Carta a mi bebé-niña de 2 años

Con tus 2 añitos recién estrenados, te veo transitar la delgada línea que separa la bebé de la niña. Formas frases con tus precarias palabras, inventas canciones, corres, trepas, saltas, dibujas objetos increíbles con rayas que solo tu entiendes, eliges tu ropa, me ayudas a lavar poniendo el jabón en polvo y a veces hasta te aventuras a ir solita al baño.

Al mismo tiempo y de la nada, pides que te cargue insistentemente, te prendes a la teta dejándome inmóvil por un rato bien largo, te me quedas abrazada cual koala y terminas por dormirte encima mío, con y tu cabecita en mi pecho como cuando eras una recién nacida. Y así fluimos las dos en esta dualidad de la pequeña que quiere ser grande pero que a la vez no quiere dejar de ser bebé.

Te debates entre la independencia tan atractiva y el consuelo y cuidado único de los brazos de mamá. Por momentos gritas que no eres una bebe, mientras en otros desea regresar al vientre y estás como perdida.

Y es en estos momentos que caigo en la cuenta de lo fugaz que es la niñez, de lo rápido que todo cambia y de lo agradecida que estoy de poder tener el lujo de acompañarte cada día, con presencia plena, con amor incondicional.

Y ahora es cuando también al fin entiendo que los hijos en una parte del corazón siempre serán para sus madres esos bebés vulnerables que solo en nuestro regazo sienten esa paz única y extremadamente especial, que los protege del mundo y los aísla de todo mal.

Por Ana Acosta Rodríguez, Mamá Minimalista

Facebook: @mamaminimalista

Fuente: mamaminimalista.net

Ana_AcostaAna Acosta Rodriguez

Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness,  Inteligencia Emocional y Crianza con apego.

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