Juegos Olímpicos y Paraolímpicos

Unos acaban de terminar y los otros están por comenzar siendo la verdad una hermosa posibilidad de aprender tantas cosas.

Cuando terminaron los juegos, tuve una sensación de vacío y cierta tristeza, seguramente tiene que ver con lo pobre de nuestra televisión actual y con la belleza de todo lo que pudimos ver.

Creo que hay que centrarse en dos puntos que pueden ser un gran estímulo de aprendizaje para todos, especialmente para los jóvenes; uno de ellos es la fuerza de voluntad que hay que desarrollar para llegar a ese punto de desarrollo de los talentos y el otro el creer que todo puede ser posible si se trabaja para ello.

Muchos o quizás todos de los que participaron, en algún momento tuvieron un sueño, pero un sueño sin voluntad nunca se transformará en un logro. Esto es lo que cada uno de los participantes, familiares y entrenadores tuvieron claro desde el principio.

Es curioso como esto contrasta con nuestro clásico “no va a resultar”, “esto es muy difícil” que rodea permanentemente nuestra educación en América Latina.

No soy capaz de imaginar cuantas dificultades, sacrificios, llantos y frustraciones han vivido cada uno de los que llegaron a Brasil y sin embargo estaban todos ahí para superarse a sí mismos en cada una de las disciplinas.

Pensaba en sus padres, familiares, en cómo los estados invierten en generar esos deportistas donde se valoran esos aprendizajes y no solo la educación tradicional en la que tanto estimulamos lo cognitivo y dejamos de lado tantas otras dimensiones del ser humano.

El expresar emociones, verlos llorar sin pudor por emoción o frustración, el abrazo y la rabia al ver que tanto esfuerzo no produjo lo esperado para después volver y volver a intentarlo, son todos aprendizajes que debiéramos incorporar en nuestras vidas todos los días.

Es maravilloso lo que la voluntad y la perseverancia pueden lograr en el ser humano y lo poco que la educamos en todos lados. Es maravilloso lo que el cuerpo puede hacer al ser entrenado desde la voluntad y la poca conciencia que tenemos de él cotidianamente, incluso al ni siquiera ser conscientes de la respiración o de preguntarle al cuerpo como se siente.

Están por empezar los juegos paraolímpicos, los que seguramente tendrán menos cobertura que los anteriores pero serán más emocionantes dentro de los dos ámbitos descritos como son la fuerza de voluntad y el logro de los sueños a pesar de las limitaciones.

Siempre me ha gustado ver este tipo de competencias aunque cuando las veo, tengo la sensación de tener la flexibilidad de un elefante y siempre me pregunto cuanta historia, sacrificios y dolores deben haber detrás de cada deportista y sus familias. Por eso es que creo que esta experiencia que saca lo mejor de los seres humanos nos puede hacer reflexionar sobre nuestros propios sueños y desafíos y revisar como esta nuestra perseverancia para lograr lo que queremos lograr.

Incluso creo que para muchos las preguntas son otras y pasarán por preguntarse si tienen o no sueños y si están trabajando por ellos.

Hasta para llegar a la luna, hay que partir con un primer paso, entonces aprovechemos esta experiencia y estos testimonios de cientos que se han caído y han vuelto a levantar para revisar nuestras propias vidas, nuestra voluntad y nuestros sueños, a lo mejor podemos recomenzar y trabajar por aquellos que parece imposible.

Extraído de www.pilarsordo.cl

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