La honestidad en la pareja: por una relación de pareja emocionalmente ecológica

«Érase una mujer que vivía disfrazada de mujer y un hombre que vivía disfrazado de hombre. Cuando se encontraron creyeron esa comedia y formaron pareja. El hombre falso y la mujer falsa, haciendo esfuerzos tremendos, alcanzaron una modorra que llamaron felicidad. El hombre y la mujer verdaderos nunca llegaron a conocerse.”

Con este relato de Alejandro Jodorowsky introducimos este artículo en el que nos planteamos la honestidad de nuestras relaciones de pareja. ¿Nos mostramos como realmente somos o bien nos valemos de máscaras para esconder una realidad que consideramos arriesgado mostrar? El miedo al rechazo, la falta de reconocimiento de nuestro valor, el buscar en la pareja la solución a una vida incompleta, el uso del otro para nuestros propios fines; son algunos de los contaminantes que impiden la construcción de un buen amor. Solo la honestidad hará posible un clima emocional donde nacerá una confianza, que será la base para lograr una pareja emocionalmente ecológica.

Un amor libre de contaminación

Busco a la persona que sea capaz de amar al otro sin castigarlo por ello, sin hacerlo prisionero o desangrarlo; esa persona del futuro que sepa llevar a cabo un amor independiente de ventajas o desventajas sociales, para que el amor sea siempre un fin en sí mismo y no siempre el amor con vistas a un fin.”

Carl Jung expresaba su deseo de hallar una persona honesta capaz de dar un amor en estado puro no contaminado por otras finalidades, en una de las cartas que forma parte de su correspondencia con Sigmund Freud. Después de casi un siglo, ¿en qué punto estamos? ¿Nos hemos acercado o alejado del ideal de Jung? ¿Somos honestos con nuestra pareja?

Lo que se puede prometer y lo que no

En uno de sus viajes por los pequeños planetas, el Principito se encontró con un geógrafo que anotaba en un gran libro de registro montañas, ríos y estrellas.

El Principito quiso registrar su flor, pero el geógrafo le dijo:

—No registramos flores, porque no se puede tomar a las cosas efímeras como referencia.

— ¿Qué significa efímero? —preguntó el Principito.

—Efímero significa amenazado de desaparición rápida.

Cuando el Principito oyó esto, se entristeció mucho. Se había dado cuenta de que su rosa era efímera.”

Antoine de Saint Exupery

El amor perdura mientras no «demos nada por supuesto», no nos dejemos llevar por la rutina y lo cuidemos como la planta delicada que es. Prometemos amarnos toda la vida, pero es poco realista prometer sentimientos ya que estos no dependen de nuestra voluntad. Sí que podemos, en cambio, prometer conductas: Te prometo que alimentaré cada día este amor que hoy siento por ti. Te prometo que si un día no siento amor por ti, te seguiré respetando como persona y procuraré tu bienestar. O en otra línea: Seguiré conviviendo contigo aunque mi corazón y mi deseo estén en otra parte. Te prometo compartir mi salario, mi cuenta corriente y mis posesiones, pasar mis vacaciones contigo, dormir en tu mismo lecho…. Y si bien también es posible faltar a dichas promesas, puede ser más honesto hacerlas que la actual fórmula matrimonial: “Te amaré hasta que la muerte nos separe.

«Lo que Dios ha unido que no lo desate el hombre», la fórmula con la que se cierra el ritual religioso del contrato matrimonial pierde sentido. Hombres y mujeres pueden decidir libremente separar sus caminos cuando estos divergen, se llega a un conflicto irreconciliable o cuando el hecho de continuar juntos sea un atentado para la propia integridad o dignidad. Salvar la relación como sea deja de ser el objetivo porque la relación de pareja no debería ser una finalidad por sí misma sino una elección de crecimiento personal y conjunto. Cuando se convierte en una fuente de sufrimiento y desequilibrio, será preciso «desatarla». Dos personas con el alma rota nunca formarán una pareja amorosa, por más casados que estén. Salvar una pareja a costa de uno mismo es una elección destructiva. El éxito de la fórmula «pareja» no depende del contrato matrimonial sino de la capacidad de mejora personal, generosidad y conductas amorosas de las personas que la forman.

El matrimonio es un contrato que firmamos, el amor es un sentimiento que sentimos y que no cabe en ningún tipo de contrato ni seguro. En la actualidad vivir en pareja ya no supone la obligación de llegar al límite a la hora de resolver los problemas de convivencia, ni tampoco tener que «aguantar» determinadas actitudes deshonestas, egoístas, faltas de respeto o violentas. Sin  amor ni crecimiento personal ¿Qué justifica vivir en pareja?

Cuestión de confianza

La confianza es un sentimiento imposible de imponer. Exigir: Tienes que confiar en mí, es algo absurdo por imposible. ¿Qué idea tenemos sobre la confianza? ¿Qué acciones nos generan confianza y cuáles desconfianza? La confianza es una construcción difícil de levantar y muy fácil de hundir pero, al mismo tiempo, es la llave que permite acceder al otro. No nace por lo que decimos sino por lo que se desprende de la acción coherente. Una persona que mantiene equilibrado su eje mente-emoción-acción genera confianza.

— ¿Confías en tu pareja? —se preguntó en un curso a varios participantes.

—Totalmente —dijeron la mayoría.

— ¿Tenéis alguna posesión en común?

—Una casa, un apartamento, una cuenta bancaria… —fueron algunas respuestas.

—Entonces, si confiáis plenamente en ellos, mañana vais al notario y ponéis todas vuestras posesiones comunes a su nombre.

— ¡Ni hablar! —fue la reacción general.

Lo curioso es que confían a su pareja todo su capital emocional y comparten con ella la responsabilidad de la educación y cuidado de sus hijos, pero no la consideran lo suficientemente íntegra y honesta como para que sea justa a la hora de repartir los bienes comunes en caso de separación. La desconfianza surge del desconocimiento de uno mismo y del otro. Esta ignorancia genera inseguridad en el propio criterio en la elección de la pareja con la que se comparte la vida.

Sobre la fidelidad, la lealtad y la honestidad

Mi táctica es ser franco

y saber que sos franca

y que no nos vendamos simulacros

para que entre los dos

no haya telón ni abismos. Mario Benedetti”

Fiel: persona que es capaz de respetar un compromiso realizado en libertad. El compromiso es una obligación contraída por una promesa o por la palabra dada. La fidelidad no es un sentimiento, sino la actitud y la conducta que tomamos ante una realidad, a partir de un compromiso previo.

