Tu Centro de poder: crear y sostener tu vida.

Hoy lo llamamos CORE, lo que traducido del inglés significa “centro”, “núcleo”, “corazón de lo que importa”. Los japoneses lo denominan Tan Tien, centro del cuerpo desde donde emerge el Qi o energía vital. De acuerdo a la cultura hindú, es el lugar donde conviven el 2°Chackra (centro de la energía sexual y creatividad) y el 3°Chackra (centro de la mente, el control, el poder y la libertad).

Definiciones más, definiciones menos, el CORE o centro abdominal es sin lugar a dudas nuestro gran sostén. Para que cualquier movimiento que realicemos sea realizado con eficacia, con el menor gasto energético, con balance y estabilidad para todo el cuerpo requerimos nuestro centro firme. Esto es fácil de evidenciar en el desarrollo psicomotor de los niños, cuando observamos que en la medida que van creciendo y adquieren control del centro de su cuerpo aumentan sus posibilidades de controlar sus extremidades para interactuar con el mundo.

El dominio de nuestro centro va más allá de sólo tener un buen tono abdominal o ir en búsqueda del tan valorado “six-pack”. Va más allá también de ser el único sostén de nuestra columna lumbar: es nuestro centro de poder. Desde mi perspectiva, es el lugar desde dónde físicamente nos sostenemos a nosotros mismos. Si no somos capaces de sostener nuestro propio cuerpo… ¿cómo podremos sostener nuestros roles en la vida? (¿recuerdas todo lo que tuviste que dejar de hacer por un dolor lumbar?).

Reeducar el centro es especialmente importante para las mujeres en el post parto: tenemos que “reinventarnos” en nuestro nuevo rol de madres desde un “centro” que cedió para permitir la vida. Es altamente probable que en un primer momento, literalmente, requiramos que nos sostengan, que tengamos ayuda externa para adaptarnos al nuevo rol. En mi trabajo con mujeres he observado que recuperar la firmeza del CORE en esta etapa significa también recuperar nuestra fuerza interior, desde nuestro cuerpo físico, para sostenernos a nosotras y así, dar a su vez, seguridad a nuestro bebé.

Un buen entrenamiento el centro abdominal requiere de un equilibrado trabajo pues debe considerarse toda su anatomía: diafragma (respiración), abdominales profundos, piso pélvico y musculatura lumbar profunda).

Los abdominales tradicionales (llamados “crunch”) están en retirada pues hoy se sabe que trabajan los abdominales superficiales y además perjudican la acción de los músculos del piso pélvico aumentando el riesgo de incontinencia de orina en las mujeres (ver columna anterior).

¿Entonces cómo hacerlo?: busca ejercicios tipo “puente” que debes realizar coordinando todo el tiempo con respiración tranquila y contrayendo a su vez el piso pélvico. Dominado el centro puedes progresar incorporando movimientos de las extremidades a la vez que tu centro está trabajando. Muy similar a la propuesta de ejercicios desarrollado por Joseph Pilates y a la propuesta de milenarias disciplinas orientales como el Yoga y las artes marciales (Aikido y Karate entre otras).

¿Te animas a sostener tu vida?

Sonia Roa Alcaino. Kinesióloga

 Fotografía portada: Designed by Freepik

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