Disciplina y pataletas

Últimamente me ha tocado escuchar y leer bastante de berrinches, pataletas y disciplina y lo he tomado casi como una señal…

Los niños que me rodean las presentan a ratos y lo tomo como lo natural que es, sin embargo he descubierto y aplicado un par de técnicas que me han funcionado bien, aquí se las comparto.

Sabido es que no hay que desesperar cuando un niño presenta una pataleta, si lo hacemos aumentaremos su nivel de estrés, no olvidemos que la pataleta nace producto de una frustración, y las frustraciones nos ponen en un estado de desgano y rabia por no obtener lo que deseamos y nuestro cerebro comienza a funcionar torpemente producto de la liberación de cortisol. Mantengámonos pacientes frente a la pataleta de un hijo, acojamos a quien la está padeciendo. CONTENER ha sido mi mejor aprendizaje en ese aspecto, es el apoyo clave que un niño necesita en esas circunstancias. Algunos querrán ser abrazados y otros respetados en su pensar! (impresionante como ayuda ser comprendido), otros necesitarán tiempo y silencio aunque es lo menos recomendado, hay algunos niños que se les irá pasando solos su enojo, por último habrán otros que necesitarán de una cuota de humor, y en cualquiera de estas maneras estaremos conteniendo, respetando y acompañando.

Muy relacionado con lo anterior, es que he incorporado hacerme un tiempo para conversar con mis hijos cuando los noto ansiosos o inseguros, muy por el contrario cómo se acostumbraba anteriormente que se tomaba distancia de los hijos cuando presentaban gritos o pataletas, tal como promueve la crianza respetuosa que recomienda eliminar el time out cuando un hijo ha tenido una pataleta y no dejarlos solos en la pieza pensando en el comportamiento que han tenido, siguiendo esa misma linea, lo que yo recomiendo es primero calmarme yo como adulto, luego como ya se dijo, lo contengo, después lo distraigo (idealmente con humor) y finalmente CONVERSAR del problema que le provocó la pataleta. Para tratar de empatizar con sus sentimientos y entender lo que le molesta. Mucho me ha servido conversar con ellos para ir haciendo un mapeo de las cosas que los frustran y cuándo las presentan… y así uno como adulto sabe cuáles son las zonas peligrosas y poder prevenir ataques de rabia y ver también en qué aspectos como mamá puedo cooperar para promover un ambiente más tranquilo. Pero la conversa es en otro momento bastante alejado del episodio de pataleta.

En niños entre los 2 y 5 años aproximadamente es normal que presenten pataletas, pues no poseen mecanismos de regulación emocional para aplicar frente a sus rabias y frustraciones. Es por esto, que aprendí cuan importante era el AMBIENTE donde los crío, mi casa debe intentar ser un lugar lúdico y libre, además, si mi hogar no está en calma, difícilmente puedo esperar que mis hijos estén serenos y que no sobrerreaccionen frente a una frustración, pues no están ni contextual ni biológicamente preparados para tolerar algún problema. Promovamos tranquilidad en el lugar, conversemos en un tono de voz bajo todo el tiempo, pongamos música más bien relajada cuando estemos en casa, hablemos de uno a la vez, evitemos los gritos con y entre nuestros hijos, intentemos darles más tiempo a ellos, y tener reglas y hábitos lo más claros posible, pues la pataleta es en cierta medida una cuota de estrés por la poca atención que les brindamos debido al estilo de vida que llevamos los adultos.

Paciencia, las pataletas son naturales y nos demuestran que nuestros hijos van creciendo, ya pasarán. Y a ellos, es a los que menos les duran…

 

claudiapaseteneClaudia Pastene Gorigoitía

Mamá de tres hijos.

Psicopedagoga, Profesora Básica y Terapeuta Floral

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