Fidelidad no significa amor aunque lo acompaña. Significa coherencia con uno mismo, honestidad hacia el otro, respeto y lealtad. Solo si somos capaces de ser fieles a nosotros mismos podremos serlo con nuestra pareja.

En la órbita de la fidelidad se mueven la confianza, la lealtad, la honestidad, la honradez, la coherencia y la sinceridad. Ser leal significa guardar la fidelidad debida, ser incapaz de traición. Ser honesto y honrado significa evitar acciones desleales y engaños. Ser sincero significa evitar la simulación y mostrar nuestro pensar y sentir centrándonos en la coherencia con nuestra realidad.

¿A qué y a quién somos fieles? ¿Se debe guardar fidelidad a cualquier precio? ¿Es posible ser fiel a otra persona si, para serlo, dejamos de ser fieles a nosotros mismos y a lo que sentimos?

Fidelidad, ¿a qué y a quién?

En una comunidad espiritual, el maestro hizo llamar a uno de sus discípulos y le anunció:

—Con todo el cariño debo decirte que he decidido pedirte que te vayas de aquí.

—Pero ¿por qué? —preguntó el joven extrañado.

—Por fidelidad.

— ¿Por fidelidad?

—Sí, por haber sido extraordinariamente fiel —explicó el mentor.

Indignado y dando gritos, el discípulo protestó:

— ¡Esto es increíble! Es la primera vez en el mundo que expulsan a alguien por fidelidad.

—Por tu fidelidad —dijo el maestro— durante muchos años. Tu fidelidad al embuste, la holgazanería, la irritabilidad, la descortesía, la negligencia y la vanidad. Nadie ha sido tan fiel como tú, amigo mío.

Relacionamos ser infiel con la infidelidad sexual, con el incumplimiento de la cláusula de exclusividad y menos con el hecho de ir «a escondidas», mentir o engañar.

«Mi pareja me ha engañado» -dice alguien. Y todos interpretan que el engaño se refiere a una infidelidad sexual. En pocos casos se interpreta engaño como falta de sinceridad o de honestidad en la relación. Pero el engaño no existe si el marco de relación está bien definido y se respeta. Tampoco lo habrá si la comunicación es sincera. Si existe el compromiso de guardarse mutuamente fidelidad sexual y uno desea cambiar esta cláusula relacional, así debe expresarlo al otro, con sinceridad y claridad. Así actúa de forma honesta y permite que su pareja pueda elegir libremente aceptarlo o no. Siempre habrá algún precio a pagar pero, en todo caso, no habrá engaño.

El problema surge cuando, a fin de evitar pérdidas que no se quieren asumir, se engaña al otro en un intento de poseer «lo mejor de ambos mundos». Ahí empieza la deshonestidad, el sufrimiento y la infidelidad. No es lo mismo ser fiel a alguien porque se elige serlo, que serle fiel por miedo a ser castigado o a pagar el precio de ser descubierto. En el primer caso la conducta es coherente y supone fidelidad a uno mismo; en el segundo caso, se es infiel a uno mismo y deshonesto con la pareja.

 Nadie es dueño de nadie

El quid de la cuestión no era que Alice no confiase en Eric, sino que no se consideraba a sí misma una persona capaz de inspirar la lealtad del afecto de otra persona por lo menos durante un período dilatado de tiempo.” Alain de Botton.

Nadie es dueño de nadie. La pretensión de diluirse o mezclarse con el otro está encaminada al fracaso o a la autodestrucción. Ante todo, uno debe ser fiel a sí mismo. ¿Podemos ser fieles si renunciamos a ser quienes somos por comodidad o para evitarnos problemas o dolor? Ser fieles significa actuar de acuerdo a nuestro más profundo sentir y a nuestra ética personal. Y para ser fieles debemos ser valientes y vivir de forma coherente. Alice no puede confiar en su pareja porque es incapaz de confiar en sí misma, su autoestima es baja e ignora su valor como ser humano. Esta relación fracasará si Alice no crece y madura.

De la teoría a la práctica

La exigencia de renunciar a los engaños sobre la propia situación es la exigencia de renunciar a una situación que necesita del engaño.” –  Karl Marx

Curiosamente muchas personas sexualmente infieles no son capaces de aceptar la misma conducta en su pareja. Si bien se sienten libres de mentirle, no aceptan, en ningún caso, ser ellas las excluidas o engañadas.

La experiencia nos dice que puede provocar mayor dolor el engaño emocional continuado que una infidelidad sexual puntual. Esta se puede entender y aceptar mejor que el hecho de que, durante muchos años la pareja haya mantenido una vida emocional paralela y escondida, mostrándose como realmente no era, por miedo a perder su status quo.

Lo que más se recrimina a sí mismo quien ha padecido una infidelidad, es su propia incapacidad para darse cuenta del engaño. Entonces, cuando toma conciencia de ello, puede dirigir la agresividad que siente hacia sí mismo. Al dolor de la infidelidad de la pareja se añade el sufrimiento provocado por su ignorancia, candidez y descuido. Puede sentir que se ha fallado al no haber sido capaz de protegerse y culparse por no haber sabido conservar su relación. Hay quien se odia a sí mismo por haberlo  “hecho tan mal”.

Cuando el espejo se rompe

Cuando el espejo se rompe no sirve de nada pegar los pedacitos. Un espejo así va a dar una imagen totalmente distorsionada del que se ponga delante. Si comparamos la relación de pareja basada en el amor y la confianza, a un espejo, la infidelidad —en todas sus gamas: engaño, traición, deshonestidad, deslealtad— es la ruptura del mismo. Reunir los pedazos de una relación que ha quedado hecha añicos y pegarlos no dará un buen resultado. El espejo queda con tara, nunca más será el mismo.

Ante una infidelidad es preciso tomarnos tiempo para poner orden al caos emocional que se produce y valorar qué sentimos, qué pensamos y qué deseamos realmente en nuestra vida y plantearnos nuestra libertad a la luz del conocimiento interior. Libertad es la diferencia entre dos monosílabos: Sí y NO, dijo Octavio Paz. Si decimos SÍ a nuestra relación de pareja, después de una infidelidad, debemos ser conscientes que el trabajo que nos espera será arduo. Ya no se tratará de pegar los trocitos que queden de la relación, sino de refundir los pedazos rotos con mucho amor. El buen amor tiene la capacidad de volver a alisar la superficie del espejo. Gracias a su poder la imagen que nos devolverá podrá volver a ser nítida y perfecta. Pero esto no es gratis.

