Redacción Editorial Phrònesis – www.elartedesabervivir.com
Saber cuándo hemos perdido el interés en una relación puede ser más sencillo que deducir la forma adecuada de comunicarlo sin herir a nuestra pareja actual y, por supuesto, sin salir heridos.
Para la psicóloga Jill P. Weber, muchas personas se atascan en relaciones o matrimonios infelices porque no quieren herir los sentimientos de su pareja o porque no saben cómo dar por terminada la relación, así que en lugar de hacerlo de forma directa, comienzan a comportarse de manera disfuncional para que sea su pareja quien tome la decisión de distanciarse o para crear un punto de quiebre inevitable.
Algo común que hacen las personas en situaciones como esta, explica Weber, es evitar súbitamente todo contacto con la pareja como una señal subrepticia de que las cosas no marchan bien. En otras palabras: se convierten de pronto en un fantasma.
“Esto es un comportamiento irresponsable”, opina Weber, “[Porque] le debes a tu pareja información acerca de lo que está debilitando su unión. De otro modo, estás condenándola a la especulación y la duda”.
Sumado a este comportamiento, otra forma poco recomendable de terminar una relación es hacerlo por teléfono, mensaje de texto o redes sociales. Esto, indica Weber, solo demuestra falta de respeto por la otra persona y poca consideración hacia sus sentimientos.
“No hace falta recurrir a comportamientos disfuncionales para [terminar con tu pareja]. Generalmente, hacer esto sólo intensifica la agonía del rechazo”, explica Weber.
Si estás insatisfecho con tu relación de pareja y no has dado aún con la manera indicada de dar por culminada la relación, solo lee y aplica las siguientes recomendaciones para hacerlo de forma asertiva y sin adoptar una conducta dañina para ninguno de los dos en el proceso.
Cómo terminar con tu pareja desde la empatía
Para Weber, la forma ideal de romper una relación es asumir la responsabilidad absoluta por lo que sentimos y expresar nuestra decisión con honestidad.
A continuación, la psicóloga sugiere una lista de cinco pasos para romper con tu pareja de manera directa y asertiva.
1. No improvises, prepárate con tiempo
Elige un momento y lugar específicos para hablar cara a cara con tu pareja acerca de tu deseo de dar por terminada la relación.
Ten claras las razones por las que quieres romper el vínculo y sé consciente de que tu pareja puede querer que se las expliques detalladamente. Es parte del proceso de asimilación y está en su derecho de buscar un punto de entendimiento.
2. Sé honesto
Cuando comuniques tu decisión, habla siempre desde la honestidad y cita hechos verídicos que den ejemplo de por qué no funcionó la relación.
No te escudes detrás de supuestos ni justifiques el rompimiento atacando a tu pareja o juzgándola por sus errores. No es necesario ponerse a la ofensiva ni victimizarse para respaldar tu decisión; después de todo, las relaciones son de dos personas y tu pareja podría opinar algo distinto que, por supuesto, tiene derecho a expresar.
3. Elige quedarte con lo bueno
Reconoce las cualidades positivas de la relación y las enseñanzas que te llevas de tu pareja.
Expresa los aspectos en los que eres una mejor persona gracias a la experiencia que viviste con tu pareja y qué recuerdos conservas con alegría.
4. Sé consciente del dolor del otro
Haz que tu pareja sepa que estás ahí no sólo para comunicarle tu deseo de culminar la relación sino también para escucharla, apoyarla y responder a sus preguntas. Que perciba que sus sentimientos son importantes para ti, aunque la decisión final haya sido tomada.
5. Corta el flujo de comunicación
Al final de la conversación, haz saber a tu ex pareja que necesitas un periodo de distanciamiento y que, por ende, es mejor no tener contacto por un tiempo.
Para Weber, la lejanía física es indispensable para una recuperación sana. “En realidad”, explica, “La única razón legítima para no evadir el contacto es que hayan hijos de por medio y debas comunicarte con tu ex pareja acerca de las responsabilidades parentales, e incluso en ese caso, debes poner límites para que la conversación se trate únicamente de los niños”.
Cuando este último paso se omite o se pretende que la relación de pareja recién terminada se transforme de inmediato en una relación de amistad, el resultado es una prolongación innecesaria de sufrimiento para una o ambas partes
Según Weber, si bien no podemos controlar la forma en que nuestra pareja asumirá el proceso de duelo, sí podemos decidir tratarla con respeto y consideración, y esto puede marcar una gran diferencia tanto en su recuperación personal como en la imagen que se lleva de nosotros.
Escrito por: Editorial Phronesis