¿Proyectas tus emociones?

¿Te has encontrado alguna vez en una situación en la que alguien te culpa de sus propios problemas?

La proyección o transferencia es una estrategia de defensa muy común en las personas que no se quieren hacer responsables de sus actos, culpan a otros y de esta manera alivian el estrés, la ansiedad o el rechazo al que se sienten sometidos.

Esta estrategia daña psicológicamente a las personas que lo reciben. Pueden sentir baja autoestima, sentirse desvalorizados, etc. Son personas que hablan mal de las demás personas y critican las mismas cosas que forman parte de ellos y a las que se niegan a enfrenarse.

¿Por qué  usamos la proyección?

Nuestro inconsciente es el encargado de protegerte de situaciones peligrosas o “incómodas” para ti. Pero en alguna situación puede que te sientas culpable o tengas otras emociones desagradables y para  evitar reconocer tu propio problema, tu inconsciente transfiere estos problemas o emociones negativas a otras personas. De esta manera encuentras un cierto alivio acerca de tus fallos cuando proyectas estas emociones negativas en los demás.

 

Las personas con muchas inseguridades, y problemas de autoestima son las más propensas de usar la proyección de forma continua. Si eres capaz de reconocer tus propios problemas y te haces responsable de ellos, entonces te estarás liberando de usar la proyección. Aunque es normal que en algún momento proyectemos algo en los demás sin ni siquiera darnos cuenta.

Detener la proyección no es tarea fácil pero no imposible. Minimizar esta estrategia está en tus manos. He aquí unos cuantos tips para ayudarte a lograrlo:

 

1-Conócete a ti mismo

Cuando sabes quién eres, y te aceptas tal como eres, con tus defectos y virtudes serás capaz de no sentirte débil ni mostrarte tal cómo eres ante los demás.

 

2-Deja de sentirte una víctima

Cuando juegas el papel de víctima culpabilizas a los otros de tus propios problemas. Deberás hacerte responsable de tu actos y ser consecuente con ellos.

 

3-Exprésate

Expresa tus sentimientos y emociones. Será más fácil si expresas tus miedos, frustraciones a las personas de tu confianza. Ellos te entenderán y para ti será una liberación.

 

4- Aprende de tus errores

Intenta recordar las situaciones en las que culpabilizabas a otros de tus problemas. Busca qué se repite en cada una de ellas. ¿Qué emociones proyectabas? ¿Eran siempre las mismas? ¿Con las mismas personas o con diferentes? Esto te puede dar una pista del patrón que sigues y lo puedes utilizar para mejorar tu conducta.

 

5-Rodéate de personas constructivas

Cuando te rodeas de las personas correctas, aquellas que te ayudan a crecer, las que están dispuestas a escuchar y a ayudarte entonces todo cambia. Aprende a comportarte como ellas, date cuenta de cómo solucionan sus conflictos sin culpar a los demás.

Admitir tus errores será un gran paso para el cambio. No seas duro contigo mismo, deja de juzgarte y avanzarás. Simplemente reconoce que eres humano y que estás en el camino hacia el cambio. Te deseamos toda la suerte del mundo.

Redacción Instituto Draco

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