Opciones emocionalmente ecológicas 

Nuestro problema más complicado es vivir y nuestra creación más eficaz, inteligente y ecológica es hallar como vivir de forma más sabia y armónica. Actuar de forma honesta y emocionalmente ecológica previene la confusión y el caos amoroso. Algunos  aspectos que proponemos tener en cuenta nuestra cartografía emocional de la vida en pareja:

—Para confiar en otro ser humano primero debemos ser capaces de confiar en nosotros mismos.

—La confianza se asienta en el conocimiento propio y en el de la persona que nos acompaña.

—La fidelidad no es, por sí misma, un valor a defender. Se puede ser fiel a muchas cosas: al embuste, a la irritabilidad, a la descortesía, a la negligencia… cuando nos pidan fidelidad debemos concretar fidelidad a qué y a quién.

—El compromiso y la lealtad es esencial para construir una relación de pareja.

—Hay muchos tipos de engaño, no solo el sexual. El peor de todos es el engaño y la infidelidad hacia uno mismo, fruto de nuestra incoherencia y de nuestra incompetencia para cuidarnos.

—Nadie nos pertenece. Relacionarnos en libertad es la única posibilidad para crecer juntos.

—No hay fórmulas de relación únicas. Cada pareja puede pactar y crear los marcos en los que ambos van a crecer. El diálogo y la negociación constantes mantendrán activa y viva la relación.

—Tenemos el derecho a elegir continuar o cerrar una relación. Elegir lo que nos abre en lugar de lo que nos cierra o nos entierra, elegir caminos abiertos en lugar de lo que nos pone contra la pared es nuestra responsabilidad indelegable. Sabremos que nuestra elección es emocionalmente ecológica cuando la alegría esté presente en nuestra relación.

La pareja no se justifica si no es un espacio donde podemos ser nosotros mismos sin ser penalizados, Porqué al final del camino, de nuestro corazón saldrán todos los nombres que justificarán nuestro paso por el mundo: los de todas las personas que hemos amado de forma honesta, libre y responsablemente. Y esta será nuestra obra.

 Por Maria Mercè Conangla

www.ecologiaemocional.org

www.fundacioambit.org

@EcoEmocional

Extraido de: Editorial Phronesis

www.elartedesabervivir.com

www.facebook.com/elartedesabervivir.ph

Bibliografia:

Juntos pero no atados. Jaume Soler i Maria Mercè Conangla. RBA bolsillo

La ecologia emocional. Jaume Soler i Maria Mercè Conangla. RBA bolsillo

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La Anemia en la BioEmoción

La anemia es un trastorno que afecta a los glóbulos rojos y la hemoglobina viéndose disminuida su concentración en la sangre y por consiguiente el aporte de oxígeno a los órganos del cuerpo. La más común es la anemia ferropénica , por la falta de hierro que es el responsable directo de la formación de hemoglobina.

Los síntomas que puede experimentar una persona con anemia son:

-Mareos

-Visión borrosa

-Cansancio o Fatiga

-Ritmo cardíaco acelerado

-Desmayos

-Dolores de cabeza

-Irritabilidad

-Sensación de debilidad

-Sensación de frío

-Falta de concentración

Las causas de la anemia son la pérdida de sangre, la baja producción de glóbulos rojos y su rápida destrucción.

También pueden existir otras causas como:

-Embarazo

-Períodos menstruales abundantes

-Hemorragias

-Úlceras

-Dieta baja en hierro y vitaminas

-Problemas en el colon: cáncer o pólipos

-Falta de glucosa

-Anemia aplásica

-Trastornos hereditarios

-Cáncer

-etc…

Según la BioEmoción:

La anemia y en los problemas en la sangre en general, significa desvalorización en la familia. La persona que lo sufre no se siente valorada dentro del clan familiar y se siente excluida. Siente que no vale y que estorba.  Suelen ser personas con conflictos familiares incapaces de resolver y se sienten desprotegidos. Le falta alegría en el proceso de la vida.

Resentir: “No quiero molestar a mi familia” “tengo que vivir poco porque molesto” “me ahogo en esta familia”.

Conflicto: Desvalorización profunda en el clan familiar consanguíneo

Anemia por falta de hierro (no hemoglobina):
Calcio (función paterna) + Magnesio (Función materna)

Resentir: «Necesito que me ayuden en mi función materna», «Me ahogo en mi familia», Alguien cercano a ti se está muriendo y quieres darle el oxígeno para vivir», «Atmósfera tóxica, no respiro bien».

Según Lisa Bourbeau:

Bloqueo emocional:

En metafísica, la sangre representa la alegría de vivir: esto es lo que ha perdido la persona anémica. Incluso puede resultarle difícil aceptar esta encarnación hasta el extremo de no desear seguir viviendo. Se deja invadir a menudo por el desánimo y ya no establece contacto con sus deseos ni con sus necesidades. Se siente débil.

Bloqueo mental:

Si tienes anemia en este momento, debes volver a contactar con tu capacidad de crear tu vida sin depender de los demás. Toma más consciencia de los pensamientos negativos que te impiden encontrar la alegría en tu vida. Deja salir al niño que hay en ti, ese que quiere jugar y tomarse la vida menos en serio.

Según Louise L. Hay:

Causa probable: Actitud de «sí, pero». Falta de alegría. Miedo a la vida. Sentimiento de no valer lo suficiente.
Nuevo modelo mental: Confiadamente puedo experimentar alegría en todos los ámbitos de mi vida. Amo la vida.

Si padeces Anemia deberás hacer un acto de observación, analizar tus conflictos familiares y buscar dentro de ti aquello que te molesta o te irrita. Deberás reconocerte primero cómo persona independiente que no necesita la aceptación, la aprobación ni el reconocimiento de nadie. Deberás respetarte y valorarte.

Buscar las emociones y pensamientos negativos recurrentes y transformarlos en positivos puede ser un principio para recuperar la alegría de vivir.

 

Redacción Instituto Draco

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Para entender tus relaciones, intenta entenderte a ti mismo

Acabas de tener una discusión con tu pareja y estás seguro de que no eres el culpable. Simplemente estabas tratando de sacar algo de tiempo para sentarte y terminar un proyecto en los pocos minutos que tenía antes de llegar a casa y tener que preparar la cena. Sin embargo, tu pareja exige que use este tiempo precioso para hablar sobre las finanzas familiares. El asunto no parece urgente, y parece que tu pareja solo quiere hablar. Esto es solo uno de una serie de incidentes en los que siente que su pareja está entrometiéndose en sus prioridades. La pregunta es, entonces, ¿estás siendo demasiado egoísta o tu pareja es demasiado exigente y controladora?

