1. REPASA tu pasado para curar todas las heridas (de lo contrario las volverás a proyectar hoy).
Hay que prestar especial atención a las heridas de la infancia porque se vuelven patrones subconscientes y mecanismos de defensa durante el resto de tu vida. Es aconsejable contar con la ayuda de un terapeuta profesional que pueda guiarte y apoyarte con esto.
2. PERDONA a todos los que alguna vez te han herido o dañado, perdona al mundo por su injusticia, y perdónate a ti mismo.
Aferrarse a rencores es un gran obstáculo para el crecimiento interno. Es prácticamente imposible volar a más alto si llevan cargas pesadas. No es un favor que haces a los demás, es la única manera de deshacerte del pasado.
3. MEDITA.
Está bien comenzar con solo 10 minutos al día para aumentar tu mindfulness y tu bienestar, ya que tenemos vidas increíblemente ocupadas y locas, pero si quieres que tenga un impacto real en tu vida, hay que profundizar y adquirir un mayor compromiso.
Si deseas acercarte un paso más al despertar, será necesario ampliar el tiempo dedicado a ello e incluir regularmente retiros de meditación y silencio con el fin de tomarte el tiempo y el espacio fuera de las interferencias y distracciones que nos abruman durante la vida diaria. De esta manera, aumentarás las posibilidades de des-identificarse con tu ego y podrás tener una experiencia directa de las sutilezas que constituyen el mundo más allá de los sentidos físicos.
4. Emprende la práctica de leer libros INSPIRADOS Y SAGRADOS cada día.
Es indispensable aprender de los más avanzados que tuvieron la inmensa generosidad de mostrarnos el camino. Cada uno ha de caminar su propio camino, pero es una gran suerte poder disponer de señales que indiquen la dirección correcta del camino.
5. Toma cada desafío, cada obstáculo y cada crisis como una OPORTUNIDAD para desarrollar virtudes.
Es fácil permanecer alegre y agradecido cuando todo sale bien. Pero es realmente difícil mantener el equilibrio y la claridad cuando llegan sorpresas inesperadas, especialmente las más difíciles. Sin embargo, si te enseñas a ti mismo que cada situación incómoda contiene una oportunidad de crecimiento, la vida se vuelve mucho más interesante y no desperdicias ninguna energía resistiendo aquello que te aparezca en tu camino.
6. INTEGRA en tu vida diaria el hecho de que todo lo que piensas, dices y haces tiene consecuencias.
Por lo tanto, alimenta en tu mente solo lo positivo, ya que es lo que hace que hables con sinceridad y amabilidad, y que actúes consciente de tu propio comportamiento y con compasión hacia todos los seres vivos. Las semillas que plantas hoy las cosecharás en el futuro. Que seas consciente de ello o no, es irrelevante.
Autora del artículo: Mónica Esgueva