Talento sin fronteras

En una época en la que priman la globalización, el compartir conocimiento y el trabajo en equipo, del de verdad, los equipos multiculturales (y multidisciplinares) son un claro valor añadido.

La incorporación en las compañías de profesionales de otros países y culturas enriquece al equipo con otros modos de gestión, estilos de liderazgo, redes profesionales y conocimientos. El sumar visiones diferentes y distintos modos de entender la vida, sumando perspectivas, aseguran, con la fórmula correcta, el éxito y el alcance global de los proyectos de cualquier organización.

Fórmula para el éxito del talento sin fronteras

1. Comunicación al cuadrado

La mayor preocupación del profesional extranjero los primeros meses será la adaptación de su familia, en caso de tenerla, y la suya propia. La familia juega un papel fundamental a la hora de adaptarse a un país e incide directamente en el éxito o fracaso del proceso de movilidad internacional.

Es fundamental por parte de la empresa una buena política de acogida que incluya información y asesoramiento sobre entorno, colegios, zonas para vivir, aspectos culturales, networking, apoyo en la mudanza o alquiler de casas para facilitar el aterrizaje en un entorno desconocido. Es importante la comunicación fluida, para que el profesional perciba que la compañía se preocupa por él y evitar la sensación de desarraigo.

2. Empatía

El profesional extranjero que se incorpora a trabajar con un equipo local, con una cultura y unas dinámicas de trabajo distintas, necesita un periodo de adaptación en el que se suele generar cierta frustración y la sensación de “hablar en otro idioma”. Por ello es fundamental primero entender, para luego ser entendido.

Tanto la empresa como los miembros del equipo y el profesional extranjero deben ser capaces de comprender y ceder en busca de la sinergia del conjunto del equipo, y terminar encontrando soluciones diferentes y disruptivas gracias a esa visión multicultural.

La empatía será clave para aportar valor como conjunto. Este video refleja a la perfección los problemas de comunicación en las organizaciones y en la vida misma:

3. Suma de talento

El mejor equipo es aquel que, una vez “engranado” tiene habilidades complementarias, si a eso le sumamos, diversidad de género, de edad, de raza y de credo, aunque debamos tener paciencia en la fase de arranque, porque será más lenta, una vez que hayamos encajado las piezas el resultado será exponencial.

Un equipo formado por personas con visiones y formas de hacer las cosas parecidas desarrollará proyectos que tendrán buena acogida por otras personas que sean como ellos. Sin embargo, un proyecto desarrollado con personas diferentes tendrá un alcance mucho mayor llegando a personas con visiones diversas. SI, da más pereza trabajar con personas distintas a ti, pero SI te aportará mucho más.

4. Planificación

En el caso de proyectos puntuales o expatriaciones un factor importante y muy complejo es la gestión transparente y responsable de plazos y condiciones de cara a la repatriación (un aspecto especialmente sensible y, normalmente, poco claro).

Según el análisis de E&Y e IESE en torno a un 20% de los profesionales expatriados cambian de empresa tras la repatriación al no cumplirse sus expectativas. Por ello, aunque es muy complicado para la empresa predecir el futuro, es importante la transparencia y el ser claros con los pros y los contras de la movilidad internacional trasladando los posibles escenarios de cara al futuro.

El profesional internacional

Las personas que han vivido una experiencia profesional internacional desarrollan múltiples habilidades y capacidades. Son profesionales:

  • PROACTIVOS Y VALIENTES: porque han dejado atrás la comodidad de su vida en su país de origen para lanzarse a una oportunidad en otro país y asumir retos, saltando muy lejos de su zona de confort.
  • EXPLORADORES DE VISIÓN ESTRATÉGICA, porque se aventuran en lo desconocido con la brújula siempre a punto para encontrar el norte con una mochila llena de nuevos amigos, rincones, aprendizajes, historias y experiencias.
  • ADAPTABLES porque han aprendido a vivir a caballo entre dos realidades distintas, entre dos países, dos culturas, dos idiomas y dos vidas y les resultará más sencillo adelantarse y adaptarse a los cambios en la organización.
  • HABILIDADES SOCIALES, porque han tenido que abrirse a buscar nuevos amigos y reinventarse en ese país, antes desconocido, que se ha convertido en su hogar.

Estos profesionales aportan un claro valor añadido en cualquier organización, no sólo por el conocimiento de diferentes entornos, culturas, prácticas y formación adquiridos en ese período, sino también gracias a una experiencia vital que les habrá hecho ganar en capacidad de adaptación, visión global y proactividad además de crecer como personas ya que habrá tenido que construirse no solo una trayectoria en la organización, sino también, una vida entera…

Takeaways: Buenas prácticas para la movilidad internacional:

  • INICIO: La fijación de expectativas claras y realistas con respecto tanto al proyecto como al entorno (para él y para la adaptación de su familia) como de cara al desarrollo posterior.
  • DESARROLLO: Mantener una comunicación fluida, y empática, con la matriz y con RRHH.
  • CIERRE: La gestión transparente y responsable de plazos y condiciones de cara a la repatriación (un aspecto especialmente sensible y, normalmente, poco claro). Según un estudio de EY e IESE en torno a un 20 % de los profesionales cambian de empresa tras la repatriación al no cumplirse sus expectativas.

    blanca_rodriguez_ackermannBlanca Rodriguez Senior

    Manager Ackermann

    International Chile

    Conoce a Blanca aqui

    Articulo extraido de www.hrconnect.cl

 

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