Ser Supermamá apesta

Cuando fuí mamá me proyectaba como una “todo terreno”. Me puse la capa de “superwoman” a los días de nacido mi hijo: empecé a entrenar muy rápido para recuperar la figura, cuando mi bebé dormía aprovechaba y trabajaba en diseño gráfico, me quedaba levantada hasta tarde limpiando, daba la teta todo el día y toda la noche, participaba de mercados locales, me inscribí en un par de posgrados y era una mamá de tiempo completo. Quería ser como esas madres pulpo que veía en instagram que tienen un cuerpazo, comen saludable, van al gimnasio todos los días, son las mejores esposas, empresarias exitosas, sus hijos y sus casas están siempre impecables. Si ellas podían hacerlo, yo también. Mi slogan era el de siempre “yo puedo sola”, ¡y si que podía!. Pero, ¿realmente quería todo eso?, ¿a quien estaba tratando de impresionar o con quien estaba tratando de competir?, ¿llenarme de cosas me hacían una mejor mamá?, ¡NO!.Sad-impersonators-02

¿En qué momento las mamás nos exigimos y engañamos tanto como para creer que somos las únicas personas de la tierra que debemos hacer mil cosas para ganarnos la admiración y el respeto de los demás?, ¿En qué momento aceptamos el desafío de hacer todo lo posible para aparentar que la maternidad no nos cambió en nada, qué podemos hacer lo mismo o más que una soltera sin hijos 15 años más joven, que los cambios hormonales y anatómicos del embarazo no nos cambiaron ni un poco, que nuestra piel no resiente la falta de sueño? Esta continua negación de una maternidad normal es el camino a la depresión.

Con el correr del tiempo me di cuenta que los sentimientos que más afloraron cuando me imponía ser una supermamá era más de angustia y de decepción que de alegría  y plenitud. Y es que pretender ser la mejor en todo o hacer mil cosas de manera perfecta con tiempo limitado es imposible. Como decía mi abuelo, “el que mucho abarca poco aprieta”. Tantas actividades y tantas presiones autoimpuestas me agotaban, limitaban mi paciencia y descargaba mi frustración,  muchas veces,  con mi esposo y con mi hijo.

Era una “supermamá” de Instagram, pero una madre enojona y gritona puertas adentro, una mujer agotada y exigente consigo misma y con el mundo, una persona incapaz de aceptar la mediocridad en algunas actividades en esta búsqueda ilusa de la perfección. Ser mediocres en algunos ámbitos de la vida no es el fin del universo o algo de lo cual avergonzarnos, el problema es que distorsionamos el concepto de felicidad = éxito absoluto. Mi Instagram está bonito, si,  pero solo muestra el 10% de nuestra vida como familia. El otro 90% es en parte caótico, no es tan atractivo, ni tan perfecto: limpiar, cambiar pañales, limpiar de nuevo,  juntar juguetes,  intervenir en disputa de hermanos, hacer de comer,  salir a dar una vuelta,  etc. y ninguna mamá que conozco es perfecta en todo o tiene una vida libre de problemas.

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La gran epifanía de mi rol de madre fue asumir que la maternidad del día a día es una sumatoria de momentos comunes con algunos chispazos eclípticos y muy fugaces de momentos únicos, increíbles, fuera de este mundo, maravillosos e irrepetibles como son los primeros pasos, las primeras palabras, un beso espontáneo de tu hijo, un abrazo de hermanos y que lo importante radica en estar plenamente presente en esos pocos momentos en lugar de forzar perfecciones absurdas que solo los opacan.

Tratar de que el día sea perfecto o de ser perfectas en todo es irreal e ilusorio, además implica una presión y una ansiedad constante que nos impide disfrutar de esos pequeños y fugaces momentos de felicidad absoluta. Necesitamos imperiosamente trabajar en la conciencia plena, en vivir el momento y darnos espacios de ocio. Necesitamos dejar de compararnos, necesitamos enfocarnos en la carrera o en  los hijos o en lo que nos traiga felicidad pero enfocarnos al fin y al cabo. Necesitamos admitir que los momentos comunes no son malos ni son algo para sentirse avergonzada sino que son parte de la vida y lo fueron antes de ser mamás también.

Creo que muchas nos hemos auto etiquetado “supermamás” quizás por ese deseo interno de no perder a la mujer que fuimos antes de ser madre, pero esa mujer se merece un par de años sin presiones porque a fin de cuentas, la niñez es tan corta, pasa tan rápido que estar plenamente acompañando a los hijos en este camino y quizás postergar algunas cosas vale la pena.

Ayer fue una tarde común y silvestre en mi casa, estábamos sentados escuchando música antes de comer algo y mi beba se puso a bailar y a reír. En ese momento y al mirarla caí en la cuenta de que ya le queda poquito tiempo de bebé, que esa etapa se estaba acabando y en ese instante no pude contener las lágrimas de alegría porque me di cuenta que estuvimos juntas todos los días desde que ella nació, no me perdí de nada, lo vivimos todo a la par. En ese instante fui plenamente feliz y dejaron de importarme tanto o de ocupar espacio en mi mente los kilos extra que me dejó este segundo embarazo o la carrera que estoy postergando. Gracias por leerme.

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Ana_AcostaAna Acosta Rodriguez

Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness,  Inteligencia Emocional y Crianza con apego.

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http://www.kiana.com/fit-mom/fit-mom-tv-bloggers/

http://www.bravotv.com/odd-mom-out/videos/how-to-be-the-perfect-mom

http://mommyguilt.me/2014/02/not-perfect-mom/

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Niños malcriados, adultos infelices: 3 claves para evitarlo

Aquel que tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo. -Friedrich Nietzsche.

Una de las características de la posmodernidad de la cual son víctimas los “millennials”, es la pérdida del sentido de la vida, como producto del vacío Existencial, el cual comienza a desarrollarse desde la niñez. Y son nuestros niños sobreestimulados, llenos de juguetes, que no se conforman con nada, que no se divierten con nada y a los que no les damos la oportunidad de aburrirse, quienes muchas veces no desarrollarán esta resiliencia qué vemos en el niño de la foto y con el correr de los años comenzarán a experimentar un sinsentido de la vida. Los estamos condenando, aunque sea de manera inconsciente, a la desesperanza de los millennials.

RonaldoPareciera que a los padres actuales nos da pánico que nuestros hijos se aburran, es como si los quisiéramos dopar, porque si se aburre se quejan, si se quejan probablemente lloren, griten o demanden atención y estamos tan ocupados que mejor tratamos de apaciguar su ímpetu con estímulos que los entretengan (juguetes, Ipod) y de paso los vecinos no creerán que somos malos padres. Lo que no tenemos en cuenta es que frente a estas actitudes los niños podrían sentirse ignorados, afectando su autoestima y debilitando el vínculo con nosotros,  los padres. Y no solo podrían desarrollar una sensación de vacío, muchas veces experimentarán ira, rabia, bronca. No es de extrañar que el bulling y las matanzas colectivas en las escuelas sean un mal de esta época. Es evidente que estamos fallando no solo en la educación escolarizada sino también en la crianza en el hogar.

Esto no es un juicio de valor, ser padre es difícil y sobre todo en este tiempo de lo instantáneo, en el que hay tanta competencia, tanto ego, tanta despersonalización de las relaciones. Un tiempo en el que el sistema educativo está obsoleto tratando de educar trabajadores de fábricas como en la revolución industrial. Una época en la que los compromisos en las relaciones son muy frágiles, un tiempo en el que la jornada laboral es de hasta 12 horas con un franco semanal. Hay padres que malcrían porque creen que el poseer es sinónimo de felicidad y éxito (porque eso nos vendió la televisión) y otros que malcrían porque simplemente no-crían, porque están ausentes, cegados por su propia vida individualista del placer instantáneo, porque tienen hijos floreros. Hay de todo en la viña del señor.

En este sentido quiero citar a la Profesora e Investigadora de la Facultad de Filosofía de la FUNLAM Paula Grialdo, la cual menciona que para el individuo posmoderno la idea de felicidad y realización personal se traduce en términos del goce y el disfrute del momento presente y en el  anhelo de poseer ayudado aquí por los medios de comunicación. En esta idea de felicidad y al prevalecer los valores individualistas del consumo y del placer se ve muy afectada la dimensión relacional de las personas quedando subordinados los valores de la convivencia, el respeto mutuo y la solidaridad, entre otros. El efecto es el vacío existencial que, según el neurólogo Viktor Frankl, se definiría como “la pérdida del sentimiento de que la vida es significativa”, y ha dejado  e ser significativa al perder todo referente de humanidad, es decir, la relación con los otros y con el otro.

