“Mi hijo se sentó/gateo/camino unos meses más tarde que sus amiguitos… el pediatra me dice que lo lleve a clases de estimulación temprana” 😱😱😱
Si, y quizás luego cuando esté cursando los “terribles dos” te digan que tiene THDAH…
Que estimulación necesita tu bebe? Tiempo de calidad, presencia plena, Libertad para explorar el mundo, dejarlo meterse cosas en la boca (bajo supervisión), dejarlo intentar aunque se caiga, sacarlo mucho a explorar en la naturaleza, cantos, cuentos, mimos.
Necesita un gimnasio de bebé de 100€ y mucho plástico? NO! Es suficiente dejarle a la mano objetos variados comunes y seguros de texturas y tamaños diferentes que agarrara cuando su cuerpo y su coordinación se lo permitan, impulsado por su propio deseo y curiosidad.
Necesita ir a la guardería para socializar con otros bebés? NO! necesita el contacto amoroso de mamá y/o papá que es el primer tipo de socialización y sostén emocional ante la realidad… si lo sacan seguido a pasear seguro vera a otros niños e interactuara si así lo desea.
Necesita clases programadas y armadas? NO! Necesita un ambiente cálido y adaptado a sus necesidades e intereses en su hogar.
Necesita el último juguete de Fisher Price que le enseña palabras? NO!, necesita que le hables mucho. Escuchándote aprenderá, por lo que mientras más amplio sea tu vocabulario mejor para tu bebé.
Entonces son malas las clases de estimulación temprana? No, simplemente NO SON NECESARIAS e incluso son mucho menos eficaces y orgánicas que lo que te mencione anteriormente para estimular. Además estamos forzando a la criatura a hacer cosas que quizás no quiere o no está preparado para hacer y a costa de que? De que camine a la misma edad que su primo? Para cumplir las expectativas de quien?
Procura contar con una pediatra que tenga en cuenta la particularidad de cada niño.
Por Ana Acosta Rodríguez, Mamá Minimalista
Facebook: @mamaminimalista
Fuente: mamaminimalista.net
Maestranda en Psicología Positiva Aplicada y experta en Mindfulness, Inteligencia Emocional y Crianza con apego.
Instagram: Nutri_mama
Si crees que este artículo puede serle útil a alguna mamá o papá, compártelo!
Read moreA más de 20 años del primer Smartphone en el mundo podemos ver las consecuencias que estos aparatos tienen en las relaciones. Me atrevería a decir que no hay persona que no se queje del uso excesivo que su pareja tiene de su celular, del mismo modo que no existe nadie que asuma con responsabilidad su adicción, más bien están todos intentando justificar una conducta que ya la han clasificado como nomofobia: miedo irracional a salir de casa sin el celular, y que afecta al 6% de la población mundial.
Algunos estudios han revelado que pasamos alrededor de 5 horas diarias al celular, y creo que esas horas están concentradas en la tarde, entre que uno sale de la oficina y se va a dormir. Es así como las personas llegan a sus casas a sentarse al sillón a ver redes sociales, organizar eventos sociales, coordinar tareas y estudios para los hijos, babyshower, despedidas de soltero/a, etc. Es que hoy en día si no tienes whatsapp te quedas fuera de todo. Ya nadie llama para invitarte a un asado, todo se coordina por chat.
Como que ya no hay espacio para fallar, la tecnología nos obliga a estar en todas partes menos donde estamos. Revisamos las fotos de los viajes de nuestros amigos que recorren el mundo, compartimos un pedacito de la emoción de cada una de sus aventuras, acompañamos el crecimiento de todas las guaguas, sabemos perfectamente cuando caminaron, su juguete favorito si comen solos o con sus papás y la realidad es que jamás hemos ido a conocer a esa personita. Algunas veces le dices hola a una persona en un asado y a los 20 minutos ya te está pidiendo amistad en Facebook y así suma y sigue la cantidad de plataformas que te “obligan” a estar en todas partes menos en el único lugar donde deberías estar, que por lo demás lo elegiste tu libremente.
Creo que toda pareja debe tomarse un minuto para poner reglas básicas de convivencia. Las que yo les suelo sugerir a los pacientes es que ojalá lleguen a sus casas con el celular adentro de la cartera o en el bolsillo para que puedan tener las manos libres para abrazar al que ya está adentro esperándolos. La segunda sugerencia es que ojalá puedan dejarlo en la entrada, junto a las llaves del auto y pueda permanecer ahí al menos la primera hora que ustedes estén en sus casas para poder hablar del día, de lo que van a comer, de si van a ver una serie o ir al cine, de los planes para las vacaciones y si tienen hijos, básicamente para que los dos estén conectados con sus hijos y puedan ir entendiendo a estos pequeños seres que solo necesitan tu presencia y tu mirada. El tercer consejo es que cuando salgan a comer estén sin celular y puedan conversar, es impresionante como algunas parejas ya no tienen tema y ahí entran algunas de las tareas que yo les asigno de sesión a sesión. Y por último, que entre los dos creen sus propias reglas respecto de la tecnología, puede existir el minuto de redes sociales, y “permitirse” ver 10-20 minutos todo lo necesario para calmar la ansiedad y que luego sigamos en los que estábamos, pero son algunos minutos no todo el tiempo.
El automático es ir a buscar el celular por la excusa que sea, siempre tendrás un pretexto para encubrir tu adicción “es que quedé de llamar a mi mamá”, “le tengo que responder a Pepito”, “se me olvidó mandar un mail”, “tengo que confirmar la hora al dentista”, etc. Sí, estoy segura que hay cosas importantes que hacer con el celular, pero te puedo garantizar que la persona que tienes al frente te quiere a ti, en carne y hueso para que tengan unos minutos de conexión, para sentirse, para mirarse, básicamente para conectarse.
Hay que aprender a desconectarse del celular para poder conectarse con las personas de carne y hueso que conviven con uno y que necesitan de uno (ya sea la pareja o los hijos).
No crean que yo les hablo desde fuera, soy una más de todas las descripciones que han leído, pero últimamente he hecho el ejercicio de soltar y entender que uno no puede participar de todas las conversaciones y decisiones que se toman virtualmente. He optado por llega a mi casa y dejar el celular lo más lejos posible (lo mismo que hago con el chocolate jajaja) porque sé que si lo tengo cerca, lo voy a agarrar, es algo absolutamente automático.
Intento nunca llegar hablando o respondiendo whatsapp (créanme que fallo muchas veces) y cada vez que me acuerdo de algo que creo que debo escribir inmediatamente, lo anoto en un papel y lo hago luego de que mis niños se duerman. Esa pregunta que me hago a mí misma ¿es necesario resolver esto inmediatamente? Casi siempre la respondo con un NO. Estoy segura que mis hijos prefieren a una mamá que los mira a los ojos y que esta emocionalmente disponible para ellos que una mamá desconectada de las necesidades de ellos y conectada a un aparato.
Directora de Centro Al Alma
Notas:
28.115.115 celulares en chile mas de 10 millones de la cantidad de habitantes
5 horas diarias conectados al celular
Chile es líder en uso de redes sociales
El aumento de internet móvil ha sido del 500%
39% de los chilenos dice tener problemas con su pareja producto del celular
45% revisa el celular luego de haber tenido relaciones sexuales
(Entel y GFK Adimark)
Read more