5 medidas para iniciar tu desintoxicación digital

Los teléfonos móviles (con su correspondiente conexión a internet, a las redes sociales y potencialmente a miles de personas) han penetrado tanto en nuestras vidas que actualmente corremos el riesgo de quedarnos secuestrados por estos aparatos, a su merced. Y sin ser muy conscientes de ello, nos estamos haciendo adictos a el móvil. Nos estamos acostumbrando a reaccionar de forma inmediata cada vez que nos llega un bip del teléfono; nos sentimos impelidos a mirarlo y contestar. Incluso cuando no lo hacemos, nuestros pensamientos se dirigen hacia quién será el que envía el mensaje y de qué asunto se tratará, interrumpiendo nuestra tarea del momento.

 A menudo estamos físicamente presentes pero psicológicamente ausentes, y el mensaje que le llega a las personas que están con nosotros es que son menos importantes. Por eso es fundamental plantearse hoy en día una desintoxicación digital y saber cómo poner freno a esta corriente que parece arrastrarnos, incluso a pesar nuestro. Aquí dejamos cinco buenas sugerencias:
  1. Ocultar el móvil y no poner sonido a los mensajes entrantes. No hay ninguna razón para mantener el teléfono al alcance de la mano, ni de la vista durante ni después de la jornada laboral, especialmente cuando tenemos que estar centrados en alguna tarea. Tampoco es beneficioso estar escuchando continuamente los sonidos de los mensajes entrantes que actúan como tentaciones difíciles de resistir… Y eso hace que nos despistemos cada dos por tres, y seamos muy poco efectivos en nuestro trabajo. Por supuesto si estamos con otras personas, pensaran y con razón, que son menos importantes que nuestros mensajes y que lo que estamos hablando con ellos no nos interesa casi nada. Además, la comunicación es más superficial porque sabemos que podemos ser interrumpidos por un bip en cualquier instante. Es más conveniente mirar el teléfono cuando tenemos tiempo y en ese momento contestar todos de una vez.
  2. Dejar de usar el teléfono como relleno de tiempo. Muchos de nosotros, sin querer, nos hemos casi convertido en adictos al entretenimiento y la distracción (y algunos además, al trabajo). Por eso, cada vez que tenemos un momento libre, esperando en fila de la cafetería de la oficina, esperando a embarcar en el aeropuerto, en la sala de conferencias antes de que los compañeros lleguen, esperando a los niños a la puerta del colegio…. volvemos a la pantalla como una muleta social cuando estamos ansiosos o aburridos. Es importante intentar resistir este impulso haciendo algo de lo que disfrutamos mientras esperamos, ser capaces de quedarnos en silencio con nosotros mismos, observar el entorno, detenernos para contemplar la belleza o agradecer nuestras bendiciones… Al principio podemos sentirnos incómodos, pero es crucial no tener dependencias ni hábitos adictivos ni compulsiones.
  3. Practicar mindfulness. Cada vez hay más investigaciones que demuestran que estar con la consciencia en el presente presente con atención plena (mindfulness) nos ayuda a tomar mejores decisiones, reduce el estrés y ansiedad, mejora nuestro estado de ánimo y incrementa la sensación de bienestar. Poder entrenar nuestra atención puede ser muy valioso para tener también un mayor sentido de control sobre nosotros mismos, manteniendo la serenidad incluso ante circunstancias adversas.
  4. Convertirnos en modelo de buenos modales en el trabajo (y fuera).No importa lo habitual que sea en nuestro trabajo o en nuestro entorno estar constantemente tecleando el teléfono cuando alguien está hablando, es irrespetuoso. Como padres, como líderes, como parejas, como amigos estamos dando mal ejemplo de comportamiento continuamente; y consciente o inconscientemente estamos influyendo en nuestro entorno. Más de una vez me ha ocurrido en la consulta del médico, me he quedado mirándole atónita mientras esperaba a que él terminara de enviar mensajes para que se dignara a atenderme. Seguro que vosotros habéis vivido situaciones similares también. Y por supuesto, no deberíamos llevar a la mesa el móvil y estarlo ojeando mientras comemos con otras personas, sean compañeros de trabajo o nuestra familia. Es de pésima educación y no permite ninguna conexión verdadera entre las personas.
  5. No llevar el teléfono al dormitorio. Dejarlo siempre fuera, y si hubiera alguna urgencia podríamos oírlo, pero cerca de nosotros nos impide dormir lo suficiente y con profundidad. Cuando no dormimos suficientes horas o lo hacemos de manera superficial pendientes del teléfono, tanto nuestra salud como nuestras capacidades cognitivas se resienten. Nos volvemos más irritables, más reactivos, menos presentes y menos alegres. Por si fuera poco, cuando no descansamos bien por la noche, tendemos a a centrarnos en lo que no está funcionando en nuestra vida, en los problemas, en lugar de lo positivo. Conozco a gente que se despierta en medio de la noche buscando el teléfono para iniciar inmediatamente una conversación de mensajes de texto, consultar las noticias o mirar Facebook. Y lo tienen ya tan automatizado que les parece normal.

