tras ella ofrecen productos y servicios. Pero el clásico problema que se entrampa es que hay una parte del proceso que no sabemos cómo resolver, pero tampoco estamos conscientes de cuál es. Por lo general, el puzzle se ve incompleto cuando las ventas no traen el retorno que esperábamos. ¿Qué estoy haciendo mal? es la pregunta que nos hacemos.

Las mujeres, cuando emprendemos, descubrimos habilidades y cualidades que desconociamos en nosotras mismas. La capacidad de hacer, de avanzar, de crear, de conectar ideas es impresionante, y cuando nos vinculamos con otras mujeres, esa fuerza femenina se multiplica por la cantidad de féminas reunidas. Tenemos una cualidad increíble de ver en las otras todo lo que les falta y, casi mágicamente, tenemos la receta para darle. Pero, ¿por qué no tenemos la misma capacidad con nosotras mismas?

Me ha pasado en el último tiempo reunirme con amigas que están emprendiendo y cada una sueña sus imperios, marcas que suenan a transnacionales, que quieren revolucionar una industria, que queremos cambiar el mundo, pero estamos solas, en nuestras casas, a veces incluso en nuestras camas con nuestro laptop y nada más.

Nos encontramos entonces con la realidad: mujeres con un alto potencial, con visión, con mucha energía, pero con la carencia de algo, que muy probablemente otra mujer tiene. La pregunta que surge acá es, ¿por qué no nos asociamos? La respuesta son muchos «peros», que van desde la falta de confianza, hasta perder el control de lo que algunas denominan como «un hijo», pero, ¿qué pasa si confiamos, cedemos parte de nuestro imperio, compartimos lo que sabemos, sumamos experiencia y potenciamos nuestras habilidades? La asociatividad no necesariamente implica ser literalmente socia de otra persona, sino que sumar las partes en pro de un resultado con mayor sustento.

En mi experiencia he reconocido la capacidad de identificar el valor comunicacional de múltiples productos y servicios, y en la construcción de mi empresa Wunder Group, Consultora de Comunicación y Marketing, he ido sumando talento con mujeres emprendedoras que son especialistas en sus áreas, como la capacidad de poder importar conocimiento norteamericano de BeST Innovation, el inmenso poder de convocatoria de 7 Reinas, el know how en tecnología de Girls in Tech, sólo algunos ejemplos concretos de colaboración real entre empresas dirigidas por mujeres, que finalmente persiguen un objetivo en común: colaborar a que el flujo de conocimiento sea cíclico, que escale a mejores soluciones y que impacte positivamente en la sociedad, lo que finalmente se traducirá en que el mundo sea un mejor lugar para vivir.

Cedamos nuestros pequeños reinos para que juntas podamos construir un gran imperio.

Nicolle Knüst

Periodista, Licenciada en Comunicaciones.

Facilitadora en Innovación Social de la Universidad de Chile

Fuente : Contenido inédito creado para m360.cl
Foto Portada extraida de  m360.cl
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La historia del hombre que salvó a 500.000 pobres en África

Rescató a 500.000 personas de la pobreza extrema y muy pocos saben de él.
COMPARTE el video para que todo el mundo conozca este EJEMPLO DE VIDA y obtenga el reconocimiento que merece!

padre_opeka

El hombre que puede salvar al mundo»

Publicado por Noticie.com
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Chile necesita a más emprendedoras

En mis 6 años emprendiendo en Chile, he conocido a muchas mujeres en la senda del emprendimiento. Y si bien los motivadores que hay detrás de esta alternativa de vida son diversos, hay ciertos aspectos que podríamos considerar como argumentos transversales para mantenernos perseverante por este camino y orgullosas de avanzar en nuestro país.
Porque Chile es un país de oportunidades. Según el Global Enterpreneur Monitor, Mujer y Actividad Emprendedora Región de Valparaíso 2014-2015 el 67% de las mujeres emprende por oportunidad, eso quiere decir porque detectaron algún nicho interesante para desempeñarse o bien para complementar sus ingresos actuales. En otros casos, la oportunidad está dada por todo lo que hay que hacer o rehacer en el país, repensar Chile también es una oportunidad. Incluso desde industrias tan tradicionales, y en transformación como es la minería hoy. 