¿Qué podemos hacer los papás para cortar este ciclo? Debemos trabajar en facilitar y fomentar la resiliencia, la empatía, la gratitud y la amabilidad en nuestros hijos para que los niños puedan aprender a ser felices diariamente en las pequeñas cosas y no llenar sus vidas con la pseudo felicidad del poseer. Aqui les dejo 3 claves que pueden ayudarnos a lograrlo:

Practicar la Gratitud y los Actos aleatorios de Bondad diariamente:

Cuando somos agradecidos y practicamos actos aleatorios de bondad obtendremos como resultados una mayor calma interior, claridad de pensamiento, un corazón lleno de amor y felicidad. Les aseguro que si lo practican una semana seguida todos en la familia sentirán más felicidad y plenitud. Pero esto no es locura mía, la ciencia me respalda: Una investigación comprobó que las personas amables experimentan más felicidad y tienen más recuerdos felices. Simplemente al recordar los actos de bondad realizados durante una semana, las personas parecieron volverse más felices, más amables y más agradecidas. En este mismo estudio se citan tres investigaciones (Emmons and Crumpler, 2000; McCullough et al., 2002; Peterson and Seligman, 2004) que han demostrado que la Gratitud es una fortaleza humana muy importante la cual contribuye a la felicidad subjetiva.

En mi artículo 5 SECRETOS PARA CRIAR NIÑOS BUENOS Y FELICES” menciono varios tips para practicar la gratitud. Con respecto a los actos aleatorios de amabilidad (random act of kindness) serían, a grandes rasgos, realizar todos los días algún gesto amable o bondadoso con alguien al azar. Esto no tiene que ser algo excepcional, puede ser  muy simple y se dice que son “aleatorios” porque no los planificamos con anticipación, sino que surgen espontáneamente durante el transcurso del día. Algunos ejemplos: sostenerle las bolsas del super a una persona mientras abre el auto, llevarle comida a alguien en situación de calle, sentarse a hablar con un abuelo en la plaza, ceder el lugar en la fila a una persona que parezca muy apurada. Para facilitar y fomentar la amabilidad en los niños no hay nada mejor ni más efectivo que Predicar con el Ejemplo.

Ser Minimalistas con Nuestro Tiempo:

Y aquí lo que quiero decir es dejar de presionarnos por ser padres “pulpos”, priorizar actividades y dejar de tratar de hacer tantas cosas por día. Es necesario enfocarnos en lo que realmente importa y es crucial: crear y mantener un vínculo con nuestros hijos, sobre todo en la primera infancia y el principio de la adolescencia. Creo que es más importante una hora de juegos en el parque con papá/mamá que una hora en la clase de fútbol mientras papá/mamá hace magia para coordinar, la salida de la oficina, las compras y el tráfico. Y aquí también la ciencia me respalda: Según un estudio publicado por la Academia Americana de Pediatría, el tiempo con los padres es un factor significativo en la salud y el desarrollo de los niños. Las actividades compartidas promueven relaciones estrechas y caritativas que son críticas para el ajuste psicológico y conductual de los jóvenes y su capacidad para desarrollar relaciones. Yo sé que las largas jornadas laborales, las exigencias y el estrés de la vida diaria, sumado a la falta de políticas públicas y laborales que favorezcan el cuidado de las relaciones en el seno de la familia, son factores que limitan el tiempo que uno le dedica a los hijos, pero siempre podemos mejorar un poco, podemos elegir aun entre limitadas opciones. Quizás un par menos de horas extras por semana retrasarán la compra del auto nuevo pero le darán la oportunidad a papá/mamá de salir a andar en bicicleta al parque con los chicos.

Dejar de darles tantos Juguetes (Y menos horas en la pantalla):

Para que nuestros hijos construyan o reconstruyan el significado de felicidad, alejándose de la idea de que “poseer” es “ser feliz”, debemos dejar de echar leña al fuego, es decir, dejar de comprarles tantos juguetes. Aquí no hago referencia a ningún estudio sino mi experiencia propia: ¿No les has pasado de regalarle algo al niño y que a los diez minutos quiera otro juguete nuevo?. Poseer no nos hace felices, nos da placer, y este se evapora muy fácilmente cuando pasa la novedad. Según el exitoso psicólogo y autor Oliver James, los peques no necesitan muchos juguetes ya que “La mayoría de los niños solo necesita un objeto de transición, por ejemplo, su primer oso de peluche que llevan a todas partes, pero todo lo demás es una necesidad socialmente construida”. En general los MASS Media son los generadores de necesidades inventadas por excelencia. Pero no darles demasiados juguetes no significa dejar de jugar, por el contrario, las criaturas deben jugar imaginativamente y para ello basta y sobra con los juguetes que tienen o con objetos, lo importante es dejarlos liberar su imaginación. A nosotros nos ha resultado mucho dejarles a mano o presentarles una caja de cartón, cintas, sogas, ganchos de la ropa, utensilios de la cocina, armar tiendas de campaña con sábanas y almohadas. En este artículo EL PELIGRO DE TENER DEMASIADOS JUGUETES comparto varias recomendaciones.

Todos estos consejos y tips que comparto los implementamos en mi casa y mientras algunos han surgido de mi propia  lectura y análisis muchísimos han sido sugeridos por mi mejor amigo que es a la vez mi marido. Él ha cambiado radicalmente mi idea de crianza y me ha orientado en el Minimalismo. Es una inspiración, lo admiro no solo como padre sino como ser humano y le dedico este artículo.

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Ana_AcostaAna Acosta Rodriguez

Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness,  Inteligencia Emocional y Crianza con apego.

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6 TIPS PARA CRIAR NIÑOS “TESTARUDOS” (PACIFICAMENTE)

¿Eres la afortunada mamá de un preescolar testarudo?, ¡Felicitaciones! En realidad eres la mamá de un niño tenaz y de voluntad firme, lo que es un ENORME desafío en la primera infancia pero si lo crías desde el amor y la empatía se transformará en un joven exitoso y perseverante. La tarea más importante de los papás de niños tenaces es la de no quebrantar su voluntad  (por más canas verdes que nos saquen) y fomentar sus habilidades de liderazgo desde el respeto. ¿Parece imposible?, no es nada fácil pero totalmente posible.

¿Cómo son los niños de voluntad firme?

En general solemos tildarlos de “tercos” o “caprichosos”, pero estas características son negativas y deberíamos evitar usar estos términos. Los niños tenaces, en general y a grandes rasgos, son personitas que no se dejan influenciar fácilmente por otros puntos IMG_20170618_094714de vista, tienen mucha energía y espíritu aventurero. Les gusta sentir en todo momento que ellos están “a cargo” y suelen poner a pruebas los límites. Su estilo de aprendizaje es mediante la experiencia sin que alguien los dirija todo el tiempo, por eso tienen poca tolerancia hacia la educación del tipo conductista y se dispersan muy rápido cuando las actividades no dan espacio a la creatividad. No aceptan un “no” como respuesta fácilmente y buscarán los argumentos más insólitos para fundamentar sus elecciones. Con frecuencia, los niños de voluntad fuerte son propensos a las luchas de poder con sus padres o con sus pares. ¿Estoy describiendo a tu hij@?, ¡Bienvenida al club!.

Obviamente es mucho más fácil y menos desgastante educar un hijo que nos obedezca y haga lo que “nosotros queremos” o decimos todo el tiempo, pero lo que ningún padre debería querer es un hijo que siempre haga lo que alguien mayor le pide solo por “obedecer”. Por el contrario, los padres deberíamos hacer lo posible por criar un hijo que haga lo que le pedimos porque confía en nosotros, porque nos respeta y se siente respetado, porque está aprendiendo que a pesar de que muchas veces decimos que no lo hacemos por su bien (físico, mental, social y psicológico).

