Hasta hace poco se esperaba que tuviésemos una carrera sin baches desde que salíamos de la universidad hasta que nos jubilábamos. Ya no es así, cada vez mas personas toman la decisión de tomar las riendas su futuro profesional y eligen nuevas alternativas, otras reciben la noticia (inesperada o no) de que han sido despedidas y se ven obligadas a replantearse su ecosistema profesional.
Ser despedido, no es un trago agradable, desde luego, pese a ello, en este artículo vamos a hablar de cómo afrontar el despido en un primer momento del mejor modo posible, para encontrar el modo de convertirlo en una oportunidad.
Cuando recibes la noticia de que has sido despedido.
Ese día nunca lo olvidarás porque supondrá un antes y un después en tu vida laboral.
Muchas personas lo viven como un auténtico trauma y, en cuanto conocen la noticia, no dejan de preguntarse por qué a mi, qué he hecho mal… sobre todo cuando desconocemos la razón (siempre la hay) tendemos a culpabilizarnos a nosotros mismos.
Aunque parezca mentira, un despido también puede ser un momento de cambio que lleve a una carrera mas acorde con lo que realmente deseamos. Muchas veces nuestra entrada en un organización responde a la inercia del momento o incluso a una causalidad (no habíamos definido previamente qué era lo que realmente nos llenaba). Con el paso del tiempo, nos damos cuenta de que tal vez ese empleo no sea lo que mas nos gusta del mundo e incluso imaginamos otras ocupaciones en las que nos sentiríamos mas realizados.
Es cierto, un despido no es algo que hayamos decidido nosotros, pero ante esta situación sólo tenemos dos opciones, ponernos en el papel de víctima “¿por qué yo?” o bien afrontarla y sacar algo positivo de ella (es difícil, lo sé, sobre todo tener esta perspectivo en el primer momento).
¿QUÉ HACER FRENTE AL DESPIDO?
Estas son algunas pautas:
Conocer las razones:
En primer lugar, es muy saludable y necesario que conozcamos y clarifiquemos el motivo real del despido (la empresa va mal, ha habido un problema concreto con nosotros…). ¿Por qué? Conocer la realidad no ayudará a mejorar profesionalmente y, por otro lado, es algo que inevitablemente nos preguntarán en cualquier entrevista de trabajo y probablemente contrasten a través de nuestras referencias.
¿Nos pueden ayudar?
Según como se haya producido el despido, puede ser buena idea pedir cartas de recomendación a la empresa, serán nuestro aval a la hora de generar confianza en futuras entrevistas.
Vivir el duelo.
Realmente se trata de una pérdida y es natural que pasemos por un proceso de duelo (ya sabes, son diferentes fases que van desde la negación hasta la aceptación).
No intentes mantener contacto insistentemente con las personas de tu antigua empresa ni te aferres a tus antiguos hábitos. Piensa que es una etapa cerrada. Ahora, una nueva puerta se abre llena de posibilidades aunque probablemente hacernos a la idea nos requiera un tiempo.
“Decirlo en casa”.
No suele ser fácil comunicar este tipo de noticias a nuestra familia y amigos. ¿Cuál sería el mejor enfoque? Si es el caso, tal vez transmitir la idea de que vamos a aprovechar este punto de inflexión para darle un nuevo enfoque a nuestra carrera hacia algo mejor, un proyecto profesional que se adecue mas a nuestros deseos y necesidades.
Tiempo de reflexión.
En función de nuestro momento personal y financiero podremos dedicar mas o menos tiempo a realizar una pausa para ordenar nuestras ideas y tomar impulso para seguir con mas fuerza.
¿Realmente te llenaba lo que estabas haciendo? Cuando estabas trabajando ¿qué otro tipo de actividad soñabas realizar? ¿Qué cosas te hubiera gustado hacer realmente y no disponías de tiempo para ello? Una posibilidad (y casi necesidad) es dedicar un tiempo precisamente a ese tipo de actividades, que nos mantendrán conectados con la satisfacción. Cada uno de nosotros es diferente y nuestras preferencias y prioridades, distintas, regálate un tiempo para ti ahora que lo tienes.
Un punto de vista constructivo.
Desde un punto de vista alejado de la autoflagelación, analiza lo ocurrido ¿Cuál ha sido tu nivel de responsabilidad? ¿Qué no volverías a hacer? ¿Qué tendrías que haber hecho que no has hecho? La idea es aprender de lo ocurrido y, sobre todo, que no se repita.
Reinvéntate.
Una vez superado el espinoso primer momento del despido, toca hacer un autoanálisis, fijarse objetivos a la altura de lo que realmente quieres para tu vida, sin negociaciones.
Ponerte en marcha exigirá trabajo, pero la recompensa vale mil veces el esfuerzo, y los beneficios serán permanentes.
¿Por qué no utilizar este paréntesis para dar un nuevo enfoque a lo que haces e incluso reinventar tu carrera?
Si necesitas ayuda y quieres que te acompañe en el camino, estaré encantada de hacerlo.
Recuerda que eres dueñ@ de tu vida, convierte tu libertad en valor.
Sobre la autora:
Isabel Gómez, es Asesora y Coach Profesional en Éxito en Femenino www.exitoenfemenino.com .
Licenciada en Ciencias del Trabajo, Master en Marketing, MBA y Emprendedora vocacional.
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