Huellas de Dinosaurios
A 70 kilómetros de San Fernando y a 100 al sur de Santiago, internándose en las montañas que rodean al cajón del río Tinguiririca, en una de las laderas – a aproximadamente 1.700 ms. de altura- las pisadas de gigantescos animales jurásicos que vivieron en el lugar hace 150 millones de años transportan a esa época.
El sitio provoca asombro en los visitantes. Cómo no, si donde ahora hay cordillera había una playa parecida a lo que es hoy el Caribe, debido a que el gran continente se encontraba cercano a la línea del Ecuador. Esta teoría se comprueba por el estudio de fósiles de hermosos arrecifes de coral pertenecientes a una zona típica tropical, encontrados en esta zona y analizados científicamente. Aquí los dinosaurios se movían junto a la ladera de la playa de arenas claras y aguas turquesas, donde además desembocaba un río.
Para acceder a este tesoro paleontológico y declarado Monumento Nacional en categoría de Monumento Histórico en 1967, siete años después de su descubrimiento, se realiza un trekking de dificultad media, el cual dura 3 horas y media, ida y vuelta. Si bien es posible realizarlo solo, es aconsejable hacerlo guiado por conocedores en la materia. El tour operador local “Promaucaes Outdoor” cuenta con guías expertos en la actividad, tanto en conocimientos de paleontología como en seguridad.
Según comenta Pedro Hevia, socio de la empresa turística, muchos de sus pasajeros son extranjeros, quienes quedan cautivados con las nítidas pisadas de dinosaurios herbívoros que fijaban su centro de acción en el centro de este territorio muy cerca del agua, para evitar el acercamiento con especies carnívoras que se apropiaban de los alrededores. Quienes llegan a la meta del trekking, luego de la caminata que asciende por estrechos senderos, se encontrarán con unas 500 pisadas dejadas en el barro y solidificadas gracias a un suceso climático-volcánico, quedando petrificadas con las huellas impresas de estas especies cuando se formó la Cordillera de los Andes.
Las pisadas de estas especies (Terópodo, Ornítopodo y Saurópodo) afloraron posteriormente con el paso del tiempo. Según se informa estas son las huellas descubiertas más australes del planeta y de acuerdo a un estudio de profesionales tanto nacionales como extranjeros, en la zona existen un gran registro de especies tanto marinas como mamíferos de la época posterior al jurásico, lo que avala su condición de patrimonio. Por ello “Promaucaes Outdoor”, promueve una campaña de conservación de esta zona paleontológica para que los turistas la cuiden y eviten pisar las huellas. (5 UTM es la multa por traspasar y dañar el perímetro paleontológico).
Macarena Velasco . Periodista UC