¿Te acuerdas de tu decimoquinto día de clases, la octava vez que hiciste el amor, el noveno día que tuviste en brazos a tu hija recién nacida, la tercera vez que fuiste al cine? ¡Obviamente no!
En realidad te acuerdas de los estrenos: el primer sueldo, la primera vivienda después de independizarte de tus padres, el primer beso, tu graduación….¡Sí, son muchos más y muchos son fantásticos recuerdos, que enriquecieron nuestra vida! Generalmente recordamos mucho más los estrenos, es decir la primera vez de algo que nos gustó, marcó, influyó en nosotros, ya que habían tantas emociones en juego. La segunda, tercera, décima vez ya pasan prácticamente al olvido. Sobre todo con el tiempo, en la medida que envejecemos se olvidan…., salvo muchos estrenos.
También, con los años van disminuyendo los estrenos.
Mientras más emocional, tanto más profundo y duradero queda grabado en nuestra mente. ¿Pero quien dijo que esos estrenos debían quedar reservados para los años con mayor juventud? Para muchos, desgraciadamente, el número de estrenos disminuye en la medida que avanza la edad, a pesar de que muchas veces sí existían los medios. Ya cumplí 60 años y he podido constatar a lo largo de este tiempo, que muchas personas evitan realizar nuevas experiencias, de probar cosas nuevas, quedándose pegadas sólo en los hitos del pasado juvenil. Está bien, esos recuerdos están para revivirlos una y otra vez, pero también el crear nuevas vivencias, nuevos estrenos. Ello logra que la mente, el alma, el espíritu permanezcan jóvenes, aunque el cuerpo ya no acompañe como antes.
Para no citar a otros, se los puedo decir a partir de mi propia experiencia y vivencia: mantenerse con “espíritu joven” consiste en buscar una y otra vez nuevos estrenos, de manera consciente y activa, de enamorarme de esas nuevas primeras veces. ¡Ojo, podría llegar a ser adictivo! Markt Twain tenía ese espíritu: “Dentro de veinte años lamentarás más las cosas que no hiciste que las que hiciste. Así que suelta amarras y abandona el Puerto seguro… Atrapa los vientos en tus velas… Explora… Sueña… Descubre”.
- Descubre un nuevo deporte
- Visita esa exposición a la que nunca te diste el tiempo
- Haz vacaciones de manera distinta, deja la rutina de ir siempre al mismo lugar a realizar lo mismo de siempre
- Descubre una nueva ciudad
- Ayuna por tres días
- Prueba un nuevo restaurante
- Organiza algo entretenido pero atípico con tus hijos o nietos
- Sorprende a tu pareja
- etc.
Es que realmente es así: permanecerás tan joven de espíritu como los estrenos que permitas en tu vida.
Ello no sólo sucede en la vida privada, también sucede con los emprendedores. Los más exitosos e innovadores viven de un nuevo evento tras otro, organizan, movilizan, se deshacen sin apego de lo viejo aunque funcione, combinan modelos de negocio, trabajan con socios anticonvencionales
Todo lo que requieres es un poco de valor, salir de esa zona de supuesto confort o seguridad, sí, un poco de “locura”. La recompensa: tus ojos seguirán brillando y hablando con cada latido del corazón.
Ricardo Gevert – Adm. Industrial
texto extraído de www.gevert.com