Violencia contra las mujeres

A propósito de los últimos acontecimientos de femicidio ocurridos en Chile y en Argentina surgió a través de las redes sociales,  los medios de comunicación tradicionales y en la calle, un movimiento llamado #ni una más  que movilizó a miles de mujeres en Chile las que salieron a protestar, vistieron de negro y reclamaron airadamente usando distintas plataformas por una causa que es justa: La defensa de  las mujeres víctimas de la violencia.

Demás está decir que yo estoy absolutamente de acuerdo con esta causa que lo que pretende es   visibilizar un fenómeno brutal como es el abuso  por parte de los hombres hacia las mujeres de cualquier edad o condición. Ese abuso se expresa de diversas formas:   sicológica,  física,  económica  e incluso social y cultural.

Pero en mi opinión ésta es sólo parte del problema; apenas la punta del iceberg. Estamos frente a una sociedad herida,  insegurizada, y estresada en que los ciudadanos confundidos y temerosos y enfrentados ellos mismos  en el día a día,  a múltiples agresiones, se descargan contra quienes perciben como más débiles.

Con este comentario no pretendo por supuesto,  justificar la violencia ni el abuso de poder en ninguna de sus  formas. Lo que trato de decir es que el abuso no es sólo contra las mujeres. Están los niños, los ancianos y  los de distinta condición social, económica, física  o sexual.   El fenómeno es entonces mucho más amplio, complejo y profundo de lo que hoy estamos denunciando. Por ello,  hay que observarlo,  más allá de los dolorosos  “caso a caso”, desde una perspectiva sicosocial y cultural. Analicemos qué tipo de sociedad hemos construido,  por qué no somos felices en ella y lo que es peor,  que hace que queramos descargar nuestras propias frustraciones en otros.

 

Por tanto ésta no debiera ser una pelea entre hombres y mujeres. Y lo digo derechamente porque si uno navega por internet en estos días, ve mucha conversación que desemboca en discusión,   y hasta en agresividad verbal entre personas de distinto sexo . El  “no soporto tanto machismo”, o “qué le pasa a las minas” son  las afirmaciones más suaves que surgen en estos debates mediáticos. Métanse ustedes y verán que tengo razón.

La defensa de las mujeres es una gran y necesaria causa,  pero no perdamos la perspectiva porque eso nos puede limitar el diagnóstico y por lo tanto los caminos de solución y lo más grave:  nos puede hacer cometer errores similares a los que estamos tratando de subsanar.

 

Macarena Urenda Salamanca

 

One Comment

  1. Webstrategy abril 26, 2019 1:56 pm

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