Innovar es Superfluo…

¿Quién necesita innovaciones? ¡No hace sentido, no pues, piénsalo, inmenso desperdicio! Para eso existen muchos ejemplos, demasiados. Tomen el ejemplo de una maleta con ruedas…, sí, ese con las rueditas abajo pegadas a la valija. Casi ya no existen normales, sin ruedas. Antes ninguna tenía ruedas y lo más bien que las cargamos. ¡Un hombre bien hombre, acarrea las suyas y las de su mujer!

¿Quienes estuvieron esperando que a alguien se le ocurriera? ¡A nadie, por supuesto!

La sociedad estaba concebida sin esas rueditas, había cargadores de maletas en hoteles, estaciones de trenes, aeropuertos…. Esas personas que ganaban su propina y se hacían su ingreso adicional. Los nietos que se las llevaban a sus abuelas, también recibían unos Pesos. ¡Las maletas están hechas para ser cargadas, no rodadas!

Bernard Sadow  tuvo la idea en 1970, cuando arrastró dos pesadas maletas por un aeropuerto al regresar de vacaciones. Esperando en la aduana, observó un trabajador, como hacía rodar una máquina pesada sobre una patineta.

Le dijo a su esposa: ¿Sabes, eso es lo que necesitamos para el equipaje”. Cuando regresó a trabajar, tomó las ruedas de un baúl y las montó en una gran maleta de viaje. “Puse una correa en el frente, tiré de ella y funcionó”, dijo.

Esta invención, por la que tiene la patente de EE.UU. No. 3.653.474, como “Equipaje Rodante”, no tuvo una inmediata aceptación, pero finalmente se impuso.

Claro, muchas innovaciones en un inicio parecen sin sentido, inútiles, superfluas.  ¡

No vayas a creer que todo el mundo estaba esperando esa buena idea!

En el caso de Sadow, en realidad debiéramos hablar de Exnovación

  • Thermomix: ¿quién va a querer gastar tanto dinero para hacer comida en casa?
  • Nanotecnología: ¿Nano…qué?
  • GPS: ¡Eso es sólo para desbocados y quienes no saben leer un mapa o plano!
  • Post-it-Notes: ¿Para qué voy a andar pegando papelitos amarillos?
  • Viagra: ¿no me van a decir que a muchos no les ha cambiado la vida?
  • World Wide Web: ¿qué, para qué? ¡Que absurdo!
  • Teléfono móvil: eso es fantasía y además, molesto, no sabría donde guardarlo. Bueno…, las mujeres podrían en sus carteras.

La lista sería interminable…

La hora del nacimiento de una innovación, casi siempre va acompañada de la crítica, de que no hace sentido.

Más bien soy de la opinión, de que si las personas ocasionalmente no hacen cosas sin sentido, tampoco sería posible crear cosas inteligentes que hacen mucho sentido.

Ricardo Gevert – Adm. Industrial

texto extraído de www.gevert.com

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