Los papás de un niño tenaz o “poderoso” (este es el adjetivo que usa mi hijo para referirse a él mismo) no debemos reprimir o quebrantar su espíritu de liderazgo y su tenacidad, pero debemos ayudarlos a canalizar, propiciando y facilitando el aprendizaje del autocontrol, la autodisciplina, la responsabilidad por las propias acciones, la humildad y el respeto para con los demás. Debemos procurar criar un niño o una niña con las herramientas para averiguar en quién confiar y cuándo dejarse influenciar por alguien más. Si por el contrario lo humillamos, lo tratamos de terco y lo obligamos a ceder siempre rompiendo su voluntad vamos a lograr que nuestro hijo se deje influenciar muy fácilmente por otras personas quienes a menudo pondrán sus propios intereses por sobres los de nuestros hijos.IMG_20170706_151041

Todo suena muy lindo, pero la cruda realidad es que criar a estos niños cuando son preescolares implica mucha paciencia, calma y atención plena porque son muy persistentes, tienen muchísima energía y por momentos son desafiantes de toda autoridad, entonces: ¿Cómo potenciamos y canalizamos esas cualidades fabulosas sin perder la cabeza en el intento? Aquí mis estrategias que, como siempre, son fruto de mucha lectura, discernimiento y empirismo:

 

1- APRENDER SOLITO:

Piaget decía que “Cuando le enseñas a un niño algo, le quitas para siempre su oportunidad de descubrirlo por sí mismo”, esto es aún más significativo en niños de voluntad firme porque a ellos les gusta más aprender experimentando que copiando. Por eso es muy positivo darles libertad de probar a su manera, aunque hagan las cosas de una forma diferente, o al revés, aunque trepen la resbaladilla de abajo para arriba y se resbalen. A no ser que alguna acción implique un daño importante dales libertad, confía  y relájate.

2- SÍ A LA RUTINA:

Con este tipo de pequeños las rutinas funcionan mucho mejor que las reglas estrictas, así IMG_4548el niño está contenido por una estructura sin sentir que lo estamos mandando porque sí. “En esta casa la regla es lavarse los dientes antes de dormir”, probablemente nos cueste media hora lograr atrapar al monito corriendo por la casa y cerrando la boca porque no se quiere lavar los dientes, por el contrario si implementamos una rutina (cena, leche, cepillo de dientes, cuento y a dormir) el niño irá incorporando la cepillada de dientes en calma y, en muchas ocasiones, por su propia voluntad. Mi marido a veces pregunta: “¿Ya elegiste el cuento!?” y Máx solito responde, “pero falta lavarse los dientes primero” Magia Pura…

3- LAS DOS OPCIONES:

A este tipo de niños y niñas no les gusta que les digan lo que tienen que hacer, sienten que no tienen control sobre la situación. Seamos sinceros, ¿Cuántas veces por dia les decimos que no?, por eso, si en lugar de simples negativas damos dos opciones nuestro hijo sentirá que puede elegir y que no estamos imponiéndonos todo el tiempo, sentirá la libertad y potestad de tener voz y voto. Estas dos opciones pueden aplicarse en muchas situaciones como en la elección de la ropa,  de las actividades de la tarde, de los snack, si es posible.

4- EMPATÍA Y RESPETO:

Muchas veces los preescolares de voluntad firme se sienten avasallados y lo que IMG_4345proclaman es respeto. Si se los ofrecemos gratuitamente no tendrán la necesidad de pelear por obtenerlo. Como a cualquier ser humano, a tu hijo le gusta sentirse entendidos en lugar de juzgado. Si frente a alguna de sus elecciones o decisiones sientes que está equivocado o en peligro puedes hacerle ver que a pesar de que no podrá hacer lo que quiere en ese momento tú lo entiendes y respetas sus emociones en lugar de decirle “No, porque yo lo digo”.

“Quieres comer otro helado, te entiendo, los helados son muy ricos, yo me comería 10 al día si pudiera pero ya comiste uno muy grandote y tanta azúcar te enferma la pancita y los dientes como aquella vez, ¿recuerdas?. Pero lo que sí podemos es hacer son helados con las fresas que trajimos del mercado, “¿me ayudas?”

5- ANTICIPACIÓN:

Si tu hijo está haciendo algo entretenido o que les gusta mucho y de golpe les dices “nos vamos ahora” muy probablemente haya llantos, pataletas o gritos y una lucha de poder porque él o ella no quieren irse en ese momento. La estrategia es ir anticipando el fin de una actividad de manera que cuando se termine el peque ya haya asimilado la idea. Darles una anticipación en minutos y horas probablemente no funcione porque los niños pequeños aún no tienen esa noción del tiempo. Máx tiene 3 años y empecé a mostrarles las agujas del reloj contándole que cuando lleguen aquí o allá haremos esto o aquello y viene funcionando muy bien.

6- AUTORIDAD SOBRE SU PROPIO CUERPO:

Mi hijo vive vestido de superhéroe, le encanta, lo hace feliz. Él elige qué ponerse. En ocasiones ha usado su traje de spiderman super caluroso en pleno verano. A no ser que las consecuencias sean graves (como salir en pañales un día de menos 5 grados) dejarles elegir su ropa sin juzgarlos es muy beneficioso para su autoestima. Por otro lado ellos todavía son muy pequeños para dimensionar que más tarde puede hacer mucho frío si en este momento se sienten cómodos con la temperatura, así que ofrecen resistencia naturalmente porque no entiende nuestro punto de vista. Lo que podemos hacer es contarles que vamos a llevar un abrigo extra o una camisa sin mangas por si lo necesitamos luego o ellos cambian de opinión. No deberíamos socavar esa confianza en sí mismos, pero sí enseñarles que aceptar esta propuesta nuestra no debería avergonzarlos y que la próxima vez puede ser su propia iniciativa.

Debemos ser humildes y analizar la situación:  ¿Es tan importante que no use su capa de batman o es mi ego que habla por el temor de que otros padres piensen que él no tiene más ropa? Si su ropa no combina o siempre se viste de súper héroe, ¿Cuál es el problema real?, ¿Prefieres un niño que siga reglas sociales de etiqueta o un niño creativo y con una gran autoestima?. Si quieres un niño que siga las reglas de etiqueta ten en claro que tú tienes el problema y no el niño.

Como nota al pie quería contarles que mi hija Felicitas también es muy tenaz, pero digamos que ella sabe elegir sus batallas: si algo no le importa demasiado y para evitar el enfrentamiento cede, pero si es algo que ella desea con el corazón pelea con uñas y dientes hasta que lo obtiene, la mayoría de las veces de manera pacífica con alguna idea creativa de persuasión. Obvio yo no quiero que cambie, si sigue así será muy exitosa y feliz, no la llamamos “mandona”, le decimos que tiene espíritu de liderazgo.

Para finalizar quiero dejarlos con una frase sobre este tema que me encantó:

FB_IMG_1496982433964“Los niños con fuerza de voluntad a menudo serán adultos con fuerza de voluntad convirtiéndose en líderes mundiales, innovadores y serán quienes cambien y moldeen el mundo. Criarlos de manera pacífica no sólo es posible, es imprescindible porque sembrar la paz en sus corazones ahora mientras están a nuestro cuidado dará frutos de paz en el futuro, cuando el mundo esté a su cuidado “. L.R. Knost

Todos estos consejos y tips que comparto los implementamos en mi casa y mientras algunos han surgido de mi propia  lectura y análisis muchísimos han sido sugeridos por mi mejor amigo que es a la vez mi marido. Él ha cambiado radicalmente mi idea de crianza y me ha orientado en el Minimalismo. Es una inspiración, lo admiro no sólo como padre sino como ser humano y le dedico este artículo.

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EL FEMINISMO ANTI-MATERNIDAD

En el transcurso de mi vida y gracias a Dios,  crecí con una influencia feminista. Podía ser lo que yo quisiera, cuando yo quisiera, tenía el talento y el mismo potencial que cualquier hombre de mi edad. Podía estudiar, viajar,  trabajar, casarme,  ser soltera,  tener hijos o no.  Era libre de elegir. Me sentía empoderada, me sentía apoyada por las de mi género, me sentida aceptada.