Porque hay muchas mujeres haciendo cosas, y muchas no saben que lo que están haciendo solas puertas adentro, podría tener un impacto económico para ellas y su entorno familiar mucho más significativo si es que se asociaran con otras mujeres y más aún si se rodearan con mujeres que están emprendiendo también, porque de esta manera se genera una influencia positiva y así se mejora la actitud hacia el emprendimiento, aumentando su propensión a emprender.

Porque seguimos habitando un ecosistema masculino. Eso hace que la estructura de nuestro sistema socio-económico aún tenga muy poca presencia femenina, por lo tanto el liderazgo que impera es de hombres, y en varios contextos y ocasiones tanto en el mundo público como el privado se requiere no sólo la presencia femenina, sino el liderazgo de mujer.

Porque la necesidad de equilibrio entre la vida personal y profesional es real. Ya dejó de ser una tendencia o un paper discursivo, hoy queremos vivir nuestra vida de manera balanceada, desarrollarnos como profesionales, pero también disfrutar de nuestra vida privada, del tiempo en familia, en pareja, con amigos. Queremos tiempo para vivir la maternidad sin que sea un castigo en nuestras vidas, ni una laguna en nuestra carrera profesional.

Porque el emprendimiento constituye una herramienta para superar la situación de pobreza. Así también tenemos que superar las relaciones de género que nos sitúan en un lugar secundario y subordinado. Recuperar la autoconfianza y encantarnos con la motivación de que hay un mundo de cosas qué hacer.

Porque la fuerza de más mujeres emprendiendo ayudará a formalizar el autoempleo, que hoy por hoy está asociado a condiciones de trabajo precarias, e inestables. Chile necesita más mujeres dueñas de empresas, que puedan cruzar de la soledad, anonimato e informalidad, a trabajos asociativos, renombrados, escalables, rentables y formales.

Porque hoy tenemos todo a nuestro favor. Hay un entorno que nos apoya, hay una importante evolución en términos de uso de TICs y penetración de internet, que favorecen el acceso a información de los clientes, productos y servicios; acceso a herramientas para mejorar los negocios, a otros países, contactos y medios de pago; nuevos canales de venta y publicidad sin necesitar de una tienda física; y colaboración en línea e intercambio de ideas impulsando la internacionalización.

Nicolle Knüst

Periodista, Licenciada en Comunicaciones.

Facilitadora en Innovación Social de la Universidad de Chile

Fuente : Contenido inédito creado para m360.cl
Foto Portada extraida de  m360.cl
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Madres que trabajan: Cómo mantener la cordura

Si sientes que te falta poco para arrojar a tu hijo por la ventana, que te está por dar un ataque de nervios o que estás a punto de ponerte a llorar desconsoladamente, no dejes de leer esto. Es la dosis de cordura que necesitan las madres que trabajan para seguir adelante.

Odisea de las madres que trabajan

Los días que he pasado en casa de mis amigos Ana y Mario en Madrid han renovado mi respeto por las madres que trabajan y sobre todo, las que tienen familias jóvenes. Aún las que como Ana tienen un Mario que colabora con todos los aspectos de la crianza de su hijo Leo de 2 años y medio, el desafío es intenso.

Ana, Mario y Leo, protagonistas de este blog sobre madres que trabajan. No dejes de leer estas estrategias para mamás que trabajan!

Los días se suceden sin solución de continuidad. Comienzan a las 7:30, hora en que Leo despierta a sus padres subiéndose a su cama. Ana se levanta, se viste y maquilla, viste y da el desayuno a Leo, y prepara las cosas que su hijo debe llevar al preescolar a donde lo deja antes de irse a trabajar.

A la salida de su trabajo, recoge al niño, lo lleva a la plaza y regresa con él entre 6:30 y 7 para bañarlo, darle de cenar, y leerle cuentos por una hora hasta que por fin se duerme entre las 10 y las 10:30 de la noche. (Por su parte, Mario prepara la cena, pone la mesa, lava los platos y limpia la cocina).

