Antes de empezar a escribir de este tema, quiero explicar mi ausencia de estos meses. La verdad que después de terminar mi libro Educar para sentir, el que les recomiendo leer, jajaja, quede como vacía y muy cansada con mucha necesidad de volcarme hacia mi misma y esto se juntó con una serie de dificultades propias de la vida me hicieron ausentarme de este espacio que estoy feliz de recuperar.
Entrando en el tema de esta columna, siempre he dicho que el tema de las fotos y de los videos daría para una investigación y tal vez para un libro.
Ya sacamos fotos para todo, las mostramos y los videos se han ido agregando en nuestro repertorio, incluso filmando cosas en las que podríamos ayudar pero preferimos filmar la situación para contar que la vimos.
Cuando decidí hacer esta columna fue por una frase que escucho frecuentemente cada vez que termino una charla. La frase dice “Pili saquémonos una foto para que me crean que estuve contigo”.
Esta frase en lo profundo es tremenda, refleja muchas cosas pero quizás la más importante es el descubrir lo poco y nada que vale la palabra hoy. No basta con decir, estuve con ella, hay que probarlo, simplemente un indicador social de una tremenda desconfianza. Si no hay un testimonio de que fui a un concierto es como que no hubiera ido. Esta desconfianza genera la obsesión por contarlo todo y compartirlo todo en las plataformas sociales que “ validan” mis experiencias como reales, sino parece que no existieran.
Me pregunto si ¿es necesario tener que contarlo todo o mejor dicho mostrarlo todo?. ¿el espacio para definir el concepto de intimidad, quien lo marca?
Esa es una de las reflexiones, la otra es qué pasa con el valor y la credibilidad de las palabras como fuente de verdad y de honestidad, versus la imagen.
Siempre he pensado y debe ser la edad que es mejor y necesario volver a imprimir las fotos y formar álbumes reales que nos hagan viajar o recordar experiencias, que el tener todas las fotos en el teléfono es hipotecar la historia hacia un punto de cierta superficialidad cuando está demostrado que cuando hay tragedias lo primero que se extraña son las fotografías.
Otro punto importante es la nula o poca tolerancia a la imperfección que hoy existe y que las fotografías lo reflejan en toda su magnitud. Antes cuando las fotos se revelaban uno no sabía cómo íbamos a salir, con tal del mantener el momento uno aceptaba no salir bien, los ojos rojos entre otros defectos que mirados con el paso del tiempo siempre producen carcajadas y muchos recuerdos. Lo que genera recuerdos no es lo perfecto, lo que genera que quede almacenado en la memoria es lo que es gracioso, imperfecto, sino pensemos los que tenemos más de cuarenta los recuerdos de nuestras tortas de cumpleaños chuecas de la infancia.
Revisemos el fenómeno de fotos y videos y descubramos todas las cosas que nos informan desde su realidad. Nos muestran muchos valores sociales que han ido cambiando, no todos para mejor según mi parecer, ustedes comenten y vean que les parece.
Un abrazo y hasta el próximo mes.
Escrito por Pilar Sordo – Psicóloga
Extraído de www.pilarsordo.cl
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