Entrevista a Elena Espinal, Master Coach
“Los seres humanos nos olvidamos de que somos seres de manada; el lenguaje inventó el yo, que quiere decir no tú”. La afirmación pertenece a la Dra. Elena Espinal pionera en el uso y la creación de la cultura del Coaching Ontológico en diversos países latinoamericanos, así como de la popularización de la implementación del mismo para procesos de cambio en grandes organizaciones. Durante su última visita a Chile, Mundo Mujer tuvo el privilegio de acceder a una entrevista con esta master coach, reconocida en el mundo entero.
Nuestra conversación se inicia, como es de suponer, con la visión de Elena acerca de las características y orígenes del coaching. En forma fascinante, la licenciada en Psicología con un MásterSalud y Servicios Humanos, de la Universidad John F. Kennedy de Argentina, nos pasea por filósofos como Decartes, Kierkegaard y el psicólogo Freud para llegar a Heidegger, quien en 1927 plantea que el hombre no es un ser fijo, que se va modificando de acuerdo con sus circunstancias y al tiempo que le toca vivir. ” El coaching aparece como una profesión dentro de ese modelo de flexibilidad, porque justamente asiste a otros para que puedan romper con sus creencias limitantes, generando así acciones que les ayuden a lograr lo que quieren”, indica Elena. El coaching no es un modelo, éste es el existencialismo.
Elena y ¿Por qué el Coaching Ontológico?
-Bueno, primero John Austin y John Searle, y después Fernando Flores, plantearon que el Hombre es Hombre desde que tiene lenguaje. El lenguaje del ser humano le permite hablar de cosas abstractas, y generar todos los cuentos en los que hemos vivido. Estos cuentos como la democracia o el dinero, antes no existían y los humanos vivían perfectamente. En sí no son buenos, ni malos, lo importante es darnos cuenta de que vivimos dentro del cuento, que éstos nos organizan la vida y que podemos llegar a cambiarlos.
El Coaching Ontológico creó las bases para reconocer que vivimos en un modelo paradigmático, generado por el lenguaje, y que nos podemos salir de ahí.
¿Qué tienen en común el Coaching Ontológico con los otros tipos como el coaching PNL o sistémico, por ejemplo?
-Por comenzar, cualquier clase de coaching está orientado al futuro, no está focalizado a arreglar el pasado, también todos llevan a generar una acción que hasta ese momento no se había realizado, por lo cual hay que atravesar barreras para conseguir algo nuevo. El coaching lleva a que el coachee tome sus propias decisiones, el coach no da consejos.
¿Cuál es tu visión acerca del coaching grupal, al estilo del que se da en las comunidades de Mundo Mujer?
Es más fácil encarar el cambio cuando no estás solo, sino de la mano de otros y sientes que hay más personas que están con el mismo desafío. El apoyo de la manada es fuertísimo para lograr el cambio. El coaching grupal funciona bien porque los estados de ánimo son biológicos y contagiosos, estos te relacionan con el futuro, abriendo o cerrando un espacio. Cuando el grupo está en un estado de optimismo, de alegría, sus integrantes se lanzan con fuerza para lograr sus propósitos, lo que es distinto si hay un estado de resignación o de rabia.
Todo estado de ánimo es complejo en cuanto a sus emociones que lo componen y en grupo surge la gratitud, que es una de las emociones fundamentales en una relación. Esta no significa estar en deuda con alguien, sino que es el reconocimiento de lo que significa el otro y todo lo que él ha dado.
Nota realizada por Macarena Velasco – Periodista UC