Armonizar tus ritmos…adentro y afuera

Llega marzo y se retoman nuevamente, para la mayoría de las mujeres, un sin número de actividades y tareas, si literalmente tareas porque además de los compromisos y responsabilidades que se asumen digo los personales, están las tareas y deberes de los hijos mismos que muchas madres hacen propios…tema para otra columna.

 

Leí hace un par de semanas un pequeño libro muy interesante titulado la Sociedad del Cansancio de Byung-Chul Han un filósofo, nacido en Corea del Sur, que hoy reside y hace clases en Berlín. En este plantea un análisis de nuestra sociedad mostrando el giro que hubo desde un énfasis en el deber (sociedad disciplinaria previa a la actual) hacia el poder, el poder entendido como el poder hacer. La sociedad del siglo XXI es la sociedad del rendimiento, hoy nos rige el imperativo del rendimiento como nuevo mandato de esta sociedad del trabajo.

 

No-poder-poder es la amenaza uniéndose a ella la sobrecarga de estímulos, información e impulsos que derivan de estos. Atención a todo, hacer mucho y estar en constante poder hacer es la consigna. ¿Y que pasa con los ritmos?, ¿con las pausas? y ¿con el aburrimiento largamente estudiado y del que se da cuenta un tremendo poder creativo?

 

Bueno estimadas féminas estimo, y de ahí esta columna, que nosotras tenemos a propósito de este tema una tremenda oportunidad y un tremendo riesgo. ¿Quién mejor que nosotras las mujeres para querer hacer todo y hacerse cargo de todo? Y hacer carne el poder hacer en todo su esplendor, total uno siempre puede. He aquí el riesgo.

 

Y quién mejor que las mujeres para saber de ritmos y tiempos si nuestro cuerpo funciona con ciclos y que tras esperar 8 o 9 nueve meses muestra la potencia de los ritmos y tiempos. Como dicen las escrituras cristianas hay un tiempo para todo bajo el sol. He aquí la formidable oportunidad.

 

Porque si, las mujeres tenemos esa potente sabiduría en nuestro cuerpo, mente y emociones y para quienes han tenido la oportunidad de ser madres la experiencia grabada a fuego que todo requiere un tiempo y que ello tiene un sentido.

 

Entonces ¿cuál es la invitación? La invitación es conectar y armonizar con tus propios ritmos y posibilidades, los que te muestra sabiamente el cuerpo y evitar caer en el poder- poder todo y para todos. La brújula interna está viva y no es sólo mental, es más creo que la mente nos juega una mala pasada así es que a volver al cuerpo, a observar y conectar con ellos para funcionar en armonía.

 

Y como hay correspondencia entre el adentro y el afuera otra ayuda relevante es también atender a la luna, potente fuente de información, porque la luna va también marcando ritos que de funcionar con ellos nos permiten generar algo así como una economía de escala. ¿Sabían Uds. que cuando la luna está llena nuestro cuerpo también está en su máximo potencial?  O al revés cuando la luna va menguando es momento de repliegue, lentitud para reorganizarnos.

 

Usemos nuestra sabiduría y armonicemos nuestros ritos adentro y afuera…ya que en la medida que lo hacemos no sólo contribuimos a nuestro autocuidado, sino que también compartimos esa conciencia con quienes nos rodean.

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