Recuerdo que cuando era pequeña las estaciones se presentaban con bastante definición, mostrándonos como cada época del año tenía (tiene) sus ritmos y nos propone ciertos temas. Era tan evidente el paso del invierno a la primavera o la llegada del verano con la expresión de colores olores y sabores.
¡Ha llegado el otoño! ¿Y qué nos trae esta bella estación? Bueno es cuestión de mirar la naturaleza para comprender su mensaje. Los árboles son la más clara expresión de lo que el otoño nos propone, ver las hojas caer es signo que este es un tiempo de desprendimiento y un tiempo para preparar la tierra para sembrar.
El otoño nos invita a equilibrar ¿y cómo lograrlo? En esta estación la posibilidad está dada por el despojarnos de todo aquello que sentimos es necesario soltar para avanzar hacia nuestra armonía. Esto puede ser un hábito que, a través de la observación consciente, me doy cuenta que ya no es útil, o bien de una emoción como la tristeza o un sentimiento (que es una mezcla de una emoción y un pensamiento) que nos ata. Ojo lo importante es poder observar y no enjuiciar porque todo lo que somos es valioso y los hábitos, ideas o costumbres que tenemos están ahí porque en algún momento fueron necesarios y fueron útiles.
¡Desapegarnos de nosotros mismos y de lo que creemos que somos (aunque ya no nos haga sentido) es muy difícil! ya que nos aferramos a una imagen estática que creemos inamovible y precisamente lo que nos muestra la vida y la naturaleza a través de las estaciones y sus ciclos es que todo está en permanente movimiento y cambio.
Por ello creo sumamente importante volver a conectar con las estaciones, recordar lo que cada una de ellas nos muestra, sincronizando nuestra vida individual con leyes que están más allá de nosotros mismos y de las que como humanos hemos creado. Este otoño trae sanación, creatividad y la posibilidad de re encantarnos con nosotras mismas a partir del equilibrio que surge al reconocer quienes somos, re mirarnos para descubrir lo bueno que tenemos y soltar creativamente lo que ya no nos es útil para avanzar en nuestro desarrollo y evolución.
Aún quedan días y momentos del día con un lindo sol, antes de la llegada del invierno. Las invito entonces a aprovechar ese regalo de energía para caminar o pasear y junto con ello hacer esta revisión, conectando con nuestras vidas para preparar el terreno para la siembra. A soltar aquello que creemos que tenemos que dejar partir para dejar un espacio o espacios es nuestras vidas que reciban lo nuevo, sabio y nutritivo que tenga que llegar más adelante, una vez que el otoño y el invierno den paso a un nuevo florecer en primavera para luego disfrutar y gozar de los frutos en verano.
¡Ah! y por último a propósito de las estaciones les recomiendo la película del director surcoreano Kim Ki-duk llamada; Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera…las estaciones de la vida. Realmente una belleza.
