Después de muchos años leyendo desarrollo personal en distintos formatos, trabajando como coach y arriesgándome a hacer muchas cosas, tengo que decir que sí, que hay un cambio, que lo que lees y relees va haciendo mella y un día te das cuenta de que te atreves a algo, y otro de que ya no te da miedo el miedo…
Yo leo desarrollo personal desde hace muchos años, mucho antes de formarme como coach y darle el cambio radical a mi vida (con todo el aprendizaje que eso ha conllevado).
Como decía, mucha gente se burla de este tipo de libros, los considera facilones, ñoños, monótonos o superficiales. Hay de todo, desde luego, pero te puedo decir que de todo se puede aprender y sacar provecho y que la continuidad, el haber leído y escuchado tanto, ha hecho que crea más en mi misma y que acepte con naturalidad imprevistos, obstáculos y miedos.
Al principio lees cosas y no te las crees o piensas que eso será para otros, que tú no puedes o no vales…
Y al final te das cuenta de que de tanto empaparte, te lo has creído. Y no hablo de creer cualquier teoría pseudo-científica, hablo de creer en ti y arriesgarte a hacer cosas, de negarte a escuchar a los demás si no es lo que tú quieres.
Siempre hay alguna cita, ejercicio, pregunta o experiencia personal que se te queda grabada y cambia tu forma de ver las cosas.
Yo recuerdo leer la historia de las ranas y prometerme a mi misma que sería la rana sorda. Recuerdo leer la pregunta “¿y por qué no?” Y desde ese momento aplicármela.
Y por supuesto eso pasa también con otro tipo de libros. Hay personas que opinan que leer novela s es una pérdida de tiempo y que mejor leer solo libros de desarrollo empresarial o personal. NO ESTOY NADA DE ACUERDO.
Una novela te puede ayudar y cambiar tanto o más que un buen libro de desarrollo personal/negocios.
Decía Zig Ziglar que la motivación es como el baño, hay que hacerlo todos los días.
Pues así es como lo logro yo, rodeándome de mensajes interesantes. Unos me llegan más que otros pero todos me aportan algo y si no lo hacen dejo de leerlos y punto (otro logro, terminar con esa especie de regla absurda que dice que tenemos que acabar lo que empezamos aunque no te guste nada y en realidad sea una pérdida de tiempo…).
Es importante rodearte de cosas que te hacen sentir bien, que desafían lo que crees, que te hacen ver las cosas de otro modo. Pueden ser biografías, blogs, podcasts, libros, citas. Siempre hay algo que te ayuda, que te da el empujoncito que necesitas, que te impulsa a seguir adelante.
Así que en todos estos años estas son las seis reflexiones o lecciones que he aprendido y que son importantísimas en mi vida.
1. A veces tienes que hacer las cosas a tu manera…
Algunas personas somos cabezotas y necesitamos probar las cosas a nuestra manera, en cierto modo desafiarnos a nosotras mismas, para sentirnos realizadas.
Y sí, eso hace que a veces pierdas tiempo, des rodeos, te des de bruces… Desde luego podrías haber terminado antes si hubieras hecho caso a la primera (a mi me paso al inicio de mi negocio). Pero es lo que necesitamos para aprender y ademas, también hay muchas veces en las que descubres nuevas formas de hacer las cosas.
Porque hay muchas maneras de hacer las cosas.
Y porque probar lo que de verdad quieres nunca es un error aunque otros tengan razón y no funcione bien o salga mejor de otra manera.
Esto lo he aprendido después de escuchar muchas veces esto hay que hacerlo así, tienes que hacer esto, tú hazlo así que sé de que hablo, hazlo así que funciona. Y sí, claro que tenían razón y funcionaba pero yo sentía por dentro que quería probar otras cosas, lo necesitaba, por mi.
Y las probaba y cuando ha sido necesario no he tenido ningún problema en admitir que “sí, tenías razón”, pero tenía que verlo por mi misma y me he quedado a gusto y no me arrepiento.
[Por supuesto a mis mentoras las he vuelto locas, jaja, igual que algunos de mis clientes a mi : ))]
2. Siempre va a haber obstáculos e imprevistos y siempre se nos olvida.
Y cuando llega uno te hace dudar y replantearte todo y hasta abandonar. Pero entonces te acuerdas de que es un simple obstáculo, replanificas y sigues adelante.
Es especialmente difícil cuando, justo cuando has tomado una decisión, te parece una oportunidad para que te quedes como estás. De repente te ofrecen un ascenso, o algo que te pone la miel en los labios y entonces te planteas si de verdad vas a dejar escapar esa oportunidad…
Es un obstáculo más disfrazado de oportunidad o… una oportunidad que llega en el momento adecuado y te hace darte cuenta de que en realidad sí quieres lo que tienes. Lo sabrás cuando te pase.