Pero cuando fui mamá y opte por ponerle un alto a mi trabajo para criar a mis hijos sin el apoyo de guarderías me di cuenta que para muchas (no todas) pseudo feministas ser mamá no era compatible con el movimiento. Me di cuenta que podía elegir ser lo que quisiera,  menos mamá.  Porque paradojicamente son las propias congéneres las qué muchas veces menosprecian el ser madre,  las que predican que hacerlo es rendirse ante el patriarcado y su sumisión al hogar y que tenemos tanto potencial que es una pena desperdiciarlo siendo simples “amas de casa”.  Si,  amigas y conocidas (que no son madres) me han llegado a decir “estás desperdiciando tu vida”,  ó, “mis otras amigas mamás no se han abandonado como tu ,” ó,  “haz cambiado, tenías muchos proyectos y ahora no haces nada”. Es como si creyeran qué me vendí, como si me tuvieran lastima por priorizar la crianza de mis hijos por sobre otras elecciones más egoístas o egocéntricas. Les doy pena porque mientras mi esposo esta logrado todas sus metas profesionales yo no.

A ellas y a las que me juzgan sin conocerme les digo: Tengo una carrera universitaria y estoy en un máster,  he rendido exámenes de posgrado con mi hija al pecho, he viajado por el mundo, he trabajado de manera independiente de lo que he querido pero hoy escojo ser mamá.  Podría hace lo que yo quisiera y quizás en unos años retomaré algunos proyectos pero hoy, ante mi abanico de posibilidades y en completo uso de mis razones escojo ser madre de tiempo completo. No me tengan pena.

Yo me siento muy privilegiada de poder elegir quedarme con ellos y amo hacerlo porque soy consciente que estoy postergando mi carrera unos años para dedicarme al trabajo más importante de mi vida qué es el de construir un hogar estable para mis hijos y me ha costado mucho trabajo apaciguar mi ego, aceptar que ser mamá es suficiente.

Soy privilegiada por poder dar la teta sin tener que correr del trabajo. Yo no me pierdo de nada, conozco cada uno de los gestos de mis hijos,  sus días complicados, su evolución,  el nombre de sus amigos,  sus detonantes,  sus palabras inventadas. Para mi eso es muy importante y no lo veo como un sacrificio,  más bien como un desafío,  un privilegio y un aprendizaje.

Se que muchas mamás necesitan cargar energías trabajando fuera de la casa y eso es totalmente válido, no hay mejor mamá que la qué es feliz y plena con las decisiones que toma. Una mamá feliz que trabaja fuera de casa es más saludable para los hijos que una mamá Full Time deprimida o reprimida.

También les digo a éstas mujeres y hombres anti maternidad qué sienten pena por una mamá dedicada exclusivamente a la crianza de los hijos que   parecen ignorar la importancia que conlleva para la sociedad el criar niños y niñas socialmente adaptados, emocionalmente inteligentes y empáticos. Si todos los niños fueran criados con respeto, amor,  paciencia,  educados para ser solidarios, amables, honestos y respetuosos no existiría la palabra Hembrismo o machismo porque no habría “género superior”  sino géneros diferentes pero con igualdad de derechos y oportunidades.

Cuando nacen nuestros hijos el instinto materno nos empuja a no despegarnos de esta personita indefensa. Al fomentar separar a una mamá de su bebé pequeño dejándolo en manos ajenas para irse a trabajar estamos avalando la negación de nuestra naturaleza, de nuestro instinto que día a día se va apagando como medio de adaptación a la realidad impuesta por el sistema capitalista que la mayoría de las veces no nos da opción porque con una sola entrada económica no alcanza.  No creo que exista una mamá que no haya llorado al dejar a su bebé por primera vez en una guardería,  ¿es eso natural?.  Es más, hay nuevos estudios científicos que sostienen que estamos escolarizado a los niños  muy temprano.

La Mayoría de las familias no tienen opción,  mientras que muchas otras mujeres que si la tienen prefieren seguir con su carrera tiempo completo o medio tiempo y,  ¿saben qué? las felicito porque están haciendo lo que ellas desean,  porque una mamá plena es la mejor versión de Mamá y esa es la clave, respetar los deseos y las elecciones.

Porque al final de cuenta y más allá de las dos mil definiciones de Feminismo qué podamos encontrar yo lo entiendo como aquel colectivo de mujeres que eligen con plena libertad hacer de sus vidas lo que ellas quieran,  lo que les de plenitud, sin sentirse juzgadas, sin sentirse menospreciadas y lo más importante: sin tener que darle explicaciones a NADIE.

Nota: Mi marido es un punto aparte, el ejerce su paternidad de una manera impecable. El lava platos, ropa,  limpia, cocina a la par mía,  cuenta cuentos,  lleva al parque,  juega. El se levanta a las 6am con los niños y los cuida solo hasta las 8am. El además trabaja por la tarde y es la base de nuestra economía no porque es hombre sino porque su trabajo paga 4 veces más por hora que el mío por lo que para equiparar su ingreso yo debería trabajar 14 horas diarias. Su compañía contrata empleados por medio de entrevistas que no permiten saber el género hasta la elección  final para que las selecciones no puedan ser influencias por favoritismos,  él predica con el ejemplo. Él  está cambiando el mundo.  Él  es mi ídolo.

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MALA MADRE: 5 TIPS PARA DEJAR LA CULPA Y SER UNA MAMÁ FELIZ

Uno de los grandes desafíos que muchas mamás afrontamos es el de dejar de sentirnos culpables: culpables cuando la paciencia se acababa y gritamos, culpables si nos tomamos un ratito para nosotras y los dejamos llorando con el papa o la niñera, culpables cuando gastamos dinero en nosotras, culpables si estamos cansadas y no tenemos ganas de jugar, culpables de no dedicarle el mismo tiempo al marido que antes,  culpables si la libido está baja, culpables de no tener la energía o el tiempo para ir al gimnasio, culpables de comer lo que sea cuando sea, culpables por estar leyendo este artículo en lugar de lavar los platos. Culpables,  culpables,  culpables.

Mucha de esa culpa podria nacer de la continua necesidad de sentirnos “perfectas” o de creer que la sociedad pretende que seamos súper mamás. La realidad es que ninguna mamá es perfecta y nadie debería esperar que lo fuera.

Pareciera que al convertimos en madre debieramos abandonar nuestra condición humana para pasar a ser “superheroínas”, robots o diosas mitológicas cuando en realidad seguimos siendo seres humanos: nuestro cuerpo resiente el agotamiento, tenemos hambre, necesitamos socializar con amigas, necesitamos también que alguien nos consienta a nosotras para variar,  nos enfermamos, tenemos días malos y esta culpa absurda auto impuesta o muchas veces demandada por el entorno social o la pareja nos hace sentir frustradas e insatisfechas.

La culpa es un sentimiento generalmente improductivo que no suma ni cambia nada y que suele ser bastante negativo para tu autoestima. En lo personal semanalmente paso 6 horas sin hijos, mientras que las otras 168 horas estoy con ellos y aun así me siento culpable si salgo con mis amigas y llego 15 minutos más tarde de lo esperado a casa, eso definitivamente no es saludable.

La buena noticia es que con práctica y toma de consciencia puedes dejar atrás estos sentimientos negativos y así sentirte más plena y feliz. Practica estos 5 tips a diario para deshacerte de esa culpa materna innecesaria:

1) TOMAR CONCIENCIA Y ANALIZAR LAS ACCIONES QUE NOS GENERAN CULPA:

Cuando te sientas culpable por algo, respira profundo, siéntate un minuto y analiza la situación. Puedes hacerte preguntas como: ¿Cuáles son los motivos que me hacen sentir así?, ¿Por qué elijo sentirme culpable en lugar de otros sentimientos? Quizás es más fácil sentirte culpable qué sentirte enojada o asustada. O tal vez no queremos que nuestro entorno piense que no somos perfectas.

Es fundamental ser honesta con nuestros hijos (y con la pareja) y decirles lo que sentimos “voy a salir un rato porque al igual que tu yo también tengo ganas de estar con mis amigas y eso no significa que te ame menos”. Si no lo hacemos nuestros niños crecerán creyendo que nuestras necesidades no existen y por ende no cuentan, sus expectativas implicarán una postergación de nuestro yo mujer, yo amiga, yo esposa que durará décadas.

2) DEJA QUE LOS SENTIMIENTOS TÓXICOS SE VAYAN:

Ya sea por medio de un diario, charlando con tus amigas, en terapia o en algún grupo de mamás en WhatsApp o Facebook debes hablar de lo que te hace sentir culpable y los por qué. No reprimas esos sentimientos que te intoxican, sacalos y compártelo. Liberate. Puede que  alguien de afuera te pueda dar su punto de vista o simplemente un abrazo y consuelo. La Empatía entre mamás ayuda muchísimo a superar la culpa y no sentirnos que estamos perdiendo la razón.