Las relaciones implican un constante dar y recibir entre los deseos de cada pareja, tanto para la autoexpresión como para la intimidad. Según un artículo reciente del psicólogo Christopher Hopwood de la Universidad de California Davis y Evan Good de la Universidad Estatal de Michigan, se producen relaciones problemáticas cuando las personas ponen en juego sus propias dificultades personales pero, al mismo tiempo, son demasiado sensibles a los problemas de sus parejas.

La calidad de la sensibilidad interpersonal, en opinión de Hopwood y Good, es una cualidad que los psicólogos de la personalidad rara vez examinan, pero que puede desempeñar un papel importante en las dificultades de relación. Como señalan los autores, «la literatura sobre la personalidad, el funcionamiento de las relaciones y el bienestar se ha centrado principalmente en las diferencias individuales en la forma en que se comporta una persona, prestando relativamente poca atención a los impactos percibidos del comportamiento de los demás».

Los autores utilizan lo que se llama un modelo de circunflejo interpersonal (IPC) para comprender los problemas de relación desde las perspectivas de las cualidades propias de la persona y la percepción que la persona tiene de los demás. Para comprender el IPC, imagine un círculo con dos líneas rectas que se intersectan en el centro en ángulos de 90 grados. Una línea representa la dimensión del calor, que va desde lo afectivo a lo remoto, y la otra es el dominio, que va desde el control a lo pasivo. Un conjunto adicional de dos dimensiones se intersecta con estas, lo que produce otras cuatro cualidades (dos conjuntos de dos polos opuestos). Estas dos dimensiones van desde la mezquindad hasta la amabilidad, y desde el punto de vista social hasta la atención. En total, hay ocho cualidades de personalidad creadas por las cuatro dimensiones, y éstas forman el marco representado por el IPC.

Su personalidad, en los términos utilizados por el IPC, puede describirse exactamente donde se encuentra dentro de estas cuatro dimensiones. Esta es la personalidad que traes a tus relaciones y que forma parte de la ecuación para comprender la fuente de las dificultades interpersonales. Por ejemplo, es posible que tenga una racha media o que sea demasiado probable que ceda ante otras personas, al menos en la forma en que se describe a sí mismo. Sin embargo, su personalidad también incluye la sensibilidad que influye en cómo interpreta las formas en que otras personas interactúan con usted. Tal vez usted está especialmente molesto por la mezquindad de los demás. Como en el ejemplo, cuando su pareja quiere pasar tiempo con usted que siente que no puede perder, puede ser que sea hipersensible a ser controlado por otras personas, quienes, con toda probabilidad, no hacen ningún daño. . En este caso, se ubicaría en un lugar alto en el extremo de «sensibilidad al control» de la dimensión de sensibilidad de dominancia. El IPC, según se aplica a su sensibilidad hacia las personalidades de otros, identifica sus «botones calientes».

Al usar medidas tanto de problemas de personalidad como de sensibilidad de la personalidad, Hopwood y Good esperaban poder explicar las variaciones entre las personas en sus puntajes en una serie de medidas que abordaban sus rasgos de personalidad , trastornos de personalidad y su propia salud , tendencia a la alexitimia. (dificultad para expresar emociones), experiencias en relaciones y tácticas de manejo deimpresiones. El primero de los dos estudios involucró a casi 1,000 estudiantes universitarios (80% mujeres) que completaron cuestionarios en línea.

El propósito de este estudio, más específicamente, fue determinar si la estructura de los rasgos de personalidad autoevaluados de las personas se correlacionaba con la estructura de sus sensibilidades. En otras palabras, ¿es probable que las personas con un alto dominio propio se irriten con las personas que perciben que son excesivamente controladoras? ¿Quiere decir que las personas se sienten enojadas cuando están en presencia de personas que perciben como antagonistas similares? Los participantes completaron las medidas de IPC tanto en términos de sus propias características como en términos de comportamientos en otras personas que los molestan.

Los hallazgos de este primer estudio confirmaron que las autoevaluaciones de IPC y las calificaciones de sensibilidades realmente encajan en la estructura circunfleja. Los hallazgos también mostraron que las personas que tenían más problemas interpersonales tenían más sensibilidades y que las personas tendían a ser más sensibles a las que tenían un estilo interpersonal opuesto al suyo. Esto significa que las personas dominantes pueden ser realmente molestadas por las personas que son agresivas. Las personas con alto dominio también obtuvieron puntuaciones relativamente altas en la medida del narcisismo , la extraversión , la depresión y la tendencia a ser extravagantes.

En el segundo estudio, una muestra que era similar en tamaño y composición completó cuestionarios en línea que incluían versiones «centradas en otros» de las medidas de rasgos de personalidad autoevaluadas del primer estudio. Por lo tanto, además de proporcionar calificaciones de acuerdo con el IPC, los participantes calificaron la medida en que ciertos rasgos y comportamientos les molestaban cuando se observaban en otras personas. Se le puede pedir, entonces, que indique qué tan molesto está por personas con altos rasgos tales como la conciencia y el neuroticismo , así como los rasgos aparentemente inocuos como la amabilidad y la apertura a la experiencia. Una medida también pidió a los participantes que califiquen qué tan molestos estaban con las personas con puntuaciones altas en el cuestionario de narcisismo. Los hallazgos mostraron que, como se predijo, las personas con alta sensibilidad interpersonal mostraron sensibilidad a esos rasgos como se ve en otras personas.

Los hallazgos globales apoyan la propuesta de los autores de que, en sus palabras, «conocer la forma en que una persona ve su propio comportamiento y cómo ve el comportamiento de los demás es importante para una comprensión integral de su personalidad, problemas de personalidad y funcionamiento de la relación». Este estudio ha adoptado un enfoque novedoso para demostrar que los problemas en las relaciones representan una calle de doble sentido, o incluso una calle de tres vías. Usted contribuye a los problemas en virtud de sus propias características, pero también en virtud de su sensibilidad a los problemas. de las personalidades de otras personas. Finalmente, percibir que los compañeros tienen ciertos rasgos que pueden agregar a sus problemas interpersonales.

En resumen , la personalidad no es una cualidad que existe de forma aislada dentro de un individuo determinado. Proyectamos nuestros propios problemas de personalidad en otros, pero también interpretamos los rasgos de otras personas en términos de nuestras propias preferencias por las cualidades de los demás. La próxima vez que te sientas molesto por el comportamiento de tu pareja, este estudio sugiere que realmente debes preguntar «si eres tú o yo».

