Psicología y emociones positivas

 

La psicología positiva surgió hace más de 10 años por iniciativa de Martin Seligman y su creación respondió al interés por fomentar el estudio de los aspectos psicológicos positivos del ser humano, lo que hasta ese momento dentro de la historia y desarrollo de la psicología había sido muy desatendido.

Uno de los temas esenciales de la psicología positiva es el estudio de las emociones positivas área que ha estado muy abandonada, ya que mientras que se han estudiado durante años emociones como el miedo o la ira, tenemos poca información sobre el funcionamiento de emociones positivas como el agradecimiento o el amor.

Las emociones positivas son etiquetadas como positivas porque generan una sensación placentera –frente a las negativas que generan malestar– y presentan una gran cantidad de efectos positivos en diversas áreas del funcionamiento psicológico tales como mejoras en la capacidad para resolver problemas, aumento de la creatividad, mejora en la capacidad para resistir el dolor, es decir que tienen como efecto la potenciación de habilidades diversas.

Más allá de todo el desarrollo que hay de este tema, las invito a explorar entonces, lo que quiero poner el centro es la importancia de cultivar las emociones positivas, de ponerlas al centro y abordar con ellas las dificultades o problemas que podamos estar viviendo. No se trata como dice el eterno ejemplo de mirar la mitad del vaso lleno y no el vacío, sino que mirar el vaso con lo lleno y lo vacío, pero haciéndolo desde la emoción de la aceptación por ejemplo (que no es lo mismo que la resignación) porque la valoración de lo que vivo y la emoción que la acompaña es lo central de nuestros actos y en suma de nuestra vida.

Y para ello el mejor centro desde donde puedo hacerlo es el corazón y no la mente ni las ideas, porque seguro que desde aquí todo se confunde.  Cuando digo el centro del corazón me refiero literalmente al chakra del corazón, el más importante y más poderoso de nuestro cuerpo. Por algo está al centro y es el motor. Este centro es donde sentimos y expresamos amor y esta es la emoción que tiene una de las más altas frecuencias vibratorias.

Cultiva emociones positivas, agradece, sonríe, ama, comprende, acepta y verás cómo todo se potencia, especialmente tu vida, tu salud y bienestar. Abrazo a todas!

 

MARIA PILAR VERA MONTOYA

Psicóloga de la Universidad Diego Portales

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