¿Cuáles son los ingredientes necesarios para que un negocio, tu negocio, prospere?
¿Te lo has preguntado alguna vez?
Después de llevar muchos años con mi negocio online (desde el 2010), con clientes de más de 17 países distintos, miles de visitas a mi web, apariciones en medios reconocidos y, lo más importante para mi, la libertad y flexibilidad que siempre he buscado (y que fue la razón principal de que me embarcara en esto)…
Te digo cuales son, según mi experiencia, los cinco ingredientes necesarios para que tu negocio online prospere.
Aclarar antes que el contexto es negocio online de servicios, que es mi especialidad.
Aquí los tienes…
1. Saber qué hacer.
Esto te puede parecer obvio pero hay tanta, tanta gente que comienza y no sabe qué tiene que hacer para conseguir clientes.
Y es normal, a mi también me pasó al principio.
Estás perdida, vas leyendo blogs o mirando que hacen otras personas reconocidas, pero en realidad no tienes NI IDEA de qué pasos dar.
Y es fundamental.
Mi negocio empezó a progresar y después a estabilizarse y después a escalar cuando aprendí qué tenía qué hacer.
Y depende de la etapa en la que estés en tu negocio, claro. Cada etapa requiere unos pasos.
(Hay 5 que son básicos y tener que tener en cuenta estés en la etapa que estés y te los cuento en esta clase gratuita porque dan para más de un artículo).
Por tanto, el primer paso para prosperar es saber lo que estás haciendo. Y para eso vas a tener que aprender sí o sí lo que necesites según tu modelo de negocio.
2. Ser tú.
Esto es IMPORTANTÍSIMO, tienes que darle personalidad a tu negocio, que transmita cómo eres tú.
Porque las personas queremos contratar a otras personas, queremos sentirnos cuidadas, comprendidas, queremos que nos encante la persona a la que le compramos, o que nos guste lo que dice o cómo lo dice o lo que defiende.
Es imprescindible que cuando pienses en tu web, en tu negocio, veas que te encanta, que te refleja totalmente y que transmite lo que tú quieres.
Yo, por ejemplo, siempre he querido transmitir profesionalidad, espontaneidad y libertad.
En mi negocio procuro ser muy profesional a la par que hacer lo que de verdad quiero y a mi manera, tanto si encaja con lo que hacen otros profesionales del mismo campo como si no.
Yo escribo porque me encanta escribir, escribo como hablo, si hablas conmigo ves que soy igual. Mi negocio es online porque es lo que yo quiero y me da igual que los demás hagan talleres, charlas o lo que sea. Hay muchas maneras de hacerlo y esta es la mía.
Y eso hay sido clave en mi negocio.
Porque la gran mayoría de mis clientas me han contratado no solo porque sepa cómo ayudarlas, porque sea coach o porque lleve años con mi negocio, sino porque les ha gustado mi estilo, lo que digo, cómo escribo.
Y por eso quieren trabajar conmigo, por mi.
Y eso es lo que tienes que buscar tú. Que te busquen no solo por lo que haces sino por CÓMO LO HACES.
Que te digan que se identifican totalmente con lo que haces, que confían en ti, que te ven diferente, más…. (transparente, divertida, honesta…Lo que sea que tú quieras transmitir).
A mi no solo me hace feliz ayudar a mis clientes sino cuando te dicen además: y es que me río mucho contigo, y es que con tu voz ya me siento más reconfortada, es que me encantan tus artículos, es que eres más directa y dices las cosas claras.
Eso es lo que me diferencia y es lo que necesitas tú también.
Y no te hacen falta mil estrategias para esto, sólo ser honesta contigo misma y tener claro qué quieres transmitir.
¿Cómo eres tú? Bromista, directa, romántica… Transmítelo en tu marca.
¿Qué te gusta? A mi me encanta usar mi voz y hago podcasts. Me encanta escribir y escribo.
¿Cómo eres tú, qué te gusta?
Elige tus tres adjetivos y dímelos en los comentarios.
3. ¡Trabajar! Con constancia.
Otra obviedad que no lo es tanto. Hay que hacer cosas, actuar, probar, experimentar.
Y ser constante.
Y cuesta más de lo que parece.
De hecho, yo diría que es lo que más veo, poca constancia. Constancia significa publicar en tu blog todas las semanas (o cada dos semanas, o todos los días, según tu estrategia).
Significa hacer seguimiento a las personas que se han puesto en contacto contigo. Buscar oportunidades para tener más visibilidad.
Hacer lo que TÚ ya sabes que tienes que hacer.
Porque nos conocemos perfectamente y cuando estás ocho horas escribiendo un artículo ya sabes que te estás entreteniendo, que el perfeccionismo te está parando, que no estás haciendo lo que tienes que hacer, que es publicarlo ya.