Texto Psychology Today

Redacción Instituto Draco

Extraido de www.institutodraco.com

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La importancia de la Música en nuestras Vidas

Uno de los placeres que tenemos a la mano y que nos acompaña desde que somos pequeños, es la música, la música tiene tantas cualidades buenas para el alma que comenzar a relatarlas será un privilegio. La música transporta, conecta, enseña, relaja, cambia estados de ánimo, es terapia, es pura conexión.

 

La música es un lenguaje universal de comunicación entendido por todos, que conecta los continentes y supera distancias y culturas. El fin de semana tuve el privilegio de asistir a un concierto en una plaza gratuito, donde de manera privilegiada todos disfrutamos de un viaje por variados continentes, emociones y sensaciones.  La Música llega a lo más profundo de las personas transfiriendo una vivencia o una idea que de una manera u otra, provoca un movimiento interno que transporta o nos conecta con alguna parte de nuestra historia o nuestro ser.

 

Siempre trato de tener esos espacios de conexión musical que logran desconectarme y hacerme flotar, el más frecuente de esos espacios los disfruto en el auto, en donde además me transformo en cantante y en experta de la música del momento. Es un espacio que también disfrutamos mucho en familia, cantamos todos juntos, aprendemos nuevas letras, aunque algunas sean dignas de no cantar pero los niños libres de prejuicios y comprensión las cantan sin parar a todo pulmón. Se me hace fácil recordar los hits 2018 con sus peculiares nombres y estribillos pegajosos jajaja!!!

 

Mi nuevo desafío a nivel familiar es estimular un poco más el amplio mundo musical en mis niños, son tan deportistas que las actividades artísticas o musicales específicamente, quedan un tanto desplazadas  y como todo en la vida, considero que el equilibrio es indispensable para el buen vivir. Por el momento comenzamos con una hija motivada por tocar Ukulele y ya veré como me las ingenio para empaparlos a todos, de un mundo un poco más cargado de música variada en sus vidas.

 

La música a su vez es creatividad pura. Es un arte poderoso que estimula la creación y el cambio. Al ser fuente de conexión, muchas veces nos ayuda a encontrar respuestas o nos permite visualizar cosas que no teníamos consciente, esta reflexión a la que transporta la música, nos abre posibilidades que nos permite ver nuevos caminos y realizar cambios que muchas veces mejoran finalmente nuestra calidad de vida.

 

Por otro lado la música impacta directamente en nuestro ámbito social y estado físico, el baile, la fiesta, el compartir con otros, es algo que vivimos desde jóvenes y puede ser un factor de interacción más que relevante en nuestro desarrollo motor y social. No hay nada que yo promovería mas que buenas fiestas, una buena fiesta, con buena música y buena compañía es un acto humano cargado de energía, vitalidad y positivismo.

Una buena fiesta con música permite compartir en un espacio distendido, que fomenta el crear redes sociales, conocer gente interesante, hacer deporte, jugar, crear, celebrar  y disfrutar con otros.

 

La música es sin duda, una compañera que hace nuestra vida más fácil, entretenida y que se amolda perfectamente a lo que necesitamos en cada minuto de nuestra vida.

 

Si quieres conocer como está el ánimo de una persona o con qué se esta conectando últimamente, pregúntale que canción escucha más seguido en el último tiempo. Realmente te sorprenderá la cantidad de información que se obtiene con este simple ejercicio.

 

florencia_vargasFlorencia Vargas Schmauk

Conoce más de Florencia AQUI

Psicóloga U Andes

 

 

 

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Somos padres: ¿qué podemos ofrecer?

Columna: NO A LAS RECETAS sin espejo – Angelina Bacigalupo

Socialmente, y generalizando, cuando se habla de los hijos, las conversaciones suelen orientarse al comportamiento, al aprendizaje, a temas cotidianos. Con bastante menos frecuencia y la gran mayoría de las veces sólo en estrechos círculos de confianza, se habla de lo que ocurre en uno, adulto, en la relación con ellos. La infancia de nuestros hijos es una de las etapas de la vida que nos invita a mirarnos, a descubrir cuál es esa “filosofía” de parentalidad que queremos forjar día a día a través de nuestras prácticas de crianza e integran nuestra manera de acompañar, proteger y educar.

Los niños necesitan de adultos protectores que los acompañen de cerca en su desarrollo, que les ayuden a regular los estados emocionales prestándoles estrategias de regulación interna mientras desarrollan las propias, que los orienten en satisfacer sus necesidades dentro de los límites que permite el respeto a los demás.

Si pudiéramos convertirnos en observadores expertos, atentos, cercanos, pacientes, entonces podríamos descubrir quién ES nuestro hijo y permitirle ser él mismo y emprender el camino en búsqueda de su lugar en el mundo y su felicidad. Necesitamos el espejo para explorar nuestro mundo interno e identificar lo que NOS ocurre y diferenciarlo de lo que le ocurre a nuestro hijo, saber quiénes somos, lo que motiva nuestras decisiones y comportamientos, cómo nos sentimos, cómo reaccionamos frente a las situaciones que vivimos, considerando la relación con nuestros niños y la conexión con nuestro niño/a interno/a.

Tomemos nuestro espejo. Profundicemos en el conocimiento de nosotros mismos, hagámonos cargo de nuestro actuar y estaremos dando espacio para que surja un conocimiento más pleno también de nuestros hijos, ya que podremos reconocer qué es de ellos y qué es nuestro. De esta manera tendremos la oportunidad de responder sensible y atingentemente a sus necesidades emocionales, pilar fundamental en el desarrollo de un niño sano.

En los momentos de alta demanda emocional, cuando la tensión se ha hecho presente y nubla nuestra capacidad de pensar, cuando la emoción “nos ha tomado”, resulta fundamental calmarse, tomar distancia, mirarse, reflexionar, poner las responsabilidades donde van y volver a decidir con valentía qué tipo de padres queremos ser. El niño necesita de sus padres, necesita de la seguridad, cuidados y conexión que puedan ofrecerle para el buen desarrollo de su salud mental.