3) NO TE COMPARES:

Lo que Facebook te muestra muchas veces está lejos de la realidad. Compararse con otras mamás es improductivo porque no somos ellas y porque sus hijos y los nuestros no son iguales tampoco. Quizás la otra mamá tiene ayuda en casa, quizás sus hijos van a la guardería 8 horas por día y por eso tiene tiempo de hacerse las uñas, tal vez su bebé duerme de corrido toda la noche y por eso su piel se ve tan tensa, o puede que aunque la foto de Instagram de la ensalada le quedó hermosa nadie se la comió. En lugar de compararte agradece lo mucho que tienes, agradece por todas tus bendiciones, cuentalas, dilas en voz alta, piensa en ellas, reza o medita antes de ir a la cama (salud, techo,  pareja,  familia cerca,  trabajo,  estabilidad económica, agua, comida, etc.)

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4)  CREA TUS MANTRAS ANTI- CULPA Y REPITELOS VARIAS VECES AL DIA:

Las afirmaciones positivas nos ayudan a dejar sentimientos negativos atrás y son un disparo para nuestra autoestima. Repetirlas continuamente reprograma nuestro cerebro ya que, como dicen, somos lo que pensamos. Les comparto mis mantras anti culpa, pero cada una puede crear los  propios.

Soy un ser humano con necesidades afectivas,  biológicas y psicosociales. Soy mamá pero también soy mujer. Invierto la mayor parte de mi día en el bienestar de mi familia y necesito un tiempo a solas. Merezco ser amada. No soy perfecta y tampoco lo son mis hijos ni mi marido. Mi estabilidad emocional no es negociable. Los platos y la ropa pueden esperar. Hoy no pude comer saludable pero mañana será otro día. Mi cuerpo ha pasado por dos embarazos y necesita tiempo y mimos. Soy una buena mamá. Soy una buena persona. Mis imperfecciones me hacen única.

5) PRIORIZA EL TIEMPO A SOLAS:

Necesitamos imperiosamente salirnos por un rato del “modo mamá”, qué en mi caso me persigue hasta en mis sueños. Por eso es muy importante tomarnos un tiempo a solas, aunque sea un par de horas a la semana. No hay mejor dinero invertido que el gastado en sentirte relajada y en paz. Puedes contratar una niñera o quizás organizarte con el papá.

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¿En que te gastarás ese dinero?, ¿Más ropa o más juguetes? Tus hijos necesitan una mamá pacífica y para eso es indispensable estar un tiempo sola, sin llantos y sin “quiero, quiero”, aunque más no sea dando vueltas a la manzana o yendo al súper. Si no puedes pagar una niñera o el papá trabaja o no está presente puedes organizarte con algunas amigas y hacer un “círculo de mamas” en el que puedan rotarse (mientras unas salen las otras cuidan a los niños).

Recuerda que hacer lo mejor no es sinónimo de hacerlo “perfecto”, no seas tan dura contigo misma.

Finalizo esta entrada preguntándote: ¿Qué situaciones te hacen sentir culpable? Puedes descargarte en los comentarios…

Todos estos consejos y tips que comparto los implementamos en mi casa y mientras algunos han surgido de mi propia  lectura y análisis muchísimos han sido sugeridos por mi mejor amigo que es a la vez mi marido. Él ha cambiado radicalmente mi idea de crianza. Es una inspiración, lo admiro no solo como padre sino como ser humano y le dedico este Blog. 

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Ana_AcostaAna Acosta Rodriguez

Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness,  Inteligencia Emocional y Crianza con apego.

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4 TIPS ANTI BERRINCHE: LOS TERRIBLES 2

Máx quería jugar con su autito azul, entonces lo busqué en la caja y se lo di. De repente: llantos, gritos, manos por todos lados. No entendía qué pasaba, si le había picado un bicho, si se había cortado o que era tan grave. Cuando pude lograr que se calmara un poco y le pregunte que le pasaba, entre sollozos me dijo: “Yo no quería este azul, quería el otro azul”. ¿Algun@ se siente identificad@?

Lo que para mi era una tontería que se solucionaba en un segundo dándole el otro autito, para él era algo muy grave, algo que le provocaba angustia real. No estaba haciendo una escena dramática, realmente quería su auto azul. Aprender a controlar las emociones es uno de los desafíos más grandes que afrontan los preescolares, de hecho yo aún estoy tratando de controlar las mías a mitad de mi tercera década.

La buena noticia es que podemos prevenir muchas situaciones explosivas que desencadenan las rabietas mediante estos 4 Tips que compartiré a continuación. También puedes encontrar otras recomendaciones en mi anterior artículo que ha sido un éxito en LATAM y España.

1-LAS DOS OPCIONES:

“¿Puedo comer otro dulce?”,  “¿Puedo jugar con el cuchillo?”,  “¿Puedo cortarme el pelo?”, “¿Puedo pintar la mesa con tu esmalte de uña?” NO, No, NO. No se si a tod@s les pasará, pero da la casualidad de que el 80% de las cosas que mis hijos quieren hacer implican peligro de muerte, destrucción de propiedad o intoxicación. Pero los niños pequeños se frustran cuando continuamente les decimos que NO. Por eso, si en lugar de simples negativas damos una opción (máximo dos porque sino se abruman) los pequeños van a sentir que pueden elegir y que no estamos imponiéndonos todo el tiempo, sentirán la libertad y potestad de tener voz y voto. Porque como siempre digo hay que ponerse en el lugar del niño, ¿Cómo te sentirías si alguien se negara todo el tiempo a dejarte hacer todo lo que quieres y no comprendieras el por qué?
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EJEMPLOS:

“No hay chocolate, pero podemos hacer licuado de fresas y plátano juntos”.

“No quiero que saltes en la cama, pero podemos jugar carreritas afuera”.

“No puedes cortarle el pelo a tu hermana, pero podemos contárselo a aquella muñeca que está muy viejita y le hace falta”.

2-ANTICIPACIÓN:

Si tus hijos están haciendo algo entretenido o que les gusta mucho y de golpe les dices “nos vamos ahora”, muy probablemente haya llantos, pataletas o gritos. Esto es normal en niños pequeños que aún están aprendiendo a controlar sus emociones. La estrategia es ir anticipando el fin de una actividad de manera que cuando se termine el peque ya ha asimilado la idea. Darles una anticipación en minutos y horas probablemente no funcione porque los niños aún no tienen esa noción del tiempo. También es muy importante establecer rutinas.

EJEMPLOS:

“Vamos a contar 10 vueltas y luego es el turno de tu amigo en el carrusel”.

“Aprovecha a jugar un poco más porque cuando termine mi café nos vamos a casa”.

“Cuando termine este episodio apagamos la tele”.

3- HAZLOS PARTE DE TUS ACTIVIDADES AUNQUE EL PROCESO SEA MÁS LENTO:

A veces me pasa que tengo que lavar trastes o cocinar (porque sino no comemos) y justamente en esos momentos mis hijos dejan mágicamente de jugar y solicitan mi presencia, entonces tengo dos opciones: puedo enojarme, gritar y reclamarles que nunca me dejan hacer nada o puedo hacerlos parte de la actividad.

EJEMPLOS:

  • A mi hija pequeña la siento con los trastes en el lavamanos, le doy una esponja y mientras yo lavo ella disfruta el agua.
  • A mi hijo mayor le acerco su banquito a la mesa y él me ayuda lavando las verduras y condimentado o cortando vegetales con mi asistencia.

Ciertamente las tareas llevan más tiempo, pero ahorrarme toda esa energía negativa y el estrés del conflicto vale la pena.

4- NOMBRA SUS SENTIMIENTOS:

Reconocer sus sentimientos y hacerles ver que entendemos su frustración es clave. Cuando el niño empieza a sollozar o a elevar el tono de voz o quizás tira un objeto, si le decimos que no exagere, que ya se calle o que deje de quejarse por todo, seguramente  la situación va a exacerbar y terminará en berrinche. Por el contrario, si cuando percibimos el origen de una explosión emocional reconocemos y nombramos la situación de fondo que pudiera estar causándola nuestro pequeño se sentirá comprendido  y quizás pueda calmarse y resolverla.2017-01-29 11.29.38

Ejemplos:

“Querías ponerte el pantalón solo pero no pudiste y estas enojado, yo lo entiendo. A muchos de tus amigos les pasa lo mismo, ¿quieres que intentemos juntos”.

