El sobrepeso según la BioEmoción: ¿Qué te sobra en realidad?

¿Te has dado cuenta que te sobran algunos kilitos y no sabes cómo hacer para desprenderte de ellos? Todos, en alguna ocasión, es posible que nos hayamos encontrado en esta situación. El problema viene cuando, después de hacer dieta y ejercicio físico, nuestro peso “ideal” se esfuma al poco tiempo.

Es fácil que esta situación nos lleve a un estado de desmotivación, baja autoestima… En definitiva, a no estar a gusto con uno mismo.  ¿Por qué no te funciona la dieta? ¿Por qué recuperas el peso perdido? No te funciona porque hay un conflicto emocional activo. Este conflicto te impide mantener tu peso ideal. Debemos hallar qué sentido biológico tiene ese conflicto, qué me aporta y por qué lo mantengo.

¿Cuál es el sentido biológico del sobrepeso?

Nosotros acumulamos grasa en nuestro cuerpo como una solución biológica de adaptación, que nos permite sobrevivir. La grasa nos ayuda a protegernos del frío. De alguna forma, vivimos una necesidad de ser vistos (por eso me hago más grande), de reconocimiento. Otro sentido biológico es hacer reservas energéticas para momentos de carencias, siempre desde nuestra percepción, ya que para nuestro inconsciente, lo real y lo imaginario es lo mismo.

¿Qué conflicto se esconde detrás del bloqueo emocional? 

Normalmente encontramos un conflicto estructural de abandono y de separación. De forma arcaica, estar solo es sinónimo de estar en peligro. La función de aumentar el peso debe ser entendida como una prevención a algo que va a ocurrir, por lo tanto debemos buscar el conflicto en el futuro.

 ¿Qué emoción biológica se oculta?

Las personas con sobrepeso suelen tener sentimientos de miedo y se suelen sentir desprotegidas, en muchos casos suelen ser personas con carencias afectivas e insatisfacción sexual. La comida se convierte en un paliativo de su insatisfacción, del tipo que sea. El sobrepeso también lo favorece la soledad, el aburrimiento, la tristeza, el rechazo, un sentimiento de fracaso, la sensación de impotencia y las ideas negativas. ¡Cuida tus interpretaciones y tus pensamientos! Porque creer es crear.

El exceso de grasa se almacena entre mi ser interior y el medio exterior, me indica que inconscientemente quiero aislarme en mi comunicación con el exterior. Hay un vacío entre yo y el mundo exterior. Así escondo mi inseguridad al estar expuesto, al ser vulnerable y así, quiero evitar estar herido. El alimento terrestre representa también un alimento emocional. Por lo tanto, como excesivamente para colmar un vacío interior.

¿Cómo libero esa emoción biológica?

En primer lugar,  hay que estar dispuestos a cuestionarnos nuestras creencias. Es el primer paso para poder cambiarlas. Eso nos ayudará a poder ver una determinada situación de otra manera. A partir de ahí es cuestión de hacer un cambio profundo de creencias. Las personas con sobrepeso suelen tener creencias muy desvalorizantes como “no soy suficiente”, “no valgo”, “necesito estar a la altura”, “tengo que luchar”… En la medida que cambiemos nuestras creencias de base, podremos ver la vida de otra manera y encontrar nuevos recursos para cada situación.

Recuerda: la causa probable del sobrepeso es el miedo, necesidad de protección, la huida de los sentimientos, la inseguridad y el rechazo de uno mismo. El nuevo modelo mental que debes adquirir es “Estoy en paz con mis sentimientos. Estoy a salvo donde estoy. Yo creo mi propia seguridad. Me amo y me apruebo”.