¿Qué relación tiene esto con la crianza?, ¿por qué es importante que nos detengamos a mirarnos en situaciones cotidianas de alimentación, sueño, manejo de situaciones conflictivas, celos y rivalidades entre hermanos, despedida al momento de llegar al jardín/colegio, tareas escolares, ordenar juguetes y un gran número de otras situaciones que se viven a diario en la relación papá/mamá-hijo/a? Porque es en los detalles donde se juega la relación. No es azar, no es casualidad, no es sólo el ambiente… el vínculo que tenemos con nuestros hijos, con cada uno en particular, ha ido siendo construido desde antes de su nacimiento y seguimos desarrollando día a día ese tipo de relación que nos habla de bienestar o de sufrimiento. Y la calidad del vínculo no se construye solamente por las características personales de uno u otro, sino por el encuentro de ambos en un contexto determinado, con una historia particular, con toda la riqueza y las debilidades personales. Las relaciones entre padres e hijos serán las más influyentes en la vida del niño, ahí se sientan las bases para las interpretaciones emocionales y cognitivas de las experiencias sociales y no sociales, para adquirir el sentido de uno mismo y de los demás, así como la construcción del andamiaje valórico que regirá sus vidas.

Los problemas simples de crianza pueden conducir a problemas graves en las relaciones interpersonales en situaciones de intimidad en el futuro de ese niño. Por eso, el espejo.

Si acompañamos a nuestros niños en esta gran tarea de construirse a sí mismos, respetamos su camino, permitimos sus caídas, comprendemos que darán un paso a la vez, ponemos el acento en sus necesidades emocionales y no en las nuestras, si identificamos nuestras dificultades en la crianza y movilizamos nuestros recursos personales para responder asertivamente a sus requerimientos, si buscamos ayuda cuando el camino se pone difícil y no sabemos cómo o no nos resulta, si nos tomamos en serio nuestro desarrollo personal… entonces estaremos siendo padres sensibles que permiten el desarrollo epigenético óptimo de los hijos. Nos habremos dado cuenta de que nuestro papel en su vida es acompañar y orientar su proceso de autorrealización, inspirar su mejor versión y celebrar la oportunidad que nos brindan de convertirnos en mejores personas.

Si no sabemos cómo hacerlo mejor, estamos en el mejor momento histórico para convertirnos en los padres que nuestros hijos necesitan. Disponemos de cuantiosa evidencia, años de investigación y elaboración teórica que nos orientan en la senda de la crianza con respeto y nos brinda criterios claros para promover relaciones saludables y emocionalmente nutritivas con nuestros niños. No pierda su espejo!!

 

Psi. Angelina Bacigalupo O. 

                                                                                    Psicóloga Clínica Acreditada por la CONAPC

Especialista en Psicoterapia Infanto Juvenil

 

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Comprenda su dolor y encuentre alivio

Cuando se rompe una pierna, se somete a una cirugía o se quema la mano, experimenta dolor, dolor agudo. Con tratamiento y tiempo, el dolor suele desaparecer. Pero el dolor crónico es diferente. Permanece suspendido incluso después de que la enfermedad o lesión original haya mejorado, recordándole todos los días que no tiene planes de desaparecer. Técnicamente, el dolor crónico se diagnostica si persiste durante tres a seis meses o más después de que la lesión o la enfermedad se curan.

Definición de Dolor

El dolor es “Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño tisular real o potencial, o que se describe en términos de dicho daño. Es indudablemente una sensación en una parte o partes del cuerpo, pero también es siempre desagradable y, por lo tanto, también una experiencia emocional «.

Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, 1994.
Aveces hay una causa clara del dolor, como la artritis, pero otras veces no hay un desencadenante específico o una enfermedad o afección subyacente. Por ejemplo, la ciencia actual sugiere que la fibromialgia es una condición de dolor crónico sin una causa específica que probablemente esté relacionada con los cambios en la forma en que el cerebro procesa el dolor. A veces, las personas pueden sentir dolor en lugares distantes de donde ocurrió la lesión original, algo que se llama dolor «referido».

A menudo, el dolor crónico comienza con un evento de dolor agudo. El dolor puede desarrollarse e intensificarse hasta convertirse en dolor crónico. Si tienes dolor crónico, no estás solo. Se estima que más de 100 millones de adultos estadounidenses tienen dolor crónico. El dolor crónico es una de las razones más frecuentes para las visitas al médico y se encuentra entre las razones más comunes para tomar medicamentos.

El dolor es más que un dolor físico. Es un huésped no deseado que se hace cargo de su vida e interfiere con su capacidad para trabajar, sus relaciones, su salud mental y su calidad de vida en general. Afecta a todo tu ser.

Por ejemplo, las personas con dolor lumbar tienen tres veces más probabilidades de tener una capacidad funcional limitada y cuatro veces más probabilidades de sufrir angustia psicológica que las personas sin dolor lumbar. Desafortunadamente, encontrar la respuesta a tu dolor puede ser como buscar un unicornio en un establo para caballos; La respuesta ni siquiera puede vivir allí.

Navegando por el sistema de salud para encontrar alivio

Se necesita una aldea para controlar el dolor crónico o al menos un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud.

Por lo tanto, las personas con dolor crónico deben pasar de un doctor a otro, a menudo se someten a procedimientos innecesarios, costosos y duplicados, toman medicamentos ineficaces y encuentran que su estrés y ansiedad aumentan con cada oportunidad perdida para aliviar el dolor. A menudo, pueden sentir que han «fallado» y perder la esperanza. En realidad, es el sistema de salud que les ha fallado.

Una de las razones es que los proveedores de atención médica a menudo desestiman o minimizan los informes de dolor de sus pacientes, especialmente en mujeres y minorías raciales y étnicas. De hecho, existe evidencia de que las mujeres tienen más probabilidades de recibir tratamientos psicológicos para el dolor que los hombres, y es más probable que se las considere como una reacción exagerada y exagerada de su dolor.

Esto deja a las personas con dolor crónico sin diagnosticar, sin tratamiento y buscando continuamente profesionales médicos que puedan ayudar realmente. Algunas personas que sufren dolor se dan por vencidas con el cuidado de la salud y nunca encuentran el alivio adecuado.

El dolor crónico es una condición médica complicada y desafiante. Manejar su dolor mientras navega por el sistema de salud puede sentirse abrumador. Pero puede disminuir la presión trabajando con los profesionales adecuados, conociendo sus derechos y aprovechando al máximo su cobertura de atención médica.

Texto Psychology Today

Redacción Instituto Draco

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Extraido de www.institutodraco.com

 

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Diez datos científicos que comprueban el amor

Desde tiempos inmemoriales algunas manifestaciones sobre el amor han terminado por ser una alusión poética a lo que se entiende por enamorarse, sin embargo, la ciencia lo explica con base en estudios. Las famosas mariposas en el estómago, el corazón acelerado, el rubor en la cara, las manos temblorosas y la sensación de felicidad que nos embarga ante la presencia o el solo recuerdo del ser amado, se corresponden con datos científicos sobre el amor.