A esa altura de la noche, Ana (que además está embarazada) a duras penas tiene energía para ver un fragmento de alguna serie televisiva antes de caer rendida y empezar todo otra vez al día siguiente. Como la mayoría de las mamás que trabajan (¡y cada vez más papás!) no le queda demasiado tiempo para si misma.

¿Te suena familiar la escena?

La pregunta es ¿cómo pasar estos años de tanta demanda física, emocional y psicológica manteniendo tu sanidad y tu pareja?

Estrategias para madres que trabajan

Aquí van algunas estrategias que Ana y Mario respetan a muerte y que les dan muy buenos resultados:

1.- Comparte las actividades y admite que no hace falta que ambos hagan absolutamente todo. Hay algunas batallas que es preferible no pelear1. Si tu pareja hace de todo pero le molesta ir al supermercado, y a ti no te molesta hacerlo pero prefieres no lavar los platos, pacten asumir una de esas responsabilidades la mayoría del tiempo sin protestar.

2.- Túrnate con tu pareja con frecuencia para salir con amigos, al cine, al gimnasio o a hacer algo que les guste. Este espacio individual (que debes aprovechar varias veces por semana) le permite a cada uno renovarse y encontrarse consigo mismo sin la presencia ni la demanda constante de los hijos.

3.-Apóyense mutuamente en las actividades laborales. Con buena onda y entusiasmo, empújense a hacer el esfuerzo para asistir a ocasiones importantes para cada uno, a veces sobreponiéndose al cansancio.

Y aquí van mis sugerencias como observadora de primera mano de madres que trabajan.

4.- Créate espacios de silencio a diario. Es imposible vivir una rutina tan exigente como la que tienes sin parar nunca. El agobio no puede sino ponerte de mal humor. Pero esto es relativamente fácil de resolver con diez minutos de silencio. Vete a dar una vuelta a la manzana, enciérrate en tu cuarto, sal al balcón, tómate una ducha… No importa cómo ni dónde pero sí que hagas una interrupción de la rutina y del ruido para alejarte de las constantes demandas prácticas de tu familia hacia ti. Verás que hay un antes y un después de ese breve oasis cotidiano.

 

5.- En los momentos de agobio, expresa que estás agobiada y pide ayuda o pide paciencia. A Ana no le gusta quejarse y sabe que muchas madres que trabajan lo pasan peor que ella. Sin embargo, el esfuerzo que le insume aparentar que lo puede hacer todo y que está todo bien es tan grande, que la deja agotada. Seguramente sería menos estresante admitir que necesita diez minutos de descompresión antes de poder preparar el baño de Leo. O que esa noche necesita una mano con el baño.

6.- Reduce drásticamente la cantidad de decisiones que tomas a diario. Como mamá que trabaja y mujer de carrera tomas mil pequeñas decisiones por día. La mayoría son tan pequeñas que ni siquiera las registras como decisiones. Qué ropa le pondrás a tu hijo. Qué le darás de desayuno. Quién lo lleva al colegio. Qué cenarán. Etc, etc. Aunque no lo creas, llega un punto en que estas miles de decisiones colapsan la capacidad de decidir de tu cerebro. Terminas exhausta y no sabes por qué y cuando llega el momento de tomar una decisión importante ya no tienes la energía para hacerlo. Entonces, estandariza lo máximo posible todas estas decisiones sin importancia y rutinarias. Crea un calendario de la ropa que te pondrás y les pondrás a tus hijos toda la semana. Lo que comerán. Qué harán después de la escuela cada día, y demás.

Frase inspiradora para madres que trabajan: La doble carga a la que se enfrentan las mamás que trabajan afecta significativamente sus carreras profesionales.

7.- Hazte tiempo para salir con adultos y hablar de tus desafíos personales. Siempre alivia saber que no eres la única que está pasando por ciertas circunstancias. Encuentra amigas en situaciones similares y apóyense recíprocamente.

8.- Haz algo regularmente que te de mucho placer. Por ejemplo un masaje o alguna otra actividad sensorial que te relaje. Y si no puedes pagarlo, proponle a una amiga hacerse masajes mutuamente. Se creativa y encuentra la manera de hacer eso que te encanta porque tiene un efecto súper positivo en tu bienestar.