“Tu hermano te saco su muñeco y eso te hace enojar mucho,  lo entiendo pero es su juguete. Seguramente en un rato se aburre y te lo presta”

Como ven, la mayoría de los ejemplos requiere de nuestra presencia y de nuestro tiempo y ahí radica la importancia de “conectar” de “estar presente”. Por otro lado estas situaciones son a veces señales de que el niño está cansado, quiere irse de algún lugar o quizás se está enfermando.

Muchas veces nos pasará que aunque queramos aplicar estos tips caeremos en el lado oscuro, gritaremos o diremos cosas poco felices y es VÁLIDO porque no debemos olvidar que los papás también somos humanos, también nos cansamos,  tenemos sentimientos y días difíciles.

Por último la crianza consciente demanda mucho trabajo personal para mantener la tranquilidad y la serenidad en momentos tensos, por eso hay que trabajar continuamente en uno mismo quizás con psicoterapia, tiempo a solas o con ejercicios de mindfulness. Los abrazos nunca están de más y son terapéuticos, abracemos a nuestros hijos a diario.

Todos estos consejos y tips que comparto los implementamos en mi casa y mientras algunos han surgido de mi propia  lectura y análisis muchísimos han sido sugeridos por mi mejor amigo que es a la vez mi marido. Él ha cambiado radicalmente mi idea de crianza. Es una inspiración, lo admiro no solo como padre sino como ser humano y le dedico este Blog. 

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Científicos Canadienses: 3 Tips Para que tu Niño ya No Pegue

Cuando llegan los “terribles 2” la mayoría de las mamás caemos en la desesperación. De golpe y porrazo nuestro bebé amoroso y dulce se transforma en un pseudo adolescente furioso que grita, hace berrinches y le pega a otros niños. Simplemente no sabemos cómo superar esta etapa sin tener que recurrir a los gritos,  los castigos o “la chancla”.

Uno de los comportamientos que particularmente me preocupaba de mi hijo era que cada vez que salíamos a jugar con otros niños él los empujaba, les pegaba o invadía su espacio personal. Esta situación me estresaba mucho. Creía que era el único que se comportaba así y muchas veces ya no tenía ganas de salir con él porque no sabía cómo controlarlo. Me sentía la peor madre del mundo.

Por eso, en este artículo voy a abordar particularmente el tema de los niños preescolares que pegan a sus pares dejando las rabietas y berrinches para un próximo artículo. También les daré tips para desarrollar las habilidades que harán que sus hijos disminuyan los episodios de agresión física.

Por qué pegan los niños pequeños?

Lo primero que pensé cuando Máx empezó a pegarle a otros niños (tenía 18 meses) era que me estaba desafiando, que estaba probando mi paciencia y tolerancia, que le gustaba sacarme de quicio. Comencé entonces a devorar libros de crianza y debatir con mis amigas.

Comprendí entonces que lo que mi hijo tenía era pura frustración y ansiedad. Él quería hacer amigos pero no sabía cómo. A su manera y con limitadas habilidades sociales y lenguaje estaba tratando de comunicarse conmigo y con sus pares, de llamar la atención de la única forma que conocía hasta el momento: los gritos, la contradicción y la violencia física. Él era demasiado chico para entender qué podía llamar la atención de manera positiva. Tenía deseos y necesidades pero aún no encontraba la forma de hacerse entender.

Descubrí que las razones principales por las que él actuaba de forma violenta eran: frustración, escasas habilidades sociales y falta de dominio del lenguaje verbal propias de un niño tan pequeño.  Pero también aprendí que existen causas funcionales del desarrollo del cerebro y hasta genéticas por las cuales la mayoría de los niños a esa edad reaccionan violentamente en algunas ocasiones. Lo que yo pretendía como mamá era ayudar a mi bebe a superar esta etapa sin tener que recurrir a los gritos o a los golpes: ¿Cómo voy a enseñarle a no pegar pegándole? Es totalmente inconsecuente.

En este sentido y según el reporte “El aprendizaje temprano previene la violencia juvenil” realizado por la Agencia de Salud Pública de Canadá el 70% de los niños entre 2 y 3 años pegan a sus pares, mientras que el 80% de los niños de 30 meses tomará por la fuerza un objeto deseado y el 25% de los niños de 17 a 30 meses morderán a otros. En los preescolares la agresión física ocasional No es un signo de un problema de conducta pero si se transforma en la única forma de conseguir lo que quieren deben ser observados por un profesional. En dicho reporte se exponen hallazgo científicos sobre la violencia en niños y adolescentes en base al análisis de numerosas investigaciones que citan, es muy interesante.

Se mencionan también las Habilidades que han adquirido los Niños Pacíficos que ya no pegan y son las siguientes:

  1. Desarrollo del Lenguaje:  La fluidez del lenguaje involucra dos habilidades: La de decodificar lo que los demás dicen y la de hacernos entender por otros. Cuando los niños las dominan adquiere una nueva herramienta para expresar su frustración sin la consecuencia negativa de la violencia física. En términos generales a mayor desarrollo del lenguaje, menor serán las veces que el niño usará la agresión física y viceversa.

Tips Prácticos que Aplicamos en mi Familia:2016-11-12 17.46.41

  • Romper el Hielo: Cuando Max iba a jugar con otros niños nosotros nos acercabamos a ellos y a modo de intérpretes los presentamos: “Hola, el es Max, tiene 2 años y quiere jugar contigo. ¿Cómo te llamas?”. Este simple hecho fue la causa de un cambio sustancial en la relación de nuestro hijo con otros niños. Esto es de gran ayuda entre los 2 y 3 años mientras el niño aprende a hablar y formar oraciones más complejas.
  • Guiarlos para Comunicarse: Aunque el niño esté dominando progresivamente el lenguaje en algunas ocasiones puede recurrir al grito, al sollozo o al golpe,  por ser una reacción más instantánea. Lo que podemos hacer es explicarles que ellos ya saben hablar y que para nosotros es más fácil ayudarlos si nos dicen con palabras lo que les molesta. Otra forma es describir la situación: “¿Se te cayó tu juguete y eso te hace sentir enojado?
  1. Desarrollo de Habilidades Sociales: Mientras más habilidades sociales el niño aprenda las reacciones agresivas disminuirán. Dichas aptitudes incluyen compartir, ayudar a otros, esperar su turno, hacerse comprender, la empatía a sus pares y el comprometerse a realizar algo. Estos comportamientos nos están mostrando la habilidad del niño para acercarse, entender a los demás y complacer a los mayores y a sus pares. Al dominar estas capacidades los niños aprenden otras formas de obtener lo que quieren o necesitan de una manera positiva evitando el conflicto.

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  • Empatía: Hablar sigue siendo lo más importante en la relación con nuestro hijos. Describir situaciones conflictivas que pasan alrededor con otros niños o adultos y preguntarles como se sentirian si les pasara lo mismo los ayuda a desarrollar la empatía. Del mismo modo cuando algún compañerito se niega a compartir sus juguetes o jugar con ellos podemos hacerles ver que feo se siente.
  • Los Turnos: Los preescolares están aprendiendo a compartir, pero nunca debemos obligarlos a hacerlo, sus juguetes son de su propiedad. Si no respetamos esto no estamos tomando en cuenta sus sentimientos y probablemente lo hacemos de manera inconsciente para no quedar mal con los otros padres presentes. Es importante tener en cuenta que a esta edad aun no comprenden qué al prestar un juguete lo recuperarán, todavía la temporalidad es complicada para ellos y cree  que cuando prestan el juguete nunca más lo tendrán.  La alternativa es sugerir turnos de juego con los otros niños y contarles que es mucho más divertido compartir que jugar solo, estos turnos deben expresarse con temporalidad acorde a la edad del niño, por ejemplo: cada uno dará dos vueltas en el triciclo (y las contamos). Pero si el niño se rehúsa no hay que obligarlo, con el tiempo irá adquiriendo esta habilidad si repetimos la situación y lo respetamos.
  • Aceptar sus emociones: Es importante evitar frases del tipo “no pasa nada”, porque de esta forma estamos enseñándoles que cuando algo malo o feo pasa debemos negarlo y hacer como que todo está bien y emocionalmente esta actitud es desfavorable. La realidad es que el niño se golpeo y le duele, si lo reconocemos y lo aceptamos nuestro hijo va a sentirse comprendido y aceptado y esto lo ayudará a aceptar y comprender a los demás.
  • Negociación: Este comportamiento surgió espontáneamente en Máx. Cuando queria algun juguete se acercaba al niño que lo tenía y le ofrecía una opción para intercambiar. Fomentar esta habilidad los ayudará a evitar arrancar el juguete o golpear para obtenerlo. Por eso tener escondido en la bolsa o cartera algún autito o muñequito para intercambiar puede ser práctico.
  • Reconciliar: Cuando los niños se ponen violentos y se pegan entre ellos es importante separarlos, tratar de que se pidan perdón y hacerles ver que lo que pasó ya está solucionado y que pueden seguir jugando en lugar de separarlos y evitar que vuelvan a interactuar. Si los niños son de la misma edad debemos tratar de que resuelvan sus diferencias solos, si se ponen muy violentos o la diferencia de edad es mucha deberíamos intervenir.