Esta época de revolución digital, hemos de tomar consciencia de este creciente problema. La profesora del MIT, Sherry Turkle, afirma que en los últimos 20 años nuestra sociedad ha experimentado un descenso del 40% (la mayor parte ocurriendo en la última década) en indicadores de empatía en las personas, y los investigadores están vinculando esta tendencia al auge de las tecnologías de comunicación digital. A medida que nos conectamos más a la tecnología, parece que corremos el riesgo de dañar el cableado de nuestro cerebro y nos desconectamos de la interacción personal, algo totalmente necesario a nivel psicológico y social.

Por supuesto, no se trata de tirar los móviles a la basura ni darnos de baja de las redes sociales. Se trata de tomar consciencia de nuestras dificultades para desconectarnos de la tecnología, de los peligros y daños que esto conlleva, y hacer un uso más equilibrado y menos dependiente de la misma

Fuente: El Huffington Post

Autora: Mónica Esgueva

Read more

CÓMO CONSEGUIR CLIENTES SI TODAVÍA NO TIENES WEB (O AUNQUE LA TENGAS)

Una de las preguntas que más me suelen hacer cuando doy algún webinar para emprendedores es cómo puedes conseguir clientes para tu negocio si no tienes página web.

Aunque hoy en día yo considero imprescindible tener web (y puedes discrepar, desde luego, cada uno tiene su opinión) eso no quiere decir que tengas que estar parada si no la tienes lista todavía o si la estás renovando, puedes hacer otras cosas para conseguir clientes.

Por ejemplo:

1. Tus contactos

Si no lo has hecho ya, envía un mail a tus contactos informándoles de tus servicios y con una oferta especial o sesión estratégica gratuita (si no sabes qué es eso, en mi programa de mentoría te enseño cómo usarlas para vender tus programas mientras ayudas).

Truco extra: pídeles que reenvíen tu mensaje a sus amigos si creen que podría interesarle a alguno. Así conseguí yo mis primeros clientes, sin tener web y partiendo totalmente de cero. De hecho todavía no había terminado la formación.

Mi primera mentora también tuvo una buena cartera de clientes gracias a todos los contactos que tenía. Funciona muy bien porque te conocen y confían en ti como es normal.

Advertencia: esto es solo para usar con tus contactos, no para mandárselo a toda persona viviente a  la que no conoces o sin su permiso. Si alguien no te ha dado voluntariamente su email sería spam.

La idea es escribir a tus amigos y conocidos para explicarles a qué te dedicas y cómo puedes ayudarles. Por tanto hazlo por ejemplo para presentar tus servicios y no te pongas a mandar mil correos sin ton ni son.

 

2. Talleres y charlas

Organiza un taller o charla y allí ofrece tus servicios a un precio especial sólo hasta que acabe el taller u ofrece sesiones estratégicas. Es importante que la oferta sea válida sólo durante el taller. Mucha gente da charlas o talleres pero no les saca partido y espera que luego los participantes se pongan en contacto contigo cuando vuelvan  a sus casas.

Todo puede ser pero mejor asegurarte de sacar el máximo provecho ofreciendo algo y dándoles la posibilidad de llevarse algo extra si se suscriben a tu lista por ejemplo, así te llevas suscriptores para cuando la web esté lista y directamente clientes si les ofreces algo útil muy relacionado con la charla con unas condiciones especiales.

 

3. Redes sociales

Usa las redes sociales para relacionarte con otras personas y ofrecerles tus servicios. E incluso puedes usar anuncios para llegar a más gente.

En una red social lo ideal es ayudar y relacionarte, compartir contenido de tu web para que se inscriban a tu lista y allí ya les puedas ofrecer algo. Pero si ahora mismo no tienes web, puedes aprovechar para participar y relacionarte con otras personas.

Así conseguí yo más clientes y que me entrevistaran cuando acababa de empezar (después de haber hecho el punto 1) en mi caso en Twitter, que fue la red que elegí para empezar.

Importante: Ayuda a personas en foros o grupos de Facebook y DESPUÉS, si ves que están interesados y les puedes ayudar ofreciéndoles una sesión estratégica o según en que caso directamente tus servicios.

Recuerda que entrar a promocionarte sin más no suele funcionar, hay que ayudar, colaborar, relacionarte.

 

4. Colaboraciones

Investiga y haz un listado de negocios o profesionales que compartan el mismo nicho que tú para hacer alguna alianza o colaboración.

Por ejemplo, es común ver a farmacias ofreciendo una primera sesión gratuita con un nutricionista.

¿Con qué negocios o profesionales podrías colaborar? Ofreceles algo que sea útil y atractivo para sus clientes, no solo tienes que llevarte beneficios tú ellos también.

Importante: No mucha gente sabe hacer esto bien. No pretendas que te regalen nada.

Hay personas, por ejemplo, que pretendían que vendiera algo suyo a mis seguidores sin conocerles de nada y sin dejarme ni siquiera ver su producto con detalle. Es más, si les pides eso muchos se molestan y ni siquiera contestan… Así no consigues nada. Sé profesional y educado SIEMPRE. Tanto si te dicen que sí, como si es que no, contesta siempre y sé amable. Al menos habrás hecho un contacto.

Otras personas me “ofrecían” hacer yo todo el trabajo y darme un 10% de sus ventas. Va a ser que no.

¿La alternativa? Ofrecer algo que realmente sea útil para el otro negocio, que complemente sus servicios, que mejore la percepción.

Por ejemplo, en el caso de la farmacia, sus servicios se complementan, a la farmacia le da buena imagen disponer de un nutricionista y las clientas se llevan una sesión de asesoramiento gratis. La farmacia puede conseguir más visitas de interesados en esa consulta y la nutricionista posibles clientes.

Actualmente yo colaboro sólo con profesionales a los que conozco y sé que son buenos y que complementan mis servicios. No ofrezco cualquier cosa solo por ganar dinero, no merece la pena agobiar a mis suscriptores.

 

Con esto ya tienes varias ideas hasta que tengas la web lista y puedas usar otros métodos. Por supuesto, también puedes usarlas si tienes web.

 

Importante: Puede que estés pensando que no quieres usar redes sociales, que no quieres “molestar” a tus contactos (si piensas que contarles a qué te dedicas y ofrecérselo con educación y machaca es “molestar” tienes un problema que te impedirá vender y vivir de tu negocio y necesitas sí o sí considerar seriamente apuntarte a esto), etc, etc.

En ese caso es momento de pararte a pensar si realmente estás dispuesta a hacer que tu negocio funcione. Hay muchas formas de hacerlo y podemos encontrar una que encaje con tu forma de ser, pero ten en cuenta que vas a tener que hacer muchas cosas que se salen de lo que haces habitualmente y si no estás dispuesta piénsate lo de tener un negocio.

————————————–

La Dra. Aida Baida Gil, coach certificada y fundadora de www.coachdelaprofesional.com se dedica a ayudar a las mujeres profesionales que se sienten estancadas o insatisfechas y que están listas para avanzar profesionalmente, establecerse por su cuenta o redirigir su carrera.

Read more