La desigualdad es un problema arraigado por años y desde cada vereda en la que nos toca transitar reconocemos diversas manifestaciones de ella. Existe desigualdad económica, acceso a la educación, cultura, religión, acceso a la salud y temas de género.
Este panorama mundial, ha movilizado acciones para reducir la desigualdad, como lo declara el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 10. Esto se enmarca en los compromiso que han adoptado líderes para conseguir un futuro sostenible para todos los individuos, expresado en los 17 objetivos para transformar el mundo.
A continuación, compartimos datos de desigualdad en tiempos de Covid-19.
En educación, la falta de acceso a Internet generó brechas en el aprendizaje en la pandemia. Un 12.5% de la población en Chile no tiene conexión a Internet.
En economía, el desempleo alcanzó niveles históricos durante la crisis sanitaria. La tasa de desocupación informada, para septiembre-noviembre de 2020, es de un 10,8% según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Esto implicó que casi un millón de personas estuvieron en ese periodo sin trabajo.
En temas de género, las cifras respecto al desempleo se agudizaron porque las mujeres disminuyeron su participación laboral a sólo un 47,3%, su nivel más bajo en 10 años en nuestro país, según datos del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.
¿Cómo contribuimos a cambiar el rumbo de la desigualdad?
Todos debemos aportar desde nuestras realidades, oportunidades y experiencias. Desde nuestra vereda como organización social, en el caso de Simón de Cirene, nos hemos comprometido con la reducción de las desigualdades.
- Generamos espacios para disminuir la desigualdad de acceso a capacitaciones y asesoría para personas emprendedoras, organizaciones sociales y líderes sociales.
- Acortamos brechas digitales, por ejemplo, al asesorar a más 200 pescadores artesanales en Tarapacá con diferentes perfiles tecnológicos.
- Acompañamos a mujeres para que las brechas de género no sean un impedimento para hacer crecer sus negocios.
- Entendemos que las acciones de las personas pueden generar un impacto positivo en otros individuos, así se lograr movilizar a la ciudadanía.
Amina J. Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas (ONU), advirtió que «no podemos permitirnos el lujo de volver al mundo que teníamos antes de esta crisis. Eso significaría dejar sin abordar las vulnerabilidades y fragilidades que esta crisis ha puesto a la vista».
Todos pueden participar, ya sea que estés en el sector privado, en el sector público, en el tercer sector o incluso siendo solamente persona natural, puedes generar programas y acciones para el tema con el que desees comprometerte. Participa e impulsa el cambio.
Escrito por NICOL CABRERA – UNIVERSIDAD DEL EMPRENDEDOR – SIMÓN DE CIRENE
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