«Airbnb es la combinación de personas, lugares y amor»
Airbnb se encuentra en un barrio recóndito de San Francisco, que por apariencia jamás uno se imaginaría que detrás de esos portones se esconde una edificación de más de 5 pisos y la diversidad más impresionante de personas que he visto en un mismo espacio. Lo primero que llama mi atención fue la moderna arquitectura, con espacios colaborativos en su planta baja, flexible, que dispone que todos los espacios sean ocupables, muros verdes muy bien cuidados.
La multiculturalidad es real, una chica asiática de pelo celeste conversando con un hombre de raza negra parecían coordinarse para almorzar. Todo funciona, y en perfecta armonía pareciera que cada uno maneja sus tiempos, seguramente el sistema de trabajo es en base a objetivos. No se logra distinguir un modelo tradicional de trabajo, no se reconoce a un jefe, o ningún tipo de jerarquía, al menos apreciable en el uso del espacio o vestimenta, en Airbnb las personas interactúan de manera lineal, enfocadas cada una en lo suyo, pero en pro del funcionamiento de un sistema mundial.
El edificio sorprende, tiene esquinas inesperadas con escritorios formales, me encuentro con personas almorzando en los pasillos, conversando de estrategias, tomando decisiones, pareciera que en Airbnb todos los lugares son un buen lugar. Me gusta como integran lo lúdico con lo funcional. Airbnb la tiene clara, y de esa manera lo declaran en sus muros, la evolución de la marca, el crecimiento y en lo que se han convertido hoy en día. Empapan la historia, y explican que todo tiene un proceso, que ese edificio fantástico no emergió de un día para otro.
Airbnb es la combinación de personas, lugares y amor. Es de las empresas que están determinando cómo será el futuro, y eso emociona. Caminar por sus dependencias, es realmente un viaje express por el mundo, tienen tantas salas de reuniones con nombres de ciudades como distintas nacionalidades de trabajadores hay. Lo entretenido es que cada una de sus salas están condicionadas realmente como si fuera un living de la ciudad que alude, me senté en Amsterdam, tomé té en Londres, me comí unos macarrones en Paris, y disfrute de Bali. Airbnb es una empresa del mundo para el mundo, con trabajadores de todas partes, y en eso son coherente en todo, incluso en la configuración de uno de sus espacios más concurridos, la cocina, que tiene literalmente todos los tés posibles.
En Airbnb hay espacios curiosos; hongos casas de muñeca, quitasoles adentro de las oficinas para cubrir la entrada de luz natural, sillones gigantes, de verdad gigantes. Tienen una guardería de niños, con parvularias permanentes que entretienen a los hijos de los trabajadores, y que tranquilidad más grande saber que se puede trabajar con los hijos ahí mismo… Airbnb entendió, e implementó todo lo que soñamos cuando pensamos en el trabajo con las dependencias ideales. Y no sólo se puede ir a trabajar con los hijos, sino que también con las mascotas, y es cierto, después de ver al segundo perro debajo de una mesa deja de sorprender, pero es real, un labrador en los pies del amo mientras trabaja.
Airbnb es el futuro del trabajo.
Periodista, Licenciada en Comunicaciones.
Facilitadora en Innovación Social de la Universidad de Chile