3) Jugar a la Peleita: La mayoría de los papás desconocen que jugar a pelearse les otorga a los preescolares una experiencia de aprendizaje muy valiosa, es más, tanto animales como humanos usan la simulación de peleas para interactuar con sus pares. Aunque pudiera parecer peligroso, la pelea simulada es positiva ya que marca un nuevo estadio en el desarrollo del niño debido que esta acción requiere de autocontrol por un lado y de la habilidad de simular con gestos. Al mismo tiempo les permite aprender a seguir ciertas reglas como pueden ser dejar al otro ganar ocasionalmente, no usar demasiada fuerza, no lastimar al otro jugador y asegurarnos que todos los participantes se están divirtiendo. Al jugar a pelearse el niño aprende a controlar las reacciones agresivas y disminuyen, de esta forma, la frecuencia de los golpes.

Tips Prácticos que Aplicamos en mi Familia:

  • EL Juego en Familia: En nuestro hogar todos los sábados por la mañana hacemos guerras de almohadas o jugamos a la peleita en la cama, siempre poniendo límites antes de empezar.
  • El Juego con Amigos: Cuando vemos que nuestros hijos juegan a las peleas con sus pares no les decimos que dejen de hacerlo, pero si nos acercamos y ponemos algunas reglas, por ejemplo: evitar golpear en la cara o en los ojos, parar cuando el otro niño ya no quiera jugar, no utilizar objetos. Es importante también hablar con los padres del otro niño para explicarles nuestro punto de vista.

La Buena Noticia:

Según el mismo reporte cuando los niños alcanzan los 4 años de edad la tendencia a agredir físicamente a sus pares ya ha decrecido sustancialmente. Una de las razones por las cuales a esta edad  los niños pueden controlarse mejor y según los hallazgos de otro estudio es que la corteza frontal de un niño entre 4 y 5 años está mucho más desarrollada que a los 2 o 3 años. La corteza frontal es la encargada de controlar cómo reaccionamos ante emociones fuertes. Un niño de 4 años que sigue usando la agresión física de manera regular y persistente para conseguir lo que quiere o para controlar la frustración puede requerir ayuda profesional.

Todos estos consejos y tips que comparto los implementamos en mi casa y mientras algunos han surgido de mi propia  lectura y análisis muchísimos han sido sugeridos por mi mejor amigo que es a la vez mi marido. Él ha cambiado radicalmente mi idea de crianza. Es una inspiración, lo admiro no solo como padre sino como ser humano y le dedico este Blog. 

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Los Peligros de Tener Demasiados Juguetes

En esta nueva entrada de mi Blog voy a contarles con base científica como el  tener demasiados juguetes limita la creatividad en los niños y les daré Tips Prácticos para comenzar una crianza MINIMALISTA que en el mediano plazo disminuirá las rabietas,  los berrinches y la frustración en vuestros hijos.

Como buena latinoamericana crecí afrontando muchas crisis económicas. Gracias a Dios nunca nos faltó alimento, techo o educación, pero por temporadas simplemente no había dinero para comprar juguetes. Algunas navidades los regalos fueron ropa o calcetines, no por mala voluntad de mis padres sino por priorizar necesidades.

Para tener algún juguete de los caros que deseara mucho tenía que esperar hasta mi cumpleaños y muchas veces llegaba la versión económica del juguete “de marca”. Así y todo crecí MUY feliz. Recuerdo que con las cacerolas y las bandejas de la cocina armaba la piscina de la Barbie (que no era Barbie) y con cajas de zapatos creaba closets y camas.

Quizás muchos de ustedes crecieron como yo. Creo que por eso destaco siempre que el trabajo principal en la crianza es la introspección de los adultos. Los padres debemos tratar de no proyectarnos en nuestros hijos, de evitar tratar de satisfacer las necesidades que nosotros tuvimos porque probablemente no sean las mismas necesidades de ellos. Nosotros crecimos con el discurso de que la abundancia era símbolo de éxito, estatus y plenitud, por eso no es raro que como padres creamos que debemos llenar a nuestros hijos de cosas para que ellos sean felices aún a costa de endeudarnos.P2 c

En este contexto, al nacer mi hijo mayor yo quería colmarlo de juguetes, que no le faltara nada. Todos los regalos que pudiera darle se los daba, hasta que me di cuenta que eso no lo hacía realmente  feliz. Noté que en el momento que le daba un juguete nuevo el estaba muy emocionado, jugaba 10 minutos pero al rato lo dejaba tirado o pedía otro regalo.

Definitivamente no era el tipo de felicidad que veo cuando jugamos a los pirata en el parque, era una especie de euforia y un deseo de poseer más y más que me parecia medio raro para un niño de casi dos años.

Por esto y al ver a mi marido iniciar su camino en el minimalismo me detuve para investigar un poco y en efecto, mientras más juguetes les damos a nuestros niños más limitamos el desarrollo de su creatividad, su capacidad de enfrentar las negativas y de resolver problemas. En este artículo voy a enfocarme en cómo la abundancia material atenta contra la creatividad.

Como se que muchas veces para hacerles entender a los abuelos nuestras ideas “alternativas” sobre la crianza de nuestros hijos necesitamos un respaldo científico voy a compartirles un estudio interesantísimo realizado por un investigador y una investigadora de origen Alemán, Strick y Shubert. En su investigación realizaron un experimento convenciendo al personal de una guardería de que se deshagan de todos los juguetes que había en el salón por 3 meses. Los maestros reportaron que aunque durante los primeros días los niños parecían aburridos y confundidos, al final del tercer mes estos pequeñitos pasaban el tiempo inventando juegos descabellados usando su imaginación y los elementos que estaban en el aula. Así mismo el nivel de concentración aumento y se comunicaban de una forma más efectiva. Los investigadores concluyeron que poseer demasiados juguetes impide a los niños desarrollar su creatividad.

Cuando se tienen demasiados juguetes las criaturas muchas veces se limitan a verlos solo como lo que aparentan en la superficie: un palo de mini golf es solo eso y para jugar necesito las pelotas, mientras que cuando los juguetes escasean se dan la libertad de usar los que tienen de diversas maneras: un palo de mini golf puede ser una espada o un bastón o una varita mágica. El niño se llena de experiencias nuevas y empuja su imaginación para divertirse. Lo que antes fueron 10 minutos de jugar al golf puede transformarse en una hora de juego imaginativo.