Irene Morales

Coach Espiritual 

www.IrenePsicoBio.com

Extraido de www.institutodraco.com/es

 

Read more

Creencias imperfectas

Empiezas por sentir que no haces alguna cosa bien, acaban pensando que haces las cosas mal, crees que no sabes o que has olvidado lo que ya sabías, te sientes inútil, incapaz… ¡Cualquiera lo hace todo mejor que tú! ¿Te suena? Quizás no te gustas. Ni lo que ves frente al espejo ni tu forma de ser. No te creer los halagos de los demás, piensas que te lo dicen porque les das pena, y eso refuerza tu sensación de que eres alguien con poco valor… ¿Te sientes identificado?

He de confesarte algo: tus expectativas y tus creencias influyen directamente en el resultado. Si lo aplicamos a la autoestima, pensar que no vas a ser capaz o que no tienes valor, es un pensamiento que puede acabar cumpliéndose. ¿Qué puedes hacer, entonces, al respecto?

 

1. Toma conciencia

El primer paso es tomar conciencia de lo que nos está pasando. Párate un instante a reflexionar. A menudo no dedicamos ni un solo instante al día en chequear cómo nos sentimos, observar qué pensamientos ocupan nuestra mente y cómo actuamos con los demás. Si eres capaz de identificar en ti mismo alguna de las manifestaciones comentadas al inicio de este artículo, ya has iniciado el camino. Ya estás preparado para dar los siguientes pasos.

2. Identifica las causas.

Parece fácil, pero no lo es. Tampoco es algo evidente. Quizás últimamente te sientes estresado en tu trabajo, o existe un ser querido enfermo que te preocupe. A lo mejor estás pasando por un mal momento con tu pareja o estás preocupado por el comportamiento de tus hijos. En estos casos: ¡enhorabuena! Tienes una visión clara de donde vienen tus problemas y esto te va a permitir en orientar tus energías en su resolución.

Pero en otras ocasiones, muchas, no podemos sentir mal pero no sabemos por qué. No pasa nada, es habitual que esto suceda. En este caso, tenemos que dedicar un poco de energía en autoobservarme y chequearme, para descubrir su origen.

 

3. Actúa sobre el síntoma

Además de actuar sobre la causa, una vez la hemos identificado, es igualmente interesante actuar sobre el síntoma. De la misma manera que cuando tienes fiebre, además de descubrir el foco de origen de la misma, nos tomamos un paracetamol para que ésta disminuya.

Por ejemplo, si la ansiedad te gana la partida, ponla a raya con técnicas de respiración consciente, relajación o mindfulness; también puedes evitar el estímulo que provoca tu ansiedad, depende del caso. Las técnicas de distracción o parada del pensamiento, nos ayudarán aliviar los síntomas más obsesivos; también el deporte o una actividad física placentera. Técnicas de reestructuración cognitiva pueden ayudarnos con nuestra autoestima o síntomas depresivos; además de restablecer unos buenos hábitos de alimentación e higiene del sueño.

 

4. Pide ayuda

No necesariamente estoy hablando de ayuda profesional. Quizás necesitas contárselo a esa persona de confianza que está a tu alrededor. Díselo a esa persona que te quiere y que además te haya notado que no te sientes bien de un tiempo a esta parte. Verbalízalo de una vez por todas: “Necesito ayuda para dejar de pasarlo mal con esto que me sucede o me preocupa”. Y si es necesario…

 

5. Pide ayuda a un experto.

De la misma manera que vas al dentista cuando tienes un dolor de muelas. Un experto te ayudará a observar cómo te saboteas a ti mismo, qué falla en tus relaciones y dónde se originan esos molestos síntomas. Te proporcionará perspectiva sobre lo que sucede y herramientas para solventar y prevenir futuros problemas. Dejarás de estar atascado en esa misma situación, con la que chocas una y otra vez.

Los síntomas emocionales son alertas que nos dan nuestro cuerpo, y que debemos escuchar. Pedir ayuda puede ser el inicio de un verdadero cambio, no sólo para librarte de tu malestar, sino para aprender a disfrutar de la vida y a sentirte feliz con lo que haces. ¿A qué esperas?

 

Irene Morales

Psicóloga Clínica y de la Salud

Extraido de www.institutodraco.com/es

Read more