Una de las primeras cosas que les presento y luego reitero constantemente a mis alumnos, es el significado de lo que es aprender, de manera tal que se involucren con el proceso que están constantemente realizando, ya sea formal, en su establecimiento educacional, como de manera informal en cada una de las experiencias de aprendizaje que nos da el día a día, la vida cotidiana. Es por esta razón que me pareció importante compartir este concepto, mas bien proceso, con ustedes lectores que pudieran ser padres o adulto cercano de algún menor en pleno proceso de aprendizaje.
Uno puedo aprender a multiplicar debido a una intención planificada que nos ofrece el sistema educativo, como también se puede aprender por ejemplo a saber mas de nuestro país, en la medida que paseamos a lo largo de Chile o aprender de nuestra familia observando y participando o preguntando a nuestros abuelos y familiares cómo eran nuestros antepasados o por qué celebramos la Navidad de determinada forma, entre un sin fin de ejemplos de la vida diaria.
Aprender es en simples palabras entender algo y ser capaz de recuperarlo de la memoria aun con el paso de los días. No habrá aprendizaje si no se logra recuperarlo en el futuro, producto tal vez, de que no se entendió profundamente el estimulo o información presentada, la cual se diluye con el paso del tiempo, ya sea horas, días o meses.
Todo estímulo que recibo debo no solo ponerle atención para percibirlo lo mas completo posible, sino que debo ser capaz de acceder a conocimientos previos para relacionar el estímulo nuevo, analizarlo y producto de eso lograr entenderlo y por asociación ser capaz de recuperarlo de mi memoria después.
De nada sirve que hoy entienda si no soy capaz de aplicar ese conocimiento en el futuro cuando lo necesite.
APRENDIZAJE = ENTENDIMIENTO + MEMORIA
Por lo tanto, para poder aprender requiero del razonamiento y la memoria, en el momento de procesar la información nueva, y de ese modo entender y retener como ya se dijo, para ello requiero de manera esencial de la ATENCIÓN, la cual se activa básicamente a través de 2 factores: interés o necesidad, (recompensa) y de motivación, habilidad considerada rasgo fundamental en la Inteligencia Emocional.
- El factor interés: sería la razón que le da sentido al estímulo presentado y su posterior procesamiento, como puede ser, en el caso de un bebé, la comida que observo lejos la cual me presiona a aprender a caminar para alcanzarla, como también podría ser interés obtener buenas calificaciones en el colegio, lo cual me obliga a conocer las tablas de multiplicar. Dándole sentido a lo que se me expone, mayor es mi interés y mayor será mi memoria a la larga.
- Mientras que el factor motivación: que es un tanto mas emotivo, es la fuerza o la actitud que asumo para sostener los ejercicios y repeticiones necesarios durante todo el largo camino escolar que me lleva finalmente a memorizar la información nueva.
Existen diferentes esquemas que representan el proceso de aprendizaje, no obstante el mas destacado por los nuevos estudios y avalado por las neurociencias se muestra en el siguiente recuadro:
Esperando haber sido lo mas clara posible, ahora que se comprende mejor cómo sucede el proceso de aprendizaje, usemos esa información como herramienta para ofrecer a nuestros menores la mayor cantidad de estímulos posibles, resguardando tanto el interés como la motivación ante todo, de lo contrario podría ser tiempo perdido por no activar la atención.
Claudia Pastene – Psicopedagoga – Conoce más de Claudia aqui
Foto portada de Tima Miroshnichenko en Pexels
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