Sentirse y Estar bien…en la vida cotidiana

El bienestar puede cultivarse y depende de cada uno hacerlo, así como en otra columna escribí acerca de Martin Seligman y la felicidad, donde entre otros planteamientos señalaba que ser feliz es una decisión y que hay acciones que la facilitan para el bienestar físico, mental y emocional ocurre lo mismo.

Resulta entonces sumamente relevante, es mi creencia, tener muy presente el autocuidado y la consciencia de estar bien y hacer cosas para ello, subrayo depende de uno. En nuestra cultura occidental-latina se subraya, sobre todo para las mujeres, la importancia de “ser bonita” y serlo es ajustarse a ciertos cánones que no necesariamente son los propios, digo considerando nuestro fenotipo latino, pero más allá de esto el punto que quiero exponer es que la belleza no es una cuestión que se adquiera desde lo externo (cremas, cirugías, maquillaje, gimnasio, etc.) sino que está íntimamente vinculada con lo natural, con estar bien y sentirse bien.

El brillo de los ojos, la luminosidad de la piel, el campo de energía desplegado por nuestro cuerpo y los colores que de él emanan, y que son base de nuestro encanto, belleza y atractivo, no se obtienen únicamente de lo externo, que obviamente ayuda, sino que básicamente de nuestro funcionamiento bio-fisio-psicológico.

¿Y qué es esto o en que se traduce esto de lo biofisiopsicológico? Bueno es simple y como decían nuestras abuelas o bisabuelas, depende de cuestiones “bien básicas”: la alimentación, el descanso, el respecto por los ritmos propios y el cultivo de una vida equilibrada. Van entonces algunos tips o hábitos que las invito a cultivar para sentirse bien.

1) Cada día al despertar, en ese preciso momento en que se toma consciencia que he despertado, “poner en la mente” un pensamiento positivo: por ejemplo, “gracias estoy viva, estoy bien y quienes quiero están bien” arrancar el día e iniciar el funcionamiento de nuestro cerebro y mente consciente con un pensamiento positivo, pone en marcha nuestro sistema en positivo fortaleciendo nuestro sistema inmunológico, entre otros.

2) Desayunar con tiempo, dejar un espacio y un tiempo para preparar nuestro primer alimento, después de al menos 8 horas de ayuno, para que sea saludable y para incorporarlo con consciencia y disfrutar lo que ingiero, ello no sólo es fuente de bienestar, sino que también una medida que nos ayuda a no comer más de lo necesario.

3) Hacer algo de ejercicio si puede caminar algunas cuadras en la mañana o bien en la tarde resulta una muy buena fuente de salud, ya que está comprobado que este es por lejos el mejor ejercicio.

4) Escuchar música, la que te guste o bien alguna que armonice y relaje. La música levanta el ánimo y si es escuchada en la mañana mejor aún, ya que a esta hora del día somos más receptivos al sonido del bajo que inspira sentimientos de poder y autoconfianza.

5) Comer snacks entre comidas, ya que activan el metabolismo y mantienen adecuados los niveles de azúcar en la sangre. Una porción de fruta como piña, arándano o manzana son una estupenda fuente de salud ¡estudios acerca de estas frutas y sus beneficios hay miles!!!

6) Almorzar y al igual que el desayuno dejando un tiempo y un espacio para ello es muy importante. No sólo por lo importante que es alimentarse, sino que también porque este es un momento donde se comparte con otros, se descansa y se logra cierta desconexión de las tensiones laborales u otras que se tengan.

7) Desconectarse de las redes sociales y el teléfono. Avanzado el día y especialmente al llegar a casa es importante fijar un momento (previo al descanso) donde debiera apagarse la TV, dejar el celular y el computador de lado para conectarse con la pareja, la familia o con uno mismo. Desconectarse al menos dos horas al día de estos aparatos, según un estudio publicado en noviembre de 2015 por el Instituto de Investigación sobre la Felicidad de Dinamarca, nos hace más felices.

8) Cenar a una hora razonable (no más allá de las 21:00 hrs) y luego dormir idealmente no más allá de las 23:00 hrs son dos prácticas que debieran cultivarse y respetarse.

Y por último al igual como iniciamos el día antes de cerrar los ojos para dormir agradecer. Promover la gratitud según indican los estudios de Tal Ben-Shahar estimula que el cerebro al vibrar con pensamientos positivos, libere dopamina (neurotransmisor que provoca placer) y serotonina otro que disminuye la agresividad y mejora el buen humor.

¡Al cultivar estos hábitos y asumir con responsabilidad el bienestar para fomentar la belleza y el atractivo de adentro hacia afuera!!

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