- Después de un extenso período donde una parte importante de los trabajadores se desempeñaron en forma virtual, el desconfinamiento implica una reorganización no exenta de dificultades, en particular para las mujeres con hijos en edad escolar.
- Sin embargo, contando con apoyo en el hogar y en el ámbito laboral, la sensación de bienestar puede ser mayor a la experimentada durante la cuarentena.
Aunque la pandemia está lejos de finalizar, el desconfinamiento en la Región Metropolitana y otras zonas del país ya es un hecho. Una de las consecuencias es el retorno al trabajo presencial, o a sistemas mixtos, que siguen considerando funciones online. En cualquiera de estos casos, implica una reorganización de las labores y los hábitos mantenidos en confinamiento, lo que puede generar ansiedad.
Durante el período de cuarentena, según el psicólogo y consultor de empresas Andrés Pardo, “fueron notorios los efectos en la salud física y mental, donde los mismos trabajadores declararon haber experimentado dificultades para conciliar el sueño y controlar su irritabilidad, entre otras consecuencias como aumento de peso e incluso consumo de alcohol y drogas”.
De acuerdo al especialista, “con el progresivo fin del confinamiento, llegará el momento en que un número considerable de empleados sentirá, o se permitirá sentir, todo el cansancio de este tiempo. Probablemente, muchos se adaptaron a la adversidad y ahora deberán enfrentar otros cambios”.
Para las mujeres con hijos, que culturalmente son las principales responsables de la crianza y las labores del hogar, este período ha sido intenso. Y si bien cuando hay hijos en edad escolar que se mantienen en casa, no va a ser fácil retomar las actividades presenciales, el estrés podría verse aminorado con el retorno al trabajo. Así lo plantea la psicóloga y magister en psicoterapia sistémica, Claudia Lobos: “Dependiendo la percepción de satisfacción con el trabajo antes del confinamiento, algunas de las ganancias de volver al trabajo presencial son tener una jornada laboral con límites claramente definidos, en términos de espacio y tiempo, facilitando la focalización de la atención en la tarea y por consiguiente la ejecución de la misma. Como consecuencia de lo anterior, la disminución del estrés producto de retomar una rutina definida y el relacionarse con los compañeros de trabajo, pueden aumentar la sensación de bienestar”.
Medidas de autocuidado
No obstante, para que ese bienestar sea perdurable, se requieren ciertas acciones. “Algunos de los desafíos que nos plantea el desconfinamiento son el redistribuir las tareas del hogar con la pareja o con su núcleo de convivencia, buscar la forma de dejar los hijos en casa al cuidado de alguien de la red de apoyo y encontrar formas de reducir el riesgo de contagio en los traslados”, señala Claudia Lobos.
Será clave el rol de las jefaturas en el ámbito laboral, sostiene el psicólogo Andrés Pardo, quien también es consultor de la industria inmobiliaria: “Se requieren liderazgos cercanos y confiables, acortando las distancias, para prevenir los cuadros de ansiedad o estrés post traumático que podrían detonarse después de la pandemia. El autocuidado, manejo del estrés y motivación en el trabajo serán fundamentales”, concluye el experto.
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