Sí, según datos de la ciencia, el amor se manifiesta en hormonas, sustancias bioquímicas y expresiones físicas que ocurren cuando nos sentimos enamorados, no obstante, hay quienes piensan que el amor no es más que un impulso básico y determinativo en la vida de las personas.

¿Qué dice la ciencia al respecto? Hay datos que demuestran científicamente su existencia y sus variaciones.

Hay diferentes posturas científicas, aunque todas coinciden en que el amor encierra una serie de manifestaciones, medibles y objetivas.

1. El vínculo del amor surge a partir de la secreción de ciertas sustancias.

Helen Fisher, antropóloga e investigadora del tema, afirma que hablar del amor no es más que referirse a un impulso básico. Es posible identificar en el cerebro de la persona enamorada gran cantidad de feniletilamina, sustancia responsable de los cambios fisiológicos como taquicardia, sudoración y mejillas sonrosadas.

2. El amor es una especie de droga, capaz de generar adicción a quien la experimenta.

Al enamorarse y segregar dopamina se produce excitación, placer y sensación de plenitud. Enamorarse activa las mismas áreas que cuando la persona ingiere alcohol o fuma tabaco.

3. El amor a primera vista existe.

La atracción física es la liberación de dopamina que en el caso de los hombres activa las áreas visuales y en el caso de las mujeres las auditivas, de modo que ellas se enamoran según lo que escuchen y ellos según lo que vean.

4. El ser amado es objeto de obsesión.

El efecto de los neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina que se activan con el enamoramiento nos lleva a focalizar nuestra atención en el ser amado. Se activan áreas de la memoria que nos permiten recordar hasta detalles ínfimos, el amor se intensifica y nos volvemos obsesivos con esa persona, objeto de nuestro amor.

5. El amor es ciego.

Las regiones del cerebro del lóbulo frontal, implicadas en el razonamiento y la lógica se desactivan en la fase de la pasión inicial, por ello se habla de la ceguera de quien está enamorado.

6. Los amores contrariados se vuelven los más arraigados.

La dosis de dopamina, la hormona del amor, aumenta con la adversidad, lo que se conoce como el efecto Romeo y Julieta, por eso cuando hay obstáculos el amor se robustece. Los amantes sienten más intensamente la atracción, debido a que la dopamina es también la hormona de los logros y al no alcanzarse el objeto amado se segrega con más intensidad, por ello muchas veces las pasiones se desbordan.

7. La llama del amor se desvanece.

Con el transcurrir del tiempo, la secreción de dopamina empieza a disminuir, esa embriaguez que produce la química del amor deja el paso a lazos de afecto, que se originan en calma y sosiego. Es el amor maduro el que surge, por ello si sentimos que se acabó la magia, es el amor que está evolucionando.

8. El dolor de la ruptura.

Al separarse o experimentar la ruptura, esos primeros días lo sentimos como un dolor físico, nos falta el aire y tenemos una gran ansiedad. Es la caída de la feniletilamina, y esto es literalmente un síndrome de abstinencia. ¿La recomendación? Manejarse como con las adicciones, cero contactos, suprimir cualquier estímulo que le recuerde al ex y comer chocolate. Sí, leíste bien, este alimento es rico en feniletilamina, por eso te sentirás mejor.

9. Del amor al odio solo hay un paso.

Según estudios, el amor y el odio, cuando se trata de parejas, están íntimamente ligados porque producen las mismas sustancias, de ahí que solo baste un detonante para pasar de un sentimiento al otro con relativa facilidad.

10 La experiencia sexual en la mujer aumenta las posibilidades de enamorarse.

Durante el sexo se activan las áreas de liberación de dopamina, lo que resulta considerablemente más extensa en la mujer, 70 por ciento más grande que en el hombre, esto explicaría que la mujer se involucre afectivamente con mayor frecuencia después de un encuentro sexual.

¿Y tú, qué piensas de esos datos?

Extraido de: Editorial Phronesis

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QUE LA GRATITUD SEA TU MEJOR REGALO

En este fin de año, queremos hacerte una propuesta que puede mejorar tu bienestar psicológico, mejorar tus vínculos e incluso mejorar tu salud física.

PRACTICA LA GRATITUD

Robert Emmons, profesor de psicología de la Universidad de Davis, California, lleva más de una década investigando los efectos de la gratitud. Sus hallazgos son sorprendentes por el enorme alcance que puede tener esta práctica sencilla, pero que a veces la olvidamos.

La definición que nos ofrece de gratitud tiene dos partes:

1. “Es la creencia en la bondad. Afirmamos que hay cosas buenas en el mundo, dones y beneficios que hemos recibido»

2. “Reconocemos que las fuentes de la bondad están fuera de nosotros mismos, reconocemos que otras personas – o incluso poderes más altos, si eres una persona creyente o espiritual – nos han dado muchos regalos, grandes o pequeños, para ayudarnos a alcanzar las bondades en nuestra vida.»

La práctica de la gratitud no es sólo ese dar gracias por buena educación. Se trata de acciones intencionadas para cultivar una mirada agradecida de la vida, una mirada benevolente hacia quienes nos rodean y participan de nuestra vida, una mirada trascendente que nos hace ver que somos parte de algo mucho más grande que nosotros.

Qué nos dicen estas investigaciones de los efectos de la gratitud en las personas que la practican habitualmente.

Bienestar físico:
• Sistema inmune más fuerte
• Menos molestias y dolores crónicos
• Menor nivel de presión arterial
• Se cuidan más y ejercitan más
• Duermen más horas y su sueño es más reparador

Bienestar psicológico:
• Mayor frecuencia de emociones positivas
• Más alerta, despiertos y entusiastas
• Disfrutan más y sienten más placer
• Más optimismo y felicidad

Social:
• Más generosos, compasivos y activos en ayudar
• Perdonan con más facilidad
• Más expresivos
• Menos sentimientos de soledad

La actividad que Emmons ha descubierto tiene mayor impacto, es el llevar un diario de gratitud, donde periódicamente se van anotando nuestros pensamientos agradecidos. Pero hay muchas otras formas de hacerlo: cartas de gratitud a personas familiares, colegas, amigos; un mural de gratitud en el lugar de trabajo o en la escuela, e incluso en la casa, donde cada día se van poniendo notas de gratitud por todos; detenerse una vez al día y tomar una fotografía mental de un momento de gratitud; en familia agradecer durante las comidas, etc.