La etapa de la vida en la que te encuentras es especial y de gran crecimiento. Pero también es una de las más demandantes y pondrá todo a prueba. Asegúrate de implementar estas ideas para salir airosa y con tu cordura y tu pareja intactas.

Y cuéntame, ¿qué otras estrategias te dan buen resultado?

 

Mariela Dabbah es escritora, conferencista y coach. Como Coach por más de 20 años ha apoyado el desarrollo de carrera de hombres y mujeres latinos en USA , Mariela como integrante de la Red de Profesionales de Mundo Mujer comparte en esta web un material muy interesante para ti, todo basado en su experiencia.

Autora del libro “Poder de Mujer”

Extraido de http://redshoemovement.es/madres-que-trabajan-estrategias/

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Porque no todos somos jefes: 6 claves para no ser un empleado pastel

Suelen destacarse las actitudes de un buen jefe, que lo hacen eficiente y amable a la vez. ¿Pero qué hay de los empleados? Mane Cárcamo hace un perfil con las características ideales para ser un buen trabajador, que todos debiésemos considerar.

Siempre hablamos acerca de las cualidades y virtudes que deben tener los buenos jefes. Les pedimos empatía, conocimiento de su equipo, talento, manejo de crisis y mil competencias más que hemos comentado en muchas ocasiones. Sin embargo hoy, yo que en los últimos 16 años he sido mayoría del tiempo una feliz y agradecida empleada, quiero poner en la discusión las características que tiene que tener un buen empleado y compañero de trabajo.

Porque aunque todos quieran emprender y ser independientes o ser jefes, hay que asumir que no todos tienen (o tenemos) las ganas o los talentos para hacerlo. Y también reconocer, que un empleado que trabaja con excelencia muchas veces es más productivo y necesario que un gerente con más cartones que kiosco de la lotería.

El buen empleado es proactivo

Pregunté a muchas personas sobre este tema y esta fue una de las características más nombradas. No es incompatible estar en la segunda línea y querer hacer cosas nuevas, proponer desafíos estimulantes y además resolver los problemas de manera autónoma. Es más, creo que esa actitud es la que permite que se pueda crecer al interior de un trabajo y asumir nuevas responsabilidades. El conformismo y la pasividad producen irritación. Y por favor amigo… no pregunte si es mejor llamar o mandarle un mail al cliente para confirmar la asistencia a la reunión. TOME DECISIONES Y EJECUTELAS SIN MIEDO.

El buen empleado es crítico con respeto y sabe administrar la queja

Tal vez una de las cosas más propias de nuestra cultura es ser adictos a la queja en grupo. Frases del tipo: “Acá el sueldo lo pagan con billetes del metrópoli”, “El almuerzo lo hizo el chef de Colina I”, “Es imposible trabajar con este calor”, “No sé cómo quieren que nos vaya bien si la gerencia comercial es más fome que acuario de almejas” y una larga lista de etcéteras que más que ayudar, solo contaminan el ambiente y al final no solucionan nada. El buen empleado es lo suficientemente correcto y choro como para ir directamente donde el jefe y plantear aquellas cosas que considera que se podrían hacer mejor. Y lo más importante, terminada esa conversa, el buen empleado no la anda publicando y comentando por cuanto pasillo hay en la oficina. Los códigos de privacidad y respeto son un dogma de fe para el buen empleado.

La palabra del buen empleado vale

Cuando dice que va a llegar a una hora lo hace, cuando se compromete a entregar un informe aunque haya un terremoto lo manda, cuando asume una responsabilidad lo hace con todo lo que aquello implica y no busca culpables para excusar sus faltas. Uno sabe que cuando esa persona dice algo se puede confiar a ojos cerrados. No se necesitan notarios como ministros de fe, ni mail con copias a toda la empresa, ni timbres de recepción, porque el buen empleado tiene grabado a fuego que la palabra compromiso se cumple pase lo que pase. Una cualidad en franca vía de extinción.