Hay ciertas actividades que te hacen sentir ocupada y que tú sabes DE SOBRA que no te hacen progresar. Y puede que tengas que hacerlas, pero no dedicarles tanto tiempo.
Ten siempre claro qué actividades son las realmente importantes, las que te dan beneficios y priorízalas.
Y serán las que te den más miedo, claro, pero si quieres que tu negocio prospere, hay que hacerlas.
Las cosas no se regalan, requieren un esfuerzo. Y yo no soy de las que creen que hacen falta sacrificios extremos para lograr las cosas.
Yo apuesto por hacer lo que te gusta y te divierte más. Pero hay que hacerlo.
A mi me encanta escribir pero eso no significa que no lleve tiempo. Y lo hago igual.
Y me encanta crear webinars y lo disfruto y lleva MUCHO tiempo y esfuerzo.
Hay que trabajar y esforzarse. Esfuerzo del bueno, del que te gusta y te llena.
4. Arriesgar
Cómo nos gusta la seguridad y hacer lo que nos resulta cómodo. A mi la primera, pero…
Arriesgarme es lo que mejores resultados me ha dado. En la vida en general.
Arriesgarme a dejar mi carrera sin saber si podría vivir del coaching.
Arriesgarme a vivir de mis ahorros.
Arriesgarme a subir el precio de mis programas y tener precios altos.
Arriesgarme a escribir, a estar en las redes, a dar webinars.
Arriesgarme a apuntarme a cursos que eran una buena inversión o a contratar a mentoras.
Arriesgarme a ser visible (y el miedo que da).
Eso no quita que sigas teniendo miedo o nerviosismo, pero lo haces igual porque en el fondo sabes que es lo que quieres y necesitas.
Y no me refiero a hacer locuras, sino a otro tipo de riesgos.
Cuando sabes que tienes que subir precios y te tiembla el estómago. Cuando sabes que es hora de contratar a una asistente o diseñadora o una mentora y te cuesta desprenderte del dinero porque lo ves como un riesgo. Pero sabes que estaría genial.
Ese tipo de riesgos.
Como cuando me lancé a hacer tirolina aunque me daba miedo, porque en el fondo sabía que me iba a gustar y no me iba a arrepentir.
A esos riesgos me refiero. Son riesgos controlados porque en el fondo tú sabes que quieres, que lo necesitas o te gusta.
Cada una tiene los suyos y sabes cuales son. No leas esto y digas: “sí, tiene razón” y te vayas a ver Facebook. Ponte a ello. La acción es clave.
5. Recalibrar
Por un lado ir revisando tus acciones y tus resultados para ver qué funciona mejor, qué merece la pena dejar o cambiar y para ir haciendo cambios para conseguir tus objetivos.
Por ejemplo, yo me hago un plan anual y cada mes voy revisando lo que he hecho, lo que ha funcionado y si quiero cambiar algo. De hecho, yo en vez de organizarme en trimestres pienso en términos de “entre vacaciones”.
Es decir, programo qué voy a hacer entre Navidad y Fallas, entre Fallas y Semana Santa, hasta verano, de septiembre a Navidad.
Porque las vacaciones son importantes para mi y las tengo muy en cuenta.
Lo primero que hago al planificar el año es marcar vacaciones, fiestas y fechas importantes y me organizo en torno a eso.
Y, como digo, cada mes reviso, cada “trimestre” reviso y a final de año reviso. Porque es muy fácil poner el automático, hacer siempre lo mismo y luego darte cuenta de que no ha funcionado igual esta última vez.
Es muy importante ir ajustando y recalibrando.
Y no solo a nivel estratégico o de tácticas, sino a nivel de negocio en general.
Considerar si todavía te sientes realizada haciendo lo mismo o es hora de hacer cambios.
Hay épocas en las que las cosas no te llenan igual, por la razón que sea y es hora de parar y reconsiderar qué ofreces, si necesitas un descanso, si te sigue gustando y qué vas a hacer después.
Para asegurarte no solo de que tu negocio progresa sino de que tú sigues igual de motivada y realizada. Porque cosas que te podían encantar antes puede que ahora te agoten o ya no te motiven.
Y es momento de preguntarse:
¿Es hora de cambiar o eliminar esto? o ¿qué puedo hacer para que vuelva a entusiasmarme?
Esas son las cinco claves que consideras fundamentales para que tu negocio prospere. ¿Por cuál vas a empezar?
Cuéntamelo en los comentarios y no olvides apuntarte a mi Programa Acelerado de Mentoría “Clientes, Ingresos y Libertad” donde te enseño paso paso todo lo que necesitas para poner tu negocio en marcha y vivir de él.