Para esta Navidad la gratitud podría ser un buen regalo, alegrando el alma y los corazones de quienes la reciban, y contagiándolos a hacer lo mismo.

Para motivar a los niños a ser agradecidos no es buena idea culpabilizar ni criticar: «deberías dar gracias por todo lo que tienes», «eres muy ingrato». Lo mejor es modelar, darles las gracias a ellos por sus contribuciones, por muy pequeñas que sean, dar gracias por tener esos hijos maravillosos en tu vida, e invitarlos a darse cuenta de los regalos que tienen y de lo que otras personas les han dado sin prejuicios: «Mira qué lindo día nos tocó hoy para venir a la plaza», «Qué buen regalo te dio tu madrina», «Qué bendición poder tener una comida caliente todos los días.»

Lo más bello de la gratitud es que está fundada en la humildad, que es la constatación de una verdad muy profunda: todos somos necesitados y todos los seres humanos nos necesitamos mutuamente. En una cultura donde el narcisismo crece, se hace difícil la gratitud, porque requiere poner la mirada fuera de uno mismo.

Curiosamente buscamos fervientemente la felicidad personal centrados en acumular para nosotros mismos, y sin embargo el camino correcto hacia ella parece ser absolutamente contrario.

Alejandra Ibieta I, 

de AMA Consultora Parental

Articulo extraido de www.talleresama.cl

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Cómo tratar con una pareja manipuladora

Los expertos en relaciones explican cómo lidiar con un manipulador manipulativo.

Es un shock darse cuenta de que has entrado en una relación manipuladora y controladora; pues la mayoría de las relaciones no comienzan de esta manera. Al principio todo es color de rosa,  las cosas son geniales, y hay muchas promesas que se hacen con el interés de conseguir una pareja acorde a nuestros deseos.

Pasado un tiempo, te das cuenta de que tienes una relación con un manipulador.

¿Cómo saber si nuestra pareja es manipuladora?  Hay algunos signos claros de que tu pareja tiene tendencias manipuladoras y de control:

Tu pareja se comporta como el Dr. Jekyll y el Sr./Ms. Hyde

Los cambios de humor sin razones aparentes, y ser tratado como una reina/rey y al minuto siguiente enocntrarse con la persona más malvada del planeta debe ser signo suficiente para darte cuenta que tu pareja se comporta como el Dr Jekyll y Mr Hyde. Es agotador compartir una relación con una persona de estas características. Negarse a tolerar tal tratamiento te dará una buena idea de si tu relación puede capear estos cambios.

Usted es la víctima del comportamiento agresivo pasivo

¿Tu pareja deliberadamente sabotea tu felicidad y éxito? ¿Muestran celos por otras relaciones que tienes o has tenido en tu vida? ¿Intentan controlar tus acciones, actitudes, pensamientos e incluso tu ubicación física? Si eres la desafortunada víctima de cualquiera de estas situaciones, tiene un compañero manipulador. Tal vez es hora de enseñarle a esa pareja que te importa que haya una manera diferente y más sana de relacionarse contigo.

¿Estás estresado por tu relación?

Si el comportamiento, las travesuras, las palabras y las acciones de tu pareja te causan estrés y dolor emocional, estás en una relación manipuladora. Todos cometemos errores, y todos tenemos días malos, pero sentirse así cada día no es lo natural en una relación sana.

¿Qué hago ahora? ¿Cómo trato esto?

Independientemente de cuánto tiempo llevas en esta relación, la forma en que respondas a este comportamiento e intentes controlar eso determinará si eres una víctima. Si está dispuesto a aceptarlos en sus términos y no defenderte, entonces puedes esperar que el comportamiento continúe y posiblemente empeore. Muchas veces, las relaciones que comienzan como levemente manipuladoras y controladas evolucionan hacia situaciones más abusivas en las que uno o ambos cónyuges eventualmente terminan maltratados, y desilusionados acerca de las relaciones. Algo debe hacerse antes de llegar al maltrato físico.

Tácticas comunes de las parejas manipuladoras

Se asocia con esta forma de relacionarse con las personas que «nunca hacen mal». Pueden usar la distracción en conversaciones y situaciones para desviar la atención de su comportamiento indeseable. Pueden emitir amenazas directas o indirectas como un medio para controlar tu respuesta hacia ellos. Cuando estas tácticas son ineficaces, pueden recurrir a períodos de tiempo en los que deliberadamente son encantadores, atentos y engañosos en un intento de cortejarte y recuperar tus buenas gracias. Este período de luna de miel siempre termina cuando perciben que has hecho o dicho algo que es inaceptable para ellos. No caigas en su trampa, es otra de una larga lista de comportamientos diseñados para tratar de controlar tu comportamiento.

Qué puedes hacer al respecto

Quizás la decisión más importante que debes tomar es si vale la pena dedicar tiempo y esfuerzo en seguir en esta relación. Muy a menudo, si tu pareja no está dispuesto a cambiar o mirar su propio comportamiento, es una causa perdida, y  te estarás preparando para una vida de angustia y dolor si decides quedarte.

Si eliges tratar de trabajar en tu relación, aquí hay algunas cosas que podrías hacer para combatir su comportamiento manipulador:

1-Ten en cuenta lo que está sucediendo: toma una mirada racional a tu situación

2-Establece los límites tan pronto sea posible y con la mayor frecuencia posible: hazle saber cómo deben tratarte

3-Hacerles responsables de sus actos; haz que  observen  y reflexionen acerca de sus acciones y comportamiento

4-No aceptes excusas para un comportamiento inaceptable

5-Defiéndete y acepta las consecuencias de tu propio comportamiento

6-Obtén apoyo de otras personas a su alrededor para ayudarlo a manejar su situación objetivamente. Pueden ser amigos o familiares.

7-Actúa lo más rápido posible para dejarle claro de que estás enfocado en el cambio y trabajando en tu relación

8-Si nada de esto funciona, entonces, por supuesto, ¡sal de esa relación urgente!

Nadie merece una relación que sea estresante en su vida. Si bien en última instancia debes lidiar con las consecuencias de tus elecciones, recuerda que SÍ tienes otra opción. No tienes que quedarte si la situación se ha vuelto insoportable. Defiéndete, si crees que te mereces. Si tu vínculo es lo suficientemente fuerte como para resistir los cambios, ambos saldrán mejor del otro lado.

Redacción PowerofPositivity.com

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