Tal vez seas un profesional que se ha quedado sin empleo y en este momento estás pensando en crear tu propio negocio, o un recién titulado que no encuentra su primera oportunidad, o tal vez una persona con responsabilidades familiares que ha llegado a la conclusión de que el mejor modo de compatibilizar trabajo y familia es trabajando por tu cuenta.
Últimamente vemos como muchas personas, tal vez animadas por la euforia institucional hacia el emprendimiento y por la falta de trabajo, inician aventuras independientes sin haber valorado en profundidad todo lo que implica.
Veamos, en España los datos del paro son cada vez mas alarmantes, y no solo eso, cada día cierran mas empresas, de reciente creación y consolidadas, grandes y pequeñas. Esto implica un mayor número de desempleados, pero también un menor número de posibles clientes, tanto si nuestros posibles clientes son empresas como si son personas físicas.
Nuestras decisiones y la educación que hemos recibido, nos han llevado al lugar donde estamos ahora. Venimos de la cultura de la formación por la formación, nos hemos pasado mucho tiempo acumulando títulos y empezamos a descubrir que no sirven para demasiado. Una cosa son los títulos y otra muy diferente nuestros aprendizajes. ¿Cuántos cursos has hecho en los que, sinceramente, no has aprendido casi nada?
Si queremos conseguir resultados diferentes debemos actuar y formarnos de un modo diferente.
No se trata de no emprender, se trata de hacerlo de un modo inteligente y con las mayores garantías de éxito.
Puede que te encuentres en la fase de querer montar algo y no hayas definido todavía el qué, o tal vez tengas ya una idea definida y clara. En cualquier caso, antes de lanzarte a la aventura, te sugiero que dediques un tiempo a reflexionar sobre como lo harás y sobre qué implicará para ti esta nueva etapa.
Es algo que cambiará tu vida, y no solo en el aspecto profesional. Impactará en tus relaciones con otras personas y también contigo mismo. Por lo que, antes de lanzarte, te propongo estos puntos para tu reflexión:
1.- Tu motivación. ¿Para qué quieres emprender?
Es muy diferente hacerlo porque de verdad te gusta la idea de trabajar de forma autónoma, siendo libre para tomar tus propias decisiones y siendo consciente de tu valor como profesional que hacerlo porque no encuentras una alternativa mejor. Si inicias un proyecto por una necesidad meramente económica, encontrarás muchas excusas para abandonar, y no solo al principio.
Por eso, una buena idea es clarificar cuales son tus auténticas motivaciones. Esto te ayudará a definir tu visión y aportará sentido a todo lo que hagas.
¿Podrías encontrar diez razones por las que quieres emprender? Es un ejercicio muy útil, porque cuando vivas momentos complejos, podrás recordar cual es el auténtico sentido de lo que haces.
2.- Tu visión de futuro. ¿Cómo te gustaría estar dentro de un año?
¿Cómo sería idealmente un día de tu vida?
Construye y clarifica nítidamente qué es lo que quieres y también lo que no quieres. Esto te ayudará a tomar decisiones acertadas y a enfocarte en tu visión para conseguir tus metas. Una visión clara de lo que quieres te hará ser mas proactivo e incluso creativo.
Si en lugar de hacer eso, te concentras en los problemas, tu energía y productividad se reducirán. Enfócate en lo que quieres y no en lo que temes.
3.- Pon tu talento a trabajar para ti.
Desarrollar lo que naturalmente se te da bien te acercará al éxito. Todos tenemos talentos naturales. Zonas donde nuestro crecimiento puede ser ilimitado. “Reparar” aquello que se nos da mal es una fuente de insatisfacción, sin embargo, centrarnos nuestras fortalezas nos hace crecer y nos aporta la autoconfianza que necesitamos para obtener los resultados buscados. Un emprendedor debe sacar el máximo partido a su talento. Identifica y aplica tus talentos para disfrutar con lo haces.
Me encuentro con frecuencia con profesionales muy capacitados que inician su proyecto independiente y no acaban de despegar, esto les genera inseguridad y, para intentar paliarlo, continúan formándose en sus áreas de especialización. Sin embargo, continúan sin saber con claridad cual es su propuesta de valor, cómo generar ingresos a través de ella, cual es su misión o qué talentos deben poner en marcha para hacer realidad su idea de negocio.
Recuerda que eres dueña de tu vida, convierte tu libertad en valor.