Hoy me he dado cuenta de que cuando alguien escribe un post o habla sobre “un jefe que tuvo” que era muy perfeccionista, o muy poco motivador, o muy (adjetivo descalificativo cualquiera) automáticamente los comentarios se convierten en un acoso y derribo a esa “persona imaginaria”.
Sin conocer el lado B de la historia.
Sin haber escuchado la versión de esa persona imaginaria.
️ Sin conocer el contexto.
Sin darnos cuenta de que, toda historia pasa por los filtros de quién la cuenta porque, todos llevamos unas gafas a través de las cuales interpretamos el mundo que nos rodea.
Yo intento (y no siempre consigo, a veces también se me olvida) practicar la mirada apreciativa y ponerme en el lugar del otro siempre pero evito comprarle la historia al 100% porque, flaco favor les haría a mis clientes que les diese siempre la razón en lugar de ayudarles a que se quiten las gafas con filtros que todos llevamos y observen desde otras perspectivas la realidad. Con las gafas limpias de sesgos, juicios y conversaciones no resueltas.
Conoce más a Blanca Rodriguez AQUI