El buen empleado asume sus pastelazos sin rodeos y sabe pedir perdón

Que todos nos equivocamos y que lo seguiremos haciendo en una realidad indiscutible. ¿Habrá algo más enervante que esa persona que no asume, entrega respuestas más enredadas que cachipún de pulpo y siempre elude SU responsabilidad? Soy una convencida que el camino más corto para solucionar un condoro es: “Si, yo fui, mil perdones. Veré como solucionarlo”. Ese gesto se valora y además el buen empleado duerme tranquilo porque sabe que aunque se equivocó hizo lo correcto. Y la conciencia tranquila vale más que cualquier bono o premio. Bueno… no sé si tanto, pero en verdad vale mucho.

El buen empleado respeta el aire común

Me reí mucho cuando me comentaron este punto, pero más allá de bromas, la convivencia también afecta cuando se vulnera ciertos códigos de armonía. Si vas a llevar almuerzo, evita el jurel, la coliflor o el pescado frito. Te juro que esos menús NO hacen del mundo un lugar mejor. Y si fumas, ten misericordia con el que se sube a las 8 de la mañana al ascensor y se siente tirándose un piquero a un cenicero. Una buena pastilla de menta y una colonia portátil pueden ayudar a que te odien menos.

El buen empleado resguarda su privacidad

Cuando se trabaja en cubículos abiertos, la intimidad es un bien preciado y hay muchos que se echaron ese ramo en la Universidad. Pelear a todo volumen con el pololo con frases del tipo: “Eres un desgraciado, jamás les conté a tus amigos que te teñías las canas y tú a la primera publicas en tu Facebook que me voy a hacer una lipo” o poner en altavoz a la guagua y emitir todo tipo de ruidos mamones y preguntas como “¿hizo caquita? ¿Cómo está mi chanchito primoroso de mamá?”, son genuinas manifestaciones de amor, pero que pueden terminar con toda la planta peinando la muñeca y con severos deseos de homicidio. Trabajemos por un mundo en donde la privacidad se siga cuidando. POR FAVOR.

Ser un buen trabajador tiene un valor que muchas veces no consideramos. Esa persona que se preocupa de trabajar con excelencia, que le pone amor hasta al más mínimo detalle , que contagia buena onda, que es capaz de solucionar los conflictos con honestidad y respeto, que sabe poner los límites entre sus obligaciones laborales y su vida familiar es un talento que se debe cuidar y potenciar. Bacán el espíritu independentista y emprendedor, pero aplaudamos también a los que de manera magistral son felices trabajando para otros y haciendo de este mundo – aunque suene ultra cliché- un lugar mejor.

¿Qué otras características crees que debe tener un buen empleado?

Magdalena Cárcamo – Periodista

Fuente: www.eldefinido.cl

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Por qué tu trabajo no te está haciendo feliz (y qué hacer al respecto)

Los domingos es habitual que en las distintas plataformas, reuniones sociales y en el fuero íntimo familiar se escuche un gran concierto de lamentos porque se aproxima el lunes y eso es sinónimo de trabajo.

Según un estudio hecho en octubre de este año entre la Escuela de Sicología de la UAI y la Consultora Visión Humana, 1 de cada 2 chilenos está satisfecho con su trabajo y solo el 51% de los encuestados considera que en cinco años más su economía personal mejorará. Claramente el premio al optimismo no es nuestro galardón.

“Mi jefe es un chanta”, “Me explotan”, “Nunca me va a subir el sueldo”, “Toqué el techo en mi pega, no tengo para dónde crecer”, “Hay que matar a alguien en mi trabajo para que te asciendan”, “Son puros apitutados”, “En mi oficina hay menos onda que entre el PC y los demócratas cristianos”, son solo algunos de los comentarios que ya se ha transformado en frases típicas de los chilenos.

Basta con mirar las caras en el transporte público (que según el mismo estudio para un 47% representa la mayor causa de stress cuando hablamos de desplazarnos a nuestro trabajo) o el semblante de los trabajadores cuando llegan a su casa arrastrando los pies, ávidos de plantarse frente a una pantalla y no pensar más.

El desánimo, la falta de motivación y el paso de los días sin mucho sentido se han apoderado de muchos. Más de lo que quisiéramos. Es cierto que hoy, una importante cantidad de chilenos tienen trabajos agotadores, poco reconocidos, mal remunerados y sin un horizonte muy atractivo. Pero me niego a pensar que el 50% de los chilenos que trabajan lo hacen en pésimas condiciones.