Y la manera de saberlo es seguir ese revoloteo en el estómago que aparece cuando algo de verdad te emociona.
3. Nunca dejas de tener miedo.
Pero te lo tomas de otra manera. Lo aceptas y aprendes a gestionarlo. Ya no te sientes culpable o como una fracasada porque se supone que no tendrías que tener miedo. Sabes que es normal, que viene disfrazado de mil maneras distintas, que cuando superas uno aparece otro.
Es la vida y significa que te estás moviendo porque ante nuevos desafíos y nuevos logros aparecen nuevas inseguridades y miedos.
Es normal y es liberador aceptarlo.
4. Sigues poniéndote excusas pero sabes que son excusas y haces algo para que no te paren.
O te las quitas de encima y lo haces igual aunque te de miedo (que es lo que se esconde detrás de cada excusa) o aceptas que no es el momento para ti y conscientemente lo postergas o te olvidas de ellos.
Supone una gran diferencia en tu vida y en cómo te tomas las cosas cuando tú tienes el control, cuando reconoces los miedos y las excusas y decides tú, no ellas.
Estar siempre estarán, pero ya no te dominan y si lo hacen sabes qué hacer al respecto. Otra cosa es que quieras hacerlo…
5. A veces te ves igual que antes pero ya eres otra persona.
Y cuando eres otra persona, haces las cosas de otra manera y tienes otros resultados. Por fin entiendes, porque lo vives, el trinomio ser-hacer-tener. Totalmente contrapuesto al que sigue la mayoría de personas: tener, hacer, ser.
Como bien lo explica Raimon Samso, “cuando sea, sabré qué hacer para tenerlo“; en lugar de “cuando lo tenga, ya haré lo que sea necesario”.
Léelo otra vez.
Esto es difícil de seguir pero llega un día en el que te das cuenta de que es verdad y de que lo estas haciendo. Es la persona en la que te conviertes después de todo, la que sabe qué hacer para tenerlo.
6. A veces una sola frase puede darle un vuelco a como ves las cosas y sacarte del atolladero.
A veces inviertes en programas que no te dan lo que querías pero que te hacen ver las cosas de tal manera que solo por eso ya ha merecido la pena.
Trabajar con alguien con una mentalidad de perseverancia, abundancia y convicción en sí misma y en lo que hace vale más la pena que todas las estrategias puntuales que puedas aprender. Porque solo al oírla hablar te transmitirá mucha de esa convicción y fuerza que posee.
Porque te hace ver posible lo que antes te parecía imposible para ti. Y entender y aceptar y creer que tú también puedes es lo más valioso que puedes conseguir.
Si te das cuenta casi todo se resume en ACEPTAR, aceptar como eres, aceptar tus miedos, etc.
Así que sí, reiterándome en lo que he dicho al principio…
Después de muchos años leyendo desarrollo personal en distintas formas, trabajando como coach y arriesgándome a hacer muchas cosas, hay que decir que sí, que hay un cambio, que lo que lees y relees va haciendo mella y un día te das cuenta de que te atreves a algo, y otro de que te crees lo que antes no, y otro de que ya no te da miedo el miedo…
Y sé que es así no solo por mi propia experiencia sino por lo que me mandan mis lectores:
«Con tus lindas palabras veo en este momento más claro mi panorama, y que lo mejor será que pueda tomar otra actitud el día de hoy !”
“Me encanto tu reflexión muchas gracias!!!!!!! Me ayudara mucho este punto de vista para recorrer este nuevo camino”.
“Gracias a tus consejos tengo la fuerza para atreverme, veo cada día más clara mi misión y visión, y voy como un cohete!!!!”
“Ya son varias las ocasiones en las que he encontrado respuestas, una voz de aliento y paz en tus artículos!”
“Lo que leí de tu blog me ayudó a comprender mi problema.”
“Quería aprovechar para darte las gracias por abrirme los ojos e inspirarme“.
Son mensajes de personas que escribieron para agradecerme que mis artículos han cambiado su forma de ver las cosas e incluso de hacerlas y cambiar sus vidas. Solo con mis artículos.
Es muy emocionante para mi, por supuesto, y demuestra que sí, que leer también ayuda. Aunque a veces no sea suficiente, muchas veces sí lo es.
¿Qué me dices? ¿Compartes mi opinión? ¿Qué te ha ayudado mas de lo que has leído?