Si la odontología es por es esencia un poco intimidante hay tres palabras que superan con creces la generación de ansiedad en un paciente: Muelas del Juicio.
Lo que para cualquier dentista representa un hito en la vida de sus pacientes, para la mayoría de los pacientes representa por lo menos alguna historia que escuchó de un amigo o un familiar con tintes épicos.
Vamos, en esta columna, a tratar de levantar ese velo de maldad y dolor que rodea a las temidas muelas del juicio, terceros molares o piezas 1-16-17-32.
¿Son funcionales las muelas de juicio?
En la mayoría de los pacientes que uno ve la evolución ha determinado que ya no se come con las muelas del juicio a tal punto que en algunos pacientes simplemente no están dentro de la fórmula dentaria, es decir “de fábrica” vienen sin ellas. En otro grupo de pacientes estas se encuentran dentro del hueso pero no expuestas hacia la boca como el resto de los dientes.
¿Es necesario sacarlas siempre?
Aquí nos encontramos con diversos puntos de vista. Como todo en la vida la respuesta es “depende”.
Existen distintos escenarios:
Paciente tiene las muelas correctamente posicionadas y sanas, una higiene impecable y sin problemas de espacio uno puede decidir dejarlas sin problemas.
Paciente tiene las muelas afuera pero con caries y en una zona donde es difícil limpiar mi recomendación es sacarlas pues para nosotros los que “rehabilitamos dientes” es una zona de difícil acceso para hacer obturaciones en la cara posterior de la muela que le sigue, la que suele cariarse producto de la muela del juicio.
Paciente con la muela dentro del hueso pero en mala posición o tocando el segundo molar que le sigue. Debe extraerse pues el riesgo que la muela del juicio perfore o dañe el molar siguiente es alto.
Paciente con la muela dentro del hueso rodeada son contacto con el segundo molar. Puede decidirse control con radiografías una vez al año ya que no implica riesgo para el paciente.
¿Qué exámenes son necesarios para diagnosticar una muela del juicio?
El examen estándar para terceros molares es una radiografía panorámica. Esta permite ver la muela completa además del contexto en que se encuentra.
En caso que uno sospeche cercanía con el nervio mandibular, en el caso de las inferiores, se recomienda pedir una tomografía para tener una visión en tres dimensiones de la zona. Recordemos que las radiografías convencionales son planas y las estructuras por las que pasan los rayos se encuentran superpuestas, es decir 2 D.
¿Todos los pacientes se hinchan con la extracción?
No. La respuesta es individual. Dicho esto hay cosas que inciden en el postoperatorio.
Extracciones más trabajosas o difíciles suelen hincharse un poco más, es decir depende mucho de la posición de la muela, si hay o no que cortar un poco de hueso o partir la muela para sacarla. Todas estas son maniobras correctas e indicadas para las distintas situaciones clínicas que pueden darse.
Y sin duda que las manos que hagan la extracción deben ser idóneas. Por ejemplo si alguien me pregunta si yo le puedo sacar las muelas del juicio mi respuesta es que evalúo el caso y lo refiero con alguno de los dos cirujanos maxilofaciales de nuestro equipo, quienes se demorarán el mínimo tiempo posible en realizar una intervención eficiente y limpia. Por lo demás uno puede prever la magnitud de la intervención y prescribir los remedios necesarios para minimizar las consecuencias.
Y como siempre, lo principal es un correcto diagnóstico de cada caso en particular, una debida explicación al paciente ahorra una cantidad importantísima de estrés.
Dr. Patricio Doñas N. DDS MS
Cirujano Dentista – Rehabilitación Oral
Universidad de Chile – Universidad de París
Director Bright Clinic Chile
www.brightclinic.cl