Y aquí es donde postulo que la visión de trabajo se parece mucho a la del amor. Con eso me refiero a que hemos construido una idealización de la pega perfecta y cuando entramos al mundo laboral la frustración es potente y el pasto de al lado siempre es más verde. Porque cuando trabajamos en una empresa chica, queremos una grande. Cuando es una demasiado ordenada, queremos algo más hippie. Cuando nos desempeñamos en una organización tradicional, buscamos algo más cool o cuando ya nos sacamos el gusto de lo público, queremos escapar a lo privado. Nunca estamos satisfechos y si no cambiamos el switch les aseguro que realmente nunca lo estaremos.

Porque aunque te contraten en Disney, ahí también habrá un compañero de pega amargado; aunque te recluten en Apple, te toparás con gente estructurada y con resistencia al cambio; aunque hayas firmado con Redbull existirá un jefe poco motivado o seas la nueva en el staff de Adidas, incluso ahí, habrá gente floja. En conclusión… no existe ni existirá la pega perfecta. Obviamente que hay empresas mejores que otras, con visión de equipo, con cuidado del clima laboral, que intentan conciliar el trabajo, la familia y el tiempo libre, pero también soy una convencida que el sentido y la satisfacción en el trabajo depende mucho de cada uno.

Esperar siempre que los demás nos resuelvan nuestras dificultades, que otros generen los cambios, que el ambiente sea buena onda sin poner de nuestra parte y que el jefe adivine que necesitamos más y nuevos desafíos, es tan iluso como pretender ganarnos el kino sin al menos haber comprado el cartón.

Hay un proverbio chino que explica con maestría lo anteriormente dicho. “Si piensas que eres demasiado pequeño como para hacer una diferencia, es que no has dormido nunca con un mosquito en la habitación”. ¡Cuanta verdad!

Todos podemos ser ese mosquito y solo basta decidirse a serlo. Con esto no quiero animar a que nos transformemos en el personaje agotador o ruidoso de nuestros ambientes laborales, solo a que nuestra realidad, sí la podemos cambiar con pequeños gestos y actitudes.

Decir lo que pensamos con respeto y cariño en los momentos adecuados, estar dispuestos a perder algunas batallas y no empecinarse o frustrarse cuando eso sucede, esforzarse por ponerle onda y humor a las relaciones que construimos en la pega, tener un espíritu colaborativo real con nuestros compañeros, decir la verdad siempre y asumir con hidalguía los condoros, no perseguirnos y ser autocríticos con honestidad brutal, asumiendo que no toda la culpa es del “otro”; pueden ser pequeñas grandes cosas que nos hagan darle sentido a nuestro trabajo y manejar con fortaleza los tiempos difíciles.

Según una definición de los Chief Emotions Officers (o directores generales de emociones) para lograr una cultura positiva, de compromiso y que logre que los equipos trabajen mejor, hay tareas que un líder debe realizar si quiere despertar emociones positivas en su equipo. Una de ellas es: “establecer una visión: darle sentido al trabajo. ¿Cuál es el sueño? Debe ser algo que despierte emociones, que dé ganas de saltar de la cama todas las mañanas para trabajar”.

Aquí difiero tanto de estos señores. Porque las emociones son muy importantes en nuestra vida, pero no pueden ser el único motorLa frase anterior es justamente la que crea un mundo de fantasías en quienes están desmotivados y que tienen la expectativa de que algo tan improbable les pase. ¿Quién salta los 365 días del año motivado por esas emociones y ese sueño? NADIE. Hay que buscar un trabajo que obviamente nos guste, nos haga ser mejores personas, aporte a la sociedad y nos permita vivir con tranquilidad y dignidad. Pero nuestra relación con el trabajo, así como con el amor, tienen mucho de voluntad, cabeza y decisión. Y cuando comenzamos genuinamente a ver lo positivo y sacamos el foco en lo que nos falta, la pega adquiere otro rumbo y no solo nuestro desempeño será mucho mejor, comenzaremos también a disfrutar la vida… aunque eso hoy nos parezca imposible.

Fuente: www.eldefinido.cl

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