La manera en que respiras refleja tu estado mental ¡dime cómo respiras y te diré como piensas!
Por eso puedes utilizar la respiración consciente, para entrenar tu mente y manejar los pensamientos y emociones. Porque cada pensamiento y emoción es una forma de energía. Además se ha demostrado que oxigenar el cerebro mediante un incremento del ritmo respiratorio, tiene un efecto positivo ¿Sabías que algunas células de nuestro cuerpo pueden funcionar sin oxígeno durante un tiempo? En cambio, el cerebro no puede, de ningún modo, estar sin oxígeno.
Existen muchos informes neurocientíficos como el de la Dra. Sara Lazar de la Escuela de Medicina de Harvard, que han registrado un aumento de la creatividad y mayor claridad para pensar a través de las prácticas consistentes de meditación y atención plena.
Porque producen un aumento en la cantidad de materia gris en una zona la toma de decisiones y se liberan cierto tipo de neurotransmisores que provienen de todas partes del cuerpo, y hacen que el funcionamiento del organismo sea óptimo. Es decir que los neurocientíficos de Harvard afirman que la meditación no solo reduce el estrés, también moldea el cerebro. Tu cerebro evoluciona con la meditación.
La respiración consciente es un recurso para desactivar creencias limitantes y programar nuevos patrones emocionales y neuronales, reconociendo cuando estamos sosteniendo pensamientos y emociones que no son coherentes con nuestro bienestar, incluso los subconscientes, como el miedo, ira, ansiedad o tensión. Y tiene también un aspecto espiritual importante.
Al igual que la meditación, es considerada una técnica para expandir la mente a estados no ordinarios de consciencia desde los que puedes aumentar tu nivel de vibración energética.
En mi nuevo libro Entrena Tu Corazón, encuentras más contenidos sobre meditación, respiración consciente y evolución personal, junto a ejercicios prácticos para que pongas en acción día a día, y experimentando los resultados de entrenar tus emociones, ¡de recuperar el timón del estado de tu mente!
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Agustin Andrade
Autor y Comunicador
Extraido de www.institutodraco.com
Read moreNuestro cerebro fue ajustado para cierto nivel de experiencia, la que creemos posible para nosotros. Esto ocurre desde niños, incluso sin que nos demos cuenta, y también sostenemos limitaciones y esquemas inconscientes que heredamos del entorno familiar.
Por eso es fundamental mantenernos alertas y presentes cuando observamos que estamos sosteniendo una actitud limitante, un patrón negativo, excusas, fantasías asociadas al miedo; y volvamos a enfocar la atención hacia lo que realmente queremos.
Las creencias primarias revelan la manera como respondemos a las primeras experiencias de vida, y se vuelven una regla para lo que nos ocurre después. No aparecen por casualidad: están basados en premisas y deducciones que en el momento nos parecen lógicas; incluso necesitamos creerlo para confirmar quienes somos o cómo son las cosas, ya que a nuestra mente le gusta tener razón. Es decir que las creencias se refuerzan, y una vez que hemos llegado a una conclusión sobre nosotros mismos tendemos a buscar evidencias que nos ¨confirmen¨ que es así, y a descartar cualquier idea que vaya en contra.
De la misma forma si creemos una idea que es coherente con nuestro Bienestar, tendremos una experiencia positiva que también se refuerza.
Estar alerta a los pensamientos, es un entrenamiento mental. Estando alerta, podemos tomar consciencia de lo que a veces nos decimos muy sutilmente, de los pensamientos detrás de pensamientos, de la historia que se esconde detrás de la historia, ¡esa ilusión que hay debajo de la punta del iceberg! Al darnos cuenta de cómo las creencias dirigen nuestras experiencias, tanto personales como colectivas, podemos comenzar a elegir qué ideas conscientemente sostenemos ya que la mente precisa de creencias, y de acuerdo a la percepción que tenemos sobre toda cosa y persona, es el tipo de relación que sostenemos con ella.
Generalmente cuando experimentamos un conflicto en cualquier aspecto de nuestra vida, esto es producto de la oposición entre un deseo consciente y una creencia o regla subconsciente. Deseamos una cosa o realizar algo, pero inconscientemente creemos lo contrario, o sostenemos una regla con la que nos privamos de ello.
Es como cuando una empresa contrata un nuevo CEO, que trae ideas diferentes y recursos para la evolución de la organización, y los operarios que llevan muchos años haciendo las cosas de la vieja forma, están ¨seguros¨ de que esa la única manera de hacer las cosas. Creen tener razón, por más que no alcancen los objetivos propuestos y el fallo esté a la vista en los resultados. Y se resisten al cambio, a aplicar la estrategia del nuevo CEO porque ¨hace años que vienen trabajando así, ya están grandes para cambiar¨.
Es simple. Cuando nos sentimos ¨atascados¨, hay una idea limitante para desactivar. Para hacerlo podemos empezar por preguntarnos:
¿Qué pienso acerca de esta situación?
¿Cómo me siento al pensar en esta situación?
¿Qué emoción/es se presentan?
¿Qué ¨recompensas¨ obtengo de mantener esta situación tal como está?
¿En qué ganaría si elijo tomar responsabilidad del cambio?
¿Qué puedo hacer hoy, dónde estoy y con los recursos que tengo para dar el primer paso?
Experimentar la prosperidad que merecemos, no sólo se trata de pensar en positivo, sino de creer en un nivel emocional profundo, es decir, tener certeza. En este sentido si esperamos no cometer errores, ya estamos en el primer error. Si estamos atentos esos errores pueden convertirse en valiosas lecciones de aprendizaje que nos llevan a dar un salto en nuestra evolución personal. No miremos a las equivocaciones como algo a evitar, sino más bien como oportunidades, en las que cuanto más aprendamos y más rápido lo hagamos, más simple será entonces encontrar la manera acertada de hacerlo. Muchas veces, las mejores cosas, suceden cuando persistimos, y trascendemos los primeros obstáculos.
Según la forma en que percibimos una situación, es decir el enfoque que le damos, la vemos como un problema, o como una lección de riqueza.
Del nuevo libro Entrena Tu Corazón.
Agustin Andrade
Autor y Comunicador
www.agustinandrade.com
Articulo extraido de www.InstitutoDraco.com
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