¿Estás estancada con un problema que no te quitas de la cabeza?
Estoy leyendo ahora, entre otros, un libro de mi coach favorito hoy en día, Michael Neill, y entre todo lo que menciona hay un ejercicio que me ha parecido especialmente interesante para ayudarte a solucionar problemas.
Muchas veces tenemos un problema u obstáculo al que le damos vueltas y vueltas y no logramos solucionar.
En mi experiencia después de años como coach y siempre aprendiendo, la respuesta la solemos tener dentro y hay que aprender a silenciar todo el ruido en nuestra cabeza y escuchar lo que nosotros ya sabemos.
Ser totalmente honesta contigo misma o contigo mismo.
Esa es la clave. Simple pero no tan fácil.
Y ese es parte de mi trabajo, ayudarte a sacar lo que tú ya tienes dentro.
Y esta puede ser una buena manera de practicar : )
Seguimos entonces con esta manera de solucionar ese problema que te está afectando tanto.
– Piensa en un problema que te gustaría resolver.
Por ejemplo: tener más energía, estar más motivada, tener más clientes, cómo cambiar de carrera, etc.
– Escribe o piensa esto: ¿Por qué creo que tengo este problema?
Por ejemplo: porque me aburre mi trabajo, porque no me gusta vender, porque no duermo lo suficiente, porque no sé qué me gusta de verdad…
– ¿Cuáles son alguna soluciones “obvias” a este problema?
Por ejemplo: cambiar de trabajo, apuntarme a una clase de ventas, encontrar algo que me dé energía, aprender a conseguir clientes, etc.
Ahora viene lo bueno ; )
– Piensa al menos otras tres posibles explicaciones para tu problema y sus soluciones “obvias”.
Por ejemplo, puede que no tenga energía porque no duermo bien. La solución obvia sería ir a dormir antes o no usar pantallas antes de dormir o tomarme una infusión.
O puede que no tenga energía porque me paso todo el día sentada y si hiciera ejercicio podría tener más energía.
O puede que no tenga energía porque no hay nada que me apasione en mi día a día y puedo añadir a mis días algo que me encante como pintar o bailar o hablar con alguna amiga o amigo todos los días.
O porque no estoy comiendo bien.
– Pon en práctica al menos una de las soluciones alternativas a la inicial. Si funciona, genial y si no, a probar otra : )
¿Qué me dices?
Te aseguro que merece la pena probarlo, te hará pensar de manera distinta a la habitual, considerar cosas que no habías tenido en cuenta. Pensar más allá de lo habitual.
Así que aplícalo a todo lo que se te ocurra.
Y si te ha parecido interesante te gustará este libro (en inglés, no sé si está en español).
Un abrazo y cuídate mucho.
Y ya sabes, si quieres profundizar más y conocerte mejor, mi programa “Qué Hacer Cuando No Sabes Qué Hacer” te ayudará mucho.
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