Me escribía una lectora hace un par de semanas para contarme que estaba bloqueada por ese tema: la visibilidad al tener que usar redes sociales. No se atrevía a lanzar su negocio por eso.
Y te puedo asegurar que no es ni la primera ni la última.
Muchas personas rechazan de plano las redes sociales y, a la vez, saben que son algo importante para un negocio.
Así que te quedas bloqueada o desistes de tu idea por eso.
E incluso si eres de las que lo tiene clarísimo y te lanzas también existe ese miedo, esa vulnerabilidad a la exposición que dan las redes sociales, tan mediáticas muchas veces, para bien y para mal…
Es algo que me comentan sí o sí en todas las ediciones de mi programa de mentoría “Clientes, Ingresos y Libertad”.
¿Te pasa a ti también?
Pues sigue leyendo…
(Como siempre digo, nada es obligatorio, es tu negocio y haces lo que quieras, pero desde luego perderías mucha visibilidad e ingresos si no lo haces, tenlo claro).
Muchas, muchas veces te entra el pánico. El miedo escénico.
A mí la primera. No veas lo que me resistí.
Lo que pasa es que cuando yo decido que quiero hacer algo y sé que ese “algo” va a requerir otra cosa que no me entusiasma, o busco alternativas viables o me aguanto y lo hago igual.
Como les digo siempre a mis clientes, aunque tengas miedo, pereza, vergüenza o lo que sea… Si quieres vivir de tu negocio tu respuesta tiene que ser:
LO VOY A HACER IGUAL.
Y lo haces.
Sin pensarlo mucho porque si no, no lo haces, ja,ja,ja,ja.
Siempre hay cosas que podrás no hacer porque encuentras alternativas, sobre todo en el tema del marketing donde hay un amplio rango de posibilidades (no olvides leer esto si este tema también te echa para atrás).
Y recuerda: si no quieres nada que ver con el marketing, no quieres usar redes sociales, no quieres vender, no quieres X, Y y Z…
Quizá deberías replantearte si quieres un negocio online.
No quiero ser dura pero sí franca, como siempre.
Las cosas no caen del cielo y por mucho que sea tu propio negocio hay que trabajar, arriesgarse, reinventarse, etc.
Entiendo que no es fácil y es debido a dos miedos enmascarados: miedo a las críticas, al rechazo y, sobre todo…
Miedo a no poder afrontar las consecuencias.
Sobre las críticas y el rechazo he escrito aquí y aquí.
Sobre no poder afrontar las consecuencias de la visibilidad, de las críticas, del posible rechazo…
Entran en juego dos reflexiones:
- Ser y sentirte vulnerable.
- Tener la confianza en ti misma para saber que pase lo que pase, vas a salir adelante, aunque puedas pasarlo mal.
(Y, ojo, nadie dice que lo vayas a pasar mal, no anticipes. Normalmente no pasa nada de nada y si pasa, lo manejas perfectamente porque tu mentalidad cambia tanto cuando te lanzas con tu negocio que cosas que ahora ni te imaginas para ti serán normales más adelante).
Lo que está claro es que ahora mismo eso te hace sentir vulnerable y para eso te remito a esta cita de Philippa Perry:
A nadie le gusta sentirse vulnerable, pero a menos que aprendamos a tolerar cierta vulnerabilidad emocional pondremos en peligro nuestro crecimiento, y si no crecemos nos encogemos, y en tal caso lo que pondremos en peligro será nuestra salud mental.”