Estos últimas semanas hemos podido saber de varias y varios conductores de televisión que se han colocado a llorar por diversas razones. Por un lado cuando se extraña a un ser querido, cuando se está sobrepasado por el trabajo o cuando las redes sociales invaden de rabia nuestro mundo emocional sin merecerlo y sin ningún conocimiento.
Junto con estas expresiones ha surgido la frase que es muy repetida no sólo en la televisión , sino también en la política y en el mundo empresarial. “ estos mundos son sin llorar”.
Quiero expresar mi profundo desacuerdo con este argumento, creo que necesitamos una televisión real, que enseñe a expresar emociones , que permita ver humanidad y cercanía y lo mismo tendría que decir de la política y de otros mundos del funcionamiento social.
Suficiente tenemos con vivir en una sociedad que naturalmente condena la carcajada fuerte y el llanto en lo cotidiano para que además las organizaciones públicas y privadas nos enseñen a castrarlas todo el tiempo.
Agradezco desde el alma la expresión de emoción de todas esas personas , porque los acerca, los humaniza y nos enseña a todos que las emociones hay que expresarlas para que no tenga que hablar el cuerpo.
Se entiende que la televisión y la política manipula mucho las emociones de nosotros y nos hemos vuelto dramáticamente desconfiados frente al hecho de verlas expuestas pero prefiero el riesgo de esa evaluación antes que un sistema que sigue pensando que llorar es inmadurez, debilidad y manipulación y que por su parte reírse mucho es liviandad y poca profundidad intelectual.
Intentemos todos y todas de poner sensibilidad en nuestras vidas para que eso tenga un efecto exponencial que se expanda por todos nuestros afectos y vida social.
La vida tiene que ser con llorar y con reír, tiene que ser de verdad y con honestidad y esto se debería canalizar a todos los medios de comunicación e instituciones públicas y privadas.
Cuando pensamos en la alta automedicación de nuestro país , no nos hace reflexionar el que muchos se medican para no sentir?, para tener vidas parejas donde ojalá nunca “ nos pase nada”.
Esta frase de hecho la escuchamos mucho en los padres y madres de nuestro país cuando lo que debiéramos desear es que les pasen ‘ muuuchas cosas y tengan las herramientas para vivirlas pero nunca debiéramos querer que no les pase nada.
Sé que muchos que están leyendo , están pensado que en realidad esa frase es que no les pase nada malo, que no queremos que sufran. Bueno, lamento comunicar que eso no se puede evitar y que solo debiéramos trabajar en dar herramientas.
Los invito, a sentir, a vivir todos los matices de la vida con lo bueno y lo malo que nos trae, no a ser parejos , a volvernos más humanos y cercanos y poder llorar y reír cuando tengamos ganas.
Escrito por Pilar Sordo – Psicóloga
Extraído de www.pilarsordo.cl
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