Tips Prácticos que aplicamos en mi casa para facilitar experiencias creativas en preescolares:

  • En el juguetero siempre tenemos a la mano: cierres, telas, sogas, cajas vacías, envases de plástico (vacíos y lavados), pedazos de juguetes rotos. Con los pedazos de tela hacemos capas de superhéroes y con  platos de cartón antifaces.
  • Para no tirar los juguetes que ya tienen nuestros hijos los rotamos entre semanas. Escondemos en el closet dos bolsas con juguetes y se los p2-b.jpgvamos cambiando, también intercambiamos con amigos.
  • Cuando alguno de los niños celebra su cumpleaños dejamos que reciba solo un par de regalos (generalmente de familiares cercanos) y sugerimos a los invitados colaborar con dinero en una alcancía que dejamos a la vista en la fiesta y utilizamos ese dinero para una cuenta de ahorros de los niños o para colaborar con ONGs. De esta forma también estamos practicando la empatía,  la solidaridad y le ahorramos al mundo un poco de plástico.
  • Cuando mis hijos reciben varios juguetes de regalo solo les dejo uno y los demás los guardo y se los voy “dosificando” a lo largo del año, al ser pequeños ellos no se dan cuenta.
  • Para el día del niño u otros días festivos regalamos “experiencias” en lugar de juguetes. De esta manera evitamos que asocien todos estos festejos con regalos materiales.
  • A sus amigos tratamos de regalarles libros, plastilinas, pinturas o algún juego didáctico.
  • Cuando salimos a caminar o en carriola siempre les doy un palo pequeño y suave,  algunas hojas o flores que recojo en el camino y ellos se inventan sus juegos.
  • Cuando salimos a hacer actividades al aire libre no llevamos juguetes (idea de papá). Hemos notado que de lo contrario los niños tienden a aislarse, no interactúan con sus pares de la misma forma o se genera un conflicto por poseer el juguete en cuestión.

En este enlace (en inglés) se analizan diferentes estudios científicos sobre esta temática.

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“La inteligencia es lo que usas cuando no sabes qué hacer”- Jean Piaget

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Psicologos de Harvard: Padres que crian niños felices hacen estas 5 cosas

Muchas veces me cuestiono si estaré criando a mis hijos con las herramientas adecuadas para que lleguen a ser adultos amables, empáticos, cariñosos, exitosos pero más que nada, felices.

En la actualidad nuestros hijos están creciendo rodeados de nuevas tecnologías y avances científicos muy acelerados,  su realidad es distinta a la nuestra por lo que muchas veces nos sentimos abrumados y confundidos.

Por eso siempre es un soplo de aire fresco encontrar información científica que nos da una palmada en la espalda a los que elegimos la crianza consciente y nos dice “lo estas haciendo bien”.  En este caso psicólogos de la Universidad de Harvard, quienes basados en el análisis de estudios científicos, han revelado lineamientos para criar niños exitosos y compasivos.

En este artículo haré una bajada de estas directrices según mi punto de vista y con acciones concretas que practicamos en mi familia para avanzar en esta hermosa y desafiante tarea:

1) Tiempo de Calidad y Atención Genuina:

Los niños que pasan tiempo de calidad de manera regular con sus padres aprenden a ser compasivos y amorosos a través de los lazos que forjan con ellos. Por eso es importante que durante este tiempo seamos afectuosos y mostremos un genuino interés en sus actividades y comportamientos, felicitandolos por sus logros y su espíritu de superación.  Es imprescindible escucharlos y respetarlos en sus elecciones (aquellas que no impliquen peligro)

Tips Prácticos:

– Dialogar con nuestros hijos haciéndoles preguntas abiertas para facilitar una conversación significativa en lugar de preguntas cerradas que limitan respuestas a “si” o “no”.

– Cuando nuestros hijos quieran jugar con nosotros o contarnos algo debemos  involucrarnos de verdad, es decir, sin mirar de reojo el teléfono o dándoles la espalda mientras estamos lavando trastes.

– En el caso de los preescolares, darles siempre alternativas en lugar de una simple negativa (comida,  vestuario,  actividades) porque tener opciones los empodera  los hace sentir valorados y respetados, mientras que el continuo “no” provoca lo contrario.

2) Predica con el Ejemplo:

Los padres que demuestran con acciones concretas  la puesta en práctica de los valores morales de la familia estimulan un aprendizaje significativo y perdurable en sus hijos sobre dichas virtudes. Los niños no aprenden como loros por simple repetición sino por observación,  por eso más que simplemente hablarles de honestidad, humildad y empatía practicarla diariamente tendrá mayor impacto.

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– Pueden unirse a una ONG como voluntarios,  ser líder de un grupo de Boy Scouts, participar u organizar actividades solidarias en su iglesia local, ser amables con nuestros vecinos.

– Evita insultar, desacreditar o criticar a otras personas o pares frente a tus hijos y ojalá no lo hagas aún cuando ellos no estén presentes.

– Cuando cometas un error asume tu responsabilidad y pide disculpas.

– Anima a tus hijos a estar atentos a las necesidades de los demás: “Mira, a ese niño se le cayeron sus fichas, ¿lo ayudamos a juntarlas?”

– Saluda cuando llegues a un lugar o en la calle y pide “por favor” y “gracias” en lugar de decirle a tu hijo “saluda”  o “¿cómo se dice?” .

3) La Felicidad de Ayudar a Otros.

El estudio de Harvard también encontró que preocuparse por los demás es tan importante como la propia felicidad. Ayudar y hacer feliz a otras personas nos hace también felices a nosotros en el largo plazo y provoca una sinergia positiva que no deberíamos subestimar.

Tips Prácticos:
  • Motiva a tus hijos a resolver problemas teniendo en cuenta como las decisiones que tomen afectará a otras personas involucradas.
  • Practiquen en familia un “Random act of Kindness” cada día. A nosotros nos llena de felicidad.
  • Dialoga con tus hijos o quizás cuéntales una historia de lo que está sucediendo en el mundo con otros niños y otras realidades más desafortunadas o con respecto a la ecología y preguntales qué harían ellos para mejorar el mundo. De esta forma podrás expandir su entendimiento de ser solidario y empático a nivel macro.

4) Gratitud:

Este estudio también destacó que los padres y los hijos que practican la gratitud de manera cotidiana son más solidarios, generosos, compasivos, menos rencorosos y lo más importante es que también son más felices y saludables. Por todo lo anterior, ser agradecido es un factor clave para que los niños se conviertan en adultos capaces de encontrar felicidad a diario en las pequeñas cosas.

Tips Prácticos: FB_IMG_1494621449841.jpg

– Rezar diariamente nombrando nuestras bendiciones

– Repasar todas las cosas lindas que sucedieron durante el día en la cama antes de ir a dormir.

– Dar las gracias diariamente a otras personas que facilitan nuestra vida (el señor que recoge la basura, la maestra, el señor que maneja el autobús)

–  Ayudar en los quehaceres domésticos provoca que los niños dimensionen que tener una casa limpia, ordenada o comida en la mesa implica una labor y se traduce en gratitud.

– Para los adultos: Realizar ayuno un día a la semana, caminar en lugar de usar el auto o darse una ducha de agua fría de vez en cuando nos sacude de nuestra “comfort zone”  y no solo nos abre los ojos a nuestras bendiciones sino que activa nuestra empatía.

5) Resiliencia:

La resiliencia es la aptitud de hacer frente a los problemas superarlos,  transformarlos y hasta incluso fortalecerse por dicha adversidad. Es necesario que los niños sean optimistas para ser exitosos en sus vidas. Cuando a tu hijo se le presente un problema orientarlo para tomar acción y hablar de lo que está pasando. Animalo a resolver sus problemas destacando los aspectos positivos que surgieron de ese accionar. Ayuda a tus hijos a identificar sus sentimientos y provee las herramientas para manejarlos con control hasta que vuelvan a estar en calma.

Tips Prácticos:
  • Si este problema puede traducirse en una causa a la cual ellos puedan unirse orientales, por ejemplo si le dan pena los perros de la calle anímalo para ser voluntario de un albergue, o si su problema es que le da vergüenza hablar con otras personas inscribirlo en clases de teatro y actuación
  • Nunca minimices o te burles de sentimientos que tus hijos expresen aun cuando te parezcan exagerados o tontos.  Lo que a un adulto puede parecerle una tontería fácil de resolver puede genuinamente provocar dolor en un niño que todavía no cuenta con las mismas herramientas o experiencias.
  • Cuéntales historias de tu vida en las que hayas superado un problema y preguntales que hubieran hecho ellos.
  • Hazle saber a tus hijos constantemente que los amas incondicionalmente y que siempre estarás allí para apoyarlos

Todos estos consejos y tips que comparto los implementamos en mi casa y mientras algunos han surgido de mi propia  lectura y análisis muchísimos han sido sugeridos por mi mejor amigo que es a la vez mi marido. Él ha cambiado radicalmente mi idea de crianza y me ha orientado en el Minimalismo. Es una inspiración, lo admiro no solo como padre sino como ser humano y le dedico este artículo.

Fuente: mamaminimalista.net

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Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness,  Inteligencia Emocional y Crianza con apego.

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