Uno de los placeres que tenemos a la mano y que nos acompaña desde que somos pequeños, es la música, la música tiene tantas cualidades buenas para el alma que comenzar a relatarlas será un privilegio. La música transporta, conecta, enseña, relaja, cambia estados de ánimo, es terapia, es pura conexión.
La música es un lenguaje universal de comunicación entendido por todos, que conecta los continentes y supera distancias y culturas. El fin de semana tuve el privilegio de asistir a un concierto en una plaza gratuito, donde de manera privilegiada todos disfrutamos de un viaje por variados continentes, emociones y sensaciones. La Música llega a lo más profundo de las personas transfiriendo una vivencia o una idea que de una manera u otra, provoca un movimiento interno que transporta o nos conecta con alguna parte de nuestra historia o nuestro ser.
Siempre trato de tener esos espacios de conexión musical que logran desconectarme y hacerme flotar, el más frecuente de esos espacios los disfruto en el auto, en donde además me transformo en cantante y en experta de la música del momento. Es un espacio que también disfrutamos mucho en familia, cantamos todos juntos, aprendemos nuevas letras, aunque algunas sean dignas de no cantar pero los niños libres de prejuicios y comprensión las cantan sin parar a todo pulmón. Se me hace fácil recordar los hits 2018 con sus peculiares nombres y estribillos pegajosos jajaja!!!
Mi nuevo desafío a nivel familiar es estimular un poco más el amplio mundo musical en mis niños, son tan deportistas que las actividades artísticas o musicales específicamente, quedan un tanto desplazadas y como todo en la vida, considero que el equilibrio es indispensable para el buen vivir. Por el momento comenzamos con una hija motivada por tocar Ukulele y ya veré como me las ingenio para empaparlos a todos, de un mundo un poco más cargado de música variada en sus vidas.
La música a su vez es creatividad pura. Es un arte poderoso que estimula la creación y el cambio. Al ser fuente de conexión, muchas veces nos ayuda a encontrar respuestas o nos permite visualizar cosas que no teníamos consciente, esta reflexión a la que transporta la música, nos abre posibilidades que nos permite ver nuevos caminos y realizar cambios que muchas veces mejoran finalmente nuestra calidad de vida.
Por otro lado la música impacta directamente en nuestro ámbito social y estado físico, el baile, la fiesta, el compartir con otros, es algo que vivimos desde jóvenes y puede ser un factor de interacción más que relevante en nuestro desarrollo motor y social. No hay nada que yo promovería mas que buenas fiestas, una buena fiesta, con buena música y buena compañía es un acto humano cargado de energía, vitalidad y positivismo.
Una buena fiesta con música permite compartir en un espacio distendido, que fomenta el crear redes sociales, conocer gente interesante, hacer deporte, jugar, crear, celebrar y disfrutar con otros.
La música es sin duda, una compañera que hace nuestra vida más fácil, entretenida y que se amolda perfectamente a lo que necesitamos en cada minuto de nuestra vida.
Si quieres conocer como está el ánimo de una persona o con qué se esta conectando últimamente, pregúntale que canción escucha más seguido en el último tiempo. Realmente te sorprenderá la cantidad de información que se obtiene con este simple ejercicio.
Conoce más de Florencia AQUI
Psicóloga U Andes