5 frases de consuelo para un corazón roto (que a todos nos han dicho)

Hemos estado ahí, y hemos escuchado esas respuestas consoladoras casi programadas de nuestros seres queridos. Mane Cárcamo hace un repaso de las más típicas palabras para consolar un duro desamor, ¿cuáles has dicho o te han tocado a ti?

A todos nos “patearon” alguna vez. La o él al que no le ha pasado esa dramática situación se ha ahorrado unos cuantos pañuelitos desechables, noches de desvelo, sicopateos obsesivos y un sinfín de rollos mentales que hemos tenido que vivir todos aquellos a los que nos han dicho: HASTA SIEMPRE.

No ahondaré en las miles de razones- algunas verídicas, otras muy chantas- que se utilizan para despachar a una pareja amorosa. Eso da para otra columna. Aquí el tema que nos convoca es otro.

En estas líneas describiré algunas de esas clásicas frases de consuelo, obviamente bien intencionadas, que nos han dicho nuestros seres queridos cuando nos han visto haciéndole visos a la muñeca o llorando por los pasillos después que nos dejaron.

Consuelo 1: “Ay qué bueno que terminó contigo, definitivamente era un pastel”

Esa amiga que conoces desde el jardín infantil, que sabe hasta el día que se te cayó el primer diente, supo la bochornosa experiencia de tu primer beso y se sabe de memoria tu RUT, se manda esta frase después de 4 años de silencio. Te vio pololear con el “pie de limón” humano, sufrir, aguantarle las escapadas de las cabras para el monte y NUNCA te dijo nada en esos 1.460 días de romance. No pues,el que te diga AHORA que el cabro se multiplica por cero no ayuda. Habla en el minuto o calla para siempre.

Consuelo 2: “Todo es por algo. Algún día lo entenderás”

Demás que este consuelo es cierto y tiene mucho sentido. Cuando uno mira para atrás agradece a todos los santos del cielo no seguir en esa relación. Pero en ese momento que te sientes abandonada/o, rechazada/o y con la autoestima a la altura de refugio de los 33, ese “por algo” y las supuestas miradas “súper trascendentales” nos interesan bien poco. Ya, pero éste, aunque es un cliché ultra utilizado y dan ganas de hacer ceviche con la persona que te lo dice, igual lo defiendo. Porque igual tiene mucha verdad y, porque aunque sea muy apestoso decirlo;se sale más fortalecida de las penas de amor y se aprende a definir lo que se quiere y lo que no. Aunque eso casi nos haya costado una pasantía en El Peral.

Consuelo 3: “Era una relación muy absorbente, aprovecha que ahora tendrás tiempo para ti”

A ver, ¿cómo te lo explico? Cuando uno está enamorada así como en las teleseries de la tarde, si pudiera compartir el grupo sanguíneo con el otro, uno lo haría. Preferiríamos no tener tiempo para hacer pipí con tal de estar con ese ser taaan amado. El tiempo libre no tiene sentido, porque aunque es rico ir al cine, a clases de mosaico, salir a trotar, ver series, dormir siestas de dos horas y todas esas maravillas,si a todas esas actividades le agregamos la palabra “SOLA” el atractivo es bajísimo. Quiero aclarar que cuando el corazón ya está rehabilitado el tiempo personal no sólo se valora mucho, si no que se goza con conciencia y plenitud. Pero cuando nos ha llegado el sobre azul de amor, nada de eso nos motiva. NADA.

Consuelo 4: “ En verdad sorry que te lo diga, pero por un lado mejor, era MUY FEO”

Aquí no solo te dan un argumento pobre, además te tratan de miope. Esa misma amiga que está con la chala bota y luce con orgullo la sombra celeste en los ojos, se da el verdadero lujo de decirte que tu galán es feo como si ella fuera la contralora de los cánones de belleza. Además ya no estamos en quinto básico, hay veces en las que uno no solo engancha con el mariscal de campo o en Ken del curso. Y bueno, así es la cosa no más, a veces uno se encandila con el Adrián y los Dados Negros del grupo y andamos chochas por la vida. El amor es así… misterioso y subjetivo.

Consuelo 5: “Tranquila, hay muchos peces en el mar”

Este argumento me lo dio un par de veces mi papá. A mí me patearon harto en la vida, por eso hablo con propiedad de este tema. Como buen papá me decía que el susodicho se lo perdía, porque obviamente para mi padre yo era una mezcla perfecta entre Valeria Mazza, Albert Einstein y la Madre Teresa. Muy neutral como verán. Entonces en su cabeza de padre orgulloso se ofendía por el rechazo que su hija había sufrido y tenía la profunda convicción de que en el mercado había 100 candidatos mejores y más merecedores de mi amor. El tema es que a mí sólo me interesaba el pez espada que no me cotizó, además no estaba de ánimo para ir a la pesca milagrosa y que si me miraban con realismo, yo no era para nada la perfección hecha mujer. En todo caso… gracias papá por tu fe en mi.

Recibo expectante todos los consuelos que quieran sumar queridos lectores. También aunque deslizo cierta crítica a todas estas frases hechas y me burlo, asumo que en el momento son absolutamente necesarias e incluso cumplen con el objetivo de calmar a esa alma en pena en la que uno se transforma en esos momentos. Ya el que alguien te entregue palabras de consuelo demuestra empatía y humanidad. Que sean clichés y poco originales es otro tema, falta originalidad, es verdad. Pero se agradecen igual. Si a ellas se suman chocolates, un día de spa, un justificativo para faltar a la pega y un simple abrazo, el resultado es perfecto.

¿Agregarías otra frase a esta lista oficial? ¿Hay alguna que te haya ayudado?

Magdalena Cárcamo – Periodista

Fuente: www.eldefinido.cl

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