¿Te ha pasado alguna vez que tienes claro lo que quieres pero se contradice o choca de algún modo con algo que también quieres o que es importante para ti?
Por ejemplo, a lo mejor estás deseando irte un tiempo al extranjero pero… Hay alguna situación familiar que hace que no quieras irte. Y tienes una lucha interna porque quieres las dos cosas.
O quizá tengas en mente hacer algo que supondría un buen empujón a tu negocio pero en realidad no es lo que quieres hacer y no sabes si no quieres o es que te da miedo.
Varias personas me han escrito pidiéndome que escriba sobre esa situación, que a mi también me ha pasado muchas veces, y que puede hacer que te quedes bloqueada o estancada profesionalmente.
Y es que pocas son las veces en que las cosas las tienes claras y todo sucede en el momento que a ti te viene bien o que no hay que hacer algún sacrificio. Pero, ¿cómo elegir? O, mejor dicho, ¿qué elegir?
Como ya comente en este artículo, en una situación en la que aparentemente tienes que elegir, primero planteate si hay alguna forma de combinarlo todo.
Porque muchas veces sí la hay pero no te has parado a pensarlo. Así que dale una vuelta primero a ver si encuentras la manera de compaginar ambas cosas.
Por ejemplo, a lo mejor sí puedes viajar al extranjero y volver de visita a tu casa a menudo y así compaginas ambas cosas.
Otro ejemplo, mis dos prioridades ahora mismo en mi vida son mis hijos y mi trabajo. Ambas son importantísimas para mi felicidad y no podría ser feliz sin ninguna (o, cómo aprendí en el libro “Ser feliz en Alaska” en realidad sí podría ser feliz en cualquier circunstancia, pero pudiendo elegir prefiero tener ambas cosas). Y he tenido que elegir si llevar al pequeño a la guardería, tener más tiempo para enfocarme en mi negocio y hacerlo crecer más, algo que me motiva mucho; o quedarme con él en casa y trabajar menos horas sacrificando en ese caso el desarrollo de mi negocio.
Mucha gente lo tendría claro, depende de tus prioridades y deseos en la vida. Para mi ambos son muy importantes y encontré una forma de combinarlo, contratar a una persona que lo cuidara en casa y así podía disfrutar de él cuando quería y también trabajar.
Este año sin embargo decidí compaginarme con mi marido y no contratar a nadie, lo que implica trabajar menos y estar más tiempo con mi hijo.
Todo depende de tus circunstancias y preferencias. Muchas veces para cada situación hay varias opciones pero nos obcecamos con una o dos y no vemos más allá. ¿Hay alguna forma de que puedas compaginar las dos? Obviamente tendrás que hacer concesiones o sacrificios pero puede que merezca la pena.
Y es que no existe una solución única, universal que te sirva para siempre. A veces algo que te vale una temporada luego ya no te ayuda en otro momento. Por eso es importante SIEMPRE basarte en tu situación actual.
Es una tontería pensar “es que si tuviera más tiempo”, más dinero, más ayuda,… haría tal y cual. Eso da igual, lo que cuenta es lo que tienes ahora y a partir de ahí puedes decidir qué quieres y qué te conviene más en este momento. Y ya verás más adelante si hay que cambiar o puedes seguir así.
Lo que está claro es que la vida no es un camino recto y con visibilidad total. Hay curvas, hay barrancos, hay piedras, hay niebla, hay lluvia y tienes que saber adaptarte y sacar el paraguas si hace falta, parar a descansar si no puedes andar, cambiarte de botas si las que llevas ya no te sirven, pedir ayudar si no puedes tú sola. Lo que haga falta para seguir adelante disfrutando lo máximo posible.
Así que…
1. Parte de tu situación y recursos actuales.
2. Piensa si puedes combinar ambas cosas.
Y si aún así no hay manera y tienes que elegir y sacrificar algo…
3. Piensa qué es lo que de verdad quieres hacer.
Porque suele haber algo que te “llama” con más fuerza, que de verdad quieres hacer. Sé sincera contigo misma, admitirlo no quiere decir que lo vayas a hacer pero por lo menos ten claro qué es lo que tú querrías hacer de verdad.
Y si combinas lo que de verdad quieres, con tu situación actual y la posibilidad de combinarlo, quizá des con la solución y sea más fácil de lo que pensabas.
Y si ni así puedes elegir…
4. Piensa si podrías posponer una de las dos opciones y cómo te sentirías en ese caso.
Por ejemplo, en el caso de mi hijo yo puedo posponer el crecimiento de mi negocio al nivel que quiero, pero no puedo posponer mucho cuidar a mi hijo porque en breve irá al colegio. O a veces puedes posponer ambas opciones pero solo de pensar en posponer X te desanimas y casi te dan ganas de llorar. Eso es una señal…
Es muy importante no solo saber escucharte a ti misma sino darte permiso para valorar y respetar lo que tú quieres, lo que es importante para ti.
Porque tienes todo el derecho del mundo a querer eso y a luchar por ello, no dejes que nadie te convenza de que no es así, por favor.
Es muy importante darte permiso para valorar y respetar lo que tú quieres.
Así que ya sabes si estás en un momento en el que dos opciones, deseos u objetivos se contradicen o chocan de alguna manera, analiza estos cuatro pasos: cuál es tu situación, qué es lo que de verdad quieres, hay alguna forma de combinarlo todo, puedes posponer algo (y cómo te sentirías en ese caso).
Con esto espero que puedas tomar una decisión y seguir adelante con tu vida : )
La Dra. Aida Baida Gil, coach certificada y fundadora de www.coachdelaprofesional.com se dedica a ayudar a las mujeres profesionales que se sienten estancadas o insatisfechas y que están listas para avanzar profesionalmente, establecerse por su cuenta o redirigir su carrera.