Vacaciones 2017

La salud de toda persona depende de tantas cosas que es difícil sólo pensar en ennumerarlas. Pero hay algunas que sobresalen, como el que no es bueno vivir en un lugar en que sientes que no te quieren ni tampoco es bueno el descuidar las necesidades biológicas consideradas en amplitud y profundidad, y sí es bueno el dejar de hacer cosas que no tienen sentido para uno, el vivir lo más cerca posible de la naturaleza, el buscar ser más generoso día a día, el ser reverente y agradecido.

Pronto me voy de vacaciones, me desconecto de lo habitual, abrazo la irresponsabilidad económica con ardor y convicción, cuido esto que soy con más tiempo y dedicación, suelto internamente lo que todavía no está del todo suelto, busco ampliar las instancias incuestionables de mejor salud.

Pero antes de irme se me vino en mente inventar una oración. Una serie suelta de anhelos que me gustaría que el destino nos regale en el futuro próximo, por ejemplo, que

– la gente deje de buscar criterios para dividirse entre buenos y malos, ricos y pobres, dotados y desprovistos, capaces e incapaces, norteños y sureños – y por el contrario celebre la diversidad, la unidad y la dependencia subyacente

– emerja un gran movimiento a nivel mundial abocado al cuidado y a la preservación de la naturaleza

– se invente un sistema de justicia que le ayude al descarriado el reencontrar el camino

– se desarrolle una educación que esté al servicio del educando, una educación que incluya el auto-cuidado, la salud y la auto-realización

– se termine ¡por fin! con el trato discriminatorio de la mujer, y por el contrario se avance en el sentido de respetarla y de privilegiarla atendiendo a su naturaleza y al rol que cumple respecto a nuestra descendencia (¿nos comprometeremos los hombres a ceder entusiasmadamente el equivalente económico de 1 o más días cada mes de las entradas totales de cada uno para crear un fondo a beneficio de las mujeres que están en sus días, de modo que tengan oportunidad de cuidarse mejor, y otros días más para el período en que dan a luz, todo sin menoscabo a las entradas económicas de ellas?)

– los hombres apreciemos la existencia de la mujer – de nuestras compañeras, hermanas, hijas, madres, amigas, desconocidas – como un honor y un privilegio atendiendo a su modo distinto de hacer, pensar y sentir, de ser creativas y fructíferas, de relacionarse y de ser, y junto a esta apreciación desarrollemos horizontes culturales y sociales que den cuenta de ello

– la confianza y la buena disposición valgan más que la tenencia de riqueza económica, que el prestigio basado en ella y que la diferenciación social arraigada en prejuicios

– el poderoso ponga sus habilidades y condiciones al servicio del más débil y no de sí mismo

– veamos en las personas, en los animales, en la naturaleza, aliados de quienes podemos aprender

– el mundo esté entero a la vuelta de vacaciones

 

Jens Bücher – Ingeniero Comercial, Fellow, American Institute of Stress y miembro del Colegio de Ingenieros – Chile, dirige el Centro de Desarrollo de la Persona Bücher y Middleton Ltda.

